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¿No se suponia que tu tendrias que sufrir? por Ciel Phantom

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Notas del fanfic:

de una vez lo digo kyo kara Maou no me pertenece, lo pongo aqui para no estalo poniendo en cada cap, jajajaja soy muy flojo ademas de que luego se me olvida


 


que mas asi, quiero coment por cada cap jajjaajajaja no es sierto, es ese aspecto intentare ir ganandomelos ya que se que cuando uno deja uno es que de verdad te gusto lo historia bueno eso es todo gracias por leer y cuanto mas por darme un pedacito de su tiempo


 


owari

Notas del capitulo:

la continuacion que muchos pieden espero que esto nosea mucho revoltijo la verdad es que ya me estoy artando en esta cuenta solo terminare de actualizar los que ya estaban escritos y terminados por Ciel Phantomhive gracias por su comprension y por leer

 

 

¿Somos demonios o cobardes?... cobardes (confirmación rotunda)

 

 

 

 

 

En cuanto salió del agua una Anissina ya lo esperaba. Ella le sonrió y le paso una toalla para que se secara un poco.

 

 

 

-          ¿En dónde está Wolfram?  - pregunto sin reparos

 

-          Con su alteza el gran sabio – esa respuesta pareció no gustarle y la miro con duda – recuerda que estamos ya en el sexto mes y es tiempo de que presenten los nombres de los niños en el templo de Shinou y bueno siendo los hijos de su majestad Yuuri era obvio que el padrino fuera su alteza

 

-          Si tienes razón.  Entonces ya le dijeron a Wolfram que son gemelos – un tic nervioso se formaría en su ojo a ese paso

 

-          Si y lo tomo bastante bien, es mas se puso contento porque tenía dos nombres perfectos y ahora podía usarlos sin descartar ninguno – ella coloco su mano sobre su hombro – si te das prisa lo alcanzaras antes de que dé a conocer los nombres de tus sobrinos  - rio esta

 

-          No digas tonterías – dio media vuelta para caminar rumbo a sus aposentos

 

-          Sus nombres son… - la científica sabia que nunca lo admitiría pero ese tío estaba más que ansioso de conocer a las dos cositas que muy seguramente se convertirían en la luz del castillo

 

 

 

 

 

La tarde trascurría tranquila, al menos para cierto rubio que dibujando en su estudio escuchaba a Greta leer uno de los tantos libros de Anissina. Los dos se sentían cómodos en aquella forma, era un momento mágico en que padre e hija podían sentirse a gusto.  De repente ella dejo su lectura y bajo la cabeza, el de inmediato lo noto y se acerco a ella.

 

 

 

-          Wolf ¿qué va a pasar cuando tengas a tus bebés? – ella lo miro a la cara – yo se que Yuuri dice que soy su hija, pero la verdad es que no lo soy, además ahora está cambiando mucho, que tal si cuando nazcan sus hijos decide que ya no me quiere cerca – la niña tembló ligeramente

 

-          Greta eso no debe preocuparte, el jamás aria algo así, además no me imagino a nadie más para ser su hermanita mayor – le sonrió

 

-          Gracias Wolf – un estridente tronido estremeció el catillo completo

 

-          ¿Que fue eso?

 

-          Greta quédate aquí voy a ver – ella asintió y el rubio salió a toda prisa

 

 

 

Se quedo parado a mitad del pasillo sus ojos verdes se abrieron a más no poder ¿Qué diantres se suponía que era eso? Un enorme robot estaba destruyendo todo el castillo.  Corrió lo más rápido que sus piernas le daban entro al estudio y tomo a la niña de una mano saliendo por la ventana.

 

 

 

Pronto eso de salir por ahí tendría que convertirse de algún modo en una costumbre en ese reino.

 

 

 

Gwenldal y dos cuadrillas de soldados se apostaron en el patio, dejando pasar de largo al rubio que tiraba de la castaña. Conrad los vio llegar y de inmediato se dispuso a revisar a su hermanito  pequeño. La respiración entrecortada y la palidez en su rosto no le gustaban nada

 

 

 

-          Alguien traiga a Gisela – grito el castaño con el cuerpo laxo del rubio entre sus brazos – deprisa

 

-          Conrad que le pasa a Wolf – pregunto preocupada la niña

 

-          No te preocupes el estará bien – su intento de huida fue cortada por aquel robot que ahora le lazaba dos proyectiles directo a ellos

 

-          A un lado – el general los recibido con la espada uno trono, pero el otro había dado directo contra el

 

-          Gwenldal – grito la pelirrosa asustada – Gwenldadl – corrió a su lado, el hombre estaba desmayado

 

-          ¿Qué demonios es eso? – el patriota estaba molesto y esperaba, aunque con seguridad, que esa cosa no hubiera salido del laboratorio de  ella

 

-          Es mi nuevo invento quita las piedras del camino-kun – él la miro con mirada fulmínate

 

-          ¿Y que se supone que hace? ¿porque nos ataca? – el robot una vez más se estaba preparando para disparar

 

-          Fue diseñado para encontrar los posibles motivos de problemas en el futuro y exterminarlos – ella suspiro al ver la cara de desconcierto del hombre – busca personas o cosas que puedan afectarnos a futuro y los elimina

 

-          Si eso ya lo entendí pero ¿Por qué nos ataca?

 

-          No lo sé tal vez Gwenldal en el futuro se volverá loco de poder y deseara matar a Yuuri para quedarse con su trono, Gwenldal, Gwenldal me escuchas – lo zangoloteaba sin piedad – si te arrepientes el quita las piedras del camino-kun se detendrá, maldición te ordeno que vuelvas en ti, porque los hombres no pueden ser mas útiles

 

-          Pero esa cosa no venia tras Gwenldal estaba tras…

 

 

 

Esa cosa volvió a disparar el patriota tuvo que poner su cuerpo para proteger el de su hermano menor. La explosión los había lanzado chocando contra las pareces de Pacto de Sangre.

 

 

 

-          GRETA -  el rubio había despertado justo a tiempo para proteger con su maryoku a la castaña

 

 

 

Su cuerpo callo junto al castaño que estaba inconsciente. Se retiro el cuerpo de su hermano. Esa cosa se estaba acercando.  Se levanto con gran dificultad su estomago ya estaba abultado y le molestaba para moverse con toda libertad. Una fuerte punzada en su vientre lo hiso caer de rodillas.

 

 

 

-          Maldición  - grito

 

-          Wólfram, wólfram – ese era el rey – ah!! Ahí estas – dijo sin tomar en cuenta al monstro que destruía su castillo -  me quieres decir ¿que es esto? – le mostro le platillo para esa noche – no voy a comer esto

 

-          Yuuri aléjate – el rubio no entendía como ese chico podía poner mayor atención en la comida que en esa máquina infernal que los atacaba

 

-          ¿No se supone que soy el rey? entonces porque debo comer cosas que no me gustan – paso cerca de la maquina sin notarla siquiera – mas te vale que cambies el menú – el robot se preparaba para un tercer disparo

 

-          Yuuri cómo puedes… - los proyectiles se dispararon

 

-          Como molestan – con solo desplegar un poco de su poder esas dos amenazas quedaron sin energía en el suelo – deja que arregle lo de mi cena y después si quieres puedes destruir el reino entero – suspiro y se volvió de nuevo a el rubio – bien en que estábamos… asi que no voy a tolerar que me sirvan esto quiero para cenar – lo pensó un poco y luego miro al ojiverde – apunta – apuro con algo de indignación – para empezar pastel de magenta, luego unos bollos rellenos de mermelada, galletas de jengibre

 

-          Pero Yuuri esa solo se hacen para…

 

-          ¿Qué parte de soy el rey y quiero cenar no entendiste, Wolfram?– el rubio no supo que contestar – bien un pan de frutas, de esos que sirven en las fiestas, un buen vaso de vino tinto dulce, no me vayas a dar de ese con alcohol quiero del que tomas tu, ¡ah! Y para terminar  - lo miro coqueto -  a ti envuelto para regalo – el rubio se puso más rojo que un tomate

 

-          Pero, pero … ¿no se supone que estás en los meses de abstinencia?

 

-          ¿Mes de abstinencia?  No que va si es cuando tengo más ganas – vale no tardes amor – de paso pellizco su redondo traserito y le planto un beso – ahora si puedes proseguir acecinando maquina diabólica – sonrió como si nada – ah!!! Pero una cosa, si tocas a mi prometido o a mi cena lamentaras el día en que fuiste armada

 

-          Shibuya Yuuri… - el rubio estaba por explotar

 

 

 

Regla número uno, cuando desees inventar algo que contribuya a la paz asegúrate que esta no atente contra la vida del prometido del rey o su cena menos de uno tan poderoso como lo era el Maou

 

 

 

Regla número dos, si la vas a dejarla suelta procura que no se interponga en el camino de cierto mazoku molesto por cómo es tratado por su esposo y que desee desquitar sus instintos asesinos. Porque  tu pobre invento sufrirá las consecuencias y de ella ni las cenizas quedaran

 

 

 

Regla número tres en caso de no poder evitar las dos primeras guarda bien los planos de tu invento así podrás duplicarlo, amenos que como todo el ajetreo se te haya olvidado dejarlo en el laboratorio y este sufra el mismo destino de tu maquina, ahí sí ni modo. Te quedaste sin nada

 

 

 

Anissina debía apuntar en piedra estas tres grandes reglas que acaba de aprender. ¿Asustada? No que va. Como podría estar asustada del poder destructivo de Lord mocoso quien con la sola mirada había incinerado su casi indestructible invento, no ella no estaba asustada.

 

 

 

Continuara…

 

 

Notas finales:

creo que es mucho pedir que no pregunten que cuenta quedara arriba, aun no lose, y pues la razon de insistir mucho en recuperar mi cuenta anterior es que aunque no me desagrada el otro nick pues no soy yo. asi que pues tome prestada la cuenta de aun amigo para subir los que faltan, las continuaciones aun nose que si voya asegir escribiendo o no, pero en todo caso no se preocupen no me ire sin terminar lo que ya tengo publicado, muchas gracias por sus comentarios y su apoyo


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