---FLASH BACK---
Solo la noche fue testigo de su amor; dos chicos estaban fundidos en un abrazo, ambos completamente desnudos.
Esos dos chicos eran los gemelos Kaulitz, pero a pesar de eso, ellos se amaban. Se amaban de una manera desesperada, con locura; el chico de rastas, besaba con ternura, con amor la espalda de su hermano; un chico de hermoso cabello negro.
El pelinegro estaba recostado boca abajo con los ojos cerrados. Disfrutar de los besos que su hermano le daba era un placer inigualable.
El chico de rastas, se detuvo, su gemelo, abrió los ojos, y se giro sobre la cama; vio los ojos de su hermano, y este poco a poco se fue acercando para besar sus labios. Cayeron poco a poco a la cama.
El amor que los envolvía, se respiraba en el ambiente.
El de rastas, dejo los labios de su hermano, bajo poco a poco; beso sus pezones, los mordisqueo hasta sacar unos pequeños gemidos de la boca de su hermano; siguió bajando hasta bajar a llegar al miembro de su hermano.
Lo tomó entre sus manos, lo besó y lamió. De los labios de el chico pelinegro solo salían gemidos de placer; palabras de amor sin terminar…
El de rastas, “devoro” el miembro de su hermano por completo. Empezó a frotarlo con su boca, de arriba abajo… poco a poco empezó a subir la velocidad. El chico pelinegro estaba a punto de explotar; su hermano lo sintió, se saco el miembro de su hermano de su boca y empezó a frotarlo con sus manos.
Un grito de placer salió de la boca del pelinegro, ya que había explotado en las manos de su hermano.
Se besaron, con una mescla de ternura, deseo, pasión y amor.
El chico pelinegro, empezó a besar el miembro de su hermano, que ya empezaba a despertar. Lo lleno de lengüetadas, lo froto con sus manos, y cuando estaba a punto de metérselo a la boca, su gemelo lo detuvo.
-Déjame hacerte el amor- dijo con un poco de pena- se que será la primera vez para ti, pero…
Un beso por parte de su hermano, no lo dejo terminar…
-Serás el primero… y el único- dijo el chico pelinegro.
El de rastas tomo al pelinegro; le dolió un poco, pero ya que se empezaba a acostumbrarse, el dolor dio paso al placer…
Entro en el cuerpo de su hermano…
-Dime que me amas. -Le dijo el de rastas a su gemelo.
-Te amo- dijo el pelinegro entrecortadamente.
-No más que yo- dijo el de rastas explotando dentro de su hermano.
Esa noche, dos cuerpos se fundieron en uno, esa noche un amor empezaba, y una herida comenzaba a formarse.
-------------------------------------------------------FIN DEL FLASH BACK-------------------------------------------------
Una lagrima negra rodaba por su mejilla, ¿Cómo era posible que le hubiera hecho eso?, y lo peor de todo, con su mejor amigo.
Era un sínico; ¿Dónde habían quedado esos te amo, esas noches que le hacia el “amor”?
Su móvil empezó a sonar; vio la pantalla, era él. Su hermano.
Aventó el móvil, el cual fue a dar al espejo del tocador, este se hizo añicos al instante.
Bill, se acerco poco a poco al espejo; se agacho y tomo uno de los pedazos lo apretó en su mano. Unas gotas de sangre salieron de la palma de su mano derecha. Soltó el vidrio, y se llevo la mano ensangrentada a la cara.
-¡¿PORQUE ME HAZ HECHO ESTO TOM?!-gritó Bill sin poder resistirse- ¡¿QUÉ ES LO QUE TE HE HECHO PARA QUE ME TRATES ASÍ?!
Se derrumbo en su totalidad, las lagrimas eran entre rojas y negras; la mano le dolía…, pero no tanto como su corazón.
La puerta de la habitación en la que estaba se abrió, dando paso a Tom, quien tenía cara de preocupación; este se asombro al ver la cara de su hermano, ya que estaba llena de sangre y manchas de maquillaje…
-Bill- dijo intentando acercarse a él- con respecto a lo que viste, entre Andreas y yo…, no es lo que parecía.
Bill lo vio con una mirada de asco, pero no le dijo nada.
-Perdóname- fue lo único que Tom, rompiendo el incomodo silencio que se había formado.
-¿Cómo quieres que te perdone?, ¡era nuestro mejor amigo!- dijo Bill empezando a llorar de nuevo. Se seco las lágrimas con el dorso de su mano sana.
-Es que solo fue un arrebato- dijo Tom con la mirada en el suelo.
-¡Si eso fue un arrebato, me mirarías a la cara!- dijo Bill
-¡Pero tienes que creerme… Bill, yo te amo!- dijo Tom intentando subir la mirada.
-Tom- dijo Bill tomando la barbilla de su hermano, y obligándolo a que lo mirara a la cara- ¿Ya terminaste de romperme el corazón?- le preguntó con lagrimas en los ojos; soltó su barbilla, y salió de la habitación, dejando a su hermano solo.
Tom sabía que lo había perdido para siempre; pero Bill tenía razón, le había roto el corazón.