¡¡NACIMIENTO DE UN NUEVO GRUPO!!
El timbre marcó el momento de salir a despejarse, llegaron al comedor para servirse sus respectivas bandejas y sentarse como todos los días. El rubio formó fila como siempre lo hacía, sus amigos estaban al fondo presenciando el nuevo cambio de su compañero.
—¿Creen que se revele si lo molestan?
—Dalo por hecho Ino, ¿no viste como trató al arrogante de Sasuke-exclamó emocionado, Kiba.
—Hoy Naru se revelará, quiero decir Kiuby se revelará-se corrigió Hinata.
—Naruto es nuestro líder, no hay duda alguna que podrá afrontar todas las dificultades que vengan en el futuro.
—Nadie duda de que todo salga bien, Choji-contestó Shikamaru.
—¿Entonces porque estamos dejándolo solo?
—Ya te explicamos. Naruto tiene que hacerse respetar solo, si rondamos a su alrededor jamás se mostrara enojado con alguien-respondió Ino.
—Confía en él, Choji-habló Hinata con una dulce sonrisa.
En un extremo del lugar, la peli-rosa se encontraba disgustando de su comida en una de las mesas acompañada por sus compañeras porristas mirando de reojo al blondo.
—Sakura, ya cálmate.
—¡¿Cómo quieres que me calme?! ¡Ese estúpido estará con mi Sasuke y lo peor es que se cree ahora el centro de atención!-exclamó al borde de la histeria.
—Te digo algo amiga, si sigues así solo le causaras una alegría a ese. No te muestres enfadada porque sabe que ganara.
—Lo sé. Su aspecto ha cambiado notablemente, pero su personalidad debe ser la misma. El niño llorón y débil bueno para nada-dijo con una perversa sonrisa.
—¿Qué tienes pensado?
—Lo empujare nuevamente al piso como hice anteriormente, apenas le terminen de servir la bandeja.
El ojiazul recorría con la mirada alguna mesa vacía transitando de frente sin ponerse a ver a los costados, cuando un pie se interpuso entre sus piernas. Trastabilló pero logró recuperar su postura rápidamente. Miró a la culpable a los ojos, todos en la cafetería observaban curiosos la situación.
—Hola estúpido-respondió con desprecio y una angelical sonrisa.
—¿Qué quieres de mí?-preguntó sin inmutarse lo que desagradó a la peli-rosa.
—Debes estar feliz ¿no? Llevarte toda la atención del colegio por tu nuevo cambio, ¿Qué se siente? Y más cuando te toco con mi hermoso novio, imbécil.
—Sí eso es todo me iré, quiero comer-dijo dándole la espalda.
“Y si el Uchiha o la pelirosa estúpida de Sakura intenta hablar contigo Ignorales”
Se supone que tenía que ignorarla, pero fallé.
Sakura se enojó a más no poder y lo agarró bruscamente del hombro para que se volteara, lo peor fue que eso ocasionó que tirara la bandeja.
—Mírame cuando te hablo, imbécil!-gritó viéndolo fríamente a la cara.
El cuerpo estudiantil estaba sorprendido por el comportamiento tranquilo del blondo.
—Te aconsejo que te apartes de mí, Sakura-habló con indiferencia.
—Vaya, vaya, que valiente nos saliste, pero no lograras nada. ¡Aléjate de Sasuke!-exclamó presionando su hombro fuertemente.
—¡Te lo advertí, maldición!-respondió enojado quitando su brazo de su hombro y apretárselo.
—Aahh. ¡Idiota, me lastimas!-se quejó haciendo una mueca de dolor.
—Qué pena-respondió irónicamente—Me cobraré lo que me hiciste durante tanto tiempo-respondió desafiante.
Levantó su mano libre, y le propinó semejante cachetada que fue a dar directo al piso. Todos se quedaron boquiabiertos ¿Ese era Naruto? No tenía nada de su yo anterior. Parecía una persona muy diferente.
—Les dije que se haría respetar-exclamó Ino con una amplia sonrisa.
—Se lo tenía bien merecido-dijo Kiba sonriente.
—Llevaba bastante tiempo sin que alguien la pusiera en su lugar ja, ja-contestó Shikamaru.
—Chicos, miren en la entrada-habló señalando al frente, Hinata.
—Que pésima coincidencia. ¡Es Sasuke!-respondió exaltado, Choji.
Nada menos que el Uchiha se encontraba entrando a la cafetería acompañado de Suigetsu y Gaara.
—Oye Sasuke ¿No es tu novia la que está tendida en el suelo?
—Y al parecer el causante de su accidente es el mismísimo Naruto-confirmó el pelirrojo.
El moreno no respondió, pero pasó de largo a todos y tomó la mano de la oji verde para levantarla.
—¿Qué sucedió?-preguntó con semblante bastante tranquilo.
—Yo estaba simplemente por almorzar, y entonces Naruto me empujó y me dijo cosas desagradables, amor-actuó como toda una actriz, angustiada aferrándose al brazo del azabache.
—Asique… te atreviste a pegarle a mi novia. ¿Naruto?-cuestionó prepotente.
—Lo hice, pero no por lo que te dijo ella-respondió indiferente.
—Quieres hacerte el gallito ahora que te sientes superior. Todo por como luces, idiota-respondió con arrogancia.
—Me importa muy poco lo que pienses tu o el resto, yo sé porque cambie, se porque lo hice. Y no permitiré que se repita de nuevo lo del maltrato y desprecio ¿Me has entendido, Uchiha? Mantén a tu chica lejos, porque ni siquiera yo sé de lo que sería capaz de hacerle-todos se estremecieron con sus últimas palabras.
No puede ser que este sea… Naruto. No lo entiendo para nada.
—Espera un momento, estúpido. ¡Los populares tenemos la autoridad sobre las molestias como ustedes!-habló firme.
—Eso se acabó, Sasuke. Nuestro nombre es REBELDES, y no permitiremos que tus amiguitos abusen de los más débiles-estaba decidido a no dejar ver su debilidad al pelinegro.
—¿Débiles? ¿Te has visto al espejo, Namikaze? Eres uno de ellos. Por más que cambies tu apariencia, tu interior siempre seguirá igual.
—Te equivocas, me deshice de todo. Lo que estás viendo es lo que soy ahora.
El timbre anunció el final del recreo. El rubio se encaminó a la salida ignorando la presencia del pelinegro, mientras este miraba a su novia con cierta molestia.
—Sakura, no vuelvas a entrometerte con él, solo me causas problemas-dijo zafándose del agarre para irse nuevamente al salón.
—Pero, Sasuke yo…
Sus amigas se acercaron a su abatida compañera para brindarle ánimos.
—Sakura no te deprimas, ya verás que todo se arreglara.
—Ese estúpido de mierda, me hizo ver como una tonta frente a Sasuke-rechinó los dientes.
—Cuesta creer aun que ese sea Naruto, jamás vi su lado violento y para serte franca, se ve muy sexy.
—Karin, ¿De qué lado estás?
—No puedo evitarlo, es muy lindo, Sakura.
En las afueras del lugar los compañeros del rubio no dejaban de felicitarlo por su gran enfrentamiento con el líder de los populares.
—¡Naruto, estuviste genial!-exclamó Hinata.
—Buen argumento para defenderte del bastardo-comentó Kiba.
—No hizo falta que nos metiéramos, te hiciste respetar. Muy bien Naruto-dijo Ino.
—Para ser sincero me moría de los nervios-confesó el ojiazul con una sonrisa.
—Pues si así fue, ni se notó. Quédate tranquilo-agregó Shikamaru.
—Estuviste fantástico-contestó Choji.
—Pero chicos cometí faltas, debía ignorarlos y termine discutiendo con Sasuke.
—Ignorarlos si te molestan, pero si quieres demostrarles quién tiene la razón de algo, no hay problema en hablar-comentó la rubia.
Las horas transcurrieron. Naruto se despidió de sus amigos tomando caminos diferentes, minutos después sintió pasos y no dudo en darse vuelta y llevarse la sorpresa.
—Sasuke ¿Qu? ¿ahora me sigues?-preguntó con simpleza.
—No te sientas tan importante, mi casa queda más adelante-respondió desinteresado.
—Oh.
Siguieron caminando extrañamente uno junto al otro en un profundo silencio, silencio que fue perturbado cuando el paso les fue bloqueado por una pandilla de seis chicos y misma edad los cuales venían con intenciones nada buenas.
—Hola HEBI, tanto tiempo-habló el líder del grupo.
—Otra vez ustedes. ¿Y ahora que quieren?-preguntó molesto.
—¿Acaso has olvidado que uno de tus miembros del grupo, golpeó a uno de los míos?!
—Les advertimos desde mucho antes que el territorio de la plaza nos pertenecía, el muy necio de tu compañero no escuchó y recibió lo que merecía.
Naruto prefirió guardar silencio.
—Esa plaza era nuestra, tú te apropiaste de ella y pagaras Hebi.
—La ganamos justamente, Sasori, créeme que no sabes en donde te metes-dijo entre dientes.
—Veo que estás acompañado ¿Es uno de los tuyos?
—No soy nada de él-se precipitó a responder.
—Ya veo, eres muy lindo-dijo mirándolo de arriba abajo, cosa que al azabache le molestó sin saber por qué-¿Quieres unírtenos?
—Gracias, pero tengo mi propio grupo-respondió con cierto desagrado.
—Con que así la tenemos, muy bien, lo siento por ti ¡A ELLOS!
—¿En que mierda me he metido?-pensó Naruto.
Los cinco jóvenes se aproximaron a golpearlos. Naruto y Sasuke adoptaron una postura de pelea y rápidamente empezaron los bruscos movimientos, uno de ellos repartía golpes en el rostro del azabache cosa que él evadía sin problema, a su vez tenía que concentrarse en el que estaba a sus espaldas cuyas intenciones eran patearle.
Por otra parte el rubio era también magnifico peleando, aunque pareciera ridículo. Nadie lograba tocarlo. Hábilmente esquivaba todo movimiento de manos y pies, se agachaba haciendo que los propios pandilleros se golpearan entre sí, pero eran cuatro ¿Dónde estaba el restante?
El nombrado estaba nada menos que aún costado del azabache, este no podía concentrarse en todos, suficiente eran ya dos como para pelear con un tercero. El rubito a pesar de estar ocupado logró visualizar como sacaba de su chamarra una pequeña navaja, pequeña, pero filosa como mortal para causar serios daños a alguien. Naruto empezó a alterarse el chico se acercaba a Sasuke mientras este llevaba igualada la pelea, el rubio en su desespero repartió golpes veloces en el rostro de sus contrincantes haciéndolos caer, y como pudo corrió hacia el imbécil de la navaja y lo empujó bruscamente al piso.
—¡Atrévete a ponerle una mano encima y seré yo el que te mate!-gritó fuera de sí.
Sasori quedo gustoso con el rubio, su carácter era tan rebelde. Maravilloso, tenía curiosidad por saber quién era realmente.
Sasuke dio por terminado la pelea cuando le propinó un puñetazo en el estómago seguido de unas patadas en sus tobillos, por ende estos cayeron al suelo y se quedó observando la mirada del pellirrojo que le lanzaba al rubio.
—¿Cómo se llama tu grupo?-peguntó con interés, Sasori.
—Rebeldes.
—¿Tu eres su líder?
—Sí.
—Calza justo con tu personalidad. ¿Cómo te haces llamar hermoso rubio?-dijo con una coqueta sonrisa.
—KIUBY-respondió sin inmutarse ante ese comentario.
—Perfecto nombre para ti, nos volveremos a ver, Kiuby. ¡Ineptos, levántense del piso!
Los muchachos se pusieron de pie con cierta dificultad para seguir a su líder que iba ya más adelantado que ellos.
El rubio se sacudió su uniforme y retomó el camino nuevamente, como si no hubiera pasado nada, pero el Uchiha no podía ignorar eso. Aquellas palabras pronunciadas por el blondo resonaron en lo más profundo de su ser.
¡Atrévete a ponerle una mano encima y seré yo el que te mate!
—¡Naruto!-gritó para que se detuviera.
Me llamó por mi nombre.
Por primera vez mencionó mi nombre.
—¿Qué?-lo encaró, mirándolo.
—¿Por qué… por qué me ayudaste?-preguntó sorprendido.
—¿No debería hacerlo? ¿Querías que me quedara viendo cómo te lastimaban? Pues Sasuke no lo hare y nunca pienso abandonar a alguien, si puedo ayudarle lo haré.
—No es tan simple, Naruto. No es lo mismo que en el instituto, aquí en las calles uno se hace reconocer mediante métodos pocos racionales. Existen leyes que deben cumplirse y es igual para toda pandilla, banda o grupo-aclaró el pelinegro serio.
—¿Qué tipos de leyes?
—Por ejemplo, está prohibido meterse en la pelea de otros, Te interferiste en la mía, eso no debe hacerse.
—¡Hubieras muerto, maldita sea!-respondió casi gritando.
—La vida en las calles es así. Uno solo puede protegerse, el grupo solo existe para aparentar más poder sobre los demás, pero en todo momento llega que alguno de los individuos deba enfrentarse a una pelea y demostrar que tan fuerte o débil es.
—No acepto tales circunstancias, yo creare mis propias leyes, fin de la discusión.
—No puedes ignorar eso tan fácilmente.
—Ahórrate tus discursos, no quiero escuchar más. No permitiré que por tonterías de ese nivel, la gente muera.
Continuaron su camino, en una esquina tuvieron que separarse. Naruto no se molestó en saludar no tenía la necesidad después de todo no eran ni amigos. Sasuke simplemente se quedó observándolo de espaldas con una media sonrisa de satisfacción.
He encontrado a un digno rival para mí... llamado KIUBY. Sorpréndeme, Dobe.
(Continuará)