“Cambios radicales”
En una prestigiosa escuela donde cada estudiante ocupaba algún puesto, existían los típicos grupitos de presumidos y los fracasados como fueron apodados por el primer grupo mencionado. Estaban “Los populares” ¿Su líder? el codiciado tanto por chicas como chicos: Uchiha Sasuke. Era arrogante, presumido, frio y antipático. Por otro lado, el líder de los fracasados era Namikaze Naruto, el cual estaba enamorado de Sasuke desde hace bastante tiempo. Amistoso con un fuerte espíritu e increíblemente hiperactivo.
No había orden, dentro del instituto cada uno debía sobrevivir como podía. Naruto tenía amigos, eran pocos, pero suficiente para él. Uno de ellos era popular, Hyuga Hinata, era muy tímida y amable con todos. También contaba con el apoyo de Shikamaru, Kiba, Choji e Ino.
La apariencia de Naruto se caracterizaba de la siguiente manera: se peinada todos sus cabellos para atrás con gel, ya que no había forma que se quedaran naturalmente solos. Ciertamente no le favorecía y menos cuando usaba anteojos de grueso armazón al igual que los vidrios. Siempre vestía ropa holgada, sumado todo daba como resultado un chico debilucho y nada atractivo.
Era la burla del instituto. Con 17 años y su vida en ningún momento fue feliz, ama a Sasuke pero este lo trata como si no existiera y lo peor es que tiene novia. La chica más popular, líder de las porristas, Haruno Sakura. Nunca dejaba de atormentarlo, lo trataba como si fuera basura junto a sus amigas Karin, Ten-ten y toda aquella que estuviera en su contra.
Se encontraba con sus amigos esperando en la fila a que le sirvieran la comida.
—Aquí tienes, buen provecho.
—Gracias.
Salió de ahí para sentarse en una mesa y esperar a sus amigos, pero alguien lo para poniéndole la traba y cae lo que ocasiona que la bandeja fuera a parar al lugar menos esperado, la camisa de Sasuke.
Las risas no se hicieron esperar por el rubio tirado. Sasuke se acercó con la ceja fruncida y cara de pocos amigos, Naruto le miró serio sin importarle su mirada de superioridad.
—Lo siento-respondió despreocupado, no era su culpa aquel incidente.
—Idiota, más vale que no vuelva a pasar-le contestó desafiante.
Se retiró seguido de sus amigos, la peli-rosa se acercó con una fingida culpa.
—Disculpa, no te vi y caíste. ja, ja, ja, ¿pero sabes? te lo merecías.
El rubio solo mantuvo la compostura.
—Eres un estúpido, por eso caes. Sasuke nunca te vera como otra cosa. Piensa mejor en lo que haces, si vuelvo a pescarte viéndolo nuevamente no será una caída lo que obtengas. Será algo peor.
—¡Aléjate de él Sakura!-gritó Kiba.
—Solo digo la verdad. Si quieren cuidarlo, manténganlo lejos de mi Sasuke.
—¡Maldita!-susurró Shikamaru.
—Naruto, ¿Puedes levantarte?
—Sí, no es nada… Choji-dijo inexpresivo.
Salieron de ahí y se quedaron en el patio, sentados sobre la hierba verde.
—¿Que te he dicho de seguir mirando a ese Uchiha? No le importas.
—Lo sé… pero no puedo evitarlo..-respondió tras un suspiro.
—Debes entender que no estamos a su altura. Somos la peste para ellos, a pesar de que nuestras familias pueden pagar esta escuela no hay lugar en donde no exista la diferencia. Ellos son populares nosotros estúpidos o tontos como dicen.
—Kiba, no seas duro-exclamó Choji.
—Hay que ver la clara realidad. Escucha Naruto, Sasuke no sabe de lo que se pierde, eres una excelente persona y verás que pronto nos pasaran cosas buenas.
—Eso espero Kiba…-exclamó desganado.
Las horas fueron pasando hasta que llegó el momento de retirarse. El ojos azules estaba acomodando sus útiles en el casillero, pero un pelirrojo le arrebató uno de los cuadernos y empezó a ojear sus hojas.
—¡¡Devuélvemelo!!-gritó demandante.
—Ja, ja apártate escoria-dijo empujándolo a un lado-¿Gaara, qué dice?
—No te lo vas a creer, esto es ja, ja ¡¡Demasiado vergonzoso!!!
Y para empeorar la situación el azabache se apareció cruzando el pasillo.
—Sasuke, que bueno que apareces. Tengo que decirte algo.
—¿Qué es?-preguntó desinteresado.
—¡No te atrevas!- le advirtió amenazante.
—Aquí dice: Sasuke eres una persona muy hermosa y especial para mí, como quisiera que me dieras una oportunidad de estar a tu lado, solo una y demostrarte todo lo que te amo.
—Estas muy lejos de llegar a mí, idiota. Nunca me enamoraría de alguien estúpido-contestó con desprecio mientras pasaba de largo.
El rubio se mantuvo en un completo silencio.
—¡¡Ya ves Naruto, no tienes oportunidad!!-le reprochó al no recibir respuesta.
—Eres un cretino, deja de soñar, y date cuenta que solo naciste para servirnos.
—Exactamente no ha…
No termino de hablar cuando sintió un fuerte dolor en su estomago y cayó al suelo.
—¡¡Vuelve a repetirlo y tu boca, la dejo sin dientes, Suigetsu!!
—Kiba, Shikamaru, Ino.
—No te alejes de Nosotros ¿Por qué no nos esperaste?
—Yo… es solo que...-pero no le dejaron terminar.
—¡Llévatelo de acá Ino, nosotros haremos pagar cuentas!
La rubia ayudó a su amigo y salieron del instituto, minutos después salieron los demás con manchas y golpes en el rostro.
—Al parecer les dieron tremenda paliza-comentó Ino.
—Je, no es nada con lo que nosotros le hicimos, Vamos.
—No puedo, estoy esperando a Hinata-agregó el rubio.
—Está bien.
oOoOo
—¡Naru!
—¡Hinata!
—Chicos, ¿Qué les pasó?-preguntó al ver el estado de los dos.
—Otra vez quisieron molestar a Naruto y lo impedimos.
—Naru ¿Estás bien?
—Sí, no te preocupes-le sonrió.
—Naruto no mientas, esos imbéciles, te humillaron-dijo Kiba.
—¿Cómo?
—Leyeron uno de sus cuadernos, Sasuke paso y… se enteraron que gustaba de él-exclamó Shikamaru.
—Oh … ¿Qué te dije de olvidarlo?
—Lo sé, pero… lo amaba, Hinata-dijo cabizbajo-Como sea, tienes razón… esto no me llevara a ningún lado.
—¿Amaba?-preguntaron todos.
—Ya no quiero saber nada de él, ahora solo lo odio-dijo con enfado.
—Ven a mi casa, vamos a hacer algunos cambios.
—¿Cambios?
—No puedes dejar que te sigan humillando de esa forma. Tienes que cambiar, dejar de tener esta apariencia.
Todos se quedaron mirándola.
—Cambiar te será de mucha ayuda. Vestirte más a la moda, y tu cabello no está de más ver qué hacer con eso ¡te volveré un chico rebelde!
—¿De verdad?
—No lo dudes, ¿Qué dices?
—¡Sí, claro que sí!-contestó entusiasmado.
—Genial, necesitare ayuda. Shikamaru, Ino y Kiba ¿Pueden venir?
—Problemático, pero por un amigo, iré.
—¡Nosotros también!
—OK, que empiece la operación cambiar a Naru.
oOoOo
Se encontraban en la casa de Hinata. El blondo fue sentado en medio sobre una silla, todos estuvieron analizando por dónde comenzar.
—Primero el pelo, Kiba ¿Que recomiendas?
—Tenemos que desarmar ese peinado y ver qué forma darle.
Luego de que el rubio fue despeinado por sus compañeros, Hinata tomó el peine y empezó a darle volumen bajando sus mechones a la frente y dejando que tapara uno de sus ojos.
—¿Qué tal?
—Demasiado emo-dijeron al unísono.
Desarmó sus cabellos y comenzó a peinarlos hacia abajo y flequillo a ambos costados.
—¿Y ahora?
—¿Quieres la verdad o mentimos?-cuestionó Kiba.
—Me veo horrible ¿No?-dijo un tanto desanimado.
—Mmm... ¿Dijeron rebelde verdad? Entonces, ¿Hinata me prestas el peine y las tijeras?-preguntó la rubia sonriente.
—Sí, toma.
La rubia se acercó a Naruto y empezó a levantar sus mechones y con la tijera cortar las puntas dándole un aspecto de picos levantados al igual que su flequillo.
—¡Listo!
—Es…¡¡Increíble Ino!!-exclamó Hinata maravillada.
—Estas fabuloso, Naruto-dijo Kiba.
—Sin palabras… genial-contestó Shikamaru.
—Naruto te ves bien-dijo Choji.
—¡Quiero verme!-gritó ansioso por un espejo.
—Todavía no, tenemos que arreglar lo de tus lentes-dijo la rubia.
—Sabes que sin ellos, no puedo ver bien-aseguró el oji-azul.
—Mi tío es oculista y siempre me trae lentes de contacto de todos colores, sucede que me gusta a veces cambiar mis ojos ¿Un tanto raro, no? los tuyos son azules. Estoy convencida de que la semana pasada me dieron unos, esperen un momento.
Se puso a abrir cada cajón y revisar hasta el más pequeño rincón, cuando por fin logró visualizar una bolsita que contenía lo que buscaba.
—¡Aquí están!
—¿Podre ver con eso?
—Sin problemas, mejor aún, a ver quédate quieto. Ino, ayúdame.
Después de las quejas del rubio.
—Naruto Namikaze, te ves re sexy-dijo Ino.
El rubio se sonrojó.
—Je… gracias.
—Solo nos falta la ropa, iremos de compras.
—Pero no tengo plata con que pagarte.
—Quiero hacerte un regalo, Naru.
—Lamento causarte tantas
Salieron del lugar llevándose el rubio unas cuantas miradas de las chicas.
—¿A quién miran tanto?
—A ti tontito, estás muy bueno-dijo Ino.
—Ni siquiera me han dado tiempo de verme al espejo-suspiró abatido.
—Ya te veras en los probadores, llegamos. ¡El centro comercial más caro del lugar!
—TODO MODA es el mejor local de este lugar-agregaba la rubia.
—Kiba, Shikamaru, choji e Ino: escojan a Naru algo que le haga ver bien con su cabello.
—¡Hecho!-respondieron al unisonó y se dispersaron en la tienda.
Recorrieron todas las estanterías. Kiba tomó una playera blanca de letras negras en ingles, chamarra naranja, y pantalón azul oscuro.
Shikamaru eligió, camisa negra manga larga, campera del mismo tono pero con líneas blancas a los costados, y un pantalón gris.
Ino escogió, camisa celeste manga corta, campera negra y pantalones blancos bordados con el dibujo de un dragón que se enroscaba en la pierna derecha.
Choji, se decidió por playera larga tono naranja, chaqueta negra y pantalones tono gris-negro.
Hinata optó por comprar un nuevo uniforme ya que el anterior estaba muy gastado, camisa blanca, pantalón azul y una chamarra de manga ¾ toda negra la cual llegaba hasta cubrir la mitad de las piernas. Luego fijó la vista en una bandana negra con un curioso circulo en forma de espiral,
sin pensarlo dos veces, la tomó.
El rubio se encontraba esperando sentado en una de las sillas mirando hacia afuera, sintió los pasos de sus amigos acercarse y se volteó viendo que todos tenían las manos ocupadas.
—Naru ¿Cuál te probaras primero?
Naruto miró y terminó por elegir el de Ino.
Entró al probador y corrió las cortinas. Mientras sus amigos los esperaban al frente. Se miró al espejo repetidas veces, no se creía que ese era él.
—¡¿Así me veo?!
Minutos después, salió…y todos se le quedaron viendo como idiotas.
—¿Cómo estoy?
—No te recocemos-dijo Shikamaru.
—Kyaaaaa... Pareces otro-exclamó Ino con una sonrisa.
—Ahora pruébate el que elegí yo-comentó Kiba.
El rubio tomó las prendas, entró nuevamente y se cambio. Salió ante la expectante mirada de sus compañeros.
—¿Qué tal me queda este?
—Ese está…
—Ino, se te cae la baba-susurró Choji.
—Ups…perdón…
—Te queda fantástico y debes saber algo si quieres causar impresión mañana en el escuela. Debes desprenderte la camisa, por lo menos tres o cuatro botones-comentó, Hinata.
—¡¡Entendido!!
Probó cada ropa que habían seleccionado para él, una mejor que otra hasta que se cambió usando el uniforme estudiantil.
El oji-azul salió con la camisa abierta, los primeros cuatro botones mostrando parte de su pecho, Ino y Hinata se sonrojaron como tomates.
—Gracias por el uniforme Hinata ¿Pero para qué esto?-preguntó, sosteniendo una bincha negra.
—Es una bandana, se lleva en la frente de la cabeza-explicó-haber déjamela que te la pongo, así te ves en el espejo.
El blondo se miró, le quedaba perfecta. Sus mechones rubios caían tapando parte del protector, la ropa a pesar de ser un poco holgada podía notarse la gran diferencia a como era antes.
—Disculpen, ¿Ya han escogido que llevar?-preguntó la encargada.
—Llevaré todo a contado, por favor.
—Muy bien.
—¿Todo? pero Hinata, no quiero que gastes por mí-dijo el rubio apenado.
—Por ti Naru, no importa. Quiero ayudarte y les demostraras a todos lo que eres capaz-afirmó triunfante.
—No sé como agradecerles chicos…
—Primero pago esto y luego te digo ¿Vale?
—Sí.
Al terminar, salieron del local ayudando con las bolsas hasta encaminarse a la casa de Naruto, entraron saludando a su madre, la cual se llevó el susto de su vida al ver a su pequeño.
—Hijo… ¿Eres tú?-preguntó confundida.
—Sí madre, ¿Te gusta mi cambio?
—Es como ver a tu padre, pero en versión adolescente. Me encanta, te ves hermoso-dijo abrazándolo con ternura.
—Gracias madre, mis amigos se quedan un rato sabes.
—¿Quieren que les lleve algo de tomar?
—No es molestia, Señora Kushina estamos bien-habló Shikamaru por todos.
Subieron los escalones hasta llegar al cuarto del rubio, se apoyaron en el borde de la cama y Naruto en la silla frente a la mesa donde estaba su computadora.
—Es importante que cambies tu actitud con ellos…-dijo la Hyuga.
—Demasiado molesto.
—¿Molesto? ellos son los molestos ¿Por qué permites que te humillen así?-respondió, Kiba.
— Kiba ¿Qué no viste claramente? Ellos son los que se rebajaron a ese nivel. Yo simplemente estuve al pendiente de sus acciones… solo no quise molestarme en participar de su juego.
—Vaya jamás lo había pensado de ese punto de vista.
—A decir verdad, te comportaste como todo un diplomático ja, ja…-rió, Ino.
—No lograran nada con solo insultos, el hecho de que sienta algo por Sasuke no significa que le permitiré en tratarme así.
—Sería grandioso que mostraras esa personalidad frente a él-exclamó la oji-perla.
—¿Tú crees? En todo caso, cuando llegue el momento… lo haré.
—¿Sabes entonces lo que debes hacer? Escucha esto…-la rubia procedió.
—Número uno: Nunca te muestres débil ante nadie.
Número dos: Siempre mantén tu mirada seria sin hablar estupideces sin sentido.
Número tres: Sí te molestan, insúltalos como ellos hicieron contigo.
Número cuatro: Si quieren golpearte haz lo mismo. Puntos débiles: estomago, boca, frente e incluso dale en sus partes nobles.
Número cinco: No permitas que te conquisten fácilmente, te darás cuenta que se interesaran por ti solo por tu aspecto.
Y Número seis: Si el Uchiha o la peli-rosa estúpida de Sakura intenta hablar contigo, ignórales.
—Guau... ¡¡Que consejos!!-dijo Kiba.
—Créeme Ino, eso ya lo sé. Estudié artes marciales un tiempo y fui el mejor de mi clase, sé todo lo que se debe comprender si se busca pleito.
—Entonces, ¿Por qué no te defendías cuando te molestaban?-preguntó, Choji.
—Nunca me gusto crear violencia, pero ahora... verán lo que es capaz un Namikaze.
—¡Así se habla! tardas en mostrarte ¿Verdad?
—Je, je… si.
Sus amigos se despidieron y Naruto durmió hasta las nueve de la noche. Luego bajó al living a ayudar a su madre con la cena, el ruido de la puerta abrirse se escuchó y salió a recibir a su padre.
—¡Papá!
—Hola hijo… ¿Naruto?-parpadeo una par de veces.
—Ajá, soy yo.
—Es como verme en el espejo cuando era más joven. ¡¡Que cambio!!
—Sus amigos lo ayudaron, ¿verdad que se ve bien nuestro pequeño?
—Sin duda alguna, ¿Pero porque ahora?
—Digamos que deseaba ser otra persona…
—¿No te gustaba como eras?
—No es eso, solo que quise un cambio, nada más.
—Bueno, me alegra por ti hijo.
—Vamos a cenar.
—Sí-respondieron ambos rubios.
Después de terminar de comer, se despidió y se recostó pensando en todo lo del día.
No voy a preocupar a mis padres diciendo que llevo años que me molestan, no vale la pena.
Mañana será un nuevo día, un nuevo comienzo donde yo demostraré a todos los que me hicieron sentir mal, lo que Naruto Namikaze hará si se atreven a usarme de vuelta.
Porque mi persistencia tiene un límite, es estúpido pensar que llevo dejando… que me molesten, pero eso ya acabo. ¿No, Sasuke?
Te arranqué de mi corazón, ya no me importas, bastardo…
Todo murió hoy mismo.
…El nuevo Naruto, surgirá mañana…
(Continuará)