Kai!!!!!!!- es un grito que podría espantar la propia muerte, solo que en este caso seria demasiado tarde, el chico de tierna sonrisa y corazón cálido ahora estaba frio, inerte sobre esa cama en la que yacía desde hace 3 meses presa de una cruel enfermedad que había culminado en una desgracia... quizá la mas dolorosa para sus amigos… y mas para esa persona a la que el creía especial... y que en ese momento lloraba amargamente sobre el regazo del chico sin vida-Kaiii!!!
-Por favor despierta... sonríeme... Kaiii!!!- se aferro su cuerpo, uno de sus amigos se acerco a el tomándolo por los hombros
-Basta Shima... Kai se fue... lo siento- trato ser fuerte, así quizá animaba un poco a los otros, pero ver a su amigo llorar de esa forma le desgarraba el corazón. Sentía un dolor en el corazón como si una daga lo atravesara sin piedad… pero quizá, comparado con el dolor que Shima sentía en ese momento era relevante, fue su apoyo incondicional siempre, era raro verlos separados. Claro que extrañaría a ese idiota de linda sonrisa, pero... por un lado era mejor así ¿porque? "Ese pequeñajo" como el lo llamaba... durante su ultimo mes de vida no paro de gritar de dolor, retorcerse de desesperación aferrándose a sus cobijas con gran fuerza. Tratando de librarse de su sufrimiento, termino por destruirse los labios por la fuerza con que se mordía, si, definitivamente era mejor así.
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-¡estamos reunidos por el descanso del rey!- "el rey" como odiaba él ese titulo... nunca fue hecho para ser el rey de Japón... un chico sencillo, amigable, con la obligación de llevar un país sobre sus hombros. Así era el. Mucha gente lo catalogaba de algo que no merecía y ahora, que esta, tres metros bajo tierra, todos le tienen un respeto que en verdad nunca quiso. Su padre llora, claro el cargo de conciencia a de afectarlo, su hijo murió, ahora quien salvaría el reino... No hay nada que pueda consolar al chico castaño... durante 2 días no a probado alimento, ni siquiera quiere ver a sus amigos.
-Shima se como te sientes, pero por favor piensa en que Kai, esta mejor allá. Descansando en paz, y que no le gustaría verte así, en este estado- El pelinegro mas alto trataba de convencerlo desde el otro lado de la puerta. Claramente oía los sollozos del castaño.
-por favor Shima... piénsalo, sal de allí, come algo...-lloro aun mas fuerte, El pequeñajo idiota tenia un avanzado gusto culinario, el hacia el desayuno de los 5 por la mañana, y el alto pelinegro hacia la cena, era una gozada cuando discutían por los condimentos obviamente la comida de Kai era mejor, definitivamente seria extraño amanecer sin uno al lado, desde que todos dormían juntos habían aprendido a quererse mas... quizá demasiado.
-Chicos- dijo el castaño en un susurro desde su habitación se veía solo un luminoso umbral alrededor de la puerta, una luz que necesitaba, quizá una señal de Kai, ¿acaso quería que saliera? ¿Por su bien? en verdad se sentía débil, decaído, su frágil y delgado cuerpo se veía aun mas frágil que de costumbre, en el espejo sus ojos rojos eh hinchados demostraban que había llorado, No fue al entierro, le enfermaba ver gente hipócrita llorando lagrimas de burla, no quería ver triste a sus amigos, así, verlos animados y fuertes, le daba fuerzas para seguir, el no quería morir, si seguía en su "calabozo" moriría tarde o temprano, ¿no es triste? por que tiene que pasarle esto a un chico de solo 18 años?¿porque la vida se empeña en mostrarse fácil para luego dificultarse a tal grado?¿por que las personas que saben como vivir plenamente su vida mueren antes, es acaso una ley del cielo? si es así... odiaba el cielo y sus regentes... en verdad... quería ver de nuevo esas margaritas, oír esa chillona voz llamándolo "Uru chan" quería volver a abrazarle y estrecharlo asta asfixiarlo y que le dijera que lo quería... Si... lo extrañaría mucho. Decidió por el bien de su propia persona, responder a esa señal de Kai, salió sosteniéndose de la pared, sus piernas flaqueaban en cuanto salió callo a los brazos del Rubio de la nariz pequeña, Su amigo Reita, el "fuerte" del grupo, el que lloraba en silencio en su habitación, ¿desde cuando dormían separados? siempre estuvieron juntos ¿Acaso la unión era Kai? el rey que al principio los obligo a ser amigos de su hijo... pero que al conocerse en verdad conocieron esa hermosa amistad que acabo con la partida del chico de la sonrisa eterna. Pronto tendrían el mismo destino que Kai, bueno por lo menos 2 de ellos... ¿que destino? "La guerra" Yuu había ido ya pero el era inteligente y logro salir vivo de ella, eso hace 2 años. El castaño y el rubio de la bandita irían ese año a combate... 3 meses de diferencia, los tres meses que Kai había vuelto herido y con una rara enfermedad. Los tres meses que duro vivo y se reventaba por dentro.
-Joven Shiroyama- llego uno de los guardias del rey, aun de luto, con una carta, por desgracia, quizá sus cartas para el combate, El pelinegro se levanto y recibió la carta con amabas manos y la cabeza gacha, el guardia se fue y los tres restantes se acercaron a él
- Que dice Yuu?/Dime por favor
-A los jóvenes Takashima, Matsumoto, Shiroyama y Suzuki, «a ustedes Mis mejores amigos, les sonara raro esto pero yo ya había previsto mi muerte desde que recibí la carta del Rey, me sentí triste por dejarlos pero es necesario para aprender a seguir adelante, ¿no lo creen? en verdad que me duelen sus lagrimas, aún antes de dejarlos, por favor si es que ya aún estoy aquí, me siento feliz de decirles esto, No quiero que sufran lo que yo sentí en la guerra, eso es lo peor y mas cruel que puedan ver, No quiero que mis niños "a acepción de Yuu el ya lo vivió en carne propia" lo vean, así que, a cambio de muchos sacrificios he conseguido que el rey los libere de esos cargos, Ustedes por Ende, no irán a la guerra. Suzuki despreocúpate, No te aran moretones en los brazos jajaja, Uru chan-al castaño se le llenaron los ojos de lagrimas- siento no creer en ti, pero trata de entender porque aun así te quiero mucho, Aoi te amo, eres lo mejor que me pudo ocurrir, eres como mi papá que me cuida y me protege, siento no haber podido hacer esto antes para salvarte a ti también... Ruki- Chibi -chan Te quiero... protege a Uru chan.... y deja de robarte la comida del castillo... me gustaría pasar mas tiempo con ustedes pero la vida me tenia preparado otro sendero Los amo
"Kai" »
-Mocoso idiota- el pelinegro se seco las lágrimas y sonrió al comentario del Rubio
-Vamos chicos, es hora de comer- pero acabando de comer el pelinegro desapareció... lo buscaron por horas... y el pequeño Taka lo encontró... estaba sobre la cama donde murió Kai, se acerco lentamente y lo encontró dormido, abrazando la almohada del chico, de echo aun se podía oler ese característica esencia a menta que emanaba el cuerpo del castaño oscuro.
Vio de nuevo a su amigo, en los ojos tenia dos lagrimas retenidas.
-Yuu, hazte para allá- el pelinegro se giro y el otro se recostó a su lado- Vamos Yuu... no ágamos esto ahora, el ya no esta pero nosotros seguimos vivos y hay que avanzar.-Le tomo del brazo-Vamos...- se levanto pesadamente, el pelirrojo se sentía tranquilo, sabia que, al igual que Kai, Yuu se sentía incomodo con la idea de que ellos fueran a la guerra, pero ahora podían seguir sin preocupación.
-No digo que sea bueno que Kai nos allá dejado, pero desde que empezó a decaer, me sentí impotente al no poder ayudar de ninguna manera pero ahora... -bajaron las blancas escaleras, algo había en el aire... era cálido, pero fresco y cómodo.
-Ese idiota nos esta cuidando- Sonrieron y comenzaron a correr persiguiéndose, salieron. Ahora que Kai ya no estaba no tenían razón para quedarse en el castillo... ahora eran Libres: No es eso lo que todos quieren ¡¡¡LIBERTAD!!!!! Eran dichosos pero a la vez desgraciados, A cambio de eso perdieron a un ángel que regreso al cielo. Ahora podían marcharse, alejarse de la memoria de Kai... tratar de olvidarlo seria imposible, pero lo habían prometido inconscientemente, solo para que Kai lo creyese, en sus últimos 10 minutos de Agonía
«Kai: Aoishii-le tomo la mano- prométeme que estarán bien, que no lloraran por mi culpa... que saldrán del castillo, libres como las mariposas y el viento que acompaña su dulce vuelo.... Prométanlo-ninguno dijo nada se quedaron impresionados por la promesa que les hizo jurar-por favor Aoishii Promételo, por lo menos tu-tosió, Aoi coloco un pañuelo en su boca y al separarlo tenia sangre Todos comenzaron a desesperarse y a gritar con un asentimiento-Gracias-sonrió en verdad liberado y beso la mano del pelinegro-hiciste mi día-cerro los ojos y su mano callo de lleno en la blanquecina cama...
-Shima: Kai? Kai!!!!!!»
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-Lo prometimos chicos- luego de cinco horas se encontraban listos para partir-No tenemos a donde ir, pero el espíritu de Kai nos acompaña... ¿no es así?
-Iremos a donde el viento nos lleve... -Dijo el pelinegro mas alto-Andando-los 4 agarraron sus pertenencias y salieron del castillo sin rumbo alguno. "¿por que tu estas con nosotros, no es así?" Iban los otros cuatro a delante el los seguía desde lejos
«Se encontraban los dos tumbados en el jardín del palacio... Disfrutando del fresco viento, y la noche estrellada
Kai: Ne Aoi kun-el pelinegro lo volteo a ver- Mañana debo partir a la guerra, los extrañare mucho... Pero, prométeme que, si no vuelvo, no sufrirás mi ausencia, por que, yo estaré contigo, yo seré el viento que te acompañe cuando camines. Tendré la libertad para, seguir tus pasos, y proteger el sendero por el cual vallas.
Aoi: No digas eso, Volverás sano y salvo. Y yo te estaré esperando, aquí, con mis brazos abiertos-se acerco y beso sus labios- solo, procura volver con migo-le colgó una estrella al cuello- y no olvides que te AMO y debes regresarme este collar»
El pelinegro levanto el collar enredándolo en sus dedos, Venia al fondo del sobre que le habían entregado esa mañana.
«-Fue el amuleto que me acompaño asta mi final... esa noche no te pude contestar como hubieses esperado... Te amo Yuu... siempre tuyo... Kai»
-al menos puedo estar seguro que cumples tus promesas- un suave y fresco viento acaricio su rostro, y cerro los ojos para disfrutarlo. Los abrió lentamente y hablo al cielo -Te extrañaremos tanto. Siempre Tuyo Uke... Siempre- cerró sus ojos dejando caer una lágrima que el viento seco al instante.