- Quiero una explicación – grito con todo el derecho de un padre que al ver desaparecer a su hijo le daba
- Tranquilízate no le pasara nada – dijo muy tranquilo Shori
- Y tu como sabes, Shin Makoku no es que digamos un parque de diversiones hay muchos peligros
- Creo que ahora si me entiendes
- ¿De que demonios hablas? se supone que el que ha desaparecido frente a mis ojos es mi pequeño
- Si y tu eras mi hermanito y nunca me permitías ir contigo – los dos se quedaron callados unos segundos – tranquilízate Yuuri no le pasara nada estará de vuelta en unos instantes a demás es mi adorado sobrino nunca permitiría que nada malo le pasara
- ¿Que clase de maryoku tiene Yuuji?
- Parece ser que al igual que Eru su magia puede controlar ciertas cosas, creo que el de tu hijo puede hacer crecer las plantas o eso es lo que quieren intentar. Shin Makoku esta pasando por una crisis y los alimentos escasean...
- ¿Que fue lo que sucedió?
- Nada relevante, lo mismo de siempre Gran Shimarron cree que puede derrocar al reino demonio ahora que no esta su reina
- ¡Elizabeth! ¿que sucedió a ella?
- Fue asesinada hace dos años, después de eso el consejo de la mesa redonda designo a Wolfram Bielefeld como el nuevo Maou
- Así que siempre si él es el rey... – su rostro se puso melancólico
- Por eso no quería decirte eso, sabia que estarías triste, pero Yuuri fue tu decisión, tu fuiste quien abdico al trono y...
- Eso lo se – su mirada era casi acuosa – y llevo toda mi vida arrepintiéndome de ello
Un remolino se formo en la piscina, ellos esperaban ver salir a Yuuji pero este poco a poco se iba haciendo mas pequeño. Yuuri tomo de la mano a su hermano y salto al agua tal vez su propio maryoku le estaba dando una oportunidad.
La fuente de pacto de Sangre la misma por la que se había marchado era ahora la que lo recibía.
El castillo esta idéntico a como lo recordaba y la rotonda de flores de Cheri tenia dos nuevas flores. Una color marrón y otra de color negro. Salió con gran emoción, moría por saber a quien de todos sus conocidos vería primero, tal vez al siempre exagerado Gunter, o al mal humorado Gwenldal a Cheri-sama, la sonrisa de portada de Conrad o...
- Deja de correr – esa voz la conocía y muy bien – vamos ¿no puede ser tan malo? – un pelinegro tomo la mano del rubio quien sintió sus mejillas arder
- ¿Que no puede ser tan malo? ¿estas loco? ¿sabes lo que esa loca puede hacerte con uno de sus inventos?
- No
- Es mejor que no lo averigües – ahora era el rubio quien tomaba por el brazo a un pelinegro para tiraba de él en sentido contrario – pero Wolfi si algo malo pasa yo estaré ahí para protegerte – sonrió complacido con su respuesta
- Tu protegerme a mi debilucho enclenque – dijo levantando una ceja y a unos pasos de ellos y sin que se dieran cuenta un hombre de cabellos negros rió contento, el rubio no había cambiado nada, bueno ahora parecía tener dieciocho años pero su actitud era la misma de siempre – menos aun si debo depender de ti, es mas yo si podría salvarte de cualquier peligro así que procura no sepárate de mi lado... – decía con gran orgullo y omitiendo el diminutivo cariñoso, Yuuri asintió
- Esta bien – grito feliz mientras abrazaba al rubio por la cintura
- Así no pervertido – ponía sus manos en la cara del pelinegro para apartarlo
- ¿Nostálgico Shibuya? – Murata se coloco cerca de él – tu hijo es idéntico a ti en muchos aspectos pero doy agracias a que no tenga ese tonto complejo por la sexualidad – su mirada estaba oculta – hermano de mi amigo – saludo
- Amigo de mi hermano, veo que los años no pasan aquí – cuestiono al ver que Murata solo había crecido al igual que Wolfram unos dos años
- Si, nuestra vida es mas longeva aquí – su boca se ladeo en una mueca burlona – HEYYYYYYY VON BIELEFELD.... – grito a todo lo que sus pulmones de daban, los otros dos se quedaron helados - ¿no pensaban saludar? – se burlo
El mismo aire se detuvo, Wolfram se giraba a mirar hacia su dirección y Yuuri sentía mariposas en el estomago, volvería a reflejarse en esa mirada verde tan intensa como el mismo sol, inspiro contenido la respiración esperando, esperando y...
- Papá – Yuuji se lanzo a abrazar a su padre derribándolo y evitando que pudiera suceder aquello que tanto anhelaba, cof, cof, temía – como fue que llegaron aquí, o ¿también están soñando lo mismo?
- ¿Soñando?
- Si porque este es mi sueño, creo que me desmaye y aun no despierto ¡OH! Por Dios quede en coma – dio varios saltos en su lugar y luego corrió de regreso con el rubio que caminaba en su dirección, Yuuri intento esquivar la figura de su hijo, pero era mas alto y al lanzarse a los brazos del príncipe, ahora rey lamentándose tantas cosas que sin duda nadie comprendía fue peor, la silueta del espadachín era mas pequeña y estilizada, el ojiverde rió comprensivo le abrazo y consoló, el padre del joven pelinegro rememoro cuantas veces había tenido esa risa para si, danzando en sus oídos cual bella sinfonía, una vez mas calmado el pelinegro pareció regresar a la normalidad
- ¿Así era yo antes? – pregunto Yuuri con cara de asombro
- Si mas o menos, la única diferencia es como ya te dije es que Yuuji no tiene ese feo prejuicio y es por ello que puede aceptar con mayor facilidad los cariños de Von Bielefeld
- ¿Cariños? – dijeron los dos hombres
- Ah!!! Es cierto ustedes no lo saben, tu hijo Shibuya le ha pedido matrimonio a Von Bielefeld
Antes de que pudieran decir algo mas Yuuji ya arrastraba al Maou dentro del castillo, Murata de disculpo debía arreglar unos documentos con Von Voltarire, asegurándoles que no se perderían, ya conocían el castillo.
Yuuri no sabia si estar molesto o simplemente sorprendido, su hijo tenia su mismo problema, la única diferencia era que Yuuji no era el Maou.
Sin pensarlo realmente bien camino a la que anteriormente fuera su alcoba, sin tocar abrió la puerta.
Wolfram dio un salto del susto, tapándose la parte delantera de su cuerpo con lo primero que encontró. Yuuri quedo anonadado, la cabellera del rubio estaba suelta y le caía graciosamente hasta la cintura, su piel seguía siendo tan blanca como la recordaba, las piernas largas y bien torneadas, eso piecitos delicados sin menos preciar esas caderas que se asomaban seductoramente detrás de la chaqueta que era lo único que lo cubría, sus ojos tan penetrantes y seductores seguían aun como los soñaba.
- Wolfram – dijo dando unos pasos hacia el joven
- Aléjese – grito asustado, una bola de fuego se formo en su mano rápidamente – salga de aquí – ordeno con su siempre tono autoritario
- Pero Wolf soy yo – intento dar unos pasos mas
- Se lo advierto no estoy jugando – y lanzo la llama muy cerca de la cara del pelinegro – a la siguiente no fallare, ahora largo de aquí – aunque sonara serio Yuuri podía notar el ligero temblor de su fino cuerpo – largo – volvió a repetir al ver que el pelinegro no había entendido
- Wolfram te he extrañado tanto – dijo casi hipnotizado por la belleza del joven rey
- Yuuri? – dijo medio reconociendo al sujeto delante de él, se veía tan viejo – de verdad eres tu? – pregunto sin quitar la prenda que le cubría
- Papá… Ayyyyyy!!!! Dios – grito Yuuji tapándose la nariz antes de que su hemorragia nasal ensuciara el piso, el ver a su futuro esposo en esas condiciones no le hacia bien. Por fin casi cinco minutos después reacciono – padre ¿que haces en la habitación DE MI PROMETIDO?
Continuara…