La explicación a su forma de ver no había sido de su agrado, su padre había sido en otro tiempo el Maou y el prometido de su Wolfram, mas que eso, ellos dormían JUNTOS. Casi se arrancaba los cabellos de la cabeza cuando escucho eso, pronto el ojiverde aclaro que entre ellos jamás paso nada, que su padre siempre le fue respetuoso y que nunca lo toco. Esto mas que aliviarlo le hizo que le exigiera a su prometido que a partir de ese momento durmieran en la misma habitación, el rubio suspiro resignado y acepto.
- ¿Porque no protestaste? – pregunto Yuuri a Wolfram nada mas verlo salir – el mazoku que yo conocía jamás abría bajado la cabeza aceptando tan sumisamente algo – pico con saña
- El mazoku que tu conociste no tenia la responsabilidad de levantar un reino, Yuuri nuestros campos se mueren, los cultivos no son suficientes para toda la población y aunque los de la casa Wincott que son los que mejor manejan el maryoku de agua han llamado tormentas enteras las cosa no mejoran – dijo con gran pesar – Yuuji, tu hijo es nuestra ultima posibilidad si para el mes que viene las cosechas no mejoran Gran Shimarron absorberá a Shin Makoku…
- ¿Entonces solo por eso vas a aceptar todo lo que el te diga? – estaba mas que molesto
- Mi deber como rey es mantenerlo contento para que pueda prestar su ayuda en bien de mi nación, ya no puedo ser egoísta ni pensar en mi ¿Qué no lo entiendes?
- No, no lo entiendo, antes peleabas porque yo siguiera mis ideales y no desistiera de ellos y ahora
- Ahora tu ya no estas para llenarnos la cabeza con esperanzas, tu nos dejaste, como abandonaste a tu familia
- Mi familia estaba en la tierra, mis padres y hermano, mi esposa y después también mi hijo
- Tu hijo, si, pero alguna vez pensaste en lo que pasaría con Greta cuando te marcharas, ella era tu hija adoptiva y quisieras o no tu eras el tutor legal de ella, a ti te vino valiendo un reverendo pepino lo que le sucediera a ella o mi, Yuuri nosotros éramos tu familia – sus ojos verdes lloraban – nunca nos amaste – dijo dando la vuelta – jamás fuimos importantes, eso de mi siempre lo supe, estaba consiente de que yo solo era tu amigo, pero ella, ella no tenia culpa alguna
- Greta…
- Si Greta mi hija
- Ella no era tu…
- Pues fue mas mía que tuya, cuando yo me fui un año, antes de que te marcharas ella estuvo sola, no sabes el remordimiento y la culpa que sentí, me odie a mi mismo por ser tan egoísta, pero no fue nada contra lo mucho que te llegue a maldecir en las noches cuando ella me preguntaba si volverías.
- ¿Donde esta Greta?´
- No tienes derecho de saberlo, al menos a mi forma de pensar, pero no soy nadie para impedirte que la veas – un minuto de silencio – ella vendrá mañana de visita – fue lo ultimo que dijo antes de comenzar a caminar
- Wolfram en donde …
- Puedes escoger cualquier habitación disponible pero la principal es para el Maou – contesto tan fríamente que el anterior monarca sitio escalofríos – para mi y MI PROMETIDO – recalco muy bien lo ultimo
Lo observo marcharse su belleza se había incrementado al contrario de humildad y su perdón
Entro a la habitación, la noche era completamente oscura y las nubes cubrían a la luna, con mucho cuidado retiro el listón de su cabellera, se encamino hacia su armario.
Unos brazos lo rodearon por detrás.
- ¿No crees que vas demasiado rápido? – pregunto el rubio sin molestarse en retirar esas manos que se habían instalado en su cintura
- ¿Lo dices porque mi padre jamás hizo esto? – pregunto mordaz el pelinegro
- No, mas bien porque no me gusta que jueguen conmigo – contesto dándose la vuelta
- Yo no juego contigo en todo caso eres tu el que juega – rio un poco – los escuche discutir, no entiendo como pueden tener una hija si nunca te toco
- Ella era una humana y él la adopto para evitarle un mal – el aroma de ese joven lo embriagaba – después de algún tiempo nos enteramos que ella era la única heredera del trono de Suberea un país al norte de aquí – no estábamos casados así que legalmente solo era su hija pero yo como su prometido decidí educarla para que fuera una princesa digna
- Lo amabas mucho – se retiro de ese cuerpo tan suave y adictivo
- Si, lo amaba – contesto sin inmutase – pero ahora lo único que puedo sentir por el es lastima – soltó el rey sacándose la chaqueta y dedicándole una mirada triste al Yuuji que se había sentado al borde de la cama
- ¿Porque lastima? – sentía curiosidad de ese chico, todo de él le parecía intrigante
- Porque hasta ahora ve lo afortunado que era…
- ¿Por tenerte a ti? – acoto rápidamente
- No, en este lugar era respetado y querido por su pueblo, hizo mucho bien siendo rey, forjo leyenda de su paso por este mundo, tenia una hija, y amigos que darían lo que fuera por él, pero por sobre todo eso, encontró su propia realización – se callo unos momentos para acercarle al otro chico un piyama – ahora lejos de todo eso se siente vacio, lo conozco bien y puedo leer en sus ojos la tristeza y soledad, se desmorona poco a poco, porque una vez que has tocado el paraíso no puedes simplemente olvidarlo, y ahora tu, su único consuelo te estas alejando buscando tu propio desarrollo y lo que es peor, estas en esa situación a la que él desearía regresar – dio la vuelta a la cama para quedar a las espaldas de su prometido, se quito la camisa y rápidamente coloco el camisón en su lugar – teme que tu seas capaz de ver que aquí hay mucho mas para ti que lo que él te puede ofrecer en su mundo y te pierda
- El jamás me perderá es mi padre y lo quiero, todos estos años ha estado para mi y…
- Y entonces ¿serás capaz de una vez realizada tu tarea en este mundo irte como si nada hubiera pasado? – se metió entre las tibias sabanas blancas
- ¿Yo? – miro el piyama de dos piezas, se saco rápidamente y sin pudor alguno las prendas que traía para remplazarlas con esa de dormir – yo no lo se – termino su labor y se introdujo a la cama junto al rubio que a escasos centímetros de el ya casi dormía - ¿puedo abrazarte? – pregunto tímidamente
- Si enclenque eres mi prometido tienes ese derecho – sus mejillas estaban ardiendo, desde que Yuuri rompiera el compromiso no había vuelto a permitir a nadie dentro de su lecho como no fuera a su amada Greta – eres un debilucho si tienes que preguntarlo – intentaba que su tono fuera de molestia
- Wolfi ¿solo estas conmigo para que ayude a Shin Makoku? Porque si es así, no es necesario, yo ya te he prometido hacer todo lo posible para que este reino vuelva a ser prospero así que…
- Eso ya lo se – contesto silenciado con un dedo la boca del ojinegro – en eso te pareces a tu padre, y no, no lo hago por eso – oculto su rostro entre las almohadas
- Buenas noches mielecita – susurro muy suave cerca del oído del rubio
- Buenas noches…. C..a..r..i… ñ…. – y no pudo terminar la frase, aun así Yuuji fue tan feliz
Continuara…