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Wolfram tomó el broche, salió despidiéndose con un "Buenas noches". Lo vi desaparecer y mi corazón se sintió pesado y solitario.
Me puse mi pijama, me recosté en la cama, dejando el espacio que hace siete días ocupa aquel príncipe impertinente, que fue mi prometido.
Ahora me doy cuenta de cuan importante es Wolfram para mí. Pero siempre nos damos cuenta demasiado tarde, tienen razón cuando dicen:
"Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde"
Y con ese pensamiento, finalmente me quedé dormido.
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Pasaron unas cuantas semanas, yo seguía recibiendo candidatas para la prometida del Maou, y confieso que comienzo a aburrirme.
En cambio, las cartas para Wolfram llegaban con mayor frecuencia y en mayor cantidad. Los regalos de su admirador secreto ahora llegaban a diario y siempre con una estúpida tarjeta con un poema diferente en ella.
Eso era lo que más me molestaba, sobre todo porque Wolf estaba más que feliz.
En definitiva, él ya no me ama.
Desde que empezó todo este asunto del admirador, Wolfram sonríe a cada momento, cosa que antes era poco común. Se ha transformado casi por completo, es amable con todo el mundo, incluso con los humanos, siempre está de buen humor y riendo. Ya casi no queden rastros del Wolfram von Bielefed que conocí; caprichoso, malhumorado, prejuicioso, descortés. Lo peor de todo, es que se ve más encantador en su nueva faceta.
¡RAYOS! Creo que me he vuelto a enamorar de él.
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Sí, hace ya un mes que el compromiso de rompió y él está como si nada.
Lo extraño, echo de menos que se ponga celoso de cada chica que se me acerca, ahora es todo lo contrario, hasta consejos para elegir a mi prometida me ha estado dando.
Ahora entiendo que no quiero a otra persona a mi lado, si no es Wolfram, no es nadie. Pero sería muy egoísta de mi parte, atarlo a mí nuevamente y más ahora que está tan feliz.
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Él no está en el castillo en este momento, se fue con Conrad a una misión, pero no tadarán en llegar.
Me levanto de mi asiento y miro por la enorme ventana, y entonces los veo llegar. Pero algo no anda bien.
Toda su guardia lo acompaña, pero más de cerca que de costumbre, como si cuidará que no fuera a caer del caballo. Bajo rápidamente, prácticamente corriendo, para recibirlos y cuando llego a ellos, descubro que Wolfram trae el brazo izquierdo inmovilizado y envuelto en vendas.
Me alarmé de inmediato, algo malo había pasado durante la misión. Me apresuro a su encuentro para poder ayudarle a desmontar, pero uno de sus soldados se me adelanta, lo toma por la cintura, Wolfram se aferra a su cuello con el único brazo móvil, para no caer y su soldado lo toma por completo en brazos.
Pasan a un lado de mí, ignorándome, y escucho como Wolfram le pide que lo lleve a su habitación. Decido ir tras ellos, pero la voz de Conrad me detiene.
-No te preocupes Yuuri, solo se ha roto la muñeca. Fue al momento de proteger a un campesino. Eso y una herida en al antebrazo y la pierna derecha.
-Solo eso?- digo con sarcasmo- Iré a verlo- pero Conrad me detuvo nuevamente.
-No creo que sea conveniente
-Pero...¿por qué no?- comenzaba a molestarme, acaso Conrad lo estaba protegiendo de mí?
- Porque necesita que Gisela lo atienda de inmediato y descansar, ya que usó bastante maryoku...así que...Majestad le pido que no lo moleste- me dijo con esa sonrisa que siempre le muestra al mundo.
-Esta bien- pero claro que no lo iba a cumplir.
En cuanto vi que Conrad se alejó hacia la oficina de Gwendal, me dirigí con cautela hacia el cuarto de mi amado Wolfram, esperé escondido a que salieran el soldado de Wolf y Gisela.
Entonces vi como ambos se detuvieron y escuché muy atento, aún en mi escondite.
-Gisela-sama, el capitán se pondrá bien?- preguntó aquel condenado soldado.
-Sí, pronto estará bien, su Excelencia es fuerte, además no es nada grave, tranquilo Allan- le contestó la medico de pelo verde, con su amabilidad habitual.
-Excelente-suspiró aliviado
Entonces Gisela se retiró y Allan se quedó un momento más en su lugar, viendo en dirección al cuarto de Wolf. Y lo escuché decir:
- El capitán se ve sexy incluso cuando está enfermo. Por Shinou! Sus caderas son tan perfectas y sus piernas largas...que fue una verdadera hazaña controlarme- sonrió pícaramente y se fue.
Tuve que poner toda mi fuerza de voluntad para no salir de mi escondite y matar a ese desgraciado. ¿Cómo se atrevía a hablar así de MI Wolfram?
U-un momento......Mi Wolfram? Maldita sea!!!! Él ya no es mío.
¡¡¡¡JODIDA SEA MI SUERTE!!!!
......