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KONOHA HIGH SCHOOL: REBELDES VS POPULARES por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

 

Me quede toda la noche hasta madrugada escribiendo, estoy con un sueño…

Leer notas finales “Importante”

 

Intermedio: Halloween.

Gaara miraba el traje que llevaba en manos, mientras el resto todavía elegía. Su disfraz era rojo y para ser franco con él…. Le avergonzaba.

Uno especie de vincha con cuernos y un tridente. La típica arma que llevaba el diablo. Si, Gaara se disfrazaría de diablo y le daba pena. Pero no tanto cuando vio a Sai, luego de haber tomado y ver varios, eligió uno parecido y no tan lejos del suyo.

Sai era la muerte. Ja… se imaginaba lo ridículo que se vería.

—Estoy ansioso por verte en ese traje, Gaa-chan-rió.

El pellirrojo se enrojeció y desvió la mirada de inmediato.

—¡Muérete!

—¡Ya lo estoy!-se burló-¡¡Y me llevaré tu alma!! Ten cuidado Gaa-chan-le sonreía mientras le señalaba con la enorme oz en la mano.

Salió dándole la espalda del repleto cuarto con sus “Todavía” peleas por un disfraz pasable.

Afuera de la habitación Naruto, Sasuke, Shikamaru y otro pequeño grupo, se encontraba esperando al resto. Algunos observaban al moreno con mucha curiosidad, y no eran solo sus compañeros. Había muchachas que ya tenían escogido su traje y miraban fascinadas al moreno, Sakura todavía no salía del cuarto y aprovechaban para comerlo con sus ojos.

Naruto lo notaba y no podía evitar sentirse molesto por dicho atrevimiento. Pero aunque le doliese en lo más profundo del alma… él y Sasuke no eran nada más que amigos y Sakura era la novia, no él.

Con ese pensamiento rodando en su mente quedó absorto de todo a su alrededor.

Sasuke le miró preocupado.

—¿Oe, Dobe?

El rubio miraba un punto perdido al frente. El moreno lo tomó de los hombros para hacerlo reaccionar.

—¡¡Naruto!!

—Ah…-fijó su vista en esos ojos negros tan penetrantes y entonces cayó en cuenta de la cercanía de sus rostros y en como el ojinegro lo tomaba-Sasuke…

—¿Te sientes bien?-posó su mano derecha en la frente de su amigo.

Naruto se puso más nervioso, y de inmediato se alejó.

—Dobe…-se extrañó con su acción.

—Necesito estar… tomar aire-se corrigió, sonriendo. Pero antes de dignarse a salir, miró ambas manos-¿Y tu yeso? ¿Te lo has quitado estando todavía…?

—Mañana me lo pondré de vuelta o ya veré. Tengo esto…-extendió a lo largo el brazo derecho-Es una muñequera larga ¿Ves? Llega hasta la mitad de mi brazo, esto impedirá que por la presión mis músculos no trabajen. Además… el dolor ya ha pasado, no me duele tanto. Se los dije a los senseis.

—Me pone feliz que te sientas mejor, Teme… bueno, yo… ya vuelvo-se dispuso a caminar por la puerta.

—Te acompaño-habló al instaste.

—¡¡No!!

No pudo evitarlo. Había gritado y llamado la atención del resto, y la cara de Sasuke…

Ese bello rostro…

—Quiero estar solo, Sasuke-acto seguido, salió del local dejando a la mayoría extrañados.

Gaara observó a su amigo que estaba con la mirada gacha, Suigetsu que acababa de salir y presenciar la misma situación suspiró abatido.

—¿Cuando se dará cuenta?-susurró a su compañero pelirrojo, refiriéndose a Sasuke.

—Supongo… que falta poco-fue lo único que respondió y se apoyó en la pared a la espera del profesor.

—Ehh Gaara… mira.

El pelirrojo observó al frente y vio como Sasuke salía del lugar sin esperar las órdenes del mayor. Probablemente seguiría a Naruto, par de idiotas.

—Sasuke lo ama.

Suigetsu le miró sorprendido.

—Pero se hace el indiferente porque teme enfrentar la realidad.

—¿Por qué? ¿A que le teme?

—¿Ya lo olvidaste?-su compañero le miró sin entender-Tonto… hablo de su padre, Fugaku-san.

Y con ese nombre pudo comprenderlo todo. Sasuke hacia bien temerle…

OOOooOOO

El moreno se había escabullido detrás de las cabañas que le seguían al local de trajes, para que su amigo rubio no lo pillara desprevenido. Además no tendría ninguna excusa para zafarse. Estaba preocupado por su reciente comportamiento y el modo en que lo alejó de él.

Sasuke se sintió rechazado.

Y le había dolido. Con la bolsa negra en una de sus manos, miraba oculto tras la pared de madera su objetivo.

El ojiazul tenia una de las manos ocupaba con la bolsa y la otra llevada al oído, fue en ese instante que tras oír un leve murmullo, pudo comprender que hablaba por su móvil.

¿Con quién? Le agarró la curiosidad y trató de agudizar sus oídos.

—Sí, madre. Los extraño mucho. ¿Y papá?

Con que sus padres…

—Je, ¿En serio? Pues dile que no se esfuerce. Sí, yo… yo se lo diré. Estamos compartiendo tiempo, juntos. Ja, ja… es que es un Teme y no sabe cómo actuar…

Frunció molesto el seño. Le estaba contando a su madre de él. ¿Qué cosa?

—También los quiero. Si, no te preocupes. Lo veo en unos días… si, mamá. Está bien. Adiós…-bajó su mano con el móvil quedándose viéndolo por unos instantes.

Ahora sí, Sasuke comenzó a hacer ruido con sus pies con el fin de que se diera cuenta que se acercaba. El rubio se dio vuelta y lo miró serio.

—Teme… ¿Necesitas algo?

El azabache se detuvo a solo unos pasos.

—Yo… no. Solo estaba aburrido-fue lo único que se le ocurrió en ese momento. Pero estaba preocupado por su amigo.

—Mmm…-no le cree nada.

—¡¡Oigan, ustedes!!-la voz salvadora de Sasuke fue nada menos que Gaara corriendo hacia ellos-¡¡Kakashi nos llama!! Vamos a los vestidores…-paró frente a ellos, recuperando un poco de aire.

—Bien-sonrió el rubio y caminó por la misma dirección de donde venía el pelirrojo.

El ojinegro comprobó que Naruto se perdiera un poco más, y entonces miró a Gaara.

—Gracias…-y emprendió el curso.

El muchacho de ojos agua marina no entendía nada. Suspiró y siguió a su compañero bajo la radiante luna.

La hora de acercaba…

22:30.

OOOooOOO

—¡¡No me gusta, Shikamaru!!-respondió molesto al verse al gran espejo del cuarto.

Los vestidores no eran nada más que habitaciones para cada estudiante, pero el rubio necesitaba ayuda y cuando observó a su amigo listo y apoyado en la pared con aire cansado lo jaló y se encerraron en su elegido vestidor.

Dicho lugar contaba con todo tipo de maquillajes y adornos como, artículos para acompañar un disfraz.

—Es como debes lucir-masculló, algo exasperado. No había parado de quejarse desde que estaba ahí.

—¡¡No!! ¡¡No me gusta!!-llevó sus manos al rostro y comenzó a despintarse el rostro.

—¡¡Aahhh!! ¡Voy a matarte, Naruto! Eso me llevó diez minutos… ¡¿No entiendes que nos queda poco tiempo?!

—Pero… es que me queda mal. No me gusta-le miró con ojitos de cachorro.

—Odio cuando haces eso-suspiró-Tks… se supone que la piel de un vampiro es pálida, por eso te pinte así.

—Pues lo cambiare-sonrió abiertamente-¡Seré el primer vampiro con piel bronceada!

—Como quieras. Que problemático…-rascó su nuca-Lo que sigue, ¿Dónde están tus colmillos?

—¡Aquí!-enseñó su mano derecha-¿Me los pongo ahora?

—Conviene retrasar un poco el tiempo, esos dientes de plástico después te harán doler la dentadura.

—No me los dejaré mucho tiempo, solo para presumir-sonrisa de galán.

—Como sea, póntelos cuando estemos a punto de entrar al salón. Ahora date la vuelta…

La silla giratoria fue movida al frente de Shikamaru por el impulso de los pies de Naruto.

—No te muevas entendido…-el rubio observó un lápiz color negro en la mano de su amigo.

—¿Qué me harás?

—Si no te pintaras la cara, de todas formas debemos hacer algo en ella. Te delinearé los ojos…

—¡No soy una mujer! ¡Se burlaran de mí!

—¡Idiota, deja de gritarme!-calmó su voz, trató de tranquilizarse-Escucha… por el amor de Dios, Naruto. Créeme que el negro resaltará en tu rostro y te hará ver muy bien. Además no serás el único… seguramente muchos chicos piensan pintarse los ojos.

—Ok…-respondió con una pequeña sonrisa.

Con delicadeza rodeaba en contorno sin ir más allá.

—¡Que no te muevas, te digo!

—Lo siento, lo siento…

—Tks… se corrió.

 

Minutos después.

 

—¿Y? ¿Te gusta?

El rubio no dejaba de observarse en el espejo, sus ojos, luego tocó con delicadeza sus mejillas. Miró a su amigo.

—¡Esta estupendo! Jamás creí que un delineador me hiciera ver diferente…

—Para las mujeres esto es el poder de su belleza-sonrió.

—Aunque… ¿Por qué delineaste mis  marcas de las mejillas?

—Querías ser un vampiro fuera de lo habitual. Ya lo eres, Naruto. Ponte la capa.

—¡Sí!

Shikamaru lo miró de pies a cabeza. Zapatos bien lustrados, negros, pantalón negro apretado a su cuerpo, camisa blanca manga larga con los 3 primeros botones abiertos, un detallado anillo plateado con una piedra azul adornaba su dedo medio, pero aun así algo falta…-pensó.

—¿Qué pasa?-no despegaba los ojos de él.

—¿Te pusiste fijador en el cabello?

¡Yes, my lord!

Una venita palpitante apareció en la sien del contrario.

—¡Deja de burlarte!

—¡Ja, ja, ja! Siempre quise hacerlo…-unas lagrimillas escapaban de sus ojos por la risa.

—¡No te rías! Despintaras tus ojos. Tks…

—¡Oh! Lo estaba olvidando-acalló su risa y se puso serio. Fijó su reflejo en el espejo procurando no haber arruinado el buen trabajo de su amigo-De verdad amigo, eres bueno en esto.

—Mi madre siempre pedía ayuda, y pues… aprendí con el tiempo-se encogió de hombros.

—Muy bueno.

—¿Sabes lo que falta?

Naruto negó.

El joven de coleta tomó un lápiz rojo de la mesa y se acercó al rostro del rubio. Más específicamente, acercó su mano a la comisura de sus labios.

—No te muevas… te haré parecer que acabas de beber sangre.

Sasuke quiero que me veas…

OOOooOOO

—¡¿Donde mierda lo he dejado?!-gritó prácticamente histérico.

—Cálmate y trata de recordar-habló el pelirrojo con voz tranquila.

El collar del disfraz se había desaparecido de la mesa. Era hermoso, una aleación similar de plata de la cual pendía una cruz.

Gaara miraba a su amigo tirar papeles y frascos de plástico de maquillaje revisando una y otra vez la vendita mesa frente al espejo.

Solo faltaba eso, el estúpido colgante.

—¡¡Lo encontré!!-gritó, sonriendo aliviado.

Sasuke estaba tirado bajo la mesa con el collar en una de sus manos. Se paró y procedió a prenderlo a su cuello.

—La capa se está desanudando-señaló sus hombros.

El moreno frunció el seño. Una vez estuvo el collar enganchado en él, afianzó el nudo de la capa negra.

—¿Crees que me veo bien…?-preguntó un tanto dudoso.

Gaara lo analizó de arriba abajo. Ojos delineados, camisa blanca media abierta con botones dorados, pantalón ajustado, zapatos brillosos negros y la infaltable capa que llegaba hasta el suelo. Pero esa capa tenía algo que sobresaltaba al moreno, unas pequeñas alas de murciélago que le iban muy bien.

—Mi veredicto definitivo es…

Sasuke sudó frio.

—Atractivo.

—¿No me estás jodiendo, verdad?

—Idiota…-palmeó su hombro-Deja de fijarte tanto en eso. Te ves bien. Lo pálido de tu piel se adapta bien a tu disfraz. Pareces un vampiro real, en serio.

Sonrió de lado y se miró al espejo. Tenía revuelto el cabello, las puntas bien fijas en su lugar. Había acomodado su largo flequillo de lado tapando uno de sus ojos, por lo que podía apreciarse un poco más su frente.

—Sabes-llevó su mano al mentón-Los vampiros chupan sangre, lo más lógico sería pintarte los labios de rojo o…

—Sangre en la comisura de los labios-completo la frase-Ayúdame, Gaara. Me pondré los colmillos en la entrada del salón.

—¡Manos a la obra!-tomó el lápiz rojo.

Naruto… quiero que me mires solo a mí. Solo a mí… Dobe.

OOOooOOO

Caminaban afuera en la oscura noche, solo iluminada por las antorchas. Tenía que admitir, que estaba sumamente nervioso.

—A propósito… ¿De que estás disfrazado?

—¿Es que no conoces este personaje?-se detuvo y tomó su traje con una de sus manos.

Shikamaru vestía un chaleco de terciopelo verde con botones dorados, cinturón de cuero con la hebilla cuadrada también dorada, pantalón marrón oscuro haciendo juego con un par de botas. Pero lo que destacaba del traje, era su sombrero verde que era adornado por una larga pluma roja y en su mano, sus respetivas armas: arco y flecha.

 —No debí traerlos, podría perderlos-comentó, refiriéndose a las herramientas del disfraz.

—Todavía sigo sin entender que eres.

El de coleta se golpeó el rostro con leve fuerza por su ignorancia.

—¡¡Robin Hood!!

OOOooOOO

—Estoy algo nervioso…-respondió camino al salón.

—Yo también-admitió su amigo-Para ser sincero… no sé si debí elegir este traje.

Sasuke se detuvo a medio camino.

—Te ves bien, Gaara. Ese disfraz te queda.

—¿Hablas en serio?

El azabache asintió.

La vestimenta del pelirrojo era un traje similar de gala, un smoking rojo también con un sombrero. Cinturón blanco, Zapatos del mismo color bien lustrados con rayas negras a ambos lados, a simple vista no parecía nada fuera de lo normal, pero si uno miraba a Gaara por detrás, dejaría de pensar igual.

Una cola se movía a cada paso que daba, esta estaba pegada a sus pantalones rojos. Y había que contar también con el largo tridente que llevaba en su mano derecha.

—¿Y la vincha con cuernos?-preguntó extrañado.

—No me gustó, prefiero el sombrero.

—Con tu cabello de ese color, de verdad, te ves increíble-sonrió.

—Tonto…-susurró, prosiguieron su camino y Gaara no pudo evitar sonreír tan solo un poco.

OOOooOOO

—¿Listo?

Naruto suspiró. Podía oírse bullicio junto a la música en un volumen no tan alto ya que unos preferirían charlar.

—Listo-tomó sus colmillos del bolsillo trasero del pantalón-¡A chupar Sangre!-gritó divertido, ingresando.

Shikamaru rió.

Dentro, sus amigos charlaban animadamente. El salón podría decirse que era inmenso a lo que imaginaban. Los adornos era impresionantes, había cortinas que tapaban a lo largo las paredes, cortinas negras con telaraña. Murciélagos colgados en el techo y uno que otro bicho raro…

Las mesas repletas de comida, igual de adornadas. Las calabazas parecían ser el centro de la mesa. Dentro de ella había demasiados caramelos como paletas. Los platos tenían galletas de chocolate y arañas pequeñas encimadas. Una que otra mano ensangrentada que ocupaba fuentes de papitas o agarraba una bebida.

Yamato-sensei y el personal habían hecho un trabajo increíble. Y ni hablar de las luces nocturnas… apenas podían apreciarse el traje del resto. Reflectores en lo alto que se movían sin parar, azules, amarillos, rojos, violetas y verdes. Una mezcla de color que desconcertaba un poco la visión hasta que uno lograra acostumbrarse.

—No te desmayes aquí-advirtió.

—Las luces están muy fuertes-tapaba sus ojos.

—Ya te acostumbraras, Naruto-suspiró-¡Mira allí! ¡Es Ino y Hinata, ven!-lo tomó del brazo y se acercaron rápidamente.

Sus amigas los observaron con una gran sonrisa en sus labios.

Hinata vestía un hermoso vestido lila con brillo y detalles pequeños en la delantera, llevaba el cabello suelto y se había dejado caer brillantina en él. Un par de alas de tela del mismo color al traje podían verse en su espalda. Calzaba unas sandalias blancas con algo de taco. En otras palabras, la joven oji-blanca era un hada. En su mano llevaba la típica varita, blanca y traslucida arriba de esta, una bonita y pequeña estrella se alzaba en la punta.

—¡Guau! ¡Se ves espectaculares, especialmente tú, Naruto! No me lo hubiera imaginado-sonrió la rubia.

—¡Ino, Hinata, se ven hermosas!-comentó el blondo, recuperando un poco la visión.

—Había oído sus gritos del otro lado. ¿Le ganaste a Sakura el traje de princesa?-preguntó el de coleta, al verla con ese hermoso vestido.

—Ya me hubiera gustado, pero no-negó con la cabeza-La verdad es que luego de tanta pelea, no sé cómo, pero sus ojos vieron la caja abierta de al lado y se enamoró del otro disfraz.

—¿Cómo era?-preguntó curioso el ojiazul.

—El disfraz de Cleopatra.

—Ja, seguro piensa impresionar a Sasuke, ¿Verdad, Naruto?

—¿Naru?-Hinata lo miró preocupada. El rubio les daba la espalda.

—Ahí viene…-fue todo lo que pudo decir.

Los tres lo entendieron a la perfección. Sakura deslumbraba en la entrada a pesar de la poca luz.

Pero Naruto no miraba su esplendido vestido blanco con joyas en el cuerpo, miraba a Sasuke… Sakura estaba aferrada al brazo del moreno mostrando una amplia sonrisa a su alrededor, causando que el resto sintiera envidia tanto de su disfraz como de su sexy azabache.

A medida que se acercaba pudieron notar su fabuloso atuendo. La tiara dorada con una pequeña cabeza de cobra. Su cabello rosa suelto, llegándole casi hasta la mitad de sus hombros. Sus ojos delineados al igual que sus parpados, sus labios rosa brillante. Llevaba pendientes de perlas muy llamativos al igual que el colgante en su cuello, una piedra negra, la cadena parecía de oro. Unos brazaletes en ambas manos y unos anillos.

El vestido blanco mostraba un brazo descubierto, llevaba un cinturón de cuero con flecos y detalles dorados en los bordes, sandalias con tiras de cuero cruzadas una con la otra con algo de taco.

La tela fina llegaba hasta el suelo, la cual también tenía flecos al final. De espaldas, podía verse su gran escote con unas finas tiritas que llegaban hasta la cintura.

Se veía como una reina.

Naruto no quiso ver más.

—¡¡Naru!!

—¿A dónde vas?

Ino y Hinata estuvieron a punto de seguirlo hasta el fondo, donde se perdía con el resto. Shikamaru las tomó del brazo.

—Déjenlo solo.

Se miraron y luego a la pareja que estaba a solo unos pasos.

—Hola, Ino-sonrió divertido-Estás linda-comentó sin una pizca de verdad.

—Tú igual-se puso de brazos cruzados.

—Je-sonrió con orgullo-Hinata, ese traje te sienta de maravilla.

—Gracias-respondió seria.

Shikamaru se acercó al agarrado moreno.

—¿Viste a Kiba?

—Estaba afuera hablando con Suigetsu-comentó con indiferencia.

El de coleta se quedó unos segundos admirando el disfraz, se parecían mucho.

—Te ves bien.

Sasuke sonrió con sinceridad.

—Gracias, tu también.

No podían hablar mucho si Sakura estaba de por medio, Sasuke captó la mirada de Shikamaru.

—¿Vamos por unos tragos?-preguntó el Nara.

—Desde luego-miró a su novia-Sakura, ¿Me devuelves mi brazo?-enarcó una ceja.

—¿Eh? Je, je… desde luego-lo soltó-Enseguida los sigo.

—Preferiría que no-habló con la verdad-Serán temas de chicos, ¿Por qué no te reúnes con Karin? ¿No necesitaba tu ayuda con algo anteriormente?

La muchacha pareció palidecer al instante.

—¡Es cierto! ¡Lo había olvidado! Nos vemos después, Ino-comenzó a correr recogiendo parte del vestido para no caer al piso, y se perdió en la salida nuevamente.

—Ja, Ja… que manera de correr-rió la rubia.

—Ino, ¿Te parece si probamos las galletas? Se ven deliciosas. ¡Ah, y traje mi cámara! ¡Saquemos fotos a todos los trajes del grupo!-gritó emocionada.

—¡¡Claro!! ¿Por qué, no? Será genial.

Pero una pregunta rondaba su mente, ¿De dónde había sacado la cámara?

 

 

Sasuke y Shikamaru llegaron a la mesa de golosinas y comida, donde se dispusieron a tomar una bebida, pero no era lo único…

—¿Lo viste?-preguntó después de unos minutos de silencio.

—Si-contestó frio-Lo buscaré…

—¿Y luego que harás?-interrogó, un tanto molesto.

—…

—Sasuke… debes ser sincero con tus sentimientos. Tks… no sé cómo te digo esto ahora, pero… lo he notado en sus ojos, hace poco. Estaba emocionado por verte, y se puso irresistible para ti-se rascó la nuca con pereza-Quería impresionarte. ¿Y tú con que le sales?

El moreno frunció el seño.

—Entrando con Sakura del brazo.

—Tks… ¡¡Ella me agarró antes de entrar!!-gritó molesto.

—¡Pero tú no te negaste!-rebatió-¿O lo hiciste?

Sasuke quedó mudo.

—Hay ves. Como sea… sé que es tu novia, pero parece que tú ves más a Naruto que a Sakura. ¿O me equivoco?

Otra vez mudo, bajó su rostro.

—Esto debe ser difícil para ti, y no te culpo. Tendrás tus problemas, pero… veo a Naruto morir de amor por ti y… me muero de tristeza, ¿Lo entiendes? Como su amigo… me siento en la necesidad de protegerlo. Es como mi hermano, el hermano que no tuve.

—Shikamaru, yo…-subió su rostro.

—Yo y Kiba, sabemos aquello. Que… lo hicieron en mi cabaña.

Sasuke se sonrojó de golpe.

—Perdón-se lamentó-De verdad no quería…

—¡Oye, para!-le interrumpió-No estoy molesto por eso, ahí. Solo quería hacerte saber que cuando entramos, encontramos a Naruto llorando en la punta de la cama. Y lloraba por ti… él creyó que era su culpa que cedieras. Que te sentiste presionado. Comenzó a gritar desesperado, sollozando, ¡Sasuke me odia!-lo dijo en tono serio, sin ninguna intención de imitar la voz-Dime, Sasuke. Solo te haré esta pregunta, ¿Fue su culpa que cedieras o tú también participaste?

—…

OOOooOOO

Se había apartado del moreno cuando la peli-rosa se abalanzó sobre su presa. Era mejor así. Sasuke debía pasar tiempo con su pareja aunque pareciese que el amor entre ellos no existiera, al menos por parte de Sasuke.

Se apoyó contra la pared con una vaso de gaseosa, mientras miraba a los demás conversar animadamente o bailando. Suspiró pesadamente.

Se sentía solo. ¿Para qué negarlo? Estaba aburrido, e incluso se había negado en un principio, pero Sasuke le insistió junto a Suigetsu. Probablemente hasta Suigetsu buscaría a Karin y se la pasarían en grande.

—¿En qué piensas tanto, Gaa-chan? ¿Acaso en mí?

Su frente se arrugó de inmediato y dos venitas amenazaban con explotarle, salió de sus pensamientos y miró directo al pálido moreno.

Y luego…

Luego quedó tieso.

 

—¿Gaara?

Bajó su rostro, algo avergonzado, ¿Para qué mentir? Ese disfraz le iba excelente con su piel…

De verdad parecía al personaje.

—Te ves bien…-logró pronunciar.

Pero el bullicio no le permitió escuchar a Sai.

—¿Qué?

—¡¡QUE TE VES BIEN!!

Se sonrojó, y el ojinegro sonrió cálidamente por su respuesta.

—¡¿De verdad?!-preguntó emocionado-pues… ¡¡Gaara, me gusta cómo te ves!!-gritó sin signos de nerviosismo.

El desgraciado no tenía vergüenza como él.

Sai vestía una túnica negra que arrastraba por el piso. Se había delineado los ojos, y tenía la capucha puesta. En sus manos llevaba unos guantes finos que lo hacían ver como manos esqueléticas, y llevaba la enorme Oz en la mano derecha.

—Venía con una máscara de calavera… ¿pero sabes? No me gustó como me quedaba, así que preferí venir mostrando mi rostro. ¿Tú qué dices?-le sonrió.

—Como… como quieras, está bien, mientras te sientas cómodo-trató de no tartamudear.

¿Por qué me pongo nervioso?

Ya nos hemos vista antes, ¿Qué lo hace diferente?

—Es lindo conversar contigo-comentó sonriente-¡Oye! ¿No quieres jugar un poco?

—¿Qué?

—¡Tu Tridente contra mi Oz! Solo para pasar el rato, ¿Qué dices?-le animó.

Lo pensó seriamente. Ya no eran niños como para hacer estupideces, pero por el otro lado, la vida sin ningún sobresalto era…

—¡¡De acuerdo!! ¡Busquemos lugar!

Mediocre.

—¡Ese es mi Gaa-chan!

—¡¡Llámame Gaara, idiota!!

—¡¡¡Ja, ja…, y…!!! ¿Qué te parece, mi diablito Gaara?

—¡¡¡¡MI NOMBRE ES GAARA!!!!

Iba a matarlo, juraba que lo mataría delante de sus compañeros y de Kami-sama.

OOOooOOO

Lo buscó con la mirada intensamente, sus ojos ardían un poco por la mezcla de colores al tratar de enfocarla más allá. Al parecer no solo su grupo se había reunido, sino también, algunos del hotel. Observó a Anko, su profesora, un poco más adelante bebiendo gaseosa junto a la mesa. Vestía normal, tal parecía que no le gustaba mucho eso o no había encontrado su disfraz ideal.

Sakura…

Se quedó parado en un rincón pensando en ella. En como lucía con ese vestido cargado de collares y anillos. Maquillada.

Estaba hermosa.

Pero para él, Naruto estaba bellísimo.

Más lindo, más… resplandeciente que la propia Sakura.

Sonrió bobamente al darse cuenta de lo pensado. Aun con la poca luz y la distancia en que lo había visto antes de que se alejara, pudo notarlo.

Un porte atractivo en su persona. Tal como había dicho Shikamaru, irresistible, y solo por él. Su corazón se aceleró con fuerza.

Naruto vestía a lo lejos de negro… tal como él.

Y era hermoso.

Y entonces, saliendo de sus cavilaciones, pudo detectarlo. Una cabellera rubia difícil de confundir. Corrió apresurado a su encuentro esquivando al resto, su rubio amigo estaba recargado justo al lado de la puerta trasera del salón. Solo mirando al resto con expresión aburrida.

La cual quedó en el pasado cuando sus ojos se fijaron en los ónixs de un moreno.  Quiso perderlo, salir de allí, pero Sasuke avanzó con paso decidido y lo acorraló contra la pared.

—Sasuke…

—Dobe…

Apreció su disfraz. Naruto lo encontró verdaderamente único, su amor estaba realmente sexy con esa capa y esas alitas que colgaban en su espalda.

Sus colmillos, tal como los suyos. Sus ojos...

Sasuke sin decir nada, acercó su mano a la boca y retiró los colmillos de plástico.

—Naruto… quítatelos.

El rubio lo miró sin entender nada, pero cumplió con su pedido sin imaginarse lo que ocurriría a continuación.

Ambos despojados de aquello, lo guardaron cada uno en su bolsillo, el blondo luego miró a su amigo con confusión.

—Te ves her…

Y ahí quedaron sus palabras. Sasuke le robó sus labios de la manera más inimaginable posible en ese minuto. Sintió su calidez, y quedó completamente derretido ante ello. Seguramente se arruinaría el maquillaje rojo que simulaba las gotas de sangre en sus comisuras, pero no le importaba.

Cerró sus ojos. Sintió los brazos del moreno enroscarse en su cintura, levantó los suyos y rodeó el cuello alvino sin detener el movimiento de su lengua. Sasuke y Naruto intercambiaban su saliva de la manera más lujuriosa que hubieran imaginado, sus cuerpos se apegaron y con desesperación se robaban el aire uno al otro. Se fundían.

¡¡¡¡Sasuke le estaba besando por propia voluntad!!!!

OOOooOOO

Algo nerviosa. Llevaba buscándolo durante los últimos treinta minutos, ya estaba acercándose al final del salón. Había tenido que ayudar a Karin con su maquillaje ya que ella era muy mala haciéndolo. Karin podía ser muy detestable. Había días en que no la aguantaba ni un segundo, pero otros… otros sabía necesitarla. La pelirroja siempre estaba pegada a su lado y apoyándola en sus descabelladas ideas y guardaba secretos mejor que nadie.

No confiaba en nadie más que Karin, odiaba decirlo, pero dependía en gran parte de ella.

Y por esa razón, se molestó en ayudarla con su rostro. Y convertirla en una princesa. Cuando salieron y llegaron a la entrada, Suigetsu la esperaba con una media sonrisa.

¿Desde cuándo ellos…?

¿Qué no se odiaban a muerte?

Como cambian las cosas. Suspiró.

Y ahí estaba, buscando a su novio perdido.

Sakura no podía creer lo que sus ojos jade miraban entre la poca luz del salón. Todos se divertían con la música al máximo. Bailando, charlando, besándose…

Hasta para eso estaba la fiesta. No podía creerlo…

Dos cuerpos estaban a un costado de todos contra la pared. Más específicamente dos muchachos. Uno devorándole la boca al otro de manera desesperada.

Qué asco- fue lo primero que vino a su mente.

Dos chicos besándose. Aunque estaba muy curiosa por saber quiénes eran, era una lástima que con la poca luz no pudiera ver sus rostros.

Sus disfraces eran casi similares. De repente una luz blanca se mezcló con el resto de azules y rojos. Era un poco más visible. Ella se acercó siendo ignorada por la pareja que seguía fundiendo sus labios con pasión.

Se detuvo a solo unos pasos. Sus ojos se abrieron desmesuradamente. Un enojo indescriptible cubrió su cuerpo.

El vampiro que estaba besando… el chico vestido de ese traje negro con capa, no, no… debía ser una pesadilla.

—¡¡¡¡SASUKE!!!!

Pero no lo era.

El moreno se separó de golpe del rubio, miró a su espalda y ahí… ahí un fiera parecía querer devorarlo.

Sakura estaba consternada y enojada al mismo tiempo.

—¡¡Ven, Dobe!!-lo jaló de su brazo.

El blondo parecía un muñeco, estaba bajo los recientes síntomas de Boves de su vida. El amor te convertía en idiota, ahora podía jurarlo y admitir la verdad.

Sasuke abrió la puerta que estaba a su lado, salió corriendo junto a Naruto siendo perseguidos por una furiosa cleopatra. Desafortunadamente para ella, era tanto su enojo y frustración que no tuvo en cuenta levantar su vestido, por lo cual, por el largo, tropezó y cayó de cara tragando algo de arena en el proceso. Fue tarde cuando cerró sus labios.

—¡¡¡Maldito Naruto…!!!-fue lo único que salió de sus labios luego de escupir la arena, y aun con la lengua rasposa.

Una de sus sandalias se había roto por la caída y raspado una de sus rodillas, definitivamente no era su noche.

Derrotada y con ganas de llorar, prefirió no volver a la fiesta como un mamarracho y se dirigió a su cabaña en silencio y descalza de un pie.

OOOooOOO

Sasuke y Naruto habían entrado a su cabaña matándose de risa por lo sucedido, se sorprendieron de que sus pasos cesaran y cuando voltearon, observaron a la peli-rosa tirada en el piso. No se quedaron y siguieron corriendo pero con una imagen bastante humillante de ella.

Se sentaron mirándose desde la otra cama. El rubio recordó el beso tan apasionado y se sonrojó notablemente, bajó la mirada con mucha pena.

Sasuke sonrió con ternura. Se puso de pie, camino y se sentó junto a él en la orilla.

—Dobe…

—…Deberíamos volver, no creo que vaya a la fiesta. Además tendrás que arreglarlo con ella mañana-su voz era profundamente cargada de tristeza, pero levantó el rostro y le sonrió con calidez.

Sasuke murió de ternura con esa sonrisa.

Puso su mano en el mentón de su amigo rubio, le miró directo a sus ojos azules y le sonrió sinceramente. Naruto quedó fascinado por su sonrisa. Sasuke parecía otro cuando sonreía…

—No hay nada que arreglar, Dobe. Sakura me engañó, y yo la engañe luego contigo. Estamos a mano.

Su sonrojo persistía, pero luego lo miró sorprendido por sus primeras palabras.

—¡¿Te engañó?!

—Eso ya no me importa… me hubiera importado si sentía algo por ella. Pero lo siento por otra persona…

El corazón del ojiazul comenzó a palpitar velozmente, miró a Sasuke casi con los ojos aguados en lágrimas.

—Naruto…-le acarició la mejilla.

El cuerpo del moreno comenzó a dejarse caer encima de él con delicadeza, se dejó sin resistirse. Había esperado tanto ese momento de ensueño…

—Dobe…-acercó su mano, secando las lagrimas que salían de sus zafiros-Dobe…-ocultó su rostro en el cuello del rubio, inhalando su olor. Su perfume.

Levantó su rostro, puso su brazo entremedio de ellos, acariciando el rostro de Naruto.

—Tú me dijiste que me amabas cuando lo hicimos esa vez…

El hermoso sonrojo a los ojos del azabache no había abandonado las mejillas bronceadas.

—Usuratonkachi, ahora yo… voy a decírtelo también.

Lo abrazó con fuerza a él. Naruto quería llorar de emoción y de creer que era un sueño.

—Te Amo, Dobe. Te Amo… estoy loco por ti.

—Sas… Sasuke-sollozó.

—Quiero… hacer el amor contigo, Naruto-sus mejillas se ruborizaron al instante de terminar-Quiero… demostrarte mi amor por ti…

El beso de ternura del rubio le hizo dar cuenta que estaba aceptando lo siguiente. Sasuke lo besó más intensamente, mientras sonreía separándose tan solo unos milímetros para recuperar el aire y luego devorar los carnosos labios de su nueva pareja.

Eres mi verdadero amor, Dobe.

Y mi novio…desde ahora.

—Teme… voy a chuparte la sangre-sonrió tomando los colmillos y acomodárselos en la boca.

—¿Ah, sí?-sonrisa ganadora-Pues yo voy a chupar algo más que solo tu sangre-se puso sus colmillos guiñándole un ojo.

—¡¡Pervertido!!-gritó sonrojado.

—Este pervertido…-se acercó a su rostro-Quiere chuparte Dobe…

—Aaaahh… Teme…

(Continuará)

 

Notas finales:

 

Debido a que esta fic parece estar perdiendo algo de popularidad, he decidido acortarla y sacar escenas como una que otra cosa en sus actividades y roses.

La cantidad de capítulos ya esta especificada, serían 40, pero yo las achique.

¡Serán 30 capítulos en total!

Lista:

*Capitulo 24: Segunda actividad: ¿Tortugas marinas? (Actualización a mediados o finales de noviembre)

*Capitulo 25: Tercera actividad: Cine

*Capitulo 26: Malas noticias.

*Capitulo 27: Malas decisiones.

*Capitulo 28: ¡Competencia de Autos!

*Capitulo 29: Adiós Dobe…

*Capitulo 30: ¡Amo a Sasuke!  ¡¡No nos separen!! (FINAL)

Y ahí para que tengan una idea con los nombres del título, ¡Saludos y espero les haya gustado tan largo el capitulo!

 


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