Corazón
Se había jurado dejar de visitar tan insistentemente Pacto de Sangre, pero sus pasos lo llevan cada día nuevamente ahí… cuando se encontraron ambos se quedaron en silencio unos momentos, tuvo que ser su amigo quien llamara su atención, para que sus miradas dejaran de llamarse…
Corazón, dime a mi,
Lo vio bajar la mirada, cuando quedaron momentáneamente solos, había tantas cosas que quería decirle pero su voz no encontraba salida por sus labios, el llamado de su hermano, le indico que debía irse, le dirigió una última mirada seguida de una tímida sonrisa…
¿Por qué yo siempre termino sin aliento?
La reunión con los nobles le parecía tediosa, solo su presencia le hacía más ameno aquellos momentos, sin embargo, no podía evitar velo junto a él… apartaba la vista hacia el gran ventanal…
Corazón, no es así,
Pero aunque le pidiera a sus ojos no ver, él sabía la verdad… aquella belleza rubia sólo suspiraba por el maou…
Te apasionas y en mi pecho hay sufrimiento
Por las noches su torturada mente le jugaba muy malas pasadas, de haberlo previsto, quizás hubiera puesto más empeño en impedir que aquello sucediera, pero él quiso arriesgarse, no creyó que pudiera representar ningún peligro… y ahora estaba así…
¿Por qué tenias que entregarte así? – murmuraba permitiendo que de sus ojos cayeran lágrimas de arrepentimiento, pero incluso sus lágrimas eran falsas, por que su arrepentimiento no era del todo real… “si en realidad solo quería una aventura”… pensó con ironía, pero la imagen de esas esmeraldas cada noche en sus sueños le decían que había superado los mismos límites que él creyó no ser capaz de cruzar… - ¿Por qué mejor no paras de soñar?... “era un deseo y nada mas”…
Aquella noche había sido una que jamás olvidaría, una inesperada lluvia lo obligó a pasar la noche en el castillo, había estado bromeando con su amigo, cuando la llegada de su prometido inició una verdadera batalla campal, Wolfram estaba de lo más furioso debido a una nota que le encontrara en el bolsillo al maou con un fuerte perfume de mujer. Como era de esperarse, ser provocado de aquella manera lo único que consiguió fue enfurecer al moreno que lo acompañaba, y que este profiriera unas cuantas palabras que dejaron mudo al demonio, logrando que este, para evitar ser visto llorando, se marchó a toda prisa…
Sintió pena por él, también notó la culpa en el rostro de su amigo… para tranquilizarlo él le había prometido hablar con el rubio, y fue buscándolo por cada rincón del castillo, sólo para encontrarlo totalmente empapado viniendo en dirección del jardín… le había roto el corazón notar aquellos ojos llorosos y llenos de dolor, que no dudo en simplemente estrecharlo entre sus brazos…
y ahora que es lo que hago ,
Se sorprendió cuando no busco apartarse y lloró toda su amargura en su pecho, aquella noche se lo llevó con él a su habitación, toda la noche lo observó dormir sobre su cama, en ningún momento había soltado su mano, parecía querer sentir que no estaba solo… y el no fue capaz de dejar de que lo siguiera sintiendo a su lado…
para olvidar tanta dulzura, que me esta llevando a la locura,
Pero desde entonces, aún podía sentir la calidez de su piel, su relación se había vuelto un poco más cercana, notó casi de inmediato que él buscaba su compañía, así como él buscaba la suya… no tardaron en volverse más unidos y más de uno en el castillo lo notó también.
Se pasaba el mayor tiempo posible en Pacto de Sangre, más específicamente a su lado… no fue consciente de cómo buscaba su compañía, por que era él, y no Wolfram, el que la buscaba con desesperación…
no es justo entrar así en mi vida, no es correcto no dejar salida… no lo es…
Parecía que sus oíos no escuchaban realmente el significado de sus palabras, ahora que lo pensaba, no entendía qué era lo que creía que le decía… sus largas platicas casi siempre se centraban en Yuuri, aquel a quien amaba con desesperación el joven mazoku… pero su corazón no pareció notar el peligro y no entendió la verdad, y era ese el motivo por el cual, nuevamente esa noche, le resultaba imposible conciliar el sueño… solo le quedaba una cosa por hacer… o más bien… que decir…
Ahora aguanta corazón, ya que inventaste esta pasión
yo te conté tenia miedo ,amar no es tan solo un juego
Ahora aguanta corazón, tú ya no tienes salvación
te entregas y te olvidas que tu eres yo.
Aquel día le había llegado una invitación por parte del maou… en cortas líneas decía que iba a dar un anuncio… no se imaginó qué podría ser, aunque esperó que no sea nada malo… justo en la entrada se topó con él… su amigo parecía nervioso, le hablo de que realmente deseaba que lo acompañase en una ocasión tan especial… no se imaginó que podría ser, y cuando se lo pregunto, Yuuri simplemente le dijo, que sería una sorpresa.
Como era de esperarse, por tratarse de un comunicado del maou, ahí estaban los nobles de las diez familias, la ex maou y los dos hijos menores de esta. Intentó ocultar su expresión tras el brillo de los cristales de sus anteojos, sabía que en cualquier momento, un buen observador se daría cuenta de sus sentimientos por el brillo en sus ojos al verlo.
Corazón, dime a mi,
Sintió su corazón detenerse… Yuuri había abofeteado nuevamente la mejilla de Wolfram, frente a todos confesó que lo amaba y le pedía que aceptara desposarlo… parecía que la voz se le había apagado, y algo se comprimió en su pecho… fugaz notó una mirada del oji esmeralda en él, no fue capaz de sonreír por lo que haciendo una reverencia salió a toda prisa…
¿Por qué yo siempre termino sin aliento?
Cuando sus fuerzas parecían haberle abandonado se recostó por una de las paredes del pasillo, no había nadie a la vista y si lo hubiera habido, tampoco habría importado, sus ojos ya no pudieron contener más las lágrimas…
¿Por qué tenias que entregarte así? – murmuró con amargura, golpeando con fuerzas su puño por el suelo de piedra - ¡si en realidad solo quería una aventura! – se dijo intentando encontrar consuelo a su dolor - ¿Por qué mejor no paras de soñar? – el sonido de unos pasos lo obligaron a ponerse de pie y refugiarse en la habitación más cercana, al tiempo que murmuraba - ¡era un deseo y nada mas…!
Se sorprendió al notar que estaba justo en el cuarto donde todo comenzó, aquel en donde trajera a Wolfram aquella noche, para calmar su corazón dolido…, sonrió por la ironía de que ahora era él el que estaba dolido, se aproximó al lecho lentamente, ante sus ojos aún lo veía… “y ahora que es lo que hago”… sabía que ese debía ser el último día que permaneciera en Pacto de Sangre, no podía servir al rey, deseando a su consorte… “para olvidar tanta dulzura”… agarró las sábanas y las estiró, debía borrar aquellos sentimientos de su corazón y de su mente… “que me esta llevando a la locura” - ¡No es justo entrar así en mi vida! – murmuró sin poder contener más los sollozos - ¡No es correcto no dejar salida… no lo es!
Sabía que Yuuri no era culpable de nada, así como también, Wolfram era inocente… él había sido el que creyó ver interés en donde solo había amistad, fue él el que creyó que podía estar a su lado, sin caer en la tentación de amarlo… cuando él se había dado cuenta de que aquello empezaba a florecer, en ese momento debió cortar con todos los lazos que se estaban formando, pero no lo hizo… creyó que su milenaria alma le daría las armas necesarias para no dejarse llevar…
“Ahora aguanta corazón, ya que inventaste esta pasión”… ¡Yo te conté tenia miedo, amar no es tan solo un juego! – ese fue su error, creer que estaba por encima de cualquier sentimiento, no previó que aunque su alma era tan antigua como la propia Shin Makuko, su corazón en esa reencarnación era joven y deseosa de sentir… - “Ahora aguanta corazón, tú ya no tienes salvación”… ¡Te entregas y te olvidas que tu eres yo!
¡Ahora aguanta corazón!... “ya que inventaste esta pasión” – se repitió pero con la única intención de convencerse… sentía como sus mejillas estaban humedecidas por las lágrimas, sabía que debería estar feliz por Wolfram, pues él debía estarlo de seguro - ¡Yo te conté tenia miedo!... “amar no es tan solo un juego” – sonrió con ironía… y él era el Gran Sabio – “Ahora aguanta corazón”… ¡Tú ya no tienes salvación! – secó con sus dedos las lágrimas, y respiró profundamente, al tiempo de proponerse enterrar de una buena vez esas sentimientos…
¡Su Emi… Murata…! – aquella voz le obligó a voltearse… no podía creer a quien veían sus ojos - ¡Yo no puedo… casarme… con él!
¡Te entregas y te olvidas!... “que tu eres yo”
La canción es “Aguanta Corazón” de José Augusto