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Una Nuova Opportunità por yaoigirlxxx01

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Notas del fanfic:

Yo soy yaoigirlxxx, pero debido a un problema con mi cuenta anterior, me vi en la necesidad de crear otra y volver a resubir los fics, NO ES PLAGIO.

Y lamento mucho la tardanza.

Notas del capitulo:

Este es el primer capitulo del fic, espero que les guste y que me dejen sus comentarios.

Es una noche fría, tranquila, silenciosa, el rio parecía muy pacifico, sus movimientos eran casi nulos, en el cielo se podían observar las estrellas. En el barco, un joven ve con suma atención las figuras incandescentes que se formaban sobre de él, su belleza era inimaginable, con unos ojos verdes como aceitunas. El cabello castaño claro con rizos definidos, labios carnosos con un ligero toque rosado.


Una figura delgada se encuentra cubierta con una túnica blanca, que parecía envolverlo mágicamente y su piel tersa como un melocotón, además de una tez clara, sin ninguna imperfección.


Con el alma pura e inocente. Es Antínoo, el joven amante del emperador Adriano.


Adriano es un hombre alto, fornido, tez morena, con ojos castaños que al momento de mirarte, te intimida. Es conocido como “El Emperador Viajero”, debido a su sed de conocimiento por las culturas ajenas a la suya, que es la romana. Es un gobernante justo, inteligente, culto y querido por el pueblo romano, a diferencia de sus antecesores.


Antínoo siguió contemplando las estrellas hasta que sintió un brazo lo rodeaba de un modo cariñoso, cerró su ojos y se recargo en el pecho de Adriano.


-       Eres lo mejor que he observado en todos mis viajes. – Comento Adriano.


-       No diga eso, mi señor. Solo soy un simple mortal. Yo soy el que debería estar agradecido…- Antínoo es interrumpido por el dedo de Adriano el cual se encuentra sobre sus labios, impidiendo que hable.


Adriano sonríe de modo tierno, separa la mano del rostro del joven para colocarlo en su barbilla y besarlo de modo apasionado, sus lenguas bailaban dentro de sus bocas una danza embriagante.


Al cortar el beso, Adriano limpia con su mano, las lagrimas que salían de los bellos ojos de Antínoo, limitándose a sonreír.


-       ¿No te agradan mis besos?- Pregunto el emperador.


-       No, piense eso, mi señor.- Dijo el joven de modo apresurado.


-       Es que todavía, no puedo creer lo afortunado que soy.- Continuo Antínoo.


Adriano siguió guardando silencio, tomo al joven de la mano para llevarlo a su camarote.


Era una habitación que se encuentra al fondo del barco decorada con muebles finamente tallados con detalles en oro. La cama se encuentra situada en el centro de la habitación esta tendida con las más finas telas de la región en claros colores.


Adriano al abrir la puerta conduce al adolecente hacia la cama, donde lo recuesta con suavidad para después colocarse encima de Antínoo.


Empieza a besarlo apasionadamente por su terso cuello, Antínoo lo rodeaba con sus brazos mientras estiraba su cabeza hacia atrás, al mismo tiempo se empezaba quedar sin aliento. Adriano empezó a quitarle la túnica, que para este momento es una barrera.


Ya con la túnica en el suelo, Adriano comienza a tocar la suave piel de Antínoo, la cual temblaba al sentir la mano del hombre, quien continuaba besando el cuello del joven de una manera embriagante, para continuar con el rostro del dulce Antínoo, es como si dejara su rastro en un territorio virgen.  


Los apasionados besos fueron despegando desde el cuello y rostro para continuar con el pecho de joven, succionando las tetillas del chico, empezando por el derecho, Adriano dibujada círculos en ellos de un modo travieso, mientras observaba el rostro de su amado, el cual está tomando un rubor muy lindo, ya con el pezón endurecido continuo con su compañero del ladi izquierdo de la misma manera, después de endurecer las tetillas de Antínoo y darle unos besos a resto del torso para llegar a la entrepierna, donde Adriano se detuvo para sorpresa del joven…


-       ¿Qué ocurre, mi señor?- Pregunto algo inquieto Antínoo.


-       Nada, solo es que me fascina el dulce sonido de tu voz, cuando te beso. – Respondió el gobernante.


El emperador le abrió las piernas con suavidad al impaciente Antínoo para empezar a succionar del sexo del joven, mientras este solo sostenía las sabanas con fuerza, pero al sentir la calidez de la boca de Adriano subió la intensidad de sus suspiros y gemidos, sus manos soltaron la tela para ponerlas en su rostro, el hombre con movimiento lento de sube y baja, a la vez que su lengua recorría el falo del joven, sus manos empezaban a levantar el trasero de Antínoo para masajearlos con pasión, al sentir con empezaba a llegar el orgasmo, Adriano subió la intensidad de las succiones para que en un abrir y cerrar de ojos, el pequeño Antínoo soltara un gemido que indicada su orgasmo. Y Adriano absorbió la esencia del joven.


Adriano se posiciona nuevamente encima de Antínoo para besarlo en los labios y así compartir el “Jugo de Dios”, como lo llama Adriano, debido a que Antínoo según sus creencias el joven es un Dios, que cayó del cielo. El beso es espectacularmente apasionado. Solo lo rompen, por la falta de aire.


-       ¿Estás listo, mi pequeño? - Le pregunta Adriano a Antínoo.


-       Para usted siempre, mi señor. – Respondió el joven.


Adriano solo se limito a sonreír, como es su costumbre. Agarro con suavidad, como si se tratara de una figura de cristal al joven para colocarlo por encima de él, siendo a la primera persona que pone en esta posición, es una clara forma de declararle su amor y devoción.


Antínoo coloco sus manos en los hombros de su señor, mientras las manos de Adriano se colocaban en la cintura del joven, a la par que empezaba el sube y baja, los suspiros de satisfacción del adolecente empezaron a inundar la habitación, los cuales junto a los de Adriano, encajaban perfectamente. El emperador agarra al adolecente para darle un gran beso, mientras subían el ritmo de las caídas para que Adriano llenara al joven.


Al llegar al momento final, ambos rompieron el beso y se estiraron al mismo tiempo, lo cual complementa el gran amor que se tienen. Respirando con dificultad… para que luego se acostaran en la gran cama, Adriano rodeo con su brazo al chico que se encontraba muy exhausto y lo besaba con ternura la frente. 


-       Mi se-ñor, lo amo con to-da el al-ma. – Dijo con trabajo Antínoo.


-       Y yo a ti, Antínoo. –Le respondió el hombre.


Después se besaron, mientras el sol empezaba a asomarse por una de las ventanas, el acto fue demasiado para el joven, quien se quedo dormido inmediatamente.


Se escucho un llamado a la puerta.


-       ¿Quién es?- Pregunto Adriano.


-       Soy Lucio.- Respondió un joven de cabello oscuro, ojos marrones, como de unos 25 años, de tez morena clara, que se encuentra  afuera de la habitación.


-       ¿Qué ocurre?- Volvió a cuestionar el Emperador.


-       Ya llegamos, señor. – Contesto de nueva cuenta.


-       En seguida salgo, prepara todo para embarcar.- Ordeno Adriano. Mientras se ponía de pie.


-       Como diga.- Respondió Lucio, el joven canciller.


Ya vestido Adriano salió de sus aposentos para dirigirse a las afueras de la embarcación, en donde lo esperaran sus emisarios más confiables. Lucio, quien es la mano derecha del gobernante se acerco…


-       Su majestad, los rumores son ciertos. La adivina Iboni, habita en este lugar. – Le comunico el joven al gobernante.


-       Muy bien Lucio, vamos a verla.- Ordeno Adriano.


Dicha esta orden, Adriano comenzó su recorrido hacia la adivina, quien tiene la fama por todo el territorio antiguo de ser la más poderosa y acertada de todas, su especialidad era la lectura de la energía y el aura.


Mientras en el barco, Antínoo se despertaba y empezaba a vestirse para descubrir que el barco había embarcado, por lo que decidió esperar a su emperador.


Iboni es la mejor adivina de todas, había predicho la visita de Adriano, quien al momento de verlo, se puso de pie y lo saludo.


-       Bienvenido, he estado esperándolo, su majestad Adriano. – Dijo la mujer, quien se ve muy joven, tomando en cuenta la edad que tenia, los rumores indicaban que oscilaba entre los 150 y 200 años.


Su aspecto era el de una mujer de 28 años, con la piel oscura al igual que su cabello, que se encontraba trenzado, sus ojos eran oscuros, era una bella mujer.


-       ¿Tú debes ser Iboni?- Pregunto al emperador.


-       En efecto, mi señor.- Contesto la adivina.


-       Quiero que veas mi futuro.- Ordeno el gobernante a la mujer.


-       Como desee.- Respondió Iboni.


La mujer empezó a decir sus conjuros mientras recorría con sus manos el cuerpo del hombre, hasta que se detuvo de golpe.


-       Temo decirle, que usted va a morir muy pronto.- Le informo la adivina.


-       ¿Qué? Estás equivocada. Inténtalo de nuevo.- Ordeno Adriano.


-       El aura no miente, usted va a morirse, pero…- Intento proseguir la adivina.


-       ¿Pero qué?- Pregunto molesto el emperador.


-       Hay una alternativa, el motivo de su muerte, es un enojo de los Dioses, ellos quieren que sacrifique la cosa más valiosa para usted; solo así los Dioses lo perdonarían.- La dijo la mujer.


-       No dejare que lo lastimen, el no tiene nada que ver.- Grito Adriano, al terminar la frase; salió furioso para dirigirse al barco.


Al ver salir al emperador, Lucio se acerca a la adivina con una pequeña bolsa de tela.


-       Muy bien, aquí tienes 100 monedas de oro como habíamos quedado, ahora solo debo deshacerme de Antínoo y el emperador será mío.- Le dijo Lucio a la adivina, mientras le entregaba una bolsa llena de monedas.


-       De nada. – Respondió la mujer.


Y Lucio salió en busca del emperador, al momento de alcanzarlo le pregunta.


-       ¿Qué hará mi señor?- Pregunto Lucio al gobernante, fingiendo preocupación.


-       Nada, solo vivir mis últimos días junto a Antínoo.- Contesto Adriano.


Y se dirigieron al barco, en donde se encontraba Antínoo, quien al ver al emperador corrió hacia sus brazos, pero este Adriano lo detuvo y solo lo vio con un dejo de tristeza y le dijo…


-       Necesito estar un rato a solas.


-       Está bien.- Se limito a responder el joven. Quien al ver el comportamiento  de su señor, se dirigió a Lucio...


-       ¿Qué ocurre?- Pregunto Antínoo.


-       No te lo puedo decir ahora, pero a media noche; encuéntrame aquí mismo y te lo diré, pero por el momento deja al Emperador tranquilo.- Le comunico Lucio.


Llegada la media noche, Antínoo estaba en donde se había citado con Lucio.


-       Lucio, ¿Qué fue lo que ocurrió?- Pregunto preocupado Antínoo.


-       Lo que pasa, es que fuimos a ver a una adivina, que le informo al señor Adriano, que se iba a morir.- Respondió Lucio.


-       No puede ser, ¿Y no hay manera de evitarlo? - Volvió a preguntar el joven un poco alterado.


-       Bueno, si la hay. Pero tendrías que dar tu vida para que el no sea castigado por los Dioses.- Contestó Lucio.


-       Lo entiendo.- Dijo lastimosamente el adolecente.


-       ¿Solo puedo pedirte una cosa?- Pregunto Antínoo tristemente.


-       Lo que sea.- Respondió el otro joven.


-       Despídeme de el.- Antínoo el dijo a Lucio.


Mientras tanto Adriano salió de sus aposentos para ir en busca de su amado Antínoo, quien a su vez estaba en la orilla del barco para arrojarse hacia el rio.


Adriano al llegar al lugar en donde se encontraba Lucio, se acerco a el para preguntarle por Antínoo, solo para presenciar como el joven se arrojaba al agua.


Antínoo al ver a su amado señor, solo se limito a susurrar un “Te amo”, para luego arrojarse al agua.


Adriano  se echo a correr para evitarlo, pero es frenado por Lucio.


-       No, mi señor deténgase.- Le dijo Lucio.


El Emperador se soltó de los brazos de Lucio ver que su amado Antínoo había desaparecido en las oscuras aguas.


Solo se limito a arrodillarse en el piso, mientras las lagrimas en sus ojos salían desesperadamente,  se puso nuevamente de pie para acercase a la orilla del barco.


-       Antínoo, fuiste lo mejor que me ocurrió, no dejare que mueras en vano. Te amo y siempre te amare. Nunca te olvidare. Y estoy seguro que los dioses nos darán una nueva oportunidad, ya lo veras.- Le dijo Adriano al alma de Antínoo.


 

Notas finales:

El proximo capitulo lo subire mañana, cosa que ire haciendo con los 9 capitulos que ya fueron publicados y con 10 ya casi esta finalizado.

Espero su compresion... Muchas Gracias.


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