Segunda actividad: ¿Tortugas marinas?
Sasuke le había despojado de la última prenda. Su ahora rubio respiraba agitadamente mostrando sus mejillas sonrojadas junto a unas marcas recientes en su cuello y cerca de sus pezones. Se montó sobre él al tiempo en el que el mismo Naruto enroscaba sus piernas en su cintura.
El joven moreno que demostraba su gran excitación en el brillo de sus ojos, se inclinó y tomó los labios ya hinchados de su amado en un beso demandante.
Habían estado largo tiempo besándose. Jugando entre risas y caricias con aquellos dientes vampíricos. Pero la pasión los terminó invadiendo de golpe y en un apuro instantáneo comenzaron a desvestirse uno al otro hasta quedar solamente en bóxers. Bóxers que ya estaban junto al resto esparcidos en el suelo.
—Sasuke…-jadeó, tomándolo de la nuca casi al punto de jalarlo de sus cabellos azabaches-No quiero esperar…
El moreno sonrió.
—Vaya, y yo aquella vez me sentía tan inexperto-rió-no puedo creer que esté haciendo esto…-besó sus mejillas con ternura-Supongo que es el instinto de quererte tanto y demostrártelo.
Acercó su rostro, abrió sus labios. Naruto lo recibió gustoso. Sasuke deslizó su lengua adentro de aquella tibia cavidad encontrándose con la lengua de su rubio. Al acto comenzaron a disputarse por el control. Aquel beso húmedo junto a sus cuerpos pegados, desnudos, sintiendo sus intimidades palpitar y rozándose descaradamente era el éxtasis puro.
El ojiazul pasó sus brazos por el cuello de su pelinegro intensificando el sabor y la presión de sus labios. Permanecieron unidos hasta que la última pizca de aire desapareciera de ellos, al separarse, un pequeño hilillo de saliva los unía. Se miraron fijamente con la respiración agitada y el calor invadiendo intensamente sus interiores. Sasuke sacó su lengua rompiendo aquel puente de saliva de manera lujuriosa a la vista de su hermoso rubio.
—Teme…-le miró con los ojos entrecerrados por el ligero placer en su cuerpo. Una mirada de súplica.
—Lo sé-susurró. Besó su frente, separó su caliente cuerpo del contrario y se dispuso a meter sus dedos en la boca de Naruto-chúpalos, Dobe… quiero que los dejes bien ensalivados.
No sentía inseguridad como aquella vez. Al contrario, estaba sumamente feliz. Le haría el amor a la persona que amaba con locura y no se arrepentiría de nada.
Sasuke no tenía miedo, su mente estaba en perfecta armonía consigo mismo, lo amaba, amaba a su mejor amigo y le importaba una mierda si era un hombre como él.
A la mañana siguiente anunciaría a Sakura su rompimiento con ella y comenzaría su relación con Naruto. No tenía sentido ocultarlo o negarlo si ella ya los había pillado besándose bajo las luces del salón.
Era momento de poder sentirse plenamente completo con su otra mitad, pensó que era la muchacha de cabellos rosados, pero erró. Y jamás se hubiera esperado lo que estaba a punto de suceder esa noche.
—Naruto…
—Aaaahhh… Sasuke…
Había introducido uno de sus dedos en la entrada virgen de su rubio causando que se estremeciera.
—Relájate-besó sus parpados cariñosamente y volvió a su trabajo.
—Lo sé, Teme…
Comenzó a moverse dentro de su entrada para que se acostumbrara escuchando los jadeos y suspiros de Naruto. Lo observó y le pareció lo más hermoso que había visto en toda su vida, jamás imaginó que ver un hombre fuera tan sensual.
El ojiazul tenía los ojos cerrados, con el pecho subiendo y bajando y las mejillas sonrojadas al máximo. Si no fuera por la pequeña lámpara en la mesa de luz, no podría admirar tan erótica escena.
—Mi Dobe…
El joven rubio sintió como su amado se inclinaba hacia él aun con uno de sus dedos en su interior, abrió sus ojos topándose con aquellos irises color negros.
—Te amo demasiado-susurró cerca de sus labios.
Naruto sintió como su corazón palpitaba más fuerte con esas simples palabras que lo hacían tan feliz y completo. Teniendo a Sasuke abrazado, lo pegó a su cuerpo al momento en que tomaba sus labios y cerraba sus zafiros perdiéndose en el sabor del Uchiha, sintiendo como la lengua contraria luchaba con la suya de manera exquisita.
Sasuke aprovechó que lo mantenía ocupado con sus labios para meter el segundo dedo en su estreches. El rubio gimió dentro de su boca al momento de sentir esa molestia, el azabache quería impedir lastimarlo, así que con la mano restante se deslizó hacia abajo y entre sus cuerpos, tomó el miembro erecto de su Dobe para estimularlo al ritmo de sus besos.
Naruto se relajó al instante. Sasuke se separó y aumento el movimiento de su mano de arriba hacia abajo sin parar, al mismo minuto en que movía los dos dedos en su entrada. El dolor casi era pasable gracias a eso.
—Te… me… aaaahhh. ¡¡¡Sasuke!!!-se aferró a las sabanas, sintiendo esa mano en su intimidad, lo bien que lo hacía ver el paraíso-¡¡Aaaaahhh!! ¡¡¡Más, por favor… Sasuke, hazlo más rápido!!!
El moreno sonrió con arrogancia. Estaba satisfecho con su trabajo, sin olvidar que le hacía feliz complacerlo y ver sus expresiones de placer.
Solo yo, Dobe. Solo yo puedo verte de esta manera.
—¡¡¡Sas… Sasuke!!!-aumentó los movimientos. Ahora era su oportunidad, el rubio deliraba de gusto.
Mientras gemía su nombre una y otra vez, con la cara empapada en sudor, el azabache metió el tercer dedo y ahora con los tres empezó a ampliar la rosada entrada sin detenerse. Naruto pronto se correría y debía aprovechar que en ese momento no sentía dolor.
Lo amaba tanto. Al verlo decir su nombre se sintió muy feliz. Naruto lo quería demasiado desde mucho antes, mientras él nunca le había dado la oportunidad de acercársele. Sus ojos se aguaron y un par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas, esto fue visto por los ojos azules entrecerrados.
—¡¡TE AMO!!
El ojinegro le miró sorprendido por el grito repentino. Le sonrió con dulzura, el rubio arqueó la espalda y al momento de correrse, Sasuke dejó su trabajo y lo besó fogosamente sin darle tiempo a gemir cuando su semilla manchó el abdomen del alvino.
—Y yo a ti, Usuratonkachi-le susurró al separarse de sus labios.
—Te… me…-su respiración estaba muy agitada e intentaba recuperar poco a poco el aire. Sasuke le había absorbido con ese delicioso beso de lengua.
El moreno permaneció encima de su amado, mirándose el estomago. Sonrió burlón y lo miró directo a sus orbes azules.
—Vaya, te has corrido bastante, Naruto-el rubio enrojeció notablemente y cubrió sus ojos con el antebrazo.
—Calla… idiota…
—Eso solo hace que quiera violarte más, Dobe.
—Entonces…-quitó el brazo de su rostro-Ven Sasuke, te necesito dentro de mí-extendió el brazo acariciando la mejilla del moreno.
—Naru…
Se besaron hasta que el aire desaparecía casi de sus pulmones. Tomó el semen de su rubio que quedaba en su propio cuerpo y lo untó en la entrada para que ayudara cuando entrara en él, lo dilató moviendo sus dedos en círculos tomándose su tiempo.
Su miembro palpitaba y dolía, pero no estaba dispuesto a dañarlo por su propio placer, quería hacerlo sentir bien. Ahora Naruto era su todo en su corazón y no podría vivir sin él.
Escuchó los suspiros y los gemidos de su rubio que no eran nada de sufrimiento. Al parecer había hecho un buen trabajo y se sentía seguro de entrar en él. Se acomodó entre sus piernas, Naruto captó que era tiempo de hacerlo y lo rodeó completamente, quería sentirlo muy dentro de él.
—Bien, Naruto, voy a entrar-advirtió-Por favor… si te duele, dímelo.
El rubio asintió mostrando sus mejillas rojas y la respiración irregular. Por fin tendría a Sasuke.
El moreno entró casi con cautela mirando las expresiones de su ojiazul y confirmando que no fueran de dolor, tenía ya la mitad en su interior.
—¿Te sientes bien?
—Si… no te preocupes… solo hazlo. No me duele-le sonrió dulcemente.
Sasuke asintió en silencio y en segundos todo su miembro estaba adentro. Pudo escuchar un sonoro gemido de los labios de su amado apenas sintió esa enorme intromisión abriéndose paso en su entrada, pero no dolía, Sasuke se había tomado su tiempo de prepararlo lo suficiente y se sentía a gusto con él.
Se dejó caer en su pecho sintiendo sus latidos tan rápidos al igual que lo suyos. Le dio un corto beso antes de iniciar.
—Muévete, Teme.
—¿Seguro?
—Seguro-le rodeó la espalda uniendo lo más que podía sus cuerpos-Te quiero…
—Naruto…-rió-deja de ser tan cursi.
—No me importa…-hizo un puchero-Lo diré todas las veces que quiera.
—Eres tan Dobe, mi Dobe…-se lanzó a sus labios, sintiendo como se movía en su interior y como el blondo gemía entre sus labios.
Sasuke lo tomó de la cintura y comenzó a embestirlo lento y suave. Sintiendo como el rubio se estremecía y se aferraba a su espalda con fuerza.
—¡Teme… mas… rápido!
—Lo que quieras…
Aumentó las estocadas y Naruto perdió la razón de su alrededor solo gimiendo el nombre de su pelinegro. El Uchiha llegó casi a ser poseído por su cuerpo, lo embistió más y más rápido…
—Sas… Sasuke… ¡¡Aaaaahhhh!!
—¡Te… a-amo, Naruto!-tomó el miembro del rubio y comenzó masturbarlo al ritmo de las embestidas.
—¡¡Aaaaaaahhhh, siiiii, Sasuke…!! ¡¡No pares…. Aaaahhhh!!-abrazó al azabache lo mas que pudo cerrando sus ojos y sintiendo como su cuerpo llegaba al éxtasis.
La cama no dejaba de rechinar y habían dejado caer toda la sabana, solo concentrándose en besarse y en el movimiento frenético de sus cuerpos bañados en sudor.
Buscó los labios de Naruto y sus lenguas salieron a su encuentro, se lamieron la comisura de sus labios y se unieron en un beso profundo y apasionado que duro bastante tiempo.
Sintió las uñas del rubio clavarse en su espalda, eso lo hizo enloquecer de placer y hundió su pelvis al cuerpo contrario, sintiendo como su miembro se internaba a lugares desconocidos.
—¡AAAAAHHH!
Observó al rubio que había dado un fuerte gemido al momento en que él había envestido bien al fondo, sonrió orgulloso al saber que había encontrado su punto débil. Tomó al rubio de la cintura dejando de masturbarlo, su rostro bajó hasta casi tocar su pecho bronceado sintiendo la respiración rápida de su amado.
—Dobe… no aguantare… mucho…-respiraba agitado-Vamos a hacerlo sentados…
Sin salir de él, lo acomodó sobre sus piernas, mientras Naruto se aferraba fuertemente alrededor de su cadera y sus brazos en su cuello.
Quedaron en la posición perfecta sentados en la cama para continuar, Sasuke volvió a tomarlo de la cintura y dejó caer su mentón en el hombro izquierdo del blondo.
Las embestidas empezaron salvajes y profundas. El rubio lagrimeaba y sentía arder de temperatura, en ningún momento dejó de gemir el nombre de Sasuke y de cuanto lo amaba.
Ambos se sentían completos y felices.
El azabache cerraba sus ojos sintiendo el cálido interior de Naruto y la primera vez que el entraba en una persona. Y se alegraba de que fuera Naruto, se alegraba de no haberse acostado con Sakura aquella noche que se insinuó y se mostró desnuda con solo un camisón rosa trasparente, Sakura no le había hecho sentir nada con sus besos. Pero Naruto, su mejor amigo, sus besos eran una potente droga y no podía dejar de sentirse caliente cuando lo besaba.
Y ahí estaban. Haciendo el amor con la persona que más amaban.
—¡¡¡Sasuke!!! ¡¡¡Ya no… puedo… más… aaaaaaahhhh!!!
—Do… be…-sintió como oprimía su miembro de forma deliciosa, no pudo aguantar mucho-¡Aaaaaaaahh!
—Aaaahh, Teme, estás tan caliente…-sintió la semilla cálida del pelinegro recorrer sus entrañas y lo hizo simplemente feliz, porque ahora, le pertenecía a su moreno-Te… Amo…
Sasuke levantó el mentón separándose un poco y mirando el rostro de su rubio sonrojado, Nauto lo miró con una pequeña sonrisa y se besaron con amor lentamente sintiendo sus leguas tocarse con menos descontrol. Era un beso cariñoso.
Abrazó a Naruto con sus manos en su cuello y su mentón arriba de su cabellera rubia cerrando sus ojos. El rubio se sorprendió con su acción pero se quedo quieto escuchando el latido de sus corazones.
—Gracias… por amarme, Naruto.
El rubio levantó el rostro al escuchar los sollozos de Sasuke, el también lloró y volvieron a besarse entre sus lágrimas de felicidad.
Se taparon y el rubio dejó caer la cabeza en el pecho alvino abrazándolo con fuerza. Sasuke sonrió con dulzura y antes de quedarse dormido, movió su rostro y besó la frente de Naruto que ya estaba plácidamente dormido con una sonrisa boba en sus labios.
Ha sido la mejor noche de mi vida.
Gracias Dobe.
Abrió sus ojos ante la molesta claridad que comenzaba a entrar por la ventana, se encontró con Sasuke de espaldas con una frazada cubriendo su cuerpo.
—¿Qué hora es, Teme?-dio un largo bostezó, aun tenía mucho sueño. Sus mejillas estaban rojas al recordar lo de anoche y saber que ahora eran…
—Las siete en punto, mi rubio-sonrió para sí y se dio vuelta inclinándose para tomar sus labios dulcemente-Buenos días, novio.
—Buenos días, mi Teme-sus ojos reflejaban la pura felicidad de aquella palabra.
Novios.
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7:30 comedor.
—¡Buenos días, amigos!
Shikamaru y Kiba levantaron la mirada de su desayuno y observaron al dúo venir ¿Feliz?
El de coleta sonrió.
—Busquen su desayuno en la mesa del frente o pueden pedírsela al personal-habló el castaño, tomando un sorbo de café luego de hablar.
—Tu siéntate, Dobe. Me ocupo yo-el moreno salió alejándose para buscar las bandejas.
Naruto se sentó al lado de Kiba y Shikamaru estaba sentado de frente mirándolo divertido.
—¿Y bien?-Shikamaru levantó una ceja.
—¿Cómo la pasaron anoche?-preguntó Kiba, dándole un codo en su brazo.
El pobre rubio se sonrojó como tomate y bajó la mirada conteniendo la vergüenza.
—Yo…
—¿Son novios?
Naruto levantó el rostro sonriendo ampliamente.
—¡Sí! Bueno… podría decirse que sí. Aunque hoy terminará con Sakura. Pero aun así estoy muy feliz.
—Se te nota. Y a Sasuke también-sonrió el de coleta-Los felicito, hacen una linda pareja.
—¡Sí! ¡Es verdad! ¡Te mereces lo mejor Naruto, al fin lograste conquistarlo!
—Gracias, amigos…
—¡Dobe! Haz espacio en la mesa, esto pesa-decía, manteniendo el equilibrio con las dos bandejas.
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Se habían reunido en un salón vacio lejos de los murmullos de los estudiantes.
—Gai, llegó el turno de tu actividad-comentó el peli-plata-Trata de no ser tan duro con ellos.
—No te prometo nada, Kakashi. A las ocho comenzaremos, hazlo saber al resto. Los esperaré a la orilla de los arrecifes con todo preparado.
—Entendido-salió de lugar.
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—Y si no lo cuidas como se debe vamos a tener serios, muy serios problemas Uchiha.
—Voy a cuidar al Dobe, no te preocupes. Gracias por tu sincera amenaza-tenía una venita saliéndole en la sien y su rubio le sostenía una de sus manos tratando de controlarlo por no golpear a sus amigos.
No había hecho nada y ya le estaban amenazando.
—¡Atención estudiantes!
Todo el alumnado paró de comer y miró en la entrada.
—Su próxima actividad comenzará a las ocho en punto y será en las orillas de los arrecifes. Así que… no lleguen tarde porque su profesor estará esperándolos-miró a Sasuke y a Naruto y recordó lo que debía hacer luego de avisarles.
Los murmullos y risas volvieron a inundar el comedor y Kakashi se acercó a la mesa del azabache donde Nara e Inuzuca se sentaban.
—¿Se le ofrece algo Sensei?-preguntó respetuosamente el ojinegro.
—Les informo que hoy harán equipo con Sai. Anko me dijo que Sakura no se siente bien y le duele mucho una de sus piernas, al parecer se cayó anoche en algún lugar-acto seguido les dio la espalda y se retiró del salón.
KIba y Shikamaru miraron a la pareja curiosos.
—¿Qué sucedió exactamente anoche, Naruto?
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—No puede ser…-Kiba arrastró sus palabras desconcertado.
—Pero lo es-Shikamaru miró a su Sensei que estaba sonriéndoles con una pose guay y el dedo pulgar en alto junto a una cantidad de botes con remos.
—¡Vamos a divertirnos mucho hoy, muchachos! ¡Quiero ver la flor de la juventud salir de sus cuerpos!
—¡Yes, Gai-sensei! ¡Me esforzare al máximo!
—¡Bien dicho, Lee!
—Dobe… si llego a morir recuerda que te amo-le miró con una sonrisa burlona.
—No exageres, Teme.
Todo el grupo se reunió a su alrededor atento a la explicación del mayor.
—Su misión es muy sencilla.
—¿Qué es eso?-Ino señaló el agua.
—Precisamente a eso voy… usaran los botes y recogerán los muñecos inflables de esas tortuguitas marinas.
—¿Ahh? ¿Tortugas marinas?
—Verán, queríamos que fueran las reales, pero por riesgo a que esos pobres animales se lastimaran durante la actividad, con Ayuda de Kakashi conseguimos estos muñequitos-sacó de una bolsa negra y tortuguita verde manzana con el caparazón verde oscuro, muy bien detallada, era del tamaño de una mano-Hay millones de estas en el agua. El que logre agarrar más que los demás, gana. Así de simple. Serán contados luego y se les comunicara al día siguiente quien ganó. ¿Entendido?
—¡Sí!
—Bien, suban a sus botes. Ah, antes… pónganse los chalecos salvavidas para evitar posibles problemas.
Tras haberlo hecho, Sasuke y Naruto tomaron un bote, viendo como el resto corría a meterse. El bote de Sasuke, Naruto y Sai, era blanco con líneas rojas a los costados y dos remos.
—Hola, chicos.
Levantaron la mirada topándose con el pelinegro que los miraba algo cansado.
—Llegas tarde, idiota.
—¡Sasuke, no le hables así!
—Déjalo Naru, la verdad es que lo siento. No he dormido bien anoche y me siento un poco débil, pero intentare dar lo mejor de mí.
Sasuke se levantó del bote dando un salto y pisando la arena, tocó la frente de su primo y comprobó que tenía algo de temperatura alta.
—Oye… no quiero decirlo, pero… sería mejor que no te arriesgaras.
—Si no coopero con ustedes, serán descalificados Sasuke. Así que… díganme, ¿Quién será el remador del equipo?
Sasuke y Naruto se miraron por segundos.
—Lo hare yo.
—Teme…
—Si me duelen los brazos tras pasar un tiempo, Naruto me reemplazara, pero tú no debes esforzarte. ¿Lo entiendes?-lo tomó de los hombros-Después de todo somos primos, me preocupo por ti.
Sai le miró perplejo por unos segundos. Algo en Sasuke había cambiado, pero no sabía que era. Aun así… estaba feliz por sentirse querido por el moreno.
—Ok, primito… haré lo que me pides-sonrió levemente.
—¡¡Tendrán tres horas para juntar la mayor cantidad de tortugas!!
Sai se ubicó delante de Sasuke, el lugar de Naruto seria detrás de él ya que igual que el resto se ocuparía de correr el bote con su fuerza y acercarlo al agua.
—¡¡Empiecen!!
El rubio como los otros, puso ambas manos en el borde del bote y pechó con fuerza hacia adelante.
—Naruto…
—No te preocupes… puedo hacerlo, Teme…-cerró los ojos y presionó mas fuertes. El bote comenzó a moverse y deslizarse hasta el agua.
—Un poco más, solo un poco, Dobe.
Empujó con ayuda de sus piernas, sus manos se mantenían pegadas a cada extremo de madera. Abrió los ojos al sentirse ser llevado por el propio vehículo. Sintió sus pies mojarse a pesar de que tenía puesto el calzado.
—Sube, Naruto-escuchó la voz de Sai.
Estaba pisando la arena debajo del agua. Lo había conseguido. Se subió detrás de Sasuke observando al resto y como algunos igual que ellos comenzarían a agarrar las tortuguitas.
Sasuke se posesionó de cada remo e inicio el movimiento en el agua. El bote fue alejándose de la orilla poco a poco.
—¿Cómo vas Sasuke?
—Bien. Solo es hasta que uno se acostumbra, Dobe.
—Estoy viendo un motón de muñequitos verdes adelante. Un poco más primo y podré tomarlos.
—Entendido. Lo moveré más rápido.
—A pesar de que somos amigos de Sasuke, eso no impedirá que junte más tortugas que él. ¡Rema más rápido, Gaara!
—Tks… no presiones, Idiota.
El pelirrojo había notado algo malo en Sai. Se veía muy decaído. No pudo verlo antes ya que aparecía de la nada para trabajar con el equipo, y tenía un mal presentimiento.
—Suigetsu, están en el centro un poco mas y llegamos-comentó la joven de gafas.
—Ok.
—¿Shikamaru te sientes bien?
Ino había visto que llevaba la mano a la cabeza y no se la quitaba de la frente.
El joven pelinegro iba adelante del equipo, observando, en tanto Lee los asombraba con sorprendente fuerza ya que el bote de ellos era el más cercano a los muñecos. Ino estaba detrás de Lee. Pero podía ver a su amigo un tanto raro.
—¿Has desayunado? El desayuno en la mañana es muy importante.
—Sí, lo hice. No se preocupen, es solo un dolor de cabeza. Sigamos adelante.
Kiba iba adelante, Choji en el medio y Hinata detrás de él.
El joven de cabellos castaños no despegaba la mirada del bote de adelante. Ino no había sido la única en notar la expresión del Nara, después de todo le preocupaba demasiado.
Era su amigo.
—Choji, aumenta un poco el ritmo, por favor. Quiero alcanzar el bote de Shikamaru.
—¡Ok!
Habían pasado treinta minutos.
—¿Cómo van?
Kakashi se puso a su lado mirando a sus estudiantes a los lejos recogiendo los dichosos muñequitos.
—Creo que bien. Aun que sabes… de Aquí no veo mucho. Hay algunos que incluso se han alejado más de lo debido, hablare con ellos cuando vuelvan a la orilla.
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—¿Sai?
Sasuke lo tomó de la espalda, había estado a punto de caer hacia adelante e ir derechito al fondo del agua.
—¿Qué le pasa, Sasuke?
—¡¡Oye, idiota, responde!!
—No puedo…. Respirar…
Dejó que Saí se fuera para atrás y colocara su cabeza en su pecho, al verlo, palideció. Estaba respirando entrecortadamente y el sudor recorría todo su cuerpo.
—Dobe… mi primo está mal. Debemos volver.
—¡Hazlo!
—¡Agárralo, Lee!
—¡Lo estoy haciendo, Ino!
Shikamaru se había desmayado de golpe y en vez de caer hacia atrás, había ido hacia adelante. Como consecuencia, sus compañeros no reaccionaron rápido, y cayó flotando en medio del agua.
Lee lo tomó de la cintura jalándolo con fuerza hasta ponerlo nuevamente en el bote.
—Está ardiendo en fiebre-el pelinegro quitó la mano de la frente al ver a Ino distraída en otra cosa-¿Qué pasa?
—No somos los únicos. ¡Mira!
Lee vio que unos de los botes estaba volviendo a la costa a pesar de no haber pasado todavía las tres horas. Vio a Sasuke remar demasiado rápido y delante estaba Sai, pero… estaba dormido encima del moreno.
—¿Se durmió?
—No, idiota, parece algo mas grave.
—¡¡Kiba, vuelve!!
Escucharon el grito de Hinata y se dieron vuelta topándose detrás del bote a un castaño nadando con el chaleco naranja hasta ellos. Se agarró del borde tratando de tranquilizar su respiración.
—¿Qué tiene?
—Se desmayó y tiene fiebre muy alta-contestó la rubia seria-No sé lo que está pasando pero parece grave. Shikamaru y Sai, deben tener alguna clase de alergia.
—Shika…-extendió una de sus manos y tomó la del joven inconsciente por unos instantes-Debemos regresar, ya no me importa la competencia. La salud de Shikamaru es más importante.
Ino y Lee asintieron.
—Ya estamos llegando, primo-Sasuke sentía que le dolían mucho los brazos, pero por Sai estaba sobre esforzándose por llegar a la orilla.
Te quiero primo, asique… aguanta.
Gaara los seguía muy cerca y no despegaba la mirada del bote. Suigetsu y Karin lo sospechaban desde ayer en la fiesta en el modo en que se divertían como niños de primaria.
Gaara estaba enamorado de Sai, y no se daba cuenta.
—Igual que Sasuke-pensó.
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—Bien. Llama al equipo médico Kakashi, tenemos dos inconscientes.
(Continuará)