-Ya es hora- se decía a si mismo un joven rubio mientras terminaba de acomodar el ultimo detalle, quería que todo fuera perfecto. Lo había preparado todo para esa ocasión, se aseguro que la mansión estuviese vacía, no quería que nadie interrumpiera aquel momento, quería estar a solas con ese lindo ángel, solo así se sentiría lo suficientemente valiente como para declararse finalmente.
Todo recogido y en su lugar [a su ángel no le gustaba el desorden], un suave aroma a cereza flotaba en el aire, una iluminación suave en la sala y una mesa elegantemente dispuesta esperando que se sirviera la comida destinada para tan importante fecha, después de todo no todos los días te atreves a decirle todo lo que sientes a ese alguien especial, sobre todo después de guardártelo por tanto tiempo y sabiendo que siempre hay un pollo rostizado dispuesto a eliminar a cualquiera que se acercara demás a su pequeño tesoro [Por que eso es precisamente lo que su ángel es, un tesoro] .
El vino tinto que le encantaba, una sopa con mariscos elaborada con los mejores ingredientes disponibles en todo Japón, una fresca ensalada de frutas y un pay de queso y frambuesas estaban preparados para ser comidos.La trampa había sido tendida, solo hacia falta esperar que su presa llegara.
***Flash back***
Eran las 10 de la mañana cuando llego a la mansión Kido una invitación para la presentación del nuevo libro del famoso escritor de novelas románticas Hyoga Kido.
-Por favor Saori no seas mala déjame ir- rogaba de rodillas un insoportable Seiya mientras perseguía a la ya molesta Saori- Por favor, quiero ver a Hyoga, desde lo de Hades no lo he visto, con eso de que decidió dejar la mansión ya casi no se nada de el. Siiii me dejaras ir verdad??
-Seiya levántate de una vez y deja de fastidiar- gritaba un molesto peliazul desde la sala- Como si fuese la gran cosa ir a ver a ese pato congelado-
-Oh vamos Ikki- decía un pequeño chico con cabello verde sentado cerca de el malhumorado Ikki- Después de todo, yo también quiero volver a ver a Hyoga, hace ya buen tiempo que no lo vemos-
-Hum, esta bien ire, pero solo por que no quiero que ese estupido pato este solo contigo entendiste Shun-cedió al fin Ikki
-Gracias hermano- decía el pequeño Shun mientras le dedicaba una gran sonrisa a su hermano mayor, aunque a decir verdad no entendía por el porque no quería dejarlo solo con Hyoga, después de todo, solo eran amigos. Tan buenos amigos que uno daría la vida por el otro sin dudarlo.
-Bien, esta decidido, Ikki, Shiryu, Shun y yo iremos a la presentación de Hyoga- decía en forma de conclusión Saori- partimos mañana al medio día y regresamos el lunes, preparen sus maletas y…
-Saooooori, por favor QUIERO IRRRR-gritaba como poseído Seiya-Esta bien Seiya puedes venir con nosotros a la presentación, siempre y cuando dejes de lloriquear tanto.
-Trato hecho, TE QUIERO SAORI-gritaba el castaño mientras abrasaba fuertemente a la diosa.
- Esta bien Seiya ya deja a tu noviecita en paz y comienza a empacar, ya escuchaste, mañana al medio día debemos estar en el aeropuerto- decía un Shiryu fastidiado por la escenita.
-Aeropuerto?? Como que aeropuerto???[La pregunta inteligente quien creen que la hizo ^.^]
-No prestaste atención cierto caballo tarado- reclamaba Ikki divertido por poder insultar al pony.
-Hermano no seas cruel, Seiya, Saori estaba diciendo que la presentación será en Estados Unidos gracias a la ayuda de su “amigo” Alex- decía el lindo peliverde recalcando con cierta molestia la palabra “amigo” haciendo que todos lo voltearan a ver ocasionando un leve tono rojo en su cara. Al darse cuenta de esto, Seiya se acerco a su defensor con cierta miradita sospechosa
-Que pasa querido Shun estas celosito??Después de decir esto ocurrieron dos cosas:
1. El color rojo en Shun se izo más visible.
2. Seiya salio volando hasta el otro lado de la sala gracias a un puñetazo del fénix.
-Pony tarado como te atreves a insinuar que mi hermanito esta celoso a causa de ese estupido pato???
***Fin del Flash Back***
-Esa Saori es tan predecible- pensaba divertido cierto pato…perdón cisne- pese a ser tan rica sabia que no resistiría a aprovechar los boletos de avión gratis, estoy casi seguro de que ella mas que querer ir a verme se ira directo a las tiendas. Bueno, mejor para mi tendré solo para mi a mi tesoro, sin pollos o diosas gritonas de por medio.-Y con este feliz pensamiento, el rubio se dirigió a su antigua habitación para prepararse para la gran noche.
*Mientras tanto en el aeropuerto*
-Como que no puede viajar mi hermanito??-gritaba Ikki ya dentro del avión mientras sujetaba del cuello al pobre desafortunado que le toco llevar la noticia.
-L-lo s-siento señor, son ordenes de arriba, al parecer hay algo mal en el tramite que se hizo por el boleto del joven-decía el pobre trabajador- así que tendré que pedirle al joven que me acompañe fuera del avión.
-Que quieres decir? Mi hermano no podrá viajar?-decía Ikki mientras se preparaba para golpear al tipo si la respuesta que oía no le agradaba.
-P-pues si y n-no, el joven no podrá viajar en este vuelo, pero se le repondrá el viaje con la mayor prontitud cuando se solucione el problema.
- Ni loco, si mi hermano no viaja conmigo yo no viajo-y cuando estaba listo para soltar el golpe una pequeña manita lo detuvo-Shun, que pasa??
-Tranquilo hermano, ustedes adelántense, yo me quedare aquí a arreglar el problema y los alcanzare en la presentación.
- Estas seguro Shun, si quieres me quedo contigo.- preguntaba un Ikki mas tranquilo[Que tierno, Ikki el rudo cuida a su hermanito ^.^]
-No Ikki, no te preocupes, estaré bien ya no soy un niño pequeño. Además, sirve que paso a la mansión, creo que olvide empacar el regalo que le compre a Hyoga.-
-Hummm…esta bien. Pero llámame para decirme cuando sale tu vuelo si??- ahora la voz del fénix mostraba un toque de celos y enojo.
Dos horas y media después de que el avión de los caballeros partiera, un cansado Shun había terminado al fin de realizar todos los tramites necesarios, tomarse unas diez fotografías, firmar mas de quince formularios y pasar por exhaustivas revisiones de seguridad logro que le repusieran su vuelo para dentro de dos días.El pobre conejito estaba tan cansado que decidió regresar a la mansión y descansar antes de llamar a su hermano.
-Ya podré llamarlo mañana, no creo que se enfade, y si lo hace, espero que no se desquite con Hyoga.-
Mientras iba en el taxi, su mente se dirigió a la época en que todos los chicos de bronce eran niños. Recordaba claramente a Seiya mientras seguía de molesto y le jugaba malas bromas a el pobre Shiryu, veía a su hermano Ikki gritando a Seiya que se quedara quieto por cinco minutos, veía a Saori martirizando a unos niños haciéndolos jugar muñecas con ella.
A Shun le gustaba recordar esos tiempos, pero lo que más le gustaba recordar era a cierto chico rubio que se la pasaba entrenando, tan serio y guapo, como le gustaba recordar a su amigo Hyoga. Pero AMIGO… Shun no creía que lo que sentía por Hyoga fuese solo amistad, desde pequeño a Shun le gustaba estar con el ruso mas que estar con los demás niños, le gustaba como le hablaba, como lo miraba [claro que el ruso no veía que Shun lo veía mientras el lo veía a escondidas nwn] , le gustaba todo de el.
El sentimiento que tenia por el rubio fue creciendo con el paso del tiempo, ni siquiera la distancia durante su entrenamiento le hizo olvidarlo y sabia que por el podría hacer lo que sea y eso quedo demostrado durante las batallas en las doce casas.
-Hyoga- fue la palabra que escapo de la boca de Shun mientras miraba por la ventanilla del taxi las calles, las casas, las parejas que caminaban y a lo lejos la mansión que comenzaba a aparecer.Shun sonrió para si cuando al detenerse el taxi la luz de los faros del auto alumbraron a una joven pareja haciéndola sobresaltarse y dejar interrumpido el beso en el que estaban ocupados. No pudo evitar sonrojarse ante la idea de que alguna vez el y Hyoga serian sobresaltados por alguna luz de auto mientras caminaban juntos por las oscuras calles tomados de la mano…
-Hyoga- fue el nombre que salio de los labios de Shun acompañado de un largo suspiro
-pero eso nunca podrá ser- y dejando de lado su fantasía con las luces de auto bajo del taxi y después de pagar abrió la reja de la entrada a la mansión y entro dispuesto a tomar una ducha e irse a dormir para así poder cumplir, aunque solo en un sueno, con esa mágica caminata nocturna a lado de su amado amigo.