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Tiempo Perdido por Ciel Phantom

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Notas del capitulo:

con grandes ganas en el corazon alguien me dijo una vez que cuando escribimos nos comvertidos en dioses, en nuestras manos estan las vidas y el destino de nuestros personajes. Luego pregunto ¿crees que Dios sea escritor?

yo conteste:  NO lose, pero una cosa si es segura - esa persona me miro con curiosidad

cuando muestras manos escriben en un papel en blanco y la historia se va formando, muchas veces no sabemos haci donde vamos, o que final tendra, Dios es Dios y no podemos compararnos, porque el el absuto y justo

justo hasta el fin

en memoria de Hikari Yagami, gran amiga, invaluable hermana y amor inremplazable

attt: Ciel Phantomhive

 


Escucho las suplica de aquel que tanto amaba, y sin pensarlo mucho lo aferro por la cintura. Lo amaba más que a su propia vida.


 


Yuuri salió del baño encontrándose con esa escena, frunció el seño y camino a la salida.


 


-          Yuuri – llamo e intento darle alcance, una mano lo sujetaba firmemente


-          No puedes estar con los dos – dijo Yuuri deteniéndose frente a la puerta sin abrirla – decide – a Wolfram se le estaba yendo el alma


-          Mañana escucharan mi veredicto – soltó la mano de Yuuji – por ahora podrían dejarme solo – pidió con ojos suplicantes y sin moverse de lado del más joven – debo pensar bien las cosas – los dos asintieron y abandonaron la estancia


 


Fueron varios minutos los que permaneció ahí, de pie sin moverse. Había muchas cosas que recapacitar antes de siquiera pensar en alguno de ellos. Primero que nada debía traer a esa mujer. ¿La odiaba? En otro tiempo podría haber dicho que SI sin reparos, ahora no lo sabía ella al igual que él no eran más que piezas del destino.


 


-          Aquí nadie tiene culpa alguna – dijo bajando la mirada – aun asi…


 


Era impropio de un rey pero por esta vez era mejor de ese modo. Abrió la ventana asegurándose de que afuera no hubiera nadie, una vez comprobado salió a toda prisa.


 


El templo se Shinou ahora era un lugar que visitaba regularmente e incluso ahora entraba por otro lugar que no era la entrada principal, no le gustaban los formalismos.


 


-          Influiste en mi como no tienes idea – se dijo así mismo pensando en Yuuri


 


La sala de las cuatro caja como de costumbre parecía estar vacía, pero él sabía que no era así.


 


-          Majestad Shinou – llamo moderadamente


-          Oh!! Von Bielefeld – el hombre rubio apareció detrás de él  colocando sus manos de inmediato alrededor de su anatomía – cada día luce más deslumbrante – aseguro el rey original


-          Deje eso – su seño fruncido y movimiento brusco le indico a ancestro que el chico no estaba de humor


-          Bien, entonces supongo que hay algo importante


-          Ya debería saber el problema que traigo entre manos – dijo con molestia


-          Si – sonrió con burla – algo se, después de todo fue mi sabio quien le indico a Yuuri como cambiar su maryoku por su juventud


-          ¿Su maryoku?


-          Bueno es equivalente, el poder más grande del universo fue apenas si comparable con su deseo, el tiempo no es negociable y aun así...


-          Ya no importa – corto rápidamente – lo que quiero es… quiero que la traigas


-          Estas consiente que eso te podría dar más problemas de los que ya tienes mi querido descendiente


-          Lo se…


-          Entonces estas conciente que a ella no le agradara ver a su esposo e hijo peleando por una misma persona – sonrio – o tal vez esa es tu venganza por haberte quitado en primer lugar a mi elegido


-          Nada de eso


-          Etonces? – el mayor levanto la ceja se estaba perdiendo de algo


-          Quiero que ella opine con quien debo quedarme


-          Eh!!


-          Lo que oíste, después de todo ella es la esposa y la madre de esos dos, su futuro también esta en juego


-          Será como quieras – dio media vuelta y de un cuenco pequeño tiro agua en el suelo – espero que sepas lo que  haces


 


 


 


Yuuri y Yuuji se miraron de frente ahora eran casi completamente iguales, dos gotas de agua de no ser por su color de piel, Yuuji era mas blanco. No se miraban con odio, eso jamás, después de todo quisieran o no eran padre e hijo. Lo que así había en ambos pares de ojos era determinación.


 


-          Me es gracioso – la voz salió del fondo del pasillo – padre e hijo peleando algo que el primero tuvo y desprecio y el segundo intenta ganar pasando por sobre el recuerdo de su progenitor -  no les parece patético


-          Murata... – los ojos de Yuuri parecían dagas


-          No te enojes Shibuya, no estoy haciendo nada malo, ni diciendo nada que no sepan – los dos bajaron la mirada – la cuestión aquí es Lord Bielefeld esta dispuesto a estar con alguno de los dos...


-          Pero que dices él no dirá su respuesta mañana – acoto rápidamente Yuuji


-          Dijo que les diría por cual de los dos se decidiría o que les daría una respuesta – se estaba divirtiendo de lo lindo – porque mi querido muchacho no es lo mismo


-          Él...


-          Wolfram tendrá una respuesta e independientemente de si es a favor nuestro o no  se que será lo justo él es así, honesto asta sus ultimas consecuencias – Yuuri estaba que echaba lumbre y eso que  todo su maryoku había sido retirado.


-          Como digas Shibuya yo solo hacia platica – y se retiro por donde llegara


-          Ese Murata – dijo molesto – Yuuji – llamo a su hijo – te hago una promesa – el chico lo miraba con asombro – mañana cuando Wolfram hable no le interrumpiré hasta que termine y te juro que sin importar que es lo que decida agachare la cabeza y lo aceptare


-          Así sin pelear... – dijo asombrado


-          Si el decide estar contigo no me opondré, les deseare la mejor de las suertes y me marchare de este mundo, si decide que ninguno de los dos pues te pediría que me acompañaras de vuelta a la tierra


-          ¿Y si eres tu?


-          Pues me convertiré en el hombre mas feliz de  todo el universo y esperando que tu...


-          Que yo te deje ser feliz con el...


-          Si, pero no voy a pedirte eso – su hijo lo miro dudoso – si tu deseo es pelear aun después de eso, no te detendré depuse de todo es tu felicidad...


-          Entonces así será... – dio media vuelta para irse – te veré mañana padre...


-          Hasta mañana hijo


 


 


El sabio rió para sus adentros hacia mucho que no se divertía así.  Ahora debía ir al templo de Shinou a evitar que cierto rubio caprichoso metiera sus narices en donde no le necesitaban.


 


 


Con un gran dolor de cabeza y muy mojada se levanto del suelo lo mas rápido posible, miro  en derredor y solo pudo encontrase con dos seres que sobrepasaban el termino belleza. Los miro de arriba a bajo, cosa que puso de muy mal humor a Wolfram.


 


-          ¿Tu eres Reiko? – pregunto a rajatabla


-          Si


-          ¿Esposa de Yuuri Shibuya?


-          Si


-          Bien – Wolfram asintió complacido con su ancestro y el otro le devolvió el gesto luego desapareció


-          Perdona pero ¿en donde estoy?


-          Esto es Shin Makoku...


-          No puede ser...


-          Me  temo que debo ponerte al tanto de muchas cosas que tal vez encajen con esa frase, aun así quisiera que me escucharas hasta el final


-          Pero ¿por que yo?


-          Porque necesito de tu consejo... necesito que me ayudes a ver por el bienestar de las dos personas mas importantes de tu vida


 


Ella contuvo la respiración algo su corazón dio un tumbo y supo que este le anuncia dos cosas, una perdería a su hijo o a su marido.


 


Continuara...


 


 

Notas finales:

vale que lo que puse arriba esta medio descabellado, pero bueno salio asi


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