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Por un baile desconocido. por nyanta

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Notas del fanfic:

Espero que les agrade este primer episodio en el que me he esforzado mucho para darle un poquito de forma a la historia.

Como ya he dicho no soy super fanatica de HP pero creo que eran los personajes que más se acoplaban a la historia...

Y para los que ya han leido las demas historias les pido paciencia pues digamos que mi ardilla funciona en momentos no tan aptos (entendiase por los momentos en los que no tengo mi compu o la lap cerca).

Tiene un pococ de Songfic porque trato de que cada Capitulo se adapte a una canción.

Otra es que la historia se relaciona con la musica de tipo Ska, Reggae y pop, tipos de musica que a mi laten y que espero sena de su agrado. 

Notas del capitulo:

El titulo del capitulo se refiere al transporte publico que hay en México llamado "metro" y mojado pues es referente a otra cancion.

Espero les gusté esta historia.

 

 

Todo empezó por la culpa de mi madre; pero tenía que ser ella exactamente quien agarrara el auto, no podíamos haber pasado una mañana tranquila y normal, no se podía mi madre levantar a la hora acostumbrada, bañarse rápido y bajar a supervisar nuestro desayuno. No. Tenía que levantarse temprano y bajar a revisar el refrigerador para ir de compras de emergencia por unos simples congelados.

Les contare bien y desde el principio, mi familia es un poco adinerada, siendo sencillos, vivimos en lo más exclusivo de Las Lomas, residenciales en la zona sur del DF, México, mi madre es una ama de casa, que es lo mismo que no hace nada, o al menos así lo veo, al amanecer se para y da un baño rápido para supervisar como las sirvientas hacen el desayuno, para seguir con un día normal.

Pero ese día se le ocurrió levantarse más temprano y revisar nuestro refrigerador, y obviamente se dio cuenta de que muchas cosas faltaban para su desayuno buffet, así que se cambio y alisto para salir al supermercado más cercano y comprar lo que hacía falta,

Para nuestra mala suerte tomo el carro de mi padre, por si no he mencionado mi padre es Lucius Malfoy, un político que está subiendo entre la espuma en su partido, pero bueno, sucedió que mi madre avanzó hasta la reja de seguridad cuando el coche empezó a fallar, mi madre sorprendida bajo a ver el exterior del auto por si se había ponchado una llanta, no saben cómo agradecemos a dios de que se haya bajado, al estar fuera del auto y revisar las llantas de lejos.

Un tremendo sonido nos despertó, a mi padre y a mí, por lo que bajamos a ver lo que sucedía, al estar en la base de las escaleras vimos que el humos empezaba a meterse en la casa, una explosión fue lo que nos despertó, salimos corriendo para encontrar a mi madre tirada en el césped a unos metros del auto.

Después de tres días de revisiones rutínales de médicos psicólogos y de nosotros, para que viera que nada había pasado después de su accidente.

Ahora cuatro días después, un miércoles cualquiera, me encuentro a la entrada de mi escuela, con el pesar en mis hombros de que a la salida, no habrá nadie esperando ni que yo podre llamar un transporte, pues a mi madre le han dado pánico los automóviles.

//////// °°°°°°-------/////////°°°°°//////-----------///¬¬

-          Harry definitivamente, deberíamos aceptar una de las propuestas que nos hacen los señores elegantes-. Hablaba una chica pelirroja sentada en el piso al lado de un chico de ojos verdes.

-          Ya sabes lo que pienso de eso Ginny, y mi respuesta va a seguir siendo no-. Contesto serio, le molestaba que la más pequeña del grupo a veces fuera tan inmadura.

-          Pero esa última, fue una muy buena propuesta-. Continuo pero de inmediato supo que era en vano, Harry ya no escucharía de razones.

-          Hermione y Ron ya se tardaron-. Comento Harry viendo que su compañera se había quedado callada.

-          Si, ya sabes como son. Deben de estar haciendo las latas para los refrescos.

En eso de las escaleras bajaron los dos chicos con cuatro latas de refrescos, los dos chicos se levantaron del piso al tiempo que un tren pasaba a su lado para ir a la siguiente estación, el subterráneo era su punto de encuentro siempre, y casi vivían ahí.

Harry era el vocalista del grupo, tenía una voz fenomenal y versátil, además de los acompañamientos que sus amigos le hacían, Ron en el saxofón, Hermione en la guitarra/bajo y Ginny en los bongos o tambores. Vivian tocando en los vagones o en las estaciones, les iba bien pues lograban un ritmo perfecto, tocaban reggae o ska, obviamente con covers de grandes bandas.

Su vida era esa, y ninguno la cambiaría por nada.

Ya empezaba a dar la tarde, el metro se llenaría, era hora de la vendimia de música.

/////

Por otro lado el joven Malfoy, de ojos grises fieros, cabello rubio largo, se debatía entre tomar una de esas cosas que los intentos de humanos llamaban camión, cosa asquerosa por que no podía entrar nadie más y aun así empujaban hasta que cinco personas lograban subir, cosa que Draco veía casi imposible, pero así se habían ya ido quince personas, o también podría irse en el subterráneo, nunca había entrado a uno, solo concia la mecánica por los libros de la escuela en primaria sobre transportes, pero suponiendo que se movía más rápido que uno de esos camiones vejestorios, tal vez no iría tan apretado.

Pero que iluso había sonado en su cabeza por la idea del subterráneo, en primera después de bajar las escaleras se dio cuenta de que las personas entraban y salían rápido, después una fila eterna para comprar el papelito ese, luego otra fila casi igual de interminable para entrar y dejar el papelito ese.

Al bajar las siguientes escaleras, casi le da un infarto, había demasiada gente.

Mientras las personas detrás de él lo empujaban y los de adelante no dejaban pasar, un sonido le llego era una voz, o más bien una canción.

Yo sabía que, te ibas a ir

Hoy por fin, te vi partir

Yo temía que, te ibas a ir

Hoy tu voz, la oí decir yo me voy de aquí

Me voy de aquí no tengo, nada que darte a ti

Se escuchaba algo extraño, no era un ritmo que conociera.

Se acerco más, por medio de empujones, hasta lograr verlos, eran cuatro chicos, tocaban instrumentos no muy conocidos por él, uno tenía solo un micrófono, debía ser la voz que había escuchado.

Del otro lado, es la solución

Por todas partes, se oye tu voz

Yo me voy de aquí, te vi partir

Ahora estoy sola...sola sin ti

Hoy te vi partir

El ritmo era pegajoso y muchos chicos de sus mismas edades se acercaban y saltaban, al parecer era una canción algo conocida pues varios la cantaban al mismo tiempo que el joven de ojos verdes.

Ya son dos días, que no estás aquí

Hoy Pedro corre, gritando hacia mí

Trae en la mano, un diario gris

Hay una nota, perdida entre mil

Que habla de ti, habla de ti

"mojado muerto al intentar huir"

Ahora se han juntado muchos más, al parecer a muchos les gusta esa canción, se empiezan a aventar pero sonríen, algunos se ve que se golpean pero no dicen nada, parece que lo apoyan por la canción.

No dice nada, no hay explicación

Eras un cerdo oculto en un camión

Que quiso huir, lloro por ti

A mis espaldas, oigo decir

Yo lo vi partir…

Muchos empiezan a aplaudir al ritmo que la guitarrista indica, y de nuevo se avientan, ahora gritan y ríen, se ve divertido; el joven de cabello negro ha dejado el micrófono y se ha unido a los que los escuchan, se acerco a una joven de cabello negro, y bailan en pareja, se mueven de una manera extraña, la música empieza a detenerse y los movimientos de los que bailan se van volviendo flojos, creo que la canción ya terminó.

Valla que el público se ha encariñado con esta canción, me encanta oír el bullicio de las personas, ya no tengo que cantar en lo que queda de la canción, y logre ver a mi gran amor platónico por allí. Ah, si allí esta con su cabello negro suelto y sus ojos a la expectativa de alguna nota musical, Cho es una chica que he estado viendo desde hace algunos meses, pero sé que nada va a poder ser posible con ella, tiene a su prometido y se ve que se aman, pero nada me evita bailar con ella, así que me acerco y empiezo a saltar al ritmo que ella me impone, de improviso se nos une Ginny, nos impone el ritmo de salida, la canción se ha apagado casi por completo a no ser por el sonido de los tambores que nuestra pelirroja sigue bajando.

La gente parece estancarse y eso que los trenes vienen y van muy rápido, pero no tiene caso pues están todos llenos, y yo tampoco me he podido mover sigo en el mismo lugar donde algunos esperan que los jóvenes toquen una más; por ahora veo que el tren cierra sus puertas y se va, de inmediato muchos se empujan por llegar hasta la orilla, no sé porque pero me niego a seguirlos parece que se van a terminar cayendo a las vías, por coincidencia termino justamente a lado del grupo.

Nos quedamos sentados después de la canción pues casi era hora del “tren vacío” y todo el mundo correría a llenar el tren, nos sentamos a ver como todos intentaban llegar hasta el frente, siempre es divertido ver como todos se empujan, solo para tratar de llegar temprano.

El tren llego y todos se empujaban por tratar de entrar a los vagones, siempre es lo mismo aquí, y llega a ser divertido, cuando nadie sale herido. Una niña que baja las escaleras nos da una moneda de diez pesos, lo más alto que nos llegan a dar, y estoy seguro que no nos ha escuchado tocar, pero contrario a lo que creo, ella nos dice que le gusto nuestra música, me quito el sombrero que traigo y hago una ligera reverencia y los demás me siguen, ella solo ríe y sigue a su mama. No la pierdo de vista incluso me pongo de pie para observarla, me agrado mucho, cuando la logro ver esta cerca de una de las puertas y su madre intenta entrar, pero ha cometido un grave error la ha soltado, esto me huele mal.

Como no me puedo acercar me resigno y me recargo en la pared junto a los instrumentos del grupo, pero veo que una niña les da limosna, ellos le agradecen de una forma muy linda y se aleja con su madre, pero el joven de ojos verdes las sigue con la mirada, no sé porque. Ahora que lo veo bien, ya que se ha parado, tiene un cuerpo bien definido tras esas ropas que lo hacen ver muy bien, el sombrero negro lo hacen ver interesante, y los lentes tipo psicodélicos lo hacen ver intelectual, su pantalón holgado a las caderas dejan a la imaginación sus largas piernas y que deben de estar musculosas por tanto brinco que da, la camisa blanca de líneas negras con sus mangas subidas dejan ver unos brazos fuertes, con los músculos marcados, y su espalda no tan ancha; pero mi distracción se empieza a mover, por lo que me salgo de mi ilusión y lo sigo con mi mirada, va hacia la niña, sus compañeros también lo siguen con la mirada y el otro chico lo intenta seguir pero se detiene.

La mamá la ha soltado, no deben de viajar mucho por metro, es una ley crucial el soltar la mano de alguien aquí, y tal como lo pensé, una señora con chal con pinta de sureña de pueblo, se está acercando muy sigilosamente a la pequeña, mientras la madre sigue intentado meterlas al vagón, ya casi alcanzó a la niña pero el grupo de gente que se ha desesperado esta cruzándose en mi camino, la señora se acerca más, y ya tiene lista la jeringa con droga, me intento estirar.

Por fin entiendo lo que intenta hacer, me llena de rabia el no poder hacer nada, si corro sé que no la alcanzare, estoy muy lejos, solo me queda interceptar a la señora si se cruza por las escaleras.

Es muy tarde, la señora se me adelantó, ya se sus técnicas, ya debió haberla inyectado y ahora ella duerme, la ha enrolado en su rebozo, y ahora va a hacia las escaleras al otro extremo del pasillo, debo alcanzarla.

Todo paso muy rápido, primero estaba la niña al lado de su madre y al segundo siguiente ya no. Busco a la señora, pero no la encuentro y el chico también ha desaparecido, el siguiente momento se escucha el grito de la madre, preguntando por su hija.

La señora lanza un grito desgarrador me rompe el alma no haberla ayudado, pero yo debo correr hasta alcanzarla. Logro agarrar un brazo de la señora, no me importa si ella logra salir solo quiero a la pequeña.

-          No me importa si te sales, pero la niña se queda.- Le digo con esfuerzo.

-          Suéltame-. Gruñe mientras pelea por liberarse de mi mano.

-          Deja a la niña-. Le jalo de la manga y el chal.

Me fijo que el rebozo empieza a ceder, se va romper, lo jalo más y mi brazo contrario ya espera el peso de la pequeña, la mujer ya utiliza sus dos manos para liberarse de la mía. Mi plan funciona, el peso de la niña cedió hasta mi brazo, mientras la mujer se sostiene de la pared, ahora yo soy quien debe correr, de seguro unos hombres la estaban esperando fuera.

Veo que el joven reaparece entre la gente, que ya no es tanta, y trae a la niña en brazos, parece dormida, pero viene corriendo, pareciera que lo persiguen. Y mis sospechas son correctas, lo persiguen dos hombres fornidos, su amigo de inmediato apareció a su lado, ayudándolo con el peso.

Perfecto ahora que Ron llego podemos alejarlos, pero me sorprendo al ver que hay un policía nuevo, esto tiene que ser obra de dios.

Me acerco a él, y le explico lo más rápido que puedo, mientras veo que la mujer también está con él, le entrego a la niña, y los dos hombres, al vernos, se alejan.

Al parecer no podre ver cómo termina la historia, el tiempo se fue volando y debo llegar a casa lo más rápido, me subo al primer vagón que alcanzó y me despido silenciosamente de los músicos.

En la noche nos separamos para cada uno ir a sus casas, Hermione y yo nos vamos por casi el mismo camino, mientras Ron y su hermana pequeña Ginny se iban en metro.

Mi papa llego feliz, pues por fin se había descubierto quien había atentado contra nuestras vidas.

-          Draco hijo, me alegra ver que estas estudiando-.

Dijo Lucios, al ver a Draco en la enorme biblioteca que tenían en la mansión, dos pisos llenos de estantes con libros diferentes.

-          Si es que mañana tengo un examen además de que vendrá en el examen de admisión para la Universidad-.

-          Bueno no te distraeré mucho, se descubrió quien atentó contra nuestras vidas-.

-          ¿Y quién fue?-. Preguntó muy interesado pues espero que le den una celda de por vida.

-          Fue un contrincante del partido, el muy imbécil trato de sacarme de la competencia para la candidatura-. Hablo el jefe de la familia apretando los guantes negros de piel que sostenía en sus manos, su gabardina que cubría por completo su traje dejando ver solo sus zapatos.  -Pero su plan no funciono, y al descubrirlo frente a la mesa directiva decidieron que lo querían fuera del partido para cuando la demanda empezara-.

-          Me da mucha alegría escuchar eso, y hablando de la candidatura, ¿cómo va el asunto?-.

-          Me complazco en decir que no hay mejor candidato que tu humilde padre-.

-          Te felicito.-

Después de eso, mi padre visito a mi madre, y yo me dedique a estudiar hasta que el sueño me venció, guiándome a mi recamara.

//////

Un nuevo día empezaba en la ciudad,

Draco había presentado su examen importante, sabía que le iría bien, era obvio, pues su examen de educación cívica era algo regalado para él, con una familia política, su destino ya estaba destinado a las firmas políticas que su padre estaba plantando con el partido político donde estaba y no saldrían la menos en tres generaciones más.

Para Harry, era un poco más complicado el estar en las mañanas, en el CCH* le pedían siempre cantidad de trabajos y la mayoría de un día para otro, pero sabía que valía la pena si quería entrar en la Universidad de la misma rama que la prepa, que aquí lo negrearan como quisieran, muy pronto tendría su carrera terminada y un titulo de la Universidad de sus sueños.

Pasado del medio día, se juntó con sus amigos, para poder vender su música.

A la hora de la salida, aunque sabía que tendría que volver a elegir entre los dos medios de transporte, deseaba ver de nuevo al grupo musical del otro día, le había interesado mucho la música.

El martirio de ayer me ha dejado muy marcado por eso, decido que hoy debo ir tan rápido como las demás semi-personas que viajan conmigo. Me muevo lo más rápido que puedo, y veo que los chicos ya están al pie de la escalera con sus instrumentos.

Hoy no hay tanta gente, me alegra tocar los jueves por eso; el metro casi esta normal, hay gente, mucha, pero no como otros días en que tienes que esperar casi cuarenta minutos para poder salir. En fin hoy estamos de muy buen humor así que solo tocaremos reggae, es lo que mejor nos sale en este día.

Pero hoy no veo un micrófono en la mano del chico de sombrero, no tiene nada. No sé que planea hacer pero espero que este igual de divertido que ayer.

Nos preparamos para poder tocar, pero veo que el poli de ayer se nos queda viendo, algo debió pasar después de que nos fuimos, aunque la señora casi se pone de rodillas y nos besa las manos por salvar a la pequeña, el azul se nos quedo viendo feo, debió ser por las ropas.

Pero algo va mal, no solo se nos quedo viendo mal, también se nos está acercando, esto no va bien, se nos acerca y me dice en un tono de deidad.

-          No puedo dejarlos que toquen hoy.-

-          ¡Qué!!!-. Gritamos a coro los cuatro.

-          Ya oyeron, ahora muévanse-. Nos dice con el seño fruncido.

-          ¿Y porque no podemos tocar?

-          Por que se me da la gana, negarles tocar.-

-          A si, pues a ver si se le hincha más cuando…- Empieza Ron pero no lo dejo terminar, le tomo el brazo y lo alejo del azul antes de que pase algo feo, para la ley.

-          Y supongo que usted es el único que no va a dejar que toquemos, ¿no es así?

-          Miren pobres diablos, es cierto que ayer fueron unos héroes, y que la señora casi les manda hacer un altar por su disque valentía pero eso ya no me importa.

-          A ya caigo, te dan celos, huevito azul, porque no fuiste quien salvo a la dama, ya que ese era tu trabajo desde un principio, ¿no?

-          Mira intento de pachequito, yo tenía bien controlada la situación hasta que metiste tus narices, junto con tu amiguito-. Dijo tomando mi solapa, y señalando con la vista a Ron, detrás de mí.

-          Pero mira, apenas entras y ya tienes tratos con esa gente, que poco aguante-. Le digo bajando mi vista hacía sus partes nobles, eso siempre los hace enfurecer-. Otros duran al menos un año, o toda una vida sin tener nada que ver con ellos; mejor dime, ¿cuánto te ofrecieron esos monstruos, para que los dejaras trabajar con libertad en esta zona?

-          Eso es algo fuera de tus ligas, agachado.

Me suelto antes de que lo golpee, cosa que no deseaba hace cinco segundos, me trato de contener.

-          Déjame Herm, yo me lo surto en tres patadas-.

-          No Ron, ya no debemos meternos con la tira recuerda que nos tiene fichados además de que si nos meten, los ancestros son quienes pagarían para sacarnos, y ellos ya no están para eso-.

-          Está bien, tú ganas nos quedamos sin música hoy.

-          Yo nunca dije que nos quedáramos sin música.

Las chicas y Ron me ven con cara dudosa.

-          Necesitamos sacar todo nuestro equipo-. Me dice Ron y las chicas asienten.

-          Necesitamos una troca.

Todos sonríen, parece que me han agarrado el hilo, y les está gustando hacía donde va.

-          Llama a los espejos.

-          De inmediato capitán.

Herm y Ginny se recargan en la pared, pero siento un peso en la espalda, debe ser el tira ese.

Veo que discutieron con el policía, pero parce que ya están planeando algo, pero el chico de ojos verdes empieza a mover la espalda como si tuviera escalofríos. Debe ser por la forma en que lo veo, pero es que es imposible no verlo.

Alcance a oír que llamarían a los espejos, supongo que unos amigos suyos, aunque es una lástima, no podre ver de qué se trata, los vagones cada vez se van menos llenos y ya es hora de que me valla.

Ron esta al principio de las escaleras de la salida, esperando a sus hermanos. Herm y Ginny están levantando los instrumentos para acercarlos a las escaleras, lentamente. El poli ni se ha dado cuenta de nosotros, debe estar pensando que ya nos fuimos.

-          Chicos, las cosas-. Dice Ron tomando los amplificadores-. Ya llegaron

Se las pasamos a Fred y George que solo nos saludan con la mirada, si nos llegan a cachar, estamos muertos. Todo ahora esta afuera y nosotros nos volvemos a meter, sentándonos donde estábamos antes como si nada.

Me intriga lo que hacen así que decido quedarme, puedo dar la misma excusa que ayer. Sus instrumentos ya no están, y ahora están sentados como si nada.

Al fin llegan los espejos, ellos son los hermanos de Ron, son gemelos idénticos, de ahí el apodo. Traen una grabadora, nuestra música portátil para días como estos.

-          Llegamos lo más rápido que pudimos, ¿porqué no iban a tener música?-. Pregunta Fred, lo sé por su tatuaje en el cuello, una cara de “joker”.

-          Nada, solo tonterías-, digo restándole importancia y adelantándome a Ron que le quemaba la lengua por soltar toda la historia-, más importante ahora es prender a nuestra antigüedad.

Fred y George se sientan a lado de la grabadora para conectarla disimuladamente por los contactos de los anuncios de luz en las paredes, no sé de donde sacan  tanta imaginación para hacer sus travesuras.

-          Listo, ¿cuál es la elegida?-. Me pregunta George, solo tiene una perforación en la oreja izquierda.

-          La que siempre se pone en este lugar-. Digo con mi sonrisa juguetona, logró que George se sonroje y me desvié la mirada pero Fred me ve y solo me regresa la sonrisa.

-          Harry, ¿esperamos que llegue más gente?-. Me pregunta Herm, la verdad no quiero esperar para escuchar mi canción favorita.

-          No Herm, mejor empezamos de una vez, la gente ya se ira acercando-. Me quita las palabras de la boca la pequeña Ginny, la verdad a veces parece mi hermana o novia por lo conectados que estamos.

-          Yo solo decía, pero bueno debo aceptar que tienen razón entonces, espejitos nos hacen el honor-. Dice Herm de una manera tan elegante que siento que no tengo modales.

-          Pues de que te lo podemos hacer sí, pero no creo que mi hermanito le agrade la idea de compartir tanto como a nosotros-. Dice Fred levantándose para quedar frente a Herm, Ron de inmediato la abraza por la cintura y la aleja poniéndose él en medio, George se ríe por lo bajo y Fred hace un mueca divertida.

-          Ya dejen en paz a esos palomos y mejor pongan la canción-. Les digo a los gemelos, ellos solo me ven y Fred se vuelve a sentar, el botón de “play” se ha sumido.

Veo que dos chicos nuevos llegan y traen una grabadora de hace años, no creo que exista una más de esas, se sientan y empiezan a platicar con el grupo, luego de unos minutos de platica la grabadora empieza a reproducir la música.

La música es algo parecida a la de ayer pero tiene un sonido de otros instrumentos, imposibles de transportar como ellos lo hacen.

Me metí en un vagón del metro
y no he podido salir de aquí.
Llevo más de 3 o 4 meses
viviendo acá en el subsuelo.

Como adoro esta canción, varios se han acercado solo escuchando la tonada, empezamos a brincar lento, solo flexionando las rodillas, sintiendo la música fluir en mi cuerpo.

Zócalo, hidalgo, chabacano
he cruzado un millón de veces.
Eh querido salir por la puerta
pero siempre hay alguien que empuja,
para adentro.

Veo que varios se acercan a donde están, los empiezan a rodear y lo único que hago es quedarme viendo se ve realmente feliz, se le nota por la tonta sonrisa que tiene.

Mucha gente se junta para formar una pequeña bolita alrededor de nosotros, juntamos a las mujeres en medio para que ellas puedan bailar sin problemas.

Y cuando en las noches pienso yo en ti
se que tu te acuerdas de mi,
pero aquí atrapado en este vagón
no se si volver a salir.

Veo que todas las mujeres se juntan a en el centro, debe ser muy divertido.

Varias mujeres se salen y se empiezan a revolver con los demás, logrando que todos bailemos y saltemos.

Como pastillas, paletones, chocolates, chicles y salvavidas.
Tengo ya 6 juegos de agujas, 8 cuters, y encendedores (de
sobra).

De alguna forma he quedado pegado a Ginny, y ella a pasado sus brazos sobre mis hombros, una invitación que no puedo negar.

Veo que la enana pelirroja se ha arrimado mucho al chico de ojos verdes, que molesta.

Creo que me ha crecido ya el pelo con la barba y las arrugas.
No se cuando es de día y de noche
no se si llevo 100 años (aquí dentro).

Ya vi la razón, ay unos tipos que la estaban empujando e intentando acariciar, no puedo dejar de proteger a alguien que es como mi hermana pequeña.

La sosa mocosa no se pudo defender de esos grandulones pero bien que se pega al otro soso, que degradante.

Y cuando en las noches pienso yo en ti
se que tu te acuerdas de mi,
pero aquí atrapado en este vagón
no se si volver a salir.

Todos se han puesto a saltar y por lo tanto dejan huecos para ver a las personas que hay en la estación.

Empiezan a abrirse huecos que me dejan entrever mejor al chico, aun pegado a la sosa esa, logro admirar su figura esbelta y musculosa.

En medio de todo este ajetreo logro ver una melena rubia sacudida por el viento que anuncia la llegada de los vagones.

Me esta viendo y siento como esos ojos esmeralda me traspasan, si solo el estúpido viento me dejara en paz, nos vemos directamente.

Es una visión, debe serlo ya que solo una visión sería así de perfecta. Por la distancia no logro descifrar si es una mujer o un hombre pero no me importa lo que sea, solo sé que es hermoso.

Y hay veces que te empiezo a extrañar y me dan ganas de llorar,
pues tu cara no puedo recordar
y no se si te vuelva a besar.

La canción se esta acabando, así como el tiempo de abordar, se que él se subirá a ese vagón y muy difícilmente lo volveré a ver, ese tipo de personas no viajan seguido por aquí, me acerco ahora que la bola también se ha despejado para subir a los vagones.

Lo veo acercarse, por dios debería ser un pecado caminar de esa forma, tiene un paso seguro pero denota también confianza. El sonidito molesto ya empezó y significa que yo debo abandonar este pasillo, acelera el paso.

Esta dudando, lo sé, no subas. Desde cuando mis pies son tan lentos. Tengo segundos para comprobar que no es ninguna fantasía.

-          ¡Harry!- Escucho a lo lejos y sé que es Ginny.

Ese insignificante sonido, palabra o sílaba, me ha salvado, aun en voz de esa niña, se como se llama. En un último movimiento me meto justo antes de que la puerta se cierre.

Se metió y aun cuando doy tres pasos rápidos, se que no lo alcanzare. Ginny llega y me toma del brazo, me jala hacia donde estábamos.

Veo que de nuevo la plasta roja se lo lleva jalando, pero no la ve a ella me ve a mí, me sigue con la mirada hasta que se pierde con la velocidad.

Lo perdí, no se porque pero siento pesada la cabeza, quiero simplemente perderme escuchando las canciones.

 

Llegue corriendo a mi casa para poder reprimir el coraje y la tristeza de saber que tenía una oportunidad de oro con ese chico.

-          Draco, hijo-. Me saludo mi madre bajando por las escaleras-. Me alegra que llegaras tengo esperándote mas de media hora para comer.

-          No te preocupes madre, solo surgió un imprevisto en la escuela y sumado al tráfico de gente en el subterráneo, olvide el tiempo.

-          No importa entonces, me alegra que llegaras, vamos.

Tomo el brazo de mi madre para ir al comedor, mi padre no nos acompañara hoy, esta muy ocupado en una junta.

 

Después de despedirme de mis amigos, me fui a mi casa para terminar con las tareas que me dejaron. Al llegar me recibe mi padre que salía de la casa para su trabajo.

-          Harry, que bueno que llegas, así tu madre no se quedara sola mucho tiempo-. Dijo poniéndose su saco-. Por cierto hablo Canuto.

-          Si este, mamá debe estar esperándome para cenar, nos vemos al rato-. Es que hablar de Canuto es mal augurio.

-          Un momento jovencito-, dice tomando mi solapa del saco-, aunque no me dio detalles para que lo llamara cuando regrese, lo que me dijo basta para que te castigue por un mes, contando que solo me dio una idea general.

-          Papá no se te hace tarde-, le digo mostrándole mi reloj-, ya mejor me dices todo luego.

-          Más te vale no escaparte de la casa.

-          Si papá, no te preocupes.

Después de eso se fue con la promesa de una severa regañiza.

-          Harry te esperaba para cenar.

Mi mamá siempre tan activa y hacendosa, aun con su trabajo de medio tiempo, tiene la casa impecable.

-          Si madre, solo me lavo.

-          ¿Tú, lavarte?-, dijo con cara de sorpresa-, algo hiciste ¿verdad?

-          Mamá no siempre soy bien educado cuando me van a regañar-. Una trampa tan linda y limpia que cualquiera cae, hasta yo.

-          Aja, porque sabes que aun así no te salvaras.

-          ¿Que te dijo papá?

-          Nada, solo lo esencial, que ibas a estar castigado por seguro hasta el año dos mil treinta.

-          Demonios, ¿tanto estaban enojados?

-          Canuto no tanto pero tu padre se enojo bastante.

-          No se puede hacer nada sin que ustedes se enteren.

-          Es tu castigo hijo, así que vive con ello.

Eso fue lo más importante en la cena, luego empezamos a platicar sobre las actividades y demás de cada uno.

Al llegar su padre, Harry ya esperaba una soga y un poste alto para colgarlo.

Pero muy contrario a eso solo recibió una palmada en el hombro y una sonrisa. Mi padre me explica que Canuto, mi padrino, le dijo toda la situación de la niña y lo del policía.

Lilly se encontraba feliz por su hijo, orgullosa.

 

 

Estoy estudiando de nuevo hasta tarde, cuando logro escuchar la voz de mi padre.

-          Draco, ¿tan tarde estudiando?-. Me cuestiona en cuanto entra en la biblioteca.

-          Si es que debo presentar un complementario para subir mis notas.

Mi padre no dice más, solo se sienta cerca y toma uno de sus libros, siempre toma un libro de esos cuando me va a decir algo, y es como una señal de que me esperara hasta que termine lo que estoy haciendo.

-          ¿Que sucede?-. Me atrevo a preguntar dejando mis notas en la mesita de la lámpara a mi lado.

-          Draco se que desde hace mucho no tocamos este tema-. Dice soltando el libro y mirando a su hijo-. Pero he estado estresado y me gustaría descargar mi energía.

-          Comprendo padre-. Le digo reclinándome en mi asiento.

-          He pedido dos reservaciones en las mesas cercanas, te veo en el auto.

Eso es todo, se marcha dejándome solo para preparar mis cosas de mañana, esta noche va a estar muy larga.

Al llegar al auto el chofer arranca apenas mi pie deja el piso, logrando que azote la puerta, pero ni mi padre ni yo decimos algo, sabemos que de decir algo podemos perder el sano equilibrio que mantenemos.

Estamos estacionados en uno de los hoteles más elegantes de la zona, ese que he conocido a lo largo de mi corta vida. Que ironía tan idiota.

Bajamos por la escalerilla de evacuación, donde un hombre musculoso nos recibe con una carta. Mi padre la abre al par de que va caminando, alcanzo a ver las caras de los niños, lo mismo de siempre.

Nos llevan hasta nuestra mesa, mi padre tenía razón son de las más cercanas. Nos ofrecen el vino de la casa, el cual mi padre acepta probar, yo simplemente quiero vodka, es lo único que aleja mi mente de este lugar rápidamente.

Al traernos las bebidas da inicio el show, veo la tenue luz sobre los lugares vacios entre las mesas, así nadie puede ver a las demás personas.

El escenario es una simple pasarela de madera, con un telón azul por fondo, con luces apuntando directamente.

-          ¿Draco quieres ver el itinerario?-. Le pregunta Lucius prendiendo un cigarro.

Solo lo tomo, veo caras infantiles y adolescentes, un poco más jóvenes que yo. Todos están viendo a la cámara, tristes, podría llegar a comparar una de mis fotos con las de ellos, tal vez no se note la diferencia.

-          Buenas noches a nuestros queridos invitados, nos complace recibirlos en nuestra noche de diversión.

Habla un hombre de buena apariencia, debe serlo para poder hacer que los niños lo idolatren y no se den cuenta de lo que en verdad quiere.

-          Draco, ninguno llamo tu atención.

No es pregunta, lo afirma. Él ya debería saberlo, yo no tengo sus mismos gustos.

Sale un pequeño niño atado de manos y una correa en el cuello, lo puso de rodillas dándonos la espalda al publico, empezó a decir algo de sus cualidades, su piel, la voz, su pene, y al llegar a la especificación de su virginidad, hizo que le abrieran las nalgas redondas y mostraran el pequeño hoyito rosado y apretado, el niño gimió de dolor por la separación tan brusca.

-          Empezamos la oferta con 10,000 dólares, para pasar la noche con él.

Mi padre espero hasta que las papeletas subieron a veinticinco mil no quería verse desesperado y se que quiere empezar rápido con esto.

-          … veinticinco mil a las tres, vendido a la mesa número tres.

-          Vamos Draco.

Me dice cuando los aplausos suenan a la par de algunos gruñidos y demás.

Entramos a la habitación donde ya esta el niño esperándonos. Mi padre se empieza a quitar el saco y demás ropa de la cintura para arriba, mientras yo me quito los pantalones y el saco, quedándome solo con la camisa larga de vestir.

Lucius se sienta en un sillón por lo que me da la invitación a prepararlo.

-          Acuéstate y abre las piernas.

Dije en tono serio pero indiferente a la situación.

El niño hizo lo indicado y yo serpentee por su cuerpo, Lucius siempre dijo que le encantaba como lo hacia.

Lamí su pequeña entrada para que se lubricara y poder meterme en él. Gimió cuando me introduje de golpe, era estrecho y creo que lo hice sangrar, pero a estas alturas ya no importa, el efecto del polvo en mi nariz que Lucius puso frente a mi cuando me metía en él, ya empieza a hacer efecto.

-          Me encanta cuando usas la fuerza bruta, mira su carita esta gimiendo de dolor-. Dice cuando gimo de placer y el de dolor.

Solo eso me toca hacer, desde hace mucho tiempo he aprendido que debo darle lugar a Lucius en el sexo y más si esta en juego los gemidos, chillidos y gritos de una primera vez.

Con esa primera y única estocada lo dejo desmadejado en la cama, logro ver sangre en mi miembro, no le doy importancia además de que no deseo dársela, solo quiero alejar mi mente de esta sucio lugar, de esta sucia gente, de este sucio cuerpo que por desgracia es el propio.

Me siento a un lado del niño, la droga ha dejado de funcionar en mi cuerpo como antes, antes era capaz de perderme y olvidar mi familia, mi honor incluso mi ser, ahora logro identificar que esto no es algo que deseo es algo impuesto entre mis gustos, y no lo deseo, no deseo ver su rostro lleno de dolor o pánico quiero romper sus cadenas invisibles y llevarlo a la salida, consolarlo y decirle que esta bien que nada ha pasado que lo llevare a su casa y que nadie le hará daño nunca más, rayos, como dije la droga ha dejado de tener efecto en mi.

El sexo es un placer humano tan vil, cuando la persona con la que se tiene no lo desea. Le acaricio el cabello mientras Lucius se desnuda y se excita viendo el espectáculo que doy, desde su perspectiva parece que lo observo y beso para mi propio placer pero no es así;  y es que desde que decidí que nunca me gustaría esto ni jamás lo haría por propia voluntad, me encargue que los niños que estuvieran con nosotros disfrutaran o por lo menos les diera un poco de aliento el que los consolara, mientras mi padre lo veía como si su retoño disfrutara de esto. Por ahora lo trato de relajar, pidiéndole perdón por lo de antes, diciéndole que el hombre que esta conmigo lo hará de nuevo, tiembla, le digo que no tema que yo estoy aquí para descargue su dolor, que si es necesario muerda mi mano o cualquier parte de mi cuerpo que encuentre cerca.

-          Draco lo quiero en cuatro, como el cachorro que es-. Lucius ya esta denudo y listo para mancillar el cuerpo inocente, rayos, el polvo se acabo, él se lo acabo.

Le digo al niño al oído, que ponga rodillas y manos en el colchón, esta temblando de nuevo. Su mirada me suplicaba el auxilio, lo tomo de los hombros para levantarlo y me acuesto bajo él, regresándolo a la misma posición.

-          Ejemplar mi hijo también ha decidido participar.

Yo solo le doy una sonrisa llena de superioridad digna de todo Malfoy, aunque cuando miro al niño lo veo con ternura y le beso la nariz para que confiar. Ahora busco con la mano mi saco, se que lo deje cerca, logro encontrarlo y con ello mi pequeño vibrador, siempre lo traigo para estas ocasiones, lo enciendo y lo acerco a mi estomago para calibrarlo.

-          Que lindos se ven ambos, pero debo romper el cuadro-. Interrumpe mi pensamiento al verlo listo para penetrar al chico, le bajo la cabeza haciendo que su peso quede en lo antebrazos así será menos doloroso.

Al momento en que veo el primer balanceo de caderas tomo el vibrador para acercarlo al pene y para cuando Lucius lo penetra lo masturbo con ese pequeño aparato logrando que se sorprenda para olvidar un poco el dolor.

También siento la mordida en mi hombro, le levanto por los cabellos para que al menos se escuche un grito que se Lucius espera con entusiasmo. El niño me ve con lagrimas al ver que traicione su confianza, pero lo acerco de nuevo pidiéndole por lo menos gemidos a cambio de que el no lo lastime tanto. Acepta más por el placer que empieza a sentir en su miembro y al no ser tan doloroso lo que siente en su parte trasera, lo mimo con mordidas en su oreja y gimiendo sobre esta, mi mano también ha tomado ritmo al sentir que el miembro esta duro.

A Lucius le encanta ver como parezco disfrutar el sufrimiento, si claro, del niño, le tomo de los cabellos para darle la hermosa imagen de un beso francés con la bocas separándose en ocasiones y mi vista fija en Lucius, se que desea hacerme todo eso a mi, en persona, y que en esta postura es lo mas cercano que estará de lograrlo, nunca lograra profanar mi cuerpo ni mis sentimientos.

Lucius empuja demasiado el débil cuerpo por lo que en un inesperado movimiento su cadera que se encontraba en lo alto cae sobre la mía dejando que Lucius también cayera, lo tengo tan cerca que juraría podría besarme, el chico gime y yo con él y Lucius parece salir de la sorpresa y continua embistiendo, yo por mi parte abro mis piernas, las cuales están entre las del chiquillo, haciendo que las piernitas también se abran, nuestro miembros se rozan deliciosamente y es cuando siento que la excitación sigue siendo muy poca de ambas partes, yo no deseo hacer esto, no deseo a ese niño sobre mi ni el hombre sobre de este, y creo que es lo mismo para él, no nos desea, sin en cambio el cuerpo es débil, su cuerpo en este caso,  y reacciona ante los intentos que he hecho de que disfrute.

Hago que gima poniendo de nueva cuenta el vibrador en encendido sobre ambos penes, ahora lo beso con mas frecuencia en la boca para que no se escuchen los gemido ni jadeos que estoy seguro Lucius esta deseoso de oír, sonidos inexistentes porque como ya lo he notado el chico ya no siente, así que mi boca abandona la suya para ir a su cuello y morderlo fuertemente haciéndole gritar y jadear no se si de dolor o sorpresa, pero al menos así hago que el ego de Lucius se suba hasta el espacio.

Al fin la tortura termina y Lucius culmina su acto con una corrida dentro del niño.

Yo en cambio descanso de una sesión de agitante semi-sexo y supongo que el chico también.

Como siempre me he quedado solo con el pequeño mientras el se mete al baño, el chico sigue sobre mi abrazándome y yo correspondo al abrazo, volteo a ver su cara y el hace lo mismo, veo en su cara la desolación estampada, le acaricio la espalda y la cara, se que quiere huir, yo también lo deseo, sus ojos se llenan de lagrimas y los míos también, lo abrazo lo más fuerte que puedo y el esconde la cara en mi pecho, se que nos separan cinco o menos años, pero en esa cama, en esa posición y en estas lagrimas se que somos iguales en todos los aspectos.

Por eso hago lo que siempre debo hacer, le pido su nombre y el de su familia. Se que es iluso y algo tonto al principio, pero se que querría que alguien hiciera lo mismo si yo estuviera en su lugar.

El me los da y le sonrió con verdadera esperanza y él igual, ambos unos niños que están apunto de hacer una travesura. Me separa del abrazo que manteníamos y le doy una pomada.

-          Esto te servirá para los dolores lo puedes aplicar en todo el cuerpo, no importa el lugar-. Le doy una nueva sonrisa para acariciarle los cabellos, se que no queda mucho tiempo.

Me visto bajo su atenta mirada, me sonríe con timidez y yo veo adonde se dirige su mirada, y también sonrió, mis genitales son como la mayoría de las personas no tienen de más ni de menos, pero encuentro el significado de su sonrisa por que el tiene el mismo tamaño que el mío, eso debe ser una injusticia divina.

Para cuando termino de arreglarme, Lucius sale también del baño arreglado. Nos vamos sin dirigirle una mirada al niño sobre la cama, con el cual mis sonrisas también se quedaron.

Regresamos al auto y mi cara sigue con la pulcra imagen que mi familia mantiene.

Pero al final sigo amando mi vida, tanto que habría preferido cambiar lugar con mi madre para morir en ese auto.

Notas finales:

Espero que me sigan en esta aventura a la que me impuesto, y tambien poder mejorar en cada capitulo como escritora...

Nos vemos en el siguiente capitulo...

No olviden dejar un Review, es lo que nos alienta como escritores a continuar con estas historias llenas de creatividad...

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