Como habían sido los días siguientes a la partida de Yuuri. Esos años los llevaría grabados con fuego en su corazón. Nada ni nadie podría borrarlos de su memoria. Al principio todo seguía igual, los nobles no opusieron ninguna queja de que ella siguiera en el castillo, claro que eso fue hasta que el mismo país de Suberea intentara recuperar a su princesa. Ella deseaba seguir ahí
- Puede que Yuuri regrese
Decía siempre, pero los años pasaban y Elizabeth aunque buena para con ella, la Maou no podía evitar sentir celos cuando Wofram prefería su compañía a la de ella.
- No es tu hija – reclamaba la reina al ver que la castaña pronto cumpliría la mayoría de edad y si quería podría pedirle matrimonio al mazoku
- Eso lo sé pero… - Wolfram siempre la defendería sin importar nada
- No sé que tienes en la cabeza, deja que se la lleven, después de todo ella debe ocupar el trono que le corresponde – y suavizando su tono agregaba – además en un futuro ella puede ser una buena aliada para someter a Suberea
- Pero que tonterías dices Elizabeth – ese tipo de insinuaciones le indignaban
- Nada que todo el mundo no sepa, estas pensando que si bien no puedes gobernar Shin Makoku si puedes aumentar nuestro poderío convirtiéndote en el rey de Suberea
- Tienes la mente sucia, ella es mi hija – grito fuerte y claro
- Eso no será siempre – ahora era ella la ofendida – que no te das cuenta que está creciendo, que ya casi es una dama, que pronto tendrá pretendientes y que no podrás evitar que se vaya y entonces que, te quedaras solo, Wolfram hay muchas personas que están deseosas de compartir su vida contigo
- ¿Su vida o mi lecho? – corto mordaz el príncipe – eso es lo único que no ha cambiado, solo soy un trofeo, un maldito adorno que llevar para decir que lo he escogido por sobre todos los demás – sonrió con lastima – lo siento Elizabeth pero yo no jugare ese papel, además ¿te piensas que no sé lo que se dice de mí en el pueblo? No soy idiota, y si no he mandado a cortar alguna cabeza o yo mismo incinero a esos malditos mal nacidos que hablan mal de mi linda Greta es por consideración a ella – estaba furioso – a mi me pondrán decir “la muñeca dejada del rey” , “la esposa olvidada del Maou” , “el puto real” o el que más me gusta “la nodriza mal pagada” pero ella nada de culpa tiene – sus ojos estaba a punto de llorar – ¿por qué debo aguantar que le llamen “la bastarda del rey”, “la hurfana real”, “la recogida del Maou” e incluso “la…” no, no me atrevo ni a decirlo, es ensuciar su buen nombre, porque ella jamás estuvo en la cama de Yuuri sola, nunca permití semejante barbarie… siempre cuide de su imagen, de su virtud, ella es inocente y yo soy su padre, no voy a dejarla sin importar de lo que me traten…
- Pero Wolfram eres el heredero a la casa Bielefeld piensa primero en tu reputación ella no es….
- Ella es mi hija no lo dudes nuca Elzabeth, ella es mi hija y te lo repetiré a ti a quien sea y cuanto sea necesario hasta que les entre en la cabeza…
- Wolfram
- Esta plática se ha terminado su majestad no me obligue a faltarle el respeto, soy un soldado pero no permitiré que se meta con MI HIJA
- Wolfram
- Con su permiso
Esa había sido la discusión más fuerte que su rubio padre había mantenido con la Maou, y aunque él no lo supiera las chicas de la servidumbre se lo habían contado todo. Ahora entendía él porque nunca la dejaban bajar sola al pueblo a pesar de ya tener dieciséis años, aun mas, ese día entendió que el amor de padre que tanto anhelo de Yuuri siempre lo tuvo en Wolfram, él no la dejaría nunca.
Los jardines eran tan bellos como los recordaban, corrió a la rotonda de flores, los bellos Wolfram, Conrad sobrevive en la tierra, secreto de Gwenldal, suspiro rojo de Cheri y sonrisa de Yuuri le saludaban, ahora había dos más, sueños de Greta y esa negra que aun no tenia nombre.
- Esa será inocencia de Yuuji
- Eh!!! Cheri – grito Greta levantándose y corriendo a abrazar a su abuela – te he extrañado tanto
- Yo mas a ti, el castillo ha estado muy silencioso desde la última vez que nos visitaste – comento acariciando sus cabellos – tu padre debe estar muy feliz de verte
- Si pero por ahora está muy ocupado – rio cómplice
- ¿Gwenldal lo ha mandado llamar? – pregunto la rubia lista para regañar a su hijo mayor
- No – sonrió ella con picardía, y luego señalo algo detrás de su abuela – él lo tiene ocupado – soltó una carcajada, un Yuuji todo lleno de lodo salió de entre unos arboles
- Greta – dijo antes de caer al suelo
- Rey o no te puedo pegar enclenque – Wolfram no estaba del todo limpio pero estaba mas decente que el pelinegro – ahora si ¿en que estábamos?
- En que tienes que volver a bañarte – decía la castaña aguantando la risa ya le dolía el estomago – pero si estas hecho un lio padre ¿no se supone que un rey siempre debe estar presentable? – decía ella con lagrimas en sus ojos
- Pero Greta recuerda que mi Wolfi tiene derecho a desfogar toda esa pasión – un minuto de silencio y luego estallaron las risas, el rubio estaba rojo, aun así se soltó a reír
- Vale, desfogare mi pasión de otro modo no tan notorio – dijo intentando hacer burla también de lo sucedió – vamos enclenque debemos lavarnos para la comida
- No puedo levantarme – decía el pelinegro tendiéndole la mano
- Está bien te ayudare pero solo por esta vez
- Y me tallaras la espalda
- Qué clase de prometido seria si no hiciera eso
- Entonces también puedo hacerlo yo y…
- No te emociones – discutían mientras avanzaban dirección a la alcoba real
- No te rindas Yuuji mi padre es un hueso duro de roer pero tu insiste el premio al final bien vale la pena – gritaba Greta feliz
Desde la ventana de su cuarto Yuuri miraba la escena y apretaba los puños.
- Es molesto ¿verdad Shibuya? – el sabio estaba en el umbral de la puerta – aunque debes admitir que fueron tus propias acciones lo que te llevaron a esto – sonrió con burla
- Déjame en paz Murata – se volvió hacia la ventana solo para ver como se perdían en el interior del castillo
- Vale si no quieres mi ayuda… - hiso un gesto con la mano en señal de estar
- ¿Qué clase de ayuda? – pregunto intrigado
- Tu quieres de regreso a Von Bielefeld y a mí no me agrada tu hijo asique…
- Si yo me quedo con Wolfram, Yuuji se ira
- Bingo ¿Qué dices? – le sonrió ocultando su mirada
- Que te acabas de conseguir un socio viejo amigo
- Bien entonces lo primero será…
Continuara…