¿Cómo se Vería tu Rostro Bañado de Sangre?
31 de octubre. En la Tierra se celebra el Halloween pero en Shin Makoku no lo conocen. He estado pensando en hacer una fiesta de disfraces para dar a conocer aquella tradición terrestre.
La mayoría piensa que es una buena idea, excepto Gwendal que sabe que él también tendría que disfrazarse. Ha estado dándole vueltas al asunto y mejor se ha retirado a seguir con el papeleo que yo no quiero hacer, pero Gunter ya está llevando a cabo mi petición.
He estado ayudando con la decoración quiero que todo sea perfecto. Las invitaciones se han estado mandando a todos los nobles y gobernantes de los países aliados.
Al final del día estoy cansado. Me pongo mi pijama y me dirijo a la cama donde tú ya estas dormido. Veo tu rostro es verdaderamente hermoso. No creo que en ninguno de los dos mundos haya un rostro tan bello como el tuyo. Dormido pareces un ángel pero realmente extraño ver tus ojos verdes. Supongo que tendré que esperar hasta que despiertes.
Me he formulado una pregunta. ¿Cómo se vería tu rostro bañado en sangre? No sé porque pienso en ello, supongo que es por todo esto del Halloween.
Acarició tu cabello y depositó un beso en tu mejilla. Sé que no lo quiero aceptar pero eres lo más importante que tengo. No me importaría destruir el mundo si eso te hace feliz. Me acomodo junto a ti y caigo dormido.
En mis sueños es solo donde no puedo evitar pensar en lo que pasaría si estuviéramos juntos. Tu cara siempre aparece en ellos. Pero hoy mi sueño es diferente.
Estas en el jardín y puedo ver que hay algo diferente en ti. Luces pálido parece que en algún momento te desmayaras y temo por ti. Antes de que yo pueda llegar estas tirado en el piso y no hay nada que pueda hacer. Pero ahora miro tu rostro y veo que es diferente. Es como si hubieras envejecido. Sé que para eso faltan muchísimos años pero eso no quiere decir que eso no vaya a pasar. Un día simplemente terminaras arrugado y tu belleza desaparecerá. Tengo ganas de llorar ante este pensamiento.
Mueres en mis brazos y aunque estoy lleno de dolor e ira no puedo evitar pensar que alguien te ha quitado tu vida y no he sido yo. Tu vida debería de pertenecerme. De nuevo me pregunto porque estoy pensando en algo así.
La muerte te ha llevado de mi lado. ¡No! ¡Ella no tiene porqué tener poder sobre ti! ¡Tú eres mío!
Despierto totalmente agitado y sudoroso. Despiertas y me miras preocupado. Sabes que he tenido un mal sueño y me abrazas. Comienzo a llorar y tú piensas que es porque tengo miedo, pero en este sueño me ha traído a la realidad. Un día todo morirá.
Me susurras al oído que todo estará bien. Pero no te das cuenta de que nada lo está. Saber que la muerte te llevara de mi lado algún día sin que pueda hacer sentir tan furioso. No ella no te apartara. ¡Tú eres mío!
Vuelvo a dormir con esa idea en la cabeza. Dormimos abrazados. No sabes lo que siento ante esto. Siento que nada me puede hacer daño y siento que debo protegerte de todo a cualquier precio.
La mañana llega y hoy es la gran fiesta. Es un día muy importante para todos. Sobre todo para mí. He tomado mi decisión. Pero tengo miedo Wolf, tengo miedo de que todo salga mal.
Sabes que algo me pasa, me conoces demasiado bien. Me preguntas si es por lo del sueño de ayer y te respondo que no, intento sonreír para que ya no estés preocupado, pues tú siempre debes de sonreír. No me preguntas sobre que paso en el sueño de ayer porque sabes que no me gusta hablar de mis pesadillas.
Te invito a que nos ayudes a terminar los preparativos de la fiesta y aceptas gustosamente. Todo tiene que estar perfecto me repito una y otra vez.
Después de que terminamos nos dirigimos a nuestra habitación para alistarnos para la fiesta. Nos bañamos juntos como de costumbre y después nos pusimos nuestros respectivos disfraces.
Cheri escogió para ti un disfraz de ángel. No estás muy a gusto con él pero sabes que si no te lo pones tendrás a tu madre toda la noche reclamándote. Pero no sabes lo bien que va contigo. Nadie más tiene derecho a vestirse así. Nunca te habías visto más hermoso que esta noche.
Yo por mi lado me he vestido de vampiro, no sabía que ponerme y después de mucho pensarlo decidí vestirme así.
Conrad, vestido de hombre lobo, llega a avisarnos que la fiesta está por comenzar. No quieres salir vestido así y entonces me acerco a ti tomo tu mano e intento jalarte hacia la fiesta pero tú pones resistencia. Entonces sin previo aviso tomo tu cara y te beso. Al separarnos puedo ver que estas sorprendido. Entonces dejas de oponer resistencia y nos dirigimos a la fiesta.
Conrad ya se ha ido, supongo que debió ver que nos besamos y mejor se retiro. Entramos al salón y puedo ver a todos ahí. Entramos juntos como teníamos que hacer por ser la pareja real.
Todos nos ven y aplauden. Tú sonríes y no puedo evitar sonreír yo también. Si tú eres feliz ya nada me importa en este mundo. Pero como siempre el miedo de perderte me sigue. Lo siento Wolfram, de verdad lo lamento pero es la única forma.
Después de la presentación te he llevado al jardín. Me miras y sé que piensas que estoy loco porque de la nada te he confesado mis sentimientos. Si ya no tenemos más que está noche pues entonces ya no me importa lo que piensen los demás.
Aun no te lo crees pero te vuelvo a besar. No tienes por qué tener duda de mi amor Wolfram. Eres lo más importante para mí. No puedo parar de besarte, de sentir tus labios, de probar su sabor y sentir su suavidad. Pero de nuevo aquellos pensamientos.
No quiero seguir pensando en esto. Quizá no haya necesidad de esto Wolf. De verdad no quiero hacerlo.
Te susurro que lo siento y me miras sin comprender. No sabes lo que sigue. Solo ves que saco una pequeña daga que tenía guardada en una bolsa de mi traje y como rápidamente la clavo en tu pecho. Puedo ver como ese disfraz blanco se tiñe de rojo.
Antes de que puedas caer al suelo te agarro y me miras con miedo.
-¿Por qué Yuuri…-
-Lo siento tanto Wolf, te amo tanto que no puedo dejar que alguien más nos separe.
Sacas la daga de tu pecho y la tira lejos. Tu mano se llena de sangre y la dejas ahí donde está la herida. Yo tomo tu mano y mancho la mía de sangre. El viento revuelve tus cabellos y suelto mi mano la tuya para poder acomodar esos mechones sueltos sobre tu cara. Al hacer esto mancho un poco tu cara, bien supongo que ahora puedo contestar esa pregunta que me formule ayer.
La respuesta es que tu rostro se ve terroríficamente hermoso. Tu belleza será inmortal. Morirás joven y fuerte. Morirás en mis brazos. La muerte no te apartaría de mi lado. Seré yo quien tome tu vida.
Sostienes mi mano y poco a poco siento como tu vida se va escapando. Me hubiera gustado casarme contigo, criar a Greta juntos y porque no, a otro hijo. Pero así tenía que acabar Wolf, era la única manera.
Te doy un último beso. No es de despedida cariño, pronto te seguiré. Tus ojos se cierran, tu corazón deja de latir. No puedo evitar llorar.
-Perdóname.
Puedo escuchar unas voces a lo lejos incluso gritos. Alguien se ha de ver dado cuenta. Veo a Conrad y a Gwendal aproximarse a donde estamos. Debo darme prisa.
Dejo tu cuerpo en el suelo, tomo la daga con la que tome tu vida y la clavo en mi abdomen. Puedo sentir el dolor y la sangre caliente en mis manos.
-¡No Yuuri! – ese era Conrad.
Caigo al piso y puedo sentir unas manos sosteniéndome, pero no hay nada que hacer porque yo de todas maneras moriré. Mi vida se escapa de mis manos pero antes de morir digo mis últimas palabras.
-Te amo Wolfram.
Después de nuestra muerte, como los únicos que habían alcanzado a ver lo que paso eran Conrad y Gwendal, dijeron que alguien nos había atacado. Nadie dudaría de mí porque después de todo era el Maou. Todos lloraban por nuestra muerte, incluso tus hermanos lloran la mía.
Lo bueno de todo esto es que estaríamos juntos por siempre y tu belleza inmortal nunca desaparecería. Wolfram, ya sé que soy un maldito egoísta y este loco pero jamás terminare de pedirte perdón por alejarte de los que amas y tampoco terminare de agradecerte por haberme amado como lo hiciste y aceptarme en esta otra vida. Te prometo que siempre te haré sonreír. Ahora sí eres un verdadero ángel que quizá no te merezca pero por él que estoy dispuesto a todo.