¡¡¡¡AKATSUKI REGRESA!!!
Un taxi se estacionaba frente a la vivienda seleccionada por el pasajero que salía del vehículo. Luego de pagar lo debido por traerlo fijó su mirada en su hogar con nostalgia, hace mucho que no pisaba ese suelo ni tampoco veía a su familia. Se acercó hasta la puerta decidido a comprobar si está se mantenía con llave, cosa que no, abrió sin inconvenientes esperando ver algún miembro de su familia, pero el salón estaba completamente vacío. Tras cerrar depositó su bolso a un lado y se encaminó a la cocina a ver si tenía suerte encontrar alguien ahí, en efecto su madre estaba de espaldas acomodando unos elementos de cocina cuando en el momento se volteó encontrándose con su hijo abriendo sus ojos como si tratase de un espejismo.
—¡¡Hijo!!-gritó emocionada acercándose para darle un cálido abrazo.
—¡Hola madre!-responde al momento del abrazo.
—¡Cuánto tiempo…! ¿Esta vez te quedaras?-interrogó al separarse para mirarlo un tanto preocupada por su respuesta.
—Definitivamente. Ya eh concluido mis estudios no hay razón para volver a Estados unidos-exclamó con una sonrisa-A propósito ¿Ya vino Sasuke?
—Sí amor, está en su cuarto haciendo su tarea.
—Entonces pasaré a verlo antes de acomodar mis cosas.
—Tu padre se pondrá feliz de verte, prepararé una gran cena para festejar tu regreso.
—JE… gracias. Te dejo nomas para ver a mi hermanito…
—Estoy segura que tienen muchas cosas de que hablar.
—Sí.
Dejando a su madre con su tarea de la casa, se empecinó a subir hasta el cuarto del azabache menor, tras un breve “tocar” a su puerta este dio paso.
—No has cambiado en nada, sigues estudioso como siempre.
Aquella voz descolocó por completo al moreno sacándolo de la lectura de uno de los libros que tenía para hacer el trabajo con el rubio, se levantó de la pequeña mesa que usaba como escritorio dándose la vuelta para ver más claramente a su hermano.
—Tks…volviste-exclamó en un gesto molesto.
—Yo también te extrañe Sasuke…-respondió con ironía.
Itachi sabía de antemano que su hermano lo odiaba, por el simple hecho que él fue el primer hijo en recibir toda la atención de sus padres especialmente de Fugaku. Su padre recalcando en todo momento aquella frase “Tu hermano es un modelo a seguir, espero seas como él”, pero no quería ser mal visto por Sasuke, solo que lo viera como alguien dispuesto a ayudarlo cuando estuviera en problemas. Sus estudios iban en gran progreso y cuando quería seguir algo más estando seguro que su conocimiento daría frutos en alguna empresa decidió salir por un tiempo del país para averiguar y obtener a sabiendas otras posibilidades a tener en cuenta, desde un inicio Itachi estaba al tanto que su hermano era líder de una pandilla en el escuela como también en las calles, no le sorprendió en lo más mínimo por que el también contaba con una. La más temida por los alrededores AKATSUKI se digno de pasearse por las calles, sin embargo esto trajo consecuencias. ¿Celos? ¿Envidia? Sasuke no estaba de acuerdo con respecto a su equipo, por lo que optó alejarse de él más y más, sin darles motivos específicos a su hermano mayor el cual no comprendía su indiferencia para con él. Se había planteado que hablaría al volver de su viaje, tras haber dejado en claro a sus miembros que AKATSUKI se detendría por un tiempo, estos se alejaron buscando intereses por separado.
— Tenemos que hablar…-dijo en suspiro.
—Aquí me tienes. Di lo que quieras-respondió no muy a gusto volviendo a sentarse en su silla pero poniéndose frente a su hermano.
—Mira… sé que no te caigo bien, pero no quiero tener esta distancia contigo. Tú me importas y no me interesa como piense nuestro padre, para mí siempre serás una persona importante en esta familia. Tú y yo somos iguales no hay diferencias y no quiero que cambies por lo que diga papa ¿Entendiste?
Ciertamente esas palabras viniendo de su hermano mayor jamás las espero, su expresión era de total sorpresa. La verdad nunca intentó acercarse o relacionarse con él, no lo veía conveniente hacerlo pero en oír decirle que le importaba y no le interesaba lo que su padre pensara lo asía sentir un tanto feliz, claro que no iba a demostrarlo. Quería a su hermano pero no era bueno en demostrar sus sentimientos ni con él ni con otra persona.
—Lo que digas…-respondió no viéndose interesado-¿Volverás a las calles?
—Me conoces muy bien… espero no ocasionarte ninguna molestia por eso-dijo serio.
—Sí es así, ahora puedo dejar de custodiar tus territorios. Tendremos más tiempo para nosotros…
No podía creerlo. Todo este tiempo pensando que Sasuke lo odiaba y se ha tomado la molestia de cuidar por él los territorios pertenecientes a AKATSUKI, una acción hecha por su hermano le parecía muy extraño pero al mismo tiempo le agradaba saber que hiciera eso por él.
—Gracias Sasuke…-fue lo único que pudo decirle.
Por otra parte el azabache menor se sentía muy bien por el agradecimiento, más aun viniendo del bien visto hijo de la familia que había declarado que solo quería ser su apoyo cuando lo necesitara, pero por su orgullo no iba a demostrarlo.
—hmp…-único gesto que caracterizaba siempre al moreno.
—Te dejo para que termines con tu lectura, iré a darme una ducha y dedicarme a llamar a mis antiguos amigos-contestó saliendo de su cuarto.
Sasuke retomó lo que estaba haciendo minutos antes, pensando en cómo harían con el rubio el trabajo.
Por otro lado Itachi estaba en su cuarto sentado en el borde de la cama con un celular en manos.
—Solo me falta llamar a Deidara y a Sasori…
Marcó los números correspondientes dando inicio la llamada.
—¿Quién habla?
—¿Te has olvidado de mi Dei?
—¡¡ITACHI!!
—Je… ¿Qué cuentas amigo?
—Pues, estoy trabajando ¿Cuál es el motivo de tu llamada?
—Quiero que vuelvas, mejor dicho que regrese akatsuki.
—¡Guau! ¿Quiere decir que ya no te irás?
—Me quedare definitivamente aquí.
—Entonces ten por seguro que ya me tienes de vuelta.
—Genial, nos reuniremos mañana frente al negocio que se llama gama.
—Entendido, adiós…
—Adiós… muy bien ahora a Sasori-exclamó marcando nuevamente los dígitos.
—¿Quién?
—Sasori ¿Cuánto tiempo sin oír tu voz?
—¿¡¡Itachi!!?
—Si quien más…. escucha Sasori, tengo conmigo a Deidara y Kisame ¿Te gustaría volver?
—Yo…
—No quiero presionarte, mañana nos juntaremos frente al negocio Gama. Es tu decisión si quieres ir, adiós.
—Lo pensaré, adiós…
—¡Itachi, Sasuke! ¡Vengan necesito que me ayuden con algo!
—¡¡Voy madre!!
—Ya bajo-respondió el azabache menor.
OOOooOOO
Un nuevo día de clases dio comienzo, nada interesante que hacer excepto perderse en el aburrido discurso de la profesora Kurenai. Mientras esperaban ansiosos el termino de clases.
—Wundt fue el fundador de la psicología como ciencia independiente con un objeto de estudio: La conciencia Humana, que según se entiende como un conjunto de sensaciones, imágenes, sentimientos y un método propio…
Rrriiiinnggggg… (timbre)
—¡Por fin!
—Para mañana quiero un informe de lo que leímos en clase.
—¡Sí, profe!
—Nos vemos después chicos.
—Es cierto, hoy te juntas con Sasuke.
—Suerte Naru.
—¡¡Muéstrale quien eres!!
—Gracias Ino, nos vemos-exclamó el rubio saliendo.
Mientras en la salida…
—¿Por qué Sasuke?
—Ya te dije, Sakura. Tengo que hacer el trabajo.
—¿Y va ese, no? ¿El Namikaze?-interrogó con repulsión.
—Sí, me tocó como compañero.
—Maldito sea ese rubio…
—¿Dijiste algo Sakura?
La voz de su espalda la izo temblar y se voltio rápidamente.
—Eh… no nada Naruto. Nos vemos mañana amor-respondió depositando un pequeño beso en los labios del moreno el cual se dejo.
El rubio no iba dejarse ver por eso, ya no quería saber nada del presumido Uchiha o al menos eso imaginaba.
La peli-rosa se retiró y ambos jóvenes comenzaron la caminata en silencio claro.
—Encontré información en unos libros de casa, nos ayudaran para el tema que nos tocó-exclamó el moreno para romper esa tención entre ellos.
—Yo… saqué unos libros de biblioteca, con lo que encontraste tenemos suficiente para empezar-dijo el rubio.
La tranquilidad no duro mucho. Estando todavía a unas cuadras de la casa del azabache se tropezaron con tres personas nada buenas, vestidos de negro.
—Oh rayos…-fue lo único que pudo decir el moreno.
—¿Quiénes son Sasuke?
—Hebi y Kiuby un placer verlos juntos-contestó con una sonrisa.
—¿Cómo Me conoces?-preguntó el rubio.
—Tu nombre se está expandiendo por el lugar y el encargado fue Sasori, dijo que peleas muy bien. Quiero verlo.
—¡¡No molestes Pein!!-gruñó el azabache.
—El asunto es con el rubio no contigo. Tal como dijo tu compañero… me llamo Pein, líder de la banda “The dark of night” los que están a mi lado son Yahiko y Konan.
—Gusto en conocerte Kiuby-respondieron ambos.
—Quiero ver lo bueno que eres, pelea conmigo Kiuby.
—No tengo motivos para hacerlo, Pein-dijo serio el rubio.
—No tiene que existir razón alguna para pelear, si tu no vienes iré yo.
El peli-naranja corrió en dirección al rubio, el cual no teniendo otra cosa que hacer se puso en postura para enfrentarlo tirando su mochila a un lado de la calle. El pelinegro se alejó de ellos y se mantuvo observando, Pein era unos centímetros más alto que él, por lo que le era difícil tratar de encestarle un golpe en la cara. Esquivaban los movimientos del otro e inclinándose para que ninguno lograra obtener un puño del rival.
—Es muy bueno-pensó el rubio.
—¿Ya estas cansado?-preguntó con una sonrisa al ver agitado a Naruto.
—¡¡No!! Puedo seguir-gruñó molesto.
—Ven entonces…-exclamó provocándolo con un gesto en la mano a que se acercara.
Corrió hacia él levantando sus puños en el aire para darle en la cara, pero Pein era más rápido y bajó su puño al estomago del rubio pegándole con tanta fuerza e intensidad que lo izo caerse al instante de espaldas al piso haciendo un gesto de dolor, mientras llevaba una de su manos al estomago.
—Aaarrggg… mierda…
—¡Resultaste todo un debilucho KIUBY!
—¡No… yo no soy ningún debilucho!-respondió con dificultad mientras se ponía de pie.
—¡¡Pruébamelo!!
Naruto nuevamente dejándose llevar por las provocaciones de su adversario se acercó a su contrincante sin percatarse que sacaba de un bolsillo una pequeña navaja, pero el pelinegro lo notó y no tuvo tiempo de avisarle. Pein haciendo un rápido movimiento trazó en la mejilla del rubio una pequeña herida que empezó a sangrar, Naruto dio unos pasos atrás mirándolo con odio.
—¡¡¡Idiota, demuestra tu verdadero YO!!!-gritó el azabache fuera de sí.
—¿¿HEBI quieres terminar igual??-interrogó con una sonrisa arrogante.
—Sasuke…-susurró el rubio.
Sabía bien que el pelinegro no se metería por el hecho de mantener las estúpidas leyes de las calles “Uno pelea sus luchas” así que no tenía sentido ponerse a pensar que intervendría para ayudarlo, dio un suspiro y se concentró en su rival.
—¿Y? ¿Kiuby?
Esta vez teniendo en cuenta que estaba armado con ese elemento cortante debía ser más cuidadoso y menos impulsivo. Los dos individuos se vieron esquivando los movimientos del otro una y otra vez, Naruto aprovechando un descuido de él levanta su pierna para darle una patada, pero Pein lo interceptó al momento y tomó su pie como si no pesara junto a todo el cuerpo golpeándolo en el piso y no dando tiempo de levantarse. Acercó su navaja para rasgarle el pecho rompiendo parte de la camisa y machándose por el rojo liquido.
—Mierdaa…
—Eres bueno pero no tanto… puedo matarte sabes. Y nadie te ayudara.
El rubio aun en el suelo dirigió su mirada al azabache que se mantenía inmutado a la situación.
—Je… si piensas que Sasuke te ayudara olvídalo. Hebi es muy frio incluso con sus propios miembros, no conoces nada de él.
Aquellas palabras entristecieron a Naruto, pero no iba demostrarlo. Se levantó débilmente a causa del dolor salpicando el piso con gotas de su sangre, la camisa blanca ya había adquirido otro tono.
—Sigamos…
—Admiro tu resistencia-exclamó para luego acercársele.
A unos metros de ahí cuatro jóvenes se mantenían observando atónitos el enfrentamiento.
—¡¡El idiota de tu hermano va a dejar que se desangre!!
—Cálmate Dei, no creo que lo permita.
—Es bueno soportando esas heridas.
—Sasori ¿dijiste que le llaman Kiuby?
—Sí, y sé que va con Sasuke al mismo curso.
—Se me hace extraño que Sasuke ande con alguien que no sea su novia.
—¡¡Itachi si no interviene lo hare yo!!
—Ya Dei, te digo que mi hermano no es tan frio… creo…
—¿Cómo que crees?
—Dejen de discutir que no puedo ver tranquilo.
—No hemos venido a un espectáculo Kisame.
—Pero es interesante…
Volviendo a la pelea…
El rubio tenía los brazos sangrando y respiraba muy agitado el cansancio ya lo consumía.
—Es la primera vez que me pasa esto, sin duda soy débil frente a este sujeto-pensaba Naruto.
—Me estoy aburriendo, terminemos de una vez por todas.
El peli-naranja quiso golpear al rubio en la cara pero este se agachó y de un cabezón empujó a Pein dejándolo en el suelo seguido le planto un puñetazo en el rostro haciendo que este se enfadara de sobre manera al notar como sangraba de la comisura de sus labios.
—¡¡¡Maldito!!!
—Te dije que no era un debilucho…
Sin embargo, el estado del rubio era preocupante y el mismo comenzaba a notarlo. Sus movimientos se hacían más lentos y el cuerpo le pesaba, observaba como su contrincante se levantaba furioso del suelo y le retaba con la mirada dispuesto a ir por todo, cosa que el pelinegro notó.
—¡¡Ahora me hiciste enojar!!
Dispuesto a ir por él, pero con intenciones de no dejarlo con ¿vida? Sasuke vio como dejaba la navaja oculta detrás de él seguramente para aprovecharse del momento que el rubio se distrajera y echara marcas a su cuerpo ya herido, su mente se nubló por segundos contradiciéndose ¿Qué debía hacer? Rompería las leyes pero… ¿Por qué eran tan importantes?
Naruto estaba en problemas en todo caso el culpable era el otro que venía armado, su compañero peleaba justamente aun así, no debía entrometerse. Joder ¿Qué eran esas ganas de parar todo? No soportaba mas esa situación se sentía confundido, en ese momento vino a su mente el encuentro anterior que tuvieron y como Naruto lo había ayudado.
—¿Por qué…porque me ayudaste?
—¿Qué, no debería hacerlo? ¿¿Querías que me quedara viendo cómo te lastimaban?? Pues Sasuke no lo haré y nunca pienso abandonar a alguien, si puedo ayudarle lo haré.
—No es lo mismo que en el instituto. Aquí en las calles uno se hace reconocer mediante métodos pocos racionales, existen leyes que deben cumplirse y es igual para toda pandilla, banda o grupo.
—¿Qué tipos de leyes?
—Por ejemplo, está prohibido meterse en la pelea de otros. Tú interferiste en la mía, eso no debe hacerse.
—¡¡¡¡PERO HUBIERAS MUERTO!!!!
—La vida en las calles es así, uno solo puede protegerse. El grupo solo existe para aparentar más poder sobre los demás, pero en todo momento llega que alguno de los individuos deba enfrentarse a una pelea y demostrar que tan fuerte o débil es.
—No acepto tales circunstancias, yo creare mis propias leyes, fin de la discusión.
Pudo ver como el rubio se ponía en marcha para contrarrestarle el ataque, pero no había notado como este dejaba lentamente asomar la navaja por lo bajo y la dirección que apuntaba esta vez era el estomago. Sin duda causaría un terrible daño y mas viendo como lo llevaba en la mano de tal modo que se incrustara profundamente en la piel, ya no lo soportaba mas no pudo, olvidando su indiferencia se acercó velozmente interponiéndose en el medio de ambos y golpeando de un salto al levantar su pierna, el rostro del peli-naranja. Teniendo el cuidado de que el otro no se tomara la molestia de clavarle a él el filoso elemento aunque este vio su método y rosó su mejilla con la navaja, apenas una leve marca cayendo luego al piso.
—¡¡¡¡Ya no más!!!! ¡¡¡Veté de aquí tú y tus amigos!!!
El estado del moreno era sumamente extraño para el rubio, no se suponía ¿Qué no se metería en la disputa?
—Me es raro ver Uchiha… que rompas las leyes de ese modo…-respondió levantándose con dificultad por el dolor ocasionado en su cara.
—No lo repetiré, váyanse de aquí-dijo más tranquilo.
—JE… no te preocupes… Kiuby nuestra pelea queda pendiente, eres alguien muy interesante en verdad espero volver a vernos. Vámonos.
Se retiraron sin decir mas, Sasuke volteó para ver al rubio el cual estaba perdido en sus pensamientos.
—Oye… ven vamos a casa a curarte-exclamó tocando su hombro, pero se sorprendió a ver como este quitaba su mano bruscamente.
—¡¡¡¡Déjame en paz!!!!-gritó molesto.
No supo cómo interpretar el mal comportamiento de su compañero hasta que este habló.
—JA… debiste dejarme morir…-contestó con una sonrisa amarga para luego pasar de él ignorándolo.
El azabache tras un gran suspiro optó por seguirlo en silencio.
—¿Ven? les dije que lo ayudaría.
—Sí, pero a que extremo. Ese chico salió mal parado.
—¡¡Dei solo me peleas!!
—Bien… ¿y ahora qué?-preguntó el pelirrojo.
—Tenemos que dar a conocer que akatsuki ha vuelto. ¡¡Andando!!
—Bien…
OOOooOOO
Se encontraban dando pasos por las veredas. No había gente en ese momento para que viera su deplorable estado, la pelea había durado bastante tiempo. Cuatro de la tarde y nadie en la calle. Afortunadamente, empezaba a sentirse sin fuerzas y sin previo aviso cayó rendido al abrazador agotamiento estando cerca de tocar el duro pavimento, pero nunca llegó por qué en ese momento una tibieza acorralo su cuerpo. Resultado de que el pelinegro lo tenía entre sus brazos.
—Te… dije que me dejes en… paz…-exclamaba débil.
—Tks… te has esforzado mucho, te cargaré-fue lo único que dijo.
En ese instante el pelinegro lo llevaba en su espalda. Cruzó sus brazos rodeando el cuello níveo del azabache este se dejo sin problemas, y así se mantuvieron sin mediar palabra hasta llegar a casa.
Tras llegar a la vivienda con una mano sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta, con sumo cuidado depositó de espaldas el cuerpo del rubio sobre un sillón y este se acomodo a su gusto.
—Ya vuelvo-dijo el moreno acercándose a la puerta.
—¿A… adónde vas?
—Por nuestros bolsos-respondió simple sin darle tiempo a contestar.
Cierto. La única manera de cargarlo era sacarse su mochila y dejando la suya, sin duda la actitud de Sasuke le sorprendía cada vez más. En solo diez minutos, volvió con sus pertenencias dejándolas sobre la mesa e ingresando al baño para luego traer con él, equipo médico. Se colocó una bandita donde le habían lastimado y vendas para ocuparse del rubio.
—Naruto necesito que te acomodes quédate sentado.
Acató la orden del azabache y se acomodo quedando sentado sobre el sofá, mientras él limpiaba sus heridas delicadamente del rostro, lo que lo hacía sentir un tanto nervioso y su corazón latiendo aceleradamente, tenía que romper ese silencio a como dé lugar.
—¿Y tus padres?
—Mi padre trabajando y mi madre en casa de mi abuela-respondió con simpleza mientras se ocupaba de limpiar su mejilla para luego ponerle un pequeño pedazo de algodón pegándolo con un poco de cinta.
—No sabes de estas cosas-dijo con una sonrisa, algo que a incluso a él le extraño, se había prometido jamás sonreír frente al moreno y ahora lo hacía sin poderlo evitar.
—Mmm… iré por algo de ropa no puedes quedarte así.
Entrando a su cuarto empezó a revisar cajones, para ver que prestarle al rubio y aprovechar también para quitarse el deprimente uniforme. Después de unos minutos se vistió de un pantalón ligero oscuro y remera negra llevando encima una camisa blanca toda abierta, para Naruto eligió una musculosa blanca acompañada de una camisa del mismo tono con un pantalón azul.
—Ponte esto-dijo saliendo de su habitación, al momento de aventarle las prendas.
—¿Dónde puedo cambiarme?
—Ven te guio hasta el baño.
Minutos después salió cambiado con la ropa que le prestó el azabache, encontrando al mismo sentado en el sillón leyendo unos de los libros para empezar el trabajo. Naruto se sentó al frente suyo no estaban nada alejados ni había una mesa de por medio simplemente quería estar separado.
—Tenemos que hacer el trabajo-dijo serio el rubio.
—Sí, pero hoy no podrá ser… hemos perdido mucho tiempo afuera.
—¿Perdido mucho tiempo? ¡¡Eres un…!! ¡¡Aquí nadie perdió el tiempo, me agarraron para buscar pleito!!! ¡¡¡Y tú te quedaste parado mirando!!!-gritó explotado y levantándose de golpe lo que causo una punzada en todo su cuerpo.
—¡¡Idiota!! ¡¡No hagas eso, estas lastimado!!-exclamó tratando de ayudarlo a ver que había perdido el equilibrio.
—¡¡No me toques!!-gritó sintiendo como apoyaba sus brazos en sus hombros.
—¡¡Entonces no te levantes de esa manera!!
¿Cómo habían pasado a los griteríos? ¿¿Tratándose como si fueran amigos??
Un mal movimiento izo caer su peso contra el azabache dando los dos sobre el sillón, Naruto encima de Sasuke, se miraron a los ojos por primera vez con gran concentración perdiéndose uno en los zafiros azules que parecían el mismo cielo y el otro en ese color ónix como la misma noche.
El rubio ya no podía aguantar tener esa cercanía lo hacía morirse de tenerlo en sus labios, sin dar tiempo al moreno de decir algo acortó la distancia uniendo sus labios desesperadamente mientras posaba una mano en su pecho y la otra la ubicaba en su mejilla para intensificar aquel sabor de sus bocas, para sorpresa y exaltación de Naruto sintió detrás de su nuca como una de las manos del moreno lo acercaba hacía él para sentir más contacto.
¿¿Esto es un sueño??
Si es un sueño…no quiero despertar…
(Continuará)