Durante las horas de clases
Llevaba dos días sentándose con el azabache, ninguno cruzaba palabras desde aquel incidente. Se limitaba a reunirse con sus amigos, mientras que Sasuke hacía exactamente lo mismo. Desafortunadamente tarde o temprano tendrían que conversar, la razón radicaba en un trabajo grupal que Kakashi había decidido implementar. Tenían tres días para la entrega.
Esa mañana inició con normalidad, las materias ese día eran un completo aburrimiento.
La bendita campana anunció su breve descanso del aula, el blondo y sus amigos se dirigieron al patio y bajo la sombra de un árbol se relajaron totalmente.
—Pensé que moriría ahí mismo-se quejó el castaño.
—Ja, ja, si entendieras algo no sufrirías tanto-dijo divertida la rubia.
—Es imposible. Nada se queda en mi cabeza, odio esa materia.
—Naruto cuéntanos, ¿cómo va tu relación con Sasuke?
—No ha ocurrido nada.
—No pasó nada entre ustedes, pero si con nuestro grupo-dijo Shikamaru como si nada.
—¿A qué te refieres?-preguntó el resto.
—Naruto, diles-habló el de coleta.
—¿Naru, nos has estado ocultando algo?-preguntó sorprendida.
—Tuve un enfrentamiento con un grupo de chicos-confesó.
—¿Qué? ¡¿Por qué no lo dijiste antes?!
—No quería preocuparlos. Además fue una simple pelea.
—Temo que es más que una simple pelea-respondió Shikamaru, quién se irguió del suelo—Todavía no has mencionado el nombre de ese chico con el que pelearon.
—Le oí decir a Sasuke, “Sasori”. ¿Quién es?
Hinata e Ino palidecieron, Choji se atraganto con sus papas y Kiba desencajo la mandíbula.
—¡¡¿Sasori?!!-gritaron conmocionados a excepción de Shikamaru.
—Según veo, me metí en problemas-dijo el blondo preocupado.
—Sasori es líder de una pandilla llamada Los escorpiones rojos, Ex Integrante del más conocida pandilla de todos sus tiempos, llamado AKATSUKI, ¿Y sabes quién es su líder?-explicó el Nara.
El rubito negó con la cabeza intrigado.
—Definitivamente el mundo es un pañuelo, Itachi Uchiha, hermano mayor de tu amor platónico.
—Les-les dije que ya lo había superado, por mí que se lo trague la tierra-aunque intentó parecer convincente, el leve sonrojo acentuado en sus mejillas no pasó desapercibido para ninguno.
Todos entendían que su gran amor por el azabache no desaparecería de un día para el otro, necesitaba tiempo para olvidarlo.
Su descanso culminó y entraron nuevamente a la clase, esta vez su materia menos predilecta Inglés con el profesor Yamato.
—El ejercicio de hoy consistirá en entablar una breve conversación en inglés con su compañero de banco. Y traduciremos luego entre todos.
El blondo sintió una increíble incomodidad a no saber de qué hablar con Sasuk, se estaba desesperando en su interior hasta que recordó que debían hacer un trabajo grupal, el perfecto pretexto y salvavidas.
Naruto observó a Sasuke, quién le regresó la mirada con el ceño fruncido, ya que también sufría el dilema de que hablar con él.
—¿When we get together to do the job?-preguntó el rubio.
Sasuke se quedó en blanco unos segundos hasta que procesó la información, y respondió de igual manera.
—¿About tomorrow at my house?
—¿At the exit of school I can�-respondió el rubio.
—And then stayed.
Unas simples oraciones dejaron a todo el salón boquiabierto, su nivel de habla era impresionante. El codiciado Sasuke y el adonis de Naruto, por todos los cielos, como se arrepentían de haberlo dejado a un lado desde el inicio de los años escolares. Por su insensatez no tendrían ninguna oportunidad de salir con él, puesto que con Sasuke no tenían ninguna debido a su acosadora novia que lo protegía con uñas y dientes, algo innecesario por cierto.
—Chicos, su inglés es excelente, los felicito a ambos-habló el profesor con una sonrisa.
— Thanks-respondieron ambos.
—¿Alguien puede traducirme lo que dijeron sus compañeros?-las manos fueron levantadas en el aire, el mayor eligió a Hinata—Te escucho, por favor, dinos de que conversaban.
—Naruto le preguntó a Sasuke, cuando se juntaban para hacer un trabajo. Sasuke respondió si le parecía mañana en su casa, y Naru dijo que podía a la salida de la escuela.
—¡Muy bien, Hinata! No se distraigan si quieren pasar el examen, continuemos.
La clase había terminado, y el profesor se retiró. Sakura miraba con desagrado al ojiazul por su cercanía a su novio y por lucirse delante de todos.
—Amiga, cambia esa cara.
—No lo soporto. Se cree tan importante ahora ese tonto.
—De cualquier manera, tranquilízate, no te hará bien. Además, Sasuke te dijo que te mantuvieras lejos de él. No les des problemas si deseas conservar tu relación.
—Tienes razón…-a regañadientes aceptó que no podía hacer nada.
La puerta fue abierta estrepitosamente por el entusiasmado profesor de educación física, a los ojos de sus estudiantes, les parecía horrible su estilo de vestir y su ridículo corte de cabello. Necesitaba un cambio de apariencia urgente.
—¡Levántense de ahí y vengan conmigo a practicar afuera! ¡Muéstrenme el espíritu de la flor de su juventud, pupilos!
Nadie estaba feliz con la idea excepto cierto estudiante que lucía muy similar en apariencia. Lee se levantó maravillado con la idea prácticamente saltando hacía él.
—¡Admiren la energía de su compañero, andando muchachos, con alegría! Harán quince vueltas sin parar, treinta abdominales y veinticinco lagartijas.
—Por favor, que sea solo una broma…
—El maestro está demente.
—Moriré antes de hacer la tercera vuelta.
—¿Tanto nos odia?
Con pesar siguieron al mayor como si fueran a la guerra donde su muerte era inevitable. Trotaban uno junto al otro vistiendo el uniforme deportivo que consistía en una musculosa y short blanco con rayas rojas a los lados. Algunos se quedaban atrás por falta de aire, la mayoría ya exhaustos continuaban por simple inercia, pero dos muchachos lograban destacar.
Sakura y Karin también lo notaron, se habían sentado a observar el resto de las vueltas. Estaba orgullosa y la vez molesta.
—¡Como se atreve ese estúpido a seguirle el paso a mi novio!
—Es increíble la resistencia que tienen esos dos. Naruto últimamente tiene muchos ases bajo la manga, ¿en qué otra cosa será bueno?
—¡Cállate! Ojala se caiga.
Por azares del destino los cielos lo escucharon. Naruto comenzaba a cansarse, estaba a centímetros detrás de Sasuke. Una oportuna piedra estaba en su camino y no pudo detectarla a tiempo, cayó de bruces encima del azabache. Sasuke golpeó el rostro contra el suelo, la situación no podría empeorar.
—¡Levántate de encima, idiota!
—Tranquila, Sakura, es solo un accidente.
—¿Accidente? Claro que no, debe haberlo hecho a adrede para aprovecharse de Sasuke.
El blondo reaccionó rápidamente demasiado avergonzado, no podía verle la cara a Sasuke ni deseaba hacerlo porque sabía que estaría furioso. Se levantó y se disponía a huir lo más lejos posible.
—¿Qué no ves por dónde vas? ¿Eres ciego?-Sasuke se puso de pie sacudiendo su ropa y quitándose la tierra de la cara.
—No empieces por favor, no fue a propósito.
—¿A no? Pensé que querías estar más cerca mío, después de todo todavía suspiras por mí.
Ahora el enojado era el rubito, odiaba que se metiera con sus sentimientos. Y es que a pesar de estar esforzándose día a día para superar su pasado, el amor que sintió por Sasuke todavía muy en el fondo, seguía ahí. En su corazón.
—¿Crees que no te olvidé? He pasado página, Sasuke, tú también supéralo ¿sí? Tienes una novia y yo tengo buenos amigos a mi lado, así que ambos somos afortunados. Solo olvídalo-y se alejó dejando al moreno boquiabierto.
—Hey, Sasuke, ¿acaso te comió la lengua el gato?-se burló su compañero de cabello platinado.
—Tks…-frunció el ceño—No digas más, Suigetsu.
Los amigos de Naruto no hacían más que felicitarlo por comportarse a la altura, sin duda estaba mejorando con cada día. Su amigos podría seguir adelante sin Sasuke en el medio.
—Ja,ja,ja, hiciste que Sasuke se trague sus propias palabras-se burló Kiba.
—Estoy seguro que Sasuke, pronto te verá como su igual-percibió Shikamaru.
—Sasuke no hace más que odiarme hasta el momento, lo creo poco probable.
—Ten paciencia-aconsejó, Ino—Esto acabara tarde o temprano, pero no durara siempre.
—Debemos continuar…-suspiró hastiado, Choji.
—¡No se queden sin hacer nada, muchachos, siguen las abdominales y lagartijas! ¡Vamos, quiero ver su espíritu!
—El único con espíritu aquí es Lee…
Casi sin fuerzas prosiguieron con los ejercicios y otro día terminaba. No sin antes despedirse de su profesor.
—¡Ustedes!-Maito Gay señaló emocionado a Naruto y Sasuke, quitándose el exceso de sudor de sus rostros—¿Les gustaría entrar a un torneo de Voley?
—¿Ah?-respondieron al unísono.
—Me parecen perfectos para el juego, ¿se anotan?
—Claro-el blondo se encogió de hombros, le arecía divertida la idea.
—Acepto-Sasuke se limitó a responder al ver que Naruto también iría.
—¡Maravilloso, les estaré avisando, en cuatro días será el torneo!
El ojiazul se despidió de sus amigos y se dirigió a casa, sospechando ya que Sasuke caminaba a sus espaldas, sus pasos fueron en aumento y pronto lo tuvo a su lado.
—No molestes…-pidió cansado.
—No perderé contra ti, bobo.
No se supo en que momento, pero estaban compitiendo por quién corría más rápido. Cruzaron calles, doblaron esquinas y se detuvieron al mismo tiempo en un poste de luz.
—¿Te rindes…?-preguntó el azabache divertido, recuperando el aliento.
—Nunca…-respondió igual de agitado.
—Te veo en el torneo, bobo.
—Yo ganaré…
—Ja, no, lo haré yo.
Naruto se encogió de hombros y se alejó por su cuenta a casa. Eran las tres de la tarde, y Sasuke no podía creer que hubiera estado divirtiéndose tanto con él.
—¡Nos vemos, Naruto!
No podía creer que estuviera tratándolo de un momento a otro ¿amablemente? Suspiró y no se detuvo a responderle.
—Ja, aunque me ignores, es divertido ¿sabes?
…
En el aeropuerto un avión acababa de arribar sobre la pista, los pasajeros bajaban y buscaban su equipaje, pero este hombre venía con solo una mochila y un bolso de mano. Después de todo volvía a su país natal.
Se quitó las gafas negras y observó su alrededor.
—Qué bueno es regresar…-suspiró—Akatsuki, su líder ha vuelto.