Con esa posibilidad cruzando por mi mente, me sentí lleno de felicidad al instante… ¿de verdad podría ser que el todavía sintiera algo por mí?...entonces eso significaría que todavía tengo una oportunidad de recuperarlo ¿verdad?
Me senté a un lado de él, siguió comiendo su pastelillo, pero sin mirarme a los ojos, eso hizo que se dibujara una amplia sonrisa en mis labios.
- ¿Has terminado de hablar con el Gran Sabio?- preguntó de repente, con la mirada fija en la mesa.
- Sí, no te preocupes no es nada grave, solo un pequeño problema que debemos solucionar nosotros dos, pero solo eso- no podía decirle que íbamos a comenzar una guerra entre nosotros y que él era la razón de que dicha batalla comenzara ¿no?
- Ya veo, estoy seguro que lo solucionarán- esta vez me miró a la cara, y sonrió
- Por supuesto- le dije, al mismo tiempo que acariciaba una de sus mejillas con la punta de los dedos. Ya estaba decidido, si todavía tenía una oportunidad, ni de tonto la desaprovechaba. Y el primer paso era, demostrarle mi interés en él.
- ¿Yuuri?- musitó, sonrojado
- Si?
- ¿Te encuentras bien?- me preguntó
- Claro, ¿Por qué lo preguntas?- le sonreí
- E-es solo que estas actuando un poco raro… solo eso jeje- se podía notar su nerviosismo.
- ¿Por qué no salimos a dar un paseo a caballo para que despejes tu mente?-ese día haría que lo pasara solo conmigo, deje su mejilla.
- Está bien- me dedicó una tierna sonrisa, y aun seguía sonrojado. Definitivamente, lo iba a recuperar, constara lo que me costara.
Lo deje en el comedor, para que terminara su aperitivo. Mientras yo me dirigí a la oficina para prepararlo todo, no iba a dejar que nada ni NADIE interfiriera con mis planes. En el camino me encontré a Conrad, mejor dicho, choqué contra él ya que prácticamente iba corriendo.
- ¿Por qué tanta prisa Majestad?- me preguntó mientras yo me sobaba la cara.
- Es Yuuri, Conrad. Y si tengo un poco de prisa y necesito tu ayuda- le dije con mi mejor sonrisa, necesitaba un aliado en esta guerra y quien mejor que Conrad para serlo. No era trampa… ¿o sí? A quien le importa, si me permite recuperar al amor de mi vida.
- Claro Yuuri, ¿ pero en que te puedo ayudar?- me preguntó curioso
- Te lo diré en la oficina- lo tome del brazo y lo arrastre hasta ella, cerrando la puerta con seguro
- ¿Qué ocurre Yuuri?
- Voy a llevar a Wolfram a dar un paseo en caballo y necesito que no permitas que nadie nos siga, en especial Murata, además de que necesito unos bocadillos, pero sin que nadie sepa que son para mí-
- Lo que quieres es que te ayude a tener una cita con Wolfram?- preguntó, pero ahora su rostro reflejaba incredulidad.
- Correcto- dije entre una risa triunfante
- No creo que…lo interrumpí de inmediato.
- Por favoooooooooooooooooooor, antes me habías preguntado si no iba a hacer nada por recuperar a tu hermano, y sé que en ese momento te dije que no, pero porque creí que no tenia oportunidad, pero ahora sé que la tengo….así que…..POR FAVOR AYUDAME CONRAAAD- supe mis manos a manera de suplica y le puse ojos de cachorro. Ahora que lo pienso, es el mismo truco que uso Wolfram conmigo, pero que importaba.
Conrad no dijo nada….comenzaba que me iba a mandar muy lejos con mi petición, pero después sonrió sinceramente.
- Está bien, Yuuri. Déjamelo a mí.- dicho eso lo abrace como nunca lo había hecho.
- Graciaaas- aunque estaba mucho más agradecido.
Una vez que le expliqué detenidamente el plan, comenzamos manos a la obra.
Definitivamente esta sería una cita estupenda, aunque Wolfram no sepa que es una cita.