El resto del día no hubo ni rastro de Wolfram.
Estaba en mi oficina, aunque ya había acabado mi trabajo. Miré por el enorme ventanal, me sentí deprimido, debía admitirlo, esta situación me sacaría de quicio muy pronto, y solo era el comienzo...
Conrad, que había entrado a la oficina, se dio cuenta de mi estado y quiso saber que era lo que pasaba conmigo.
- ¿Estás bien con todo esto, Yuuri?
- ¿Con qué?- quise hacerme el indiferente
- Con lo del encuentro entre Wolfram y su admirador
- Claro, ¿por qué no habría de estarlo?-metí
- Porque amas a Wolfram- me dijo, dejándome descolocado, ¿como lo sabía?
- ¿De qué hablas Conrad?- disimulé, sin éxito
- Bien sabes de lo que te estoy hablando. Desde que supiste lo del admirador secreto no has estado de muy buen humor, además quisiste impedir que se vieran. Estas celoso, o me equivoco?
Conrad tenía razón y no sabía como responderle atal afirmación, pero debía admitirlo de una vez por todas.
-Es tal y como lo acabas de decir. Todo esto me tiene irritado, pero ya lo he perdido, sería demasiado egoísta y ruin de mi parte, pedirle que regrese a mi lado, además, tiene derecho a ser feliz...se lo merece....yo solo le he causado sufrimiento...
- Yuuri....pero Wolfram te ama- dijo mi padrino
-No Conrad, él ya no......ya no me ama- me sentía morir ante esa posibilidad, aunque no lo crean, aun tenia la esperanza en mí.-Solo me ve como a su amigo, tal y como yo lo veía antes de darme cuenta de que en realidad lo amo...además, está tan feliz con el jueguito del admirador...que se ha olvidado completamente de mí...tal vez esa sujeto será alguien que de verdad lo merezca, no como yo....- el dolor en mi pecho se volvía cada vez más insoportable.
- Pero Yuuri, ¿no intentarás recuperarlo?- Pude ver tristeza el rostro de Conrad
- Así es Conrad, no pienso hacer nada, Wolf merece ser feliz....aunque no sea a conmigo- vi la decepción en los ojos de Conrad. Salió sin decir más. Así fue como terminó mi conversación con él.
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La tarde pasó rápido. Ahora solo podía resignarme y esperar, era definitivo que Wolfram no volvería a mí.
La noche cayó rápido, pero no pude dormir en todo el transcurso de esta, pensando en cierto rubio de mirada esmeralda y la visita de su pretendiente.
A pesar de que había decidido resignarme, en realidad todavía me hacía a la idea de ver a mi Wolf con alguien más, y menos si era otro hombre. El simple echo de ver a su rubio en brazos ajenos, que sus labios fueran probados por unos que no fueran los propios, que Wolfram compartiera lecho con alguien más y después......no no no, no quería pensar en lo que iba a pasar después....solo pensar en aquello me provocaba pesadillas....definitivamente no debía dormirme.
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Tardó en salir el sol, o al menos a mí me dio esa impresión.
Después del desayuno, fui a mi oficina. Extrañamente Wolfram me siguió, se sentó en un pequeño sillón y empezó a leer un libro que traía consigo.
No aguanté más la curiosidad y le pregunté:
- Wolfram, ¿no deberías estar preparándote para la llegada de tu visitante?- me miró extraño, triste....tal vez?, y entonces me di cuenta de que le había hablado en un tomo poco amable.
- Si te molesto, solo dime que me vaya- respondió a la defensiva.
- No, no es eso. Perdona, no lo dije de la manera adecuada- sinceramente no quería que se fuera, hace bastante, demasiado tiempo que no disfruto de su compañía, lo extraño.
No dijo nada...
- ¿Para algo?- pregunté para romper la atmosfera tan densa que se había formado.
- No es nada, solo que me siento nervioso y no quería estar solo...y como eres mi amigo, pensé que estaría bien con tu compañía - me sonrió. En ese momento entendí lo dolorosa que puede llager a ser la palabra "Amigo"
Me acerqué a él, no solo para tranquilizarlo, sino también para sacarle un poco de información. El silencio volvió a hacerse presente, asi que me decidí romperlo nuevamente.
- ¿Y cómo sabrás quién es?
- Puso en la carta, que ya le notificó su identidad a Gwendal y a Conrad. Pero para que yo lo reconozca, llevará una orquídea en la solapa de su traje.
- Una orquídea...tu flor favorita...lo último lo dije en un susurro que al parecer logró escuchar.
- Si!, ¿ Como lo sabes? Si nunca te lo dije....
No sabía que contestar, a pesar de mi antigua actitud hacia él, siempre presté atención a ese tipo de detalles, y sé muchos más que de seguro ni se imagina, que conozco, como su comida favorita, su color favorito, que animales le molestan, a qué es alérgico y otros más.
- Conrad me lo comentó- mentí.
- Ya veo- dijo y me regaló nuevamente una sonrisa.
Rayos!!! Debía resistirme a la tentación de besarlo, pero la puerta se abrió, interrumpiendo esa idea. Conrad apareció en el marco de la puerta, me miró extraño por unos momentos y me percaté de ls cercanía de mi rostro con el de Wolfram, me aperté rápidamente y entonces Conrad habló.
- Wolf, tu visita ya ha llegado- sonrió al ver la reacción de su hermano menor.
El cual se había levantado de un brinco prácticamente, se sonrojó ligeramente, respiró profundo y se dirigió a la puerta.
Yo me quedé plantado en mi lugar y entonces Wolf se giró.
- ¿No nos acompañas?- me preguntó
Dudé un poco, pero al final asentí.
Llegamos al salón principal, dentro se encontraban Gwendal y Gunter acompañando a un joven, casi tan alto como Conrad, pero con un rostro más juvenil, como Wolfram o como yo, Su cabello era de un color azul oscuro pero son llegar al marino, y sus ojos eran de un color muy similar, bastante atractivo, casi tanto como mi Wolf.
En la solapa de su traje se podía distinguir una orquídea.
Era él.
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