MY ÁNGEL
Y ahí estaba el, Sasuke. Mi pequeño Sasuke, cantando divertido aquella canción que tanto le gustaba y que solía cantar todas las mañanas antes de ir a clases.
Yo, permanecía sentado, observando cada uno de sus movimientos, observando sus gestos de chiquillo loco e irresponsable, porque en realidad lo era, aunque él, nunca se atrevía a aceptarlo. Cada vez que lo veía, una luz radiante iluminaba mis ojos; cada vez que escuchaba su voz, una sonrisa tonta se dibujaba en mi bronceado rostro.
Naruto, ¿estás ahí? – preguntó como sintiendo mi presencia.
Aquí estoy, pequeño – dije con voz armoniosa para luego ponerme de pie y caminar hacia el lentamente.
Quiero verte, por favor – pidió como un niño mientras su mirada me buscaba por cada rincón de aquella blanca habitación. Traté de concentrarme y, segundos más tarde, ya era visible para sus hermosos ojos negros que, para mí, poseían vida propia. Unos hermosos ojos jamás vistos. Sonrió al verme y procedió a enviarme un beso por el aire el cual atrapé con mis manos, llevándolo hacia mi corazón. Sasuke, mi protegido. Yo, su ángel. Así eran las cosas y, aunque deseara con toda mi alma poder cambiarlas, no era posible. Nací para cuidarlo, y el, nació para ser feliz, pero no a mi lado.
Llevaba siendo su guardián desde hace 3 años y desde que lo vi por primera vez me enamoré perdidamente de él. Era un amor imposible, lo sé, pero amor a fin de cuentas. Siempre había soñado con poder tocarlo, poder sentirlo, pero no podía hacerlo. Si lo hacía, yo, desaparecería por completo.
Hoy era su cumpleaños 18, el último día como su ángel, aunque él no lo supiera. No podría jamás causarle el mínimo sufrimiento, nunca lo haría. Tal vez debía decirle la verdad, decirle que pasando esta noche no volvería a verme nunca más, pero era totalmente imposible encontrar las palabras exactas para no herirlo, y la verdad, prefería desaparecer así sin más aunque eso, implicaría que me odiara por siempre.
Estás pensativo hoy – soltó mientras alisaba su cabello. En realidad, nunca comprendí porqué lo hacía, lucía perfecto igual. Yo sólo me limité a sonreír y el continuó con lo suyo. Pasaron algunos minutos y ya podía verlo salir de su habitación pero antes de que cerrara la puerta me apresuré a hablar.
Feliz cumpleaños, Sasuke – el dio la vuelta con una sonrisa hermosa en sus anhelados labios.
Creí que no lo dirías nunca – cerró la puerta y yo volví a mi estado de invisibilidad para ir tras él.
El día transcurrió con rapidez, todos en su escuela lo saludaron, lo abrazaron, cómo deseaba poder hacer lo mismo; se notaba que todos lo querían, ¿y quién no? Era perfecto.
La noche llegó, se alistó para ir de fiesta con sus amigos y opté por quedarme en casa, realmente el me pidió que no fuera, dijo que no quería que lo viera emborracharse por primera vez y, prometió, que si necesitaba algo solo llamaría mi nombre con el pensamiento.
Estuve dando vueltas por la habitación, era tarde. Lo busqué en mi mente y pude verlo divertirse con sus amigos, todo marchaba bien. Cerca de las 5 de la madrugada, estaba de vuelta, no se encontraba tan mal. Sólo me sonrió y se metió entre las sábanas quedándose dormido.
Faltaba cada vez menos para que amaneciera, poco para desaparecer, pero necesitaba hacer algo antes, necesitaba sentir la frescura de su piel. Me acerqué con temor hacia donde dormía y rocé su mejilla con suavidad, una electricidad sobrenatural recorrió cada espacio de mi cuerpo y me alejé de inmediato . Tuve miedo, dudé otra vez, pero ya no podía detenerme, quería volver a experimentar aquella sensación, aquella electricidad que aceleraba mi corazón. Pasé mi dedo índice por sus labios entreabiertos, eran suaves, cálidos, y llamaban a los míos los cuales no tardaron en acercarse a ellos. El primer contacto y el abrió los ojos clavando su mirada en la mía.
Naruto – susurró tembloroso. Me atreví a callarle al unir nuestros labios nuevamente, en un beso más profundo, con ternura, con dulzura, con… amor. Sí, lo amaba. Lo amaba con toda mi alma.
Quiero sentirte – suplicó en tono bajo y con los ojos cerrados, pasó su mano por mi rostro pero la apartó rápidamente, a lo mejor por la frialdad de mi piel, me alejé un poco y él me observó – No te alejes - pidió para luego besarme con extrema dulzura.
Me recosté a su lado jugando con sus cabellos azabaches y besando cada parte de su cuerpo que se encontraba ya sin prenda alguna, igual que el mío.
Mi corazón latía como jamás lo había hecho, estaba en el cielo, y el único ángel aquí era él, Sasuke, mi Sasuke. Mi ángel.
Pasó su delicada mano por mi espalda desnuda y me estremecí con el contacto. Nos miramos fijamente y el, con algo de vergüenza separó sus piernas poco a poco, para que yo pudiera entrar y así lo hice. Todo transcurría lentamente, el vaivén de nuestros cuerpos era perfecto y armonioso, en ningún momento pensé en placer cuando lo hicimos, ahí sólo existía amor, sólo eso. Mi respiración se aceleraba igual que la de él, volvimos a unir nuestros labios para luego estremecernos juntos. Besé su frente mientras sonreíamos pero luego, su mirada cambió por completo. Algo no andaba bien.
Naruto, estás… estás… desapareciendo – pronunció con la voz entrecortada y noté como una lágrima recorría su mejilla.
Te amo, Sasuke. Siempre lo haré – sonreí con tristeza en mis ojos y sentí el primer rayo de sol introduciéndose por la ventana.
Naruto no. No me dejes – intentó tocar mi rostro pero sus manos traspasaron mi ya escasa imagen.
Desde donde esté, desde donde esté voy a cuidarte . No lo olvides…. - prometí para luego caer en una profunda e inmensa oscuridad, de la cual, aún no consigo liberarme.
Siempre seré tuyo , Naruto…..
No puedo olvidarte porque eres lo más bello que he tenido
y no soporto la idea que tu amor por mí se haya perdido.
No puedo olvidarte porque eres la razón por la que vivo,
Si no llego a tenerte, para vivir no tendré motivo.
No puedo olvidarte porque sin ti moriría,
Si no quieres que de amor fallezca no me dejes todavía.
No puedo olvidarte ya que mi corazón te pertenece,
cada momento que estoy contigo,
mis lágrimas desaparecen.
No puedo olvidarte ya que te amo con locura
Y alejarme de ti para mí sería una gran tortura.
No puedo olvidarte ya que no me enseñaste como hacerlo,
ahora me dejas aquí solo sin ningún consuelo.
Tú me dices que ya nunca volverás a mí,
pero aún no me resigno y paciente espero por ti.
No puedo olvidarte porque eres mi condena,
simplemente no puedo hacerlo porque eres todo lo que fluye en mis venas.
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Los años fueron transcurriendo mi vida se volvió desolada sin él, si mi rubio de ojos de cielo, YO, no era nada….sin mi ´Ángel…..acabe el ultimo año en la universidad , una fiesta hubo en nuestro honor , sin embargo no estaba de ánimos para celebrar , mi familia no sabía por lo que estaba pasando y era mejor así.
El único que sufría era yo….una semana paso rápidamente , era momento de empezar mi rutina en un trabajo estable para ayudar en la economía del hogar , Abogado , sí eso era , me destaque como los mejores y mi jefe me daba los casos que otros no podían resolver tan fácilmente , con solo 23 años yo era el más joven de todos mis compañeros y el mejor del equipo , fue por eso que mi jefe me envió a otro país , con permiso de mis padres viaje a Tokio , una gran ciudad , muy poblada , sin duda era muy interesante , un día cualquiera……tan solo en ese instante pude ver entre toda la multitud de personas caminando por la calle , alguien que sobresalía , una cabellera rubia , sus cabellos tan dorados….corrí a prisa asía él , teniendo la esperanza de que se tratara de mi rubio ángel , mas aun con pena lo perdí de vista.
Deprimido opte por volver al departamento que estaba alquilando y me encerré en el cuarto sin probar bocado alguno , podía ser que mi mente me estuviera jugando un mal truco de mis recuerdos , me deje dormir con una lagrima surcando una de mis mejillas.
Un nuevo día comenzaba como siempre en mi trabajo , pero al pasar por la oficina uno de mis compañeros me hablo.
–Sasuke el jefe quiere verte , ve a su despacho.
–Está bien.
Seguí el pasillo hasta llegar al lugar que me encomendaron , con un simple rose en la puerta me permitieron entrar.
–¿Quería verme?
En ese momento note que no estaba solo , otro chico de mi edad mazo menos se encontraba de espaldas , mi corazón di un vuelco al ver que su cabello era rubio y su peinado tan familiar a una sola persona que yo conocía.
–Te presento a Namikaze Naruto , es nuevo aquí y quiero que le muestres los alrededores , espero que estés a gusto aquí Naruto.
–No se preocupe me alegrara trabajar aquí…
No lo podía creer , apenas se voltio con esa bella sonrisa , era él….ERA ÉL….MI ÁNGEL…me quede tieso por segundos , hasta que logre retomar la compostura , mi jefe dijo que saliéramos y eso hicimos y en el pasillo , donde nadie pasaba….ocurrio….
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Me voltee para ver a mi Sasuke , tantos años buscándolo , llevaba dos años viviendo en la tierra , mis superiores al ver que me había enamorado completamente de él , se compadecieron de mí y me permitieron volver , pero ya no como un ser divino , ahora era un humano y podría vivir junto a la persona que amo , lo tome de los hombros y levemente lo acorrale en la pared , acto seguido uní nuestros labios de la manera más duce posible , en ningún momento se atrevió a romper ese beso , cuando el aire nos izo falta nos quedamos mirándonos por segundos con una gran sonrisa en nuestros labios y le dije.
–Volví para quedarme contigo….mi Sasuke-dije tiernamente.
–Te extrañe mucho!!-me respondió abrazándome con lagrimas en sus ojos-¿Para siempre? ¿Ya no te irás? ¿Lo juras?-me pregunto tembloroso al separarse de mí y mirarme aun sollozando.
–Lo juro!! Ya no te dejare!! Quiero vivir contigo mi amor!!
–TE AMO!-me dijo con una gran sonrisa.
–Y yo a ti!!-le respondí para volver a sellar nuestros labios en un apasionado beso .
Por fin era feliz , éramos felices y lo seguiremos siendo mientras estemos juntos , nada nos separara……por qué nos amamos!!
¡The End¡