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Consecuencia Inesperada por kazenoserei

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Notas del fanfic:

Mi primera incursión dentro del mundo Saint Seiya y espero les agrade. Cualquier comentario será bienvenido ya que pretendo seguir incursionando en esta serie y no quiero meter la pata.

Notas del capitulo:

Disfruten y comenten.

 

Consecuencia Inesperada

 

 

 

 

 

Luego de ser resucitados los caballeros dorados caídos en la lucha contra Hades y de que los errores pasados fueran perdonados al dárseles a todos esta nueva oportunidad, en el Santuario reinaba la paz y la tranquilidad.

 

-¡Que aburrimiento! –dijo en voz alta un malhumorado Death Mask, el italiano caballero de Cáncer, mientras analizaba la situación actual y daba un repaso al pasado no muy lejano, recostado en el sofá de su templo. A pesar de todo él había sido perdonado por sus compañeros y sus días con ellos eran pasables. No eran los súper amigos pero al menos podía conversar tranquilamente con ellos y no sentirse ya tan solo como antes. Lamentaba muy en el fondo que la diosa le ordenara quitar los rostros de su templo, ya que no tendría razón de ser para su nombre, el cual, para ser sincero, le gustaba más.

 

Los días pasaban, largos, tranquilos, le resultaban exasperantes.

 

–Bueno, quizás al señor meditador del sexto templo le resulten fascinantes días ya que no hace otra cosa que estar sentado en esa incómoda posición meditando todo el santo día, ¿es que acaso no se cansa? –seguía lanzando al aire sus pensamientos

 

Recordaba como había tenido que recurrir a los más fiesteros del Santuario: Milo y Aioria. Era eso o se volvía a morir del tedio y de seguro lo volvían a resucitar para joderle un poco más la jodida y aburrida vida que ahora llevaba. Por lo general bajaban al pueblo, especialmente al bar, donde jugaban partidas de poker y desplumaban a cuanto incauto cayese por allí, pero luego de varias semanas ya se habían puesto sobre aviso y nadie quería jugar contra ellos, lo único que quedó fue el alcohol, ya que faltaba uno para poder jugar entre ellos.

 

Lo peor era que había una regla que prohibía el alcohol en el interior del santuario y ni que decir de faltar por esa causa a un entrenamiento diario. Y a pesar de que Shion hacía la vista gorda ante el trío, tuvieron que cortar eso también pues daban mala imagen al Santuario, según la opinión de la diosa de turno.

 

-¡Hey cangrejo! –gritó Aioria sacando de sus pensamientos a un adormilado Death Mask.

 

-¿Qué te pasa leoncito? ¿Acaso te perdiste y no sabes volver a tu jaula? –dijo molesto.

 

-¡Vaya que humor tienes hoy cangrejo! –dijo divertido.

 

-¿Qué demonios tienes que andas tan contento en medio de esta aburrida tarde?

 

-Solo pasé a invitarte para esta noche, en mi templo, habrá una partida de poker. ¿Qué te parece la idea? Ya conseguí un cuarto jugador.

 

Death Mask sopesó la invitación por unos instantes y se decidió.

 

-De acuerdo gato –dijo relamiéndose pensando en desplumarlos.

 

-Veo que te mejoró el humor –dijo divertido, ya que conocía los cambios del cangrejo; cuando le llamaba leoncito estaba molesto, cuando le decía gato estaba de relativo buen humor. Era algo que había captado no hace mucho lo que mejoró en el trato con el irascible y siempre cambiante italiano.

 

-Solo una cosa –dijo DM -¿Quiénes irán?

 

-Creí que nunca lo preguntarías –rió ante la cara de enojo que le dedicaba el cangrejo –Milo y Kanon.

 

-¿El gemelo malvado? ¿Acaso su sobreprotector hermano lo deja salir por las noches? –Death Mask lo dijo en son de broma; era sabido que desde que habían resucitado, Saga no dejaba solo a Kanon en ningún momento –Menos mal que fui hijo único… creo –terminó con una gran risotada –Allí estaré gato, prepara algo para picar mientras jugamos, voy a darme un baño y salgo para allá.

 

-Como digas señor cangrejo –sonrió divertido y se encaminó a su respectivo templo.

 

 

 

Luego del baño y después de colocarse un buen atuendo (algo innecesario pero necesitaba demorarse un poco más para no parecer ansioso), entendiendo por buen atuendo un par de vaqueros negros con una remera del mismo color con un estampado rojo sangre que semejaba una calavera.

 

Llegó al mismo tiempo que Milo en el templo de Leo donde ya se encontraba el anfitrión junto a Kanon. Saludaron y ocuparon sus lugares en la mesa que ya estaba preparada para tal efecto, junto con algunos platos que contenían algunos bocadillos y varias latas de cerveza que habían contrabandeado.

 

-¡Uh! Esto pinta lindo –exclamó Death Mask tomando un bocadillo –Bueno, y ahora, ¿Cuál es la idea del juego? ¿Apostamos algo?

 

-¡Strip poker! –gritó Aioria.

 

-Eso es aburrido –dijeron al unísono DM y Kanon.

 

-Ya lo tengo, lo haremos interesante –dijo Milo salvando la situación y poniendo cara de misterio –El que pierda deberá cumplir con una misión que aprobaremos entre los demás, en caso de que no llegase a cumplirla siempre puede ser castigado con la limpieza de los restantes templos por un mes.

 

-Interesante –respondió Aioria.

 

-Me gusta la idea, soy el encargado de limpiar siempre y me vendría bien un mes de descanso –respondió Kanon.

 

-Y a mi me cuesta horrores mantener limpio mi templo, me gusta la idea –dijo DM.

 

 

 

 

 

Unas horas más tarde…

 

 

 

-Esto no es divertido –un serio DM intentaba justificar su derrota al término de la partida -¿No hay posibilidad de revancha?

 

-No –dijo Kanon –Afronta tu derrota como hombre, cangrejo.

 

-Ya, ya, gemelito malvado o le contaré a Saga que me estás haciendo burla –sacando la lengua hacia Kanon.

 

-Bueno niños, dejen de pelear –dijo Milo –Ya decidimos tu misión Death y es… -puso cara de suspenso y alargó el tiempo esperando por la reacción del sentenciado.

 

-¡Vamos ya déjate de misterios, bicho! –había picado el anzuelo y el otro no hacía más que reírse a costa suya.

 

-No te sulfures cangrejo. Verás, lo que tienes que hacer es simplemente sacar de quicio a Shaka, o sea, enojarlo.

 

-¿Eh? ¿Solo eso? –dijo DM entusiasmado con la idea; al menos ya no estaría tan aburrido.

 

-¡Ah! Pero tienes que seguir ciertas reglas. Escucha atentamente: solo tendrás quince días como máximo para lograrlo, no puedes invadir su espacio personal de al menos 2 metros a la redonda por lo tanto no puedes tocarlo y también solo cuentas con dos horas por las tardes, que es cuando está meditando.

 

-De acuerdo; antes que llegue el tiempo límite lo habré conseguido. Eso sí, serán ustedes los que carguen con el enojo de Shaka por que les aseguro que se va a enojar en serio –dijo saliendo del templo con una sonrisa en su cara. Planeaba divertirse de lo lindo.

 

Aioria, Kanon y Milo se miraron divertidos ante la firme decisión del cuarto caballero. Sabían que lo que le esperaba al cangrejo no era nada fácil, más bien aseguraban que era algo imposible de conseguir dada la increíble paciencia del virginiano. Ya se imaginaban a DM limpiando los templos y si así fuera hasta conseguirían un vestido de sirvienta que le obligarían a usarlo.

 

 

 

 

 

Al día siguiente, DM se apresuró para cumplir su objetivo “sacar de quicio a Shaka”, a pesar que habían elegido la hora de máxima concentración del guardián de Virgo, ello lo traía sin cuidado.

 

Al llegar al mismo, entró con cuidado y encontró al caballero de Virgo en su clásica posición de loto meditando. DM se colocó a dos metros de él y comenzó con su misión.

 

-Hola Shaka. ¡Hola! ¡Hoolaa! ¡Shakita! –el caballero de Virgo permanecía imperturbable –Bueno, al parecer no me darás tu atención, pero debo decirte que estoy aquí para molestarte. Es que tengo que cumplir una prenda o de lo contrario deberé limpiar tres templos, más el mío, durante un mes. Que conste que “el que avisa no es traidor” –dijo en voz alta pensando en incomodar a Shaka desde el comienzo.

 

Y así, comenzó el unipersonal del caballero de Cáncer. Primero se valió de chistes sin sentido, malos y algún que otro divertido. Para dar un ejemplo:

 

-“Habia una vez… truz”. Habia otra vez… truz. Jajajaja –se reía solo, sin que se notara un mínimo cambio en el semblante del otro santo -¿No me digas que no lo entendiste? Bueno, te cuento otro: “Ayer pasé por tu casa y me tiraste con un jugo… tang”… “Corría Rocky cargando una bolsa de harina y lo ve un hombre y le pregunta: ¿Rocky para que llevas esa bolsa? Y Rocky le contesta: para pann, para pann”. Jajajajaja. Estuvo buenísimo. ¡Uff! Si que eres un público difícil –dijo al ver que nada pasaba.

 

Y así continuó por varios días y nada. Para el colmo ni siquiera a entrenar bajaba el sexto caballero por lo que no podía saber si estaba o no afectándolo. Ya había comenzado a aturdirlo contándole sobre sus cosas, lo que hacía o lo que sentía respecto a todo y, sin embargo, nada parecía afectar al impasible Shaka.

 

En la tarde del décimo día, mientras bajaba hacia su templo, atravesando la quinta casa cuyo custodio en la entrada lo estaba esperando, se llevó una desagradable sorpresa.

 

-¿Qué tal va la misión, cangrejo? –dijo Aioria divertido por la cara de derrota que portaba el cuarto caballero –Por tu cara diría que no tan bien, ¿eh? Te daré un aliento extra, mira esto –mostrando un bonito traje de sirvienta –Es lo que usaras si pierdes.

 

-¿Qué carajo?... ¡Eso no era parte del trato! –gritó enfurecido –Todavía me quedan cinco días, lo lograré y ese vestido lo tendrán que usar ustedes –dijo mientras se alejaba hecho una furia, dejando atrás a un divertido Aioria.

 

Ahora sí que estaba jugado, más bien presionado, la perspectiva le avizoraba un negro futuro limpiando templos usando un vestido. Todavía le quedaba un as bajo la manga y se la jugaría al día siguiente. Si ello no funcionaba se resignaría a admitir su derrota completa.

 

 

 

Decidido llegó al día siguiente a la sexta casa, si no lograba nada sería el hazmerreír del Santuario.

 

-Hola Shaka, otra vez yo de visita –dijo sonriendo -¿Sabes? He decidido que si hoy no consigo enojarte, te dejaré en paz. No puedo creer que no te haya molestado ni un poquito, es algo verdaderamente difícil de aceptar que tu paciencia es más fuerte que yo. Pero, estoy jugado y no me gusta para nada la idea de tener que usar un vestido de sirvienta para burla de los demás. ¿Eso tampoco te sorprende? Pues mira lo que hace el aburrimiento; hablando de ello… siempre quise preguntarte algo… ¿alguna vez te excitas? Digo, ¿tienes ese impulso? ¿Conoces lo que es la masturbación? Bueno, como no contestas te contaré de qué se trata –se acomodó mejor en el sitio de siempre, atento al rostro del caballero meditante –Se supone que es un acto natural, ¡uh! Justo como ahora me pasa, ¡¡nnhh!! –jadeó falsamente escudriñando el rostro inmutable de Shaka -¡mmhh! Si… solo vieras como me pones… ¡nnhh!... y tu allí tan concentrado y yo tan desvergonzado… ¡ah! –gimió un poco más fuerte. Le sorprendía que aún no hubiese reaccionado a sus intimidaciones -¡uuhh! Ya casi… ¡mmhh!... Sha… -su actuación se vio interrumpida al sentir el cambio en el cosmos del caballero de Virgo y al levantar la mirada contempló para su alegría y desconcierto que Shaka estaba con sus ojos abiertos con un extraño deje de furia contenida.

 

-¡Je, je, je! –rió con ganas –Al fin te dignas a prestarme atención –dijo DM levantándose de su sitio para marcharse con su amigos y restregarles su triunfo -¿Recuerdas? Todo era una broma Shaka, no te lo tomes tan a pech… -no pudo terminar de completar la frase cuando sintió que su espalda impactaba fuertemente contra la pared. Abrió grandes los ojos al sentir la furia en los ojos de Shaka, mientras luchaba para que lo soltara; éste tenía fuertemente agarrado del cuello al caballero de Cáncer.

 

-Sha… Shaka… deten… te –alcanzó a articular a través del fuerte agarre. No podía hacer frente a esa furia, era como si sus poderes se hubieran esfumado –No… puedo… respirar… Shaka… -balbuceaba cada vez más rojo por la falta de aire.

 

Reaccionando, aflojó levemente su agarre permitiendo al caballero de Cáncer tomar aire. La vista para Shaka era algo excitante; la cara desencajada del cangrejo, sus ojos llorosos, casi desorbitados y sus jadeos ansiosos de oxígeno daban una imagen tan perturbadora, que lo decidió. Enseñaría un par de cosas al cangrejo molesto; sonrió perversamente ante la idea. DM notó ese gesto y su cuerpo reaccionó con un temblor. No sospechó, ni en sus pesadillas, que el caballero de Virgo reaccionaría así ante el tema, ¿no se supone que es el caballero más cercano a Dios? ¿Por qué su reacción? No comprendía muchas cosas, así que optó por la vía más rápida.

 

-Shaka, lo siento… en verdad, lo siento si me pasé con la broma… -y viendo que Shaka permanecía en silencio con esa extraña sonrisa, se deshizo del agarre e intentó dirigirse rápidamente hacia la salida, temiendo otra reacción.

 

-¿Adonde crees que vas, cangrejo? –dijo a su espalda mientras lo sujetaba por la cintura y lo ponía de cara a la pared -¿Crees que con una simple disculpa lo compensaras? No sabes lo que te espera, Death Mask de Cáncer –dijo en un tono que estremeció al receptor del mensaje.

 

-Estamos en tiempo de paz, Shaka, no puedes golpearme. Sabes bien que las peleas entre nosotros están estrictamente prohibidas por Atena –dijo DM nervioso por la situación en la que se encontraba, con Shaka pegado a su espalda y sus manos en su cintura.

 

-¿El caballero de Cáncer tiene miedo? –susurró en su oreja, provocando un sobresalto en el mencionado, mientras que la mano de Shaka ascendía por su pecho.

 

-¿Quién tiene miedo? –gritó DM retorciéndose para liberarse del agarre –¡Y quita tus manos de encima! –aunque había usado un tono firme, se notaba cierto temor.

 

-¡Oh! ¿Esto te molesta? –dijo mientras con una mano rozaba una tetilla, para un segundo después apretarla suavemente, y la otra se escabullía entre los pantalones del caballero; todo esto mientras se apretaba más a su espalda.

 

-¡Oye! No... ¡nnnhhh!... suéltame… ¡ah! –jadeó DM ante el accionar de Shaka.

 

-No entiendo lo que me dices, ¿te suelto o no? –susurró al oído del canceriano, mordiendo suavemente el lóbulo de la oreja.

 

-¡Ah! ¡nnhh!... deja de… jugar conmigo… ¡ah! –DM no sabía que hacer, las sensaciones eran demasiado placenteras como para evitarlas, pero aún así debía detenerlo -¡Suéltame idiota! –gritó y sintió al instante como los dientes de Shaka se aferraban a la parte posterior de su cuello provocando que gimiera como nunca en su vida lo hubiera hecho.

 

-¡Oh! Parece que eres sensible en este punto –dijo mientras lamía la zona del cuello donde lo había mordido, mientras DM jadeaba fuertemente –Creo que lo volveré a hacer, hay que comprobar –y efectivamente volvió a morderlo haciendo que el cangrejo gimiera ante ello y arqueara su espalda pegándose aún más al cuerpo de Shaka.

 

-¡No!... Detente por favor…. ¡ah! ¡ah!... ¡nnnhhh! –gimió al sentir que Shaka continuaba mordisqueando suavemente a la vez que lamía sugestivamente la zona, mientras que sus manos continuaban, una apretando su pecho y la otra su miembro, ya duro de excitación.

 

-Nunca creí que llegaría un día en el cual escucharía al jodido caballero de Cáncer pedir algo por favor –dijo Shaka mientras continuaba lamiendo el cuello del cangrejo y restregaba su henchido miembro entre las nalgas del cuarto custodio –Te ves tan apetecible… y justo hoy tenía deseos de comer cangrejo –dijo con una suave risa que erizó la piel del cangrejo.

 

-¡No te atrevas! ¡Maldito cabrón! –gritó DM retorciéndose para liberarse de las sensaciones que le provocaba el cuerpo pegado al suyo.

 

-No tienes derecho a replicar de ese modo cangrejo. Fuiste tú quien vino a mi templo a importunarme, hazte responsable de haberme enojado; tu última acción fue demasiado. Te haré una pequeña pregunta, cangrejito, ¿de donde es originario el Kamasutra? –dijo esto último soplando suavemente en la oreja de DM, provocando un temblor en el cuerpo del otro.

 

-N-No…lo sé… -contestó DM.

 

-De la India y ¿de donde te crees que soy? Si respondes bien te daré un premio –dijo mientras comenzaba a acelerar el ritmo de la mano que sostenía el miembro de DM.

 

-De… ¡nnhh! La India… ¡ah!

 

-Bingo –susurró lamiendo la oreja derecha del cangrejo –Por lo tanto, es innato en mí ese conocimiento que tú pusiste en duda. Y ahora lo experimentaras por completo cangrejo, prepárate a ser devorado –dijo dándole vuelta y dejándolo de espalda a la pared, lo que aprovechó DM para zafarse del agarre e intentar empujar a Shaka, sin embargo, no fue lo suficientemente rápido y terminó con sus manos por encima de su cabeza, fuertemente sostenidas contra la pared –No podrás huir cangrejo, date por vencido y entrégate.

 

-¡Y una mierda! –le espetó en la cara -¡Suéltame en este momento!

 

-Cangrejito… -dijo muy serio, mirándolo a los ojos –Entiende esto, no te dejaré ir, no hasta que me canse de tu cuerpo –ante esta revelación DM comenzó a forcejear frenéticamente, no dispuesto a ser devorado por el sexto custodio. Mucho no podía hacer, ya que parecía como si no tuviese fuerzas, pero de igual modo no cejaba en su forcejeo, hasta que en un movimiento imprevisto, Shaka tomó su boca en un beso cargado de lujuria que no tuvo tiempo a esquivar.

 

Sentía que se ahogaba en un mar de sensaciones desconocidas, mientras que una mano del virginiano se dirigía inexorablemente hacia su baja espalda y se introducía por sus pantalones, magreando sus nalgas, provocando que gimiera dentro de la boca del otro que le continuaba robando el aire. Sus piernas comenzaron a fallarle y en ese instante sintió como la pierna de Shaka se introducía entre las suyas, friccionando su entrepierna con ella.

 

A partir de ese momento y sin darle un respiro, las cosas se sucedieron vertiginosamente. Sin saber como y en que momento, terminó recostado sobre un suave colchón, con sus manos fuertemente amarradas al cabezal de la cama y con Shaka encima suyo, arrancándole la ropa, besando, mordiendo y lamiendo cada parte de su cuerpo.

 

Sin darse prisa, el guardián de la sexta casa comenzó a devorar el cuerpo que yacía debajo suyo jadeante y lloroso por el sofocante beso al que lo hubo sometido, descendía por su pecho con suaves y torturantes besos y lamidas, dedicando su tiempo a chupar las deliciosas tetillas del cangrejo que se retorcía ante las caricias. Estaba decidido a enloquecerlo de placer, a tal punto que él mismo pediría ser completamente devorado.

 

Lentamente descendió por su abdomen, marcando con mordidas suaves todo su torso, y al llegar al erecto miembro de DM se lo engulló hambrientamente induciendo a que el cangrejo jadeara fuertemente ante tal accionar.

 

-De… tente… ¡ah! No… más… ¡Ah!... Shaka… ya… no… más… -decía entrecortadamente llevado por las sensaciones, sin poder evitar que de su boca escapasen esos escandalosos sonidos.

 

Shaka, sin inmutarse, continuaba su labor succionando sin descanso y con un dedo acariciaba suavemente la entrada del otro para luego introducirlo lentamente con un movimiento circular.

 

-No… saca… tu… dedo… ¡nnnhhh!... ¡ah!... –gemía ante la intromisión, cuando sintió un agudo dolor por una segunda falange que se introducía en su interior –Due… le… Shaka… par… ¡aahh!... basta… me…me vengo… Shaka… no más… por favor… ¡nnnhhh! ¡ah! ¡ah! ¡ah! ¡aaagghh! –gritó al vaciarse dentro de la boca del virginiano arqueando la espalda, llevado por el placer de la boca y los dedos de Shaka. Jadeante y con el cuerpo cubierto de gotas de sudor, abrió los ojos para mirar a Shaka quien continuaba su labor allá abajo, sin darle tregua, moviendo sus dedos en el cálido interior del cangrejo, ya deseoso de invadirlo y proclamarlo suyo.  

 

DM sintió que su miembro nuevamente ganaba rigidez, gracias a la labor del otro y una vez más, una ola de placer lo invadía.

 

-Es suficiente… desátame… por favor –murmuró bajito DM.

 

-Estás equivocado cangrejito, esto acaba de empezar. Te lo dije, no te irás hasta que me canse de tu cuerpo –dijo incorporándose entre las piernas de DM y deslizando su túnica, quedando desnudo ante la vista asustada del cuarto guardián.

 

-¿Qué… haces? –preguntó asustado, al tiempo que sentía como los juguetones dedos de Shaka abandonaban su interior. Él otro no respondió limitándose a subir las piernas del canceriano y apoyar la punta de su miembro en la entrada del cangrejo, quien dio un respingo ante ello.

 

-¡No! ¡No lo hagas! Nnnhh –gimió lastimeramente al sentir que lentamente lo penetraba algo grande, duro y caliente -¡Sácalo! ¡Duele! ¡nnnhh! –gritó mientras Shaka seguía penetrándolo lentamente.

 

-Relájate –le susurró –Ya falta menos para que esté completamente en ti. Respira hondo.

 

-¡No! –se retorcía tratando de sacárselo de encima –Respira hondo tú, maldito idiota… ¡¡aaaaahhhhh!! –gritó cuando lo embistió fuertemente y de golpe, enterrándose por completo en su interior. No podía respirar al sentir el miembro en su interior y lágrimas de dolor se escapaban de sus ojos.

 

-Respira lentamente –susurró en su boca, lamiendo sus lágrimas y besándole la cara para hacerle olvidar el dolor; sin moverse, dándole la oportunidad de adaptarse a él mientras acariciaba su pecho con una mano y con la otra su miembro -¡Mmhh! Eres tan estrecho… tan delicioso –le susurraba al oído mientras le lamía y mordía el lóbulo de la oreja, incitándolo para continuar.

 

DM solo respiraba agitadamente, sin poder creer todavía lo lejos que habían llegado las cosas, todo por una estúpida prenda de un estúpido juego. Involuntariamente movió sus caderas dando pie a Shaka, quien esperaba ansioso esa señal y comenzó a embestirlo lentamente, arrancándole sendos gemidos al cangrejo.

 

El dolor parecía ir menguando y un placer desconocido arrebataba sonidos lujuriosos de su garganta, que no podía evitar dejar escapar. El lento embestir prontamente fue abandonado por un ritmo más frenético, salvaje, una ola de calor cubriendo de gotas de sudor los cuerpos de los amantes, y ante la cúspide del clímax, Shaka bajó el ritmo queriendo retardar lo máximo posible el desenlace. Desató las manos del cangrejo y pasando sus brazos por su espalda lo sentó en su regazo, quedando frente a frente, mirada con mirada, ambos con los ojos nublados de deseo, de lujuria contenida. Sin esperar alguna palabra, asaltó nuevamente esa boca y volvió a la carga embistiéndolo más profundamente mientras el cangrejito se aferraba fuertemente a su espalda enredando sus manos en su sedoso cabello; solo la falta del vital aire lo separo de esa apetecible y jadeante boca, mientras continuaba sus embestidas, llevándolo a la cima del placer.

 

-No… ¡ah!... no… ¡ah!... puedo… no puedo… ¡ah!... más… Sha… Shaka… ¡ah! –gemía arqueando su espalda y Shaka aprovechaba para succionar lascivamente sus pezones.

 

-Vente… cangrejito. No te contengas –dijo Shaka embistiendo más profundo y retirándose muy lentamente y volver a repetir ese accionar que estaba trastornando al cuarto custodio.

 

DM no pudo contenerse más y con un gemido ronco, salido de lo más profundo de su garganta se corrió entre ambos vientres, apretando en su interior al henchido miembro que había detenido las embestidas, para disfrutar de la sensación de ser aprisionado por las paredes internas del cangrejo en la cima del placer. Sin abandonar el cálido y apretado interior, y sin dejarlo recuperarse visiblemente, lo giró dejándolo sobre sus rodillas en la cama y lo embistió desde atrás nuevamente, estimulándolo con sus manos, acariciando su pecho, torturando sus pezones y besando su espalda. Pronto volvió a escuchar los gemidos del cangrejo y decidió acelerar un poco el ritmo, pero antes lo atrajo hacia su pecho haciendo que quedara recargado sobre sus piernas, sentados con su espalda pegada al pecho, y lo embistió rápidamente, con un frenético ritmo sin dejar de mover sus manos por el pecho, abdomen y miembro del cangrejo, aprovechando esta postura para morderle suavemente las orejas.

 

DM ya no controlaba sus gemidos, era demasiado, simplemente no podía ni siquiera pensar. Su razón había sido arrasada hacía rato, sentía que eran más de dos las manos que lo torturaban con candentes caricias, que ese pedazo dentro suyo se fundía con su cuerpo, ya ni siquiera dolía o era que ya no podía sentirlo pues debía de haber cruzado el umbral del dolor.

 

Luego de minutos que le parecieron una eternidad, ya sentía que se correría otra vez, todo en base a las hábiles manos de su amante.

 

-Sha… Shaka… no… puedo… ¡Ah!... más… -gimió sin que él otro le diera tregua –Por… favor… Shaka… ¡nnnhh!

 

Shaka apuró las embestidas, él tampoco estaba lejos de su culminar, más rápido, más profundo. Roncos gemidos de ambas bocas se dejaban oír por la inmensidad de la habitación, próximos a terminar Shaka abrazó fuertemente el pecho del cangrejo y ante la inminencia del orgasmo, mordió con fuerzas la nuca del otro provocando un alarido de gozo en éste y que ambos acabaran entre gemidos, uno en su pecho y el otro llenando el interior que lo cobijaba.

 

Para DM fue supremo y devastador; ese último orgasmo lo dejó sin fuerzas y hubiera caído abruptamente sobre la cama si no lo estuviera sosteniendo firmemente el virginiano, que lentamente lo depositó sobre la cama, saliendo de su interior despacio.

 

Shaka acomodó en la cama a DM y levantándose para ir a buscar un paño húmedo para limpiarlo notó que por los muslos del cangrejo se deslizaba su semilla junto a un hilito de sangre.

 

Se inclinó sobre el oído de un casi inconsciente DM y le susurró:

 

-Vaya, quien lo hubiera dicho, eras virgen cangrejito. No te preocupes, me responsabilizaré por ello.

 

 

 

Cuando DM despertó era muy de noche, la luna iluminaba con su resplandor la habitación en penumbra. Se sintió desorientado hasta que comenzó a recordar lo que Shaka le había hecho, una súbita furia se apoderó de su semblante e intentó salir de la cama pero un pinchazo de dolor en su parte trasera se lo impidió, haciendo que un gemido se le escapara despertando al durmiente que estaba a su lado en la cama y del cual no se había percatado debido a la escasa iluminación.

 

-¡Maldito cabrón! ¿Quién carajo te crees para hacerme… eso? –comenzó a gritar sumamente enojado -¡Te asesinaré maldito hijo de puta!

 

-¡Cállate! –le gritó a su vez Shaka y jalándolo del brazo lo hizo caer sobre su pecho, abrazándolo fuertemente.

 

DM enmudeció unos instantes por el grito de Shaka, la potencia y la autoridad que emanó de él lo asustó, y no pudo reaccionar cuando éste lo jaló hacia sí y lo atrapó entre sus brazos, impidiéndole moverse.

 

-¡Suéltame! –dijo reaccionando.

 

-Tranquilízate y duerme ya, a menos que… -dijo con un toque de suspenso que erizó los pelos de la nuca de DM –quieras otra ronda –susurró lamiendo su oreja.

 

DM guardó silencio, dejó de forcejear y cerró sus ojos con la cabeza apoyada en el pecho del sexto custodio, sin dar crédito a su obediencia ante la voz de Shaka.

 

El amanecer traía una tenue luminosidad a la habitación del sexto guardián y éste despertó lentamente sintiendo un peso cálido en su pecho perteneciente al cangrejito, quien seguía profundamente dormido. Shaka esbozó una sonrisa ante la sexy imagen que el durmiente caballero le regalaba a sus ojos, deseando que todos los días despertara así. Muy despacio, para no despertarlo, sacó a DM de su pecho y lo colocó en la cama; luego de un baño se marchó a entrenar. Mayúscula fue la sorpresa de todos los demás caballeros al ver que el sexto guardián había decidido acompañarlos en el entrenamiento.

 

-Shaka –lo encaró Aioria, preocupado por la suerte de su compañero de juerga -¿Dónde está Death Mask? ¿Qué le hiciste?

 

-¡Ah! El pequeño “bromista” –dijo recalcando la última palabra –Se quedó en mi templo realizando algunas tareas que le impuse como recompensa por hacerme rabiar durante catorce días. ¡Por cierto! Después necesito pedirte algo Aioria –y sin añadir ninguna otra cosa se alejó yendo a intercambiar algunas palabras con el caballero de Aries.

 

De regreso del entrenamiento, Shaka continuó su camino hasta el quinto templo para luego subir al propio con un paquete bajo el brazo y con una sonrisa pervertida dibujándose en su rostro. Cuando ingresó a su habitación DM ya estaba despierto, forcejeando silenciosa y rabiosamente contra sus ataduras, tenía la boca amordazada de tal manera que no emitía el más leve sonido; al encontrarse con la mirada de su verdugo, una furia asesina destiló de los ojos del cangrejo, enviándole amenazas de una muerte rápida y segura. Shaka sonrió lujuriosamente ante la visión.

 

-No luches Death Mask de Cáncer, resígnate al destino que tú mismo instigaste. Nunca creí que la vida me daría esta oportunidad, porque ¿sabes? yo ya te deseaba desde hace mucho tiempo –confesó acariciando suavemente las sudorosas mejillas del cangrejo de tanto forcejeo, mientras lentamente liberaba la boca de DM de su ataduras para luego atraparla en un suave beso.

 

DM no podía hacer nada contra su captor y eso lo llenó de rabia y mordió furiosamente el labio inferior de Shaka hasta sentir el gusto metálico de su sangre. El sexto caballero le respondió de la misma manera y ahí estaban cual furibundas fieras mezclando sus sangres que ya descendían por sus cuellos sin ceder a pesar del dolor, sin embargo DM corría con desventaja ya que continuaba amarrado de manos y pies y Shaka supo aprovechar esto llevando su mano a la entrepierna del cangrejo y acariciarla suave y rítmicamente mientras con la otra mano aprisionaba una tetilla, pellizcándola. Estas acciones desarmaron completamente a DM que no pudo contener los gemidos que se agolpaban en su garganta y tuvo que soltar su agarre; ante esto Shaka también liberó el labio sangrante de Death Mask y procedió a lamerlo, limpiando la sangre de su boca y descendiendo por el caminito que había trazado la sangre en su barbilla, cuello y pecho deteniéndose en las tetillas para succionar ávidamente una de ellas y a la otra continuar torturando con sus dedos.

 

-Basta... ¡nnnhhh!... Detente Shaka… ¡Ya para maldito bastardo! –gritó DM peleando contra sus ataduras sin éxito, mientras que Shaka hacía caso omiso y continuaba con su actividad –Deja esto… ¡ah!... Shaka… ¡nnnhh!... Para… -jadeo al intentar reprimir un gemido.

 

-¿Realmente quieres que me detenga? –dijo Shaka mientras frotaba el endurecido miembro del cangrejo, mirando la expresión acalorada que cubría la faz del cuarto guardián, antojándosele demasiado erótico y sensual, ¿Cuánto tiempo aguantaría sin hacerlo nuevamente suyo? Death Mask no sabía todo lo que provocaba inconscientemente en la mente de Shaka.

 

-Si… Detente… -dijo entrecortadamente.

 

-Si me lo pides con esa expresión no podré contenerme. ¿Sabes lo erótico que te ves en este momento? –le susurró sobre su boca.

 

-¿Quién mierda es erótico? ¡Ya suéltame maldito! –le ladró.

 

-Death Mask estás bajo mi custodia por orden de Shion, por lo que no puedes objetar nada –dijo acariciando el pecho desnudo del cangrejo.

 

-¿De que hablas? –preguntó sorprendido -¡Y deja tus manos quietas! 

 

-Expuse tu accionar ante el Patriarca y me dio libertad de implementar lo que considere necesario –dijo con una sonrisa en la cara que heló la sangre del cangrejito –Y aquí tengo lo necesario para completar tu castigo –dijo mostrando un paquete.

 

-Oye tú, pedazo de pervertido –gritó recuperándose -¿Y quien mierda te crees? Me importa una mierda que el Patriarca o la misma Atena te dieran autorización. Te acusaré por violación hijo de perra.

 

-¿Y con esa boquita comes? –dijo Shaka acariciando los labios de DM –Puedes chillar todo lo que quieras pero a partir de este momento permanecerás en mi templo hasta que lo dejes reluciente de limpio.

 

-¡No soy tu puta sirvienta! Contrata personal de limpieza, rata –los insultos brotaban de la garganta de DM con furia.

 

Shaka se colocó entre las piernas abiertas de DM y desenvolviendo el paquete mostró su contenido, un vestido de sirvienta, que arrojó sobre el pecho del cangrejo.

 

-Esta es tu ropa de trabajo, niégate a usarla y a obedecer la orden del Patriarca y te tomaré otra vez –amenazó y comenzó a desatarlo.

 

Death Mask estaba perplejo ante la nueva situación, cuando Shaka terminó de desatarlo miró el vestido, se vio a si mismo en su actual estado de desnudez y percibió sin atinar a mirar directamente que el sexto guardián lo estaba violando con la mirada. Solo le quedaba un camino, usar el maldito vestido idea del maldito gato y más se maldecía a si mismo por haberlo mencionado ante su verdugo, el que decían que era cercano a los dioses.

 

-¿Conforme? –dijo DM una vez que hubo terminado de colocarse el dichoso vestido. Shaka observaba de pie y se relamió los labios, gesto que congeló al cangrejo.

 

-Te queda perfecto –dijo y en su timbre se notaba lujuria –Cuando quieras comienza, estaré meditando. ¡Ah! Y no te olvides de preparar la cena –le guiñó un ojo mientras se retiraba de la habitación, enfureciendo a DM.

 

Transcurrido una hora y media llegó a la conclusión que la limpieza no era su fuerte y se dejó caer exhausto en un sofá donde se quedó dormido, lugar en el cual lo encontró Shaka. Sonrió ante la escena y tentado coló una mano debajo de la falda frotando la entrepierna de un cangrejo que despertó al instante.

 

-¿Ya preparaste la cena?

 

-¿Eh?... A eso iba en este momento –dijo DM tratando de evadirlo y dirigiéndose a la cocina seguido de cerca por Shaka -¿Qué diablos te gustaría comer? –preguntó incómodo por la cercanía del sexto guardián.

 

-Un rico cangrejo vestido de sirvienta –susurró al oído de DM mientras rodeaba su cintura con un brazo y con la otra mano se colaba por debajo de la falda.

 

-¡Ya es suficiente de esto! –gritó DM liberándose de los brazos de Shaka y enfrentándolo furioso –No vuelvas a poner tus manos encima mío o te mataré, y esta vez no es una advertencia, es una promesa –dijo y salió del lugar sin darle tiempo a replicar.

 

-¿Adonde vas?

 

-A mi templo, no seguiré ni un segundo más aquí, me importa un cuerno que sea una orden del Patriarca y me tiene sin cuidado salir con este atuendo –dijo apresurándose a salir de allí.

 

-¿En serio crees que te irás así nada más? –susurró a su espalda y un escalofrío recorrió su columna. Una mano aferró su hombro deteniéndolo en seco, lentamente se giró encontrándose con la mirada de Shaka. Esa acción le produjo un temblor, su instinto le recomendaba correr pero su cuerpo estaba como piedra –Entiende esto Death Mask de Cáncer –dijo acercando su cuerpo al estático cangrejo –No puedes tirar la piedra y esconder la mano. Dejaste libre todos estos sentimientos que me llevó años mantener enterrados en tan solo catorce días; te lo diré claramente y espero que te hagas cargo: me gustas –la cara de DM reflejaba una total sorpresa –Y ahora que te tuve no te dejaré ir hasta que me ames por completo.

 

-Lo siento pero no podré complacerte, no me nace eso de querer y amar. No va conmigo –confesó tajante DM –No pierdas tu tiempo, deja que me marche y olvidaré lo que me hiciste –dijo tratando de retroceder.

 

-¿Realmente lo olvidarás? Debes estar bromeando si crees que te permitiré olvidarlo –dijo Shaka acortando el espacio entre ellos a medida que DM retrocedía hasta topar su espalda con la pared, acorralándolo –Te probaré que no podrás hacerlo por mucho que lo intentes –susurró sobre su boca mientras lo sujetaba por sus hombros para, inmediatamente, robarle un beso lujurioso. DM empujó como pudo a Shaka cortando abruptamente el beso. Su mirada sólo reflejaba enojo por el atropello sufrido mientras que la de Shaka solo expresaba una desenfrenada lujuria.

 

-¡Estúpido, hijo de perra! –gritó mientras elevaba un puño para descargarlo sobre Shaka, quien rápidamente esquivó y lanzó sobre el cangrejo un paquete con ropa, desconcertando al cuarto guardián.

 

-¿Qué es esto? –preguntó.

 

-Tu ropa. Cámbiate y ve a tu templo –dijo dándole la espalda –No es necesario que vuelvas a terminar de limpiar –esto último sonó muy frío para el cangrejo pero era tal su enojo que lo pasó por alto y cambiándose se marchó sin decir más nada.

 

Luego de atravesar en un suspiro el quinto templo y llegar al suyo propio, lo primero que hizo fue darse un baño a conciencia para sacarse de encima el olor de Shaka, sin embargo no lo logró del todo ya que parecía que se le había impregnado en la piel y eso le molestaba de sobremanera, sumado a que su mente no dejaba de reproducir lo ocurrido; las palabras que le dijo antes de marcharse todavía resonaban en sus oídos, la suma de todo ello lo dejó completamente insomne. Trató de volver al ritmo habitual de vida aburrida que llevaba entre entrenamiento y demás menesteres propios de los caballeros, y sin tener que volver a cruzarse con el meditante caballero de la sexta casa quien para variar había vuelto a su estado de meditación; sin embargo, una vez llegada la noche su mente volvía a retrotraerse a lo vivido en el templo de Shaka y no lo dejaba conciliar el sueño. Y ello continuó durante tres noches seguidas y a la mañana del cuarto día durante la sesión de entrenamiento un preocupado Aioria lo interrogó.

 

-¿Estás enfermo Death?

 

-¿Eh? ¿Por qué lo dices?

 

-Tienes una cara terrible, como si te hubieran pillado la más grande de las resacas. Dime una cosa, ¿sucedió algo con Shaka? –preguntó curioso.

 

-Nada aparte de que me hizo limpiar su templo vestido con ese estúpido traje que le prestaste, gracias amigo por recordármelo –dijo y le dio un fuerte golpe como represalia cuando el otro comenzó a reírse y se alejó rumbo a su templo de mal humor.

 

Su creciente mal humor debido a la falta de sueño y a su mente que lo traicionaba sin darle un respiro fue tal que se decidió y esa misma tarde subía hacia la sexta casa para confrontar a su morador; una vez allí descubrió que el susodicho se encontraba meditando, por lo que decidió esperar a que terminara y apoyando su espalda en la pared murmuró por lo bajo: -¿Qué me hiciste Shaka? –y respirando profundamente se sintió repentinamente envuelto por una inmensa calma que lo llevó a cerrar los ojos y sintió como su espalda iba deslizándose por la pared, hasta tocar el piso sumido en el más profundo y relajante sueño.

 

Cuando Shaka terminó con su meditación se encontró con el durmiente DM, y con una sonrisa en su rostro lo cargó hasta su habitación y lo depositó en la cama, acomodándose a su lado para contemplar la durmiente faz del cangrejo quedando dormido abrazándolo.

 

DM intentó despertar dado que la luz de la mañana que se colaba por la abierta ventana golpeaba su rostro de frente y aún medio adormilado sintió un peso caliente cruzado sobre su pecho, entreabrió un poco sus ojos para descubrir que era el brazo de Shaka que dormía a la par suya y sin poder emitir sonido de protesta volvió a cerrar sus ojos y continuó durmiendo plácidamente.

 

Despertó sobresaltado al escuchar unos gemidos, suyos para ser más exactos. Cuando se dio cuenta que era él quien producía esos sonidos, recordó que se encontraba en el templo de Shaka, en su cama, e intentó incorporarse, algo totalmente infructuoso pues estaba firmemente sostenido entre sus brazos y una lengua atacaba con mordidas y lamidas la oreja, el cuello y la nuca del cangrejo.

 

-¿Qué… ¡nnnhh!... haces? –dijo entrecortadamente por la sensación que le producía esa lengua en su nuca, su lugar más sensible.

 

-Buenas tardes mi dulce cangrejito –dijo Shaka mientras continuaba provocando a DM con su lengua –Quisiera que este despertar se repitiera por siempre, eres demasiado adorable y comestible mientras duermes. A propósito, ¿dormiste bien?

 

-¿Eh?... ¡Aahh!...Yo… ¡nnnhhh!... deja de… ¡aahh! –gimió al sentir los dientes de Shaka en su nuca, sus dedos atacando sus endurecidos pezones y su duro miembro topando contra sus nalgas. Le sorprendía de sobremanera el hecho de que no podía oponer resistencia al accionar del sexto guardián.

 

-Supe que no podías dormir –dijo sobre su oreja soplando suavemente erizándole la piel –Te dije que no podrías olvidarme –y liberándolo de sus brazos, lo volteo y se colocó encima de su pecho, sus miradas frente a frente, los rubios cabellos cayendo sobre el pecho de DM –Te amo Death Mask de Cáncer, permíteme amarte y haré que me ames con todos tus sentidos –dijo seriamente reflejando esa decisión en sus azules ojos con los que miraba a DM con ternura y una dulce lujuria que hacía temblar al cangrejo.

 

-Shaka… -y antes de que pudiera siquiera decir una palabra más ya tenía los labios de Shaka sobre los suyos, brindándole el beso más dulce y exigente que hubiera sentido, y ello fue suficiente para dejarse llevar una vez más por la pasión de ese posesivo caballero de la sexta casa.

 

 

 

 

 

Y así los días de DM ya no fueron aburridos, Shaka siempre encontraba la forma de acorralarlo y robarle besos, aún delante de la misma Atena cuando ésta se encontraba en el Santuario e incluso en los entrenamientos.

 

-¡Shaka! –gritaba furioso  DM una mañana durante un combate -¿Pretendes fastidiarme?

 

-Todo sea para que me ames –le susurraba en su oído Shaka, acorralándolo contra un pilar y besándolo ante la mirada divertida de los demás.

 

-Death ¿quieres venir a jugar a las cartas esta noche? –le gritó Milo desde las gradas.

 

-No gracias, jugar trae consecuencias inesperadas, yo paso –dijo DM.

 

-¿Por qué no les dices que vendrás a jugar a mi templo conmigo? –le susurró Shaka en su oreja provocando un súbito sonrojo en el cangrejo.

 

 

 

Fin

Notas finales:

¿Ya dije que es mi primer fic en esta serie? ¿Que tal les pareció? Al principio no era partidaria de DM uke... pero al seguir leyendo y buscando creo que es lo que mejor le queda... a mi parecer.

Lo siento por el representante de mi signo pero tengo más historias sobre él uke. Ahora sólo depende de que les haya gustado esta historia para saber si continuo subiendo más historias, por lo general serán oneshot.

Bss!

Bye


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