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Me encontraste por Neko_Chan_XD

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Notas del fanfic:

 

Hola!

Bueno...este songfic ha sido un largo y tedioso, cambie muchas cosas, y es muy diferente de lo que tenia planeado, pero me ha gustado :D

Aqui les dejo el link de la cancion, por si quieren escucharla:

http://www.youtube.com/watch?v=rDyTFjX03ck

Hablare sobre el fic en las notas finales, disfruten!

Por cierto...yo no vi el video de la cancion hasta no terminar el fic.

I found God

On the corner of First and Amistad
Where the west
Was all but won
All alone
Smoking his last cigarette
I said “where you been?”
He said “ask anything”

 

Encontré a Dios

En la esquina de la Primera y Amistad

Donde el oeste

Era todo pero gano

Completamente solo

Fumando su último cigarrillo

Yo dije “¿Dónde has estado?”

Él dijo “pregunta lo que sea”

 

 

 

Le habían dicho, hacia mucho tiempo, que cuando necesitara que alguien lo escuchara, aunque fuera únicamente para desahogarse, y buscara un poco de consuelo que nadie parecía tener intenciones de darle, hablara con Dios. Y él, en aquel entonces, lo había creído.

 

 

Sin embargo, muchas veces había intento hablar con Dios, buscar algo de consuelo que, según le decían, llegaba de una forma liberadora al alma, como una calida sensación en el pecho que lo haría sentir seguro. Pero todas las veces que lo intento no pasaba nada, y se quedaba con la sensación de soledad y desconsuelo aun mas grande que en un principio.

 

 

Pero un día…un día creyó haber encontrado a Dios. No estaba cubierto en finos ropajes blancos, ni tenia una gran barba que reflejara su sabiduría, ni muchos menos era un ser benevolente. Era un hombre igual que él, con muchos defectos, seguramente mas de los que él tenia, y era…era un bastardo. Pero termino por ser la única persona que, como se suponía debía haber hecho el todopoderoso, lo escucho, lo escucho y le brindo consuelo, no con palabras tiernas ni falsas, pero si con besos, que a veces sabían demasiado amargos, impregnados de su propia soledad, pero que lo reconfortaban tanto o mas de lo que cualquier ser sobrenatural hubiera podido hacer.

 

 

Pero, quien sabe como, y quien sabe porque, perdió a Dios. Victima quizás de su propia insensibilidad, o quizás huyendo de aquel destino que los ataba poco a poco, su ser divino desapareció de su vida. Así que él, creyendo que, como le habían enseñado, solo tenia que buscar para encontrar, comenzó con su cacería, en la cual, seguía buscando a aquel despiadado Dios, que lo había sacado de su letargo.

 

 

Y aquel día, tras muchos años de buscar a su todopoderoso sin obtener resultados, harto de aquella vida que no era para nadie —ni para el mismo—, harto de aquella nueva somnolencia en que se encontraba sumergido, decidió buscar algo de aquello que nadie mas le había podido dar en el fondo de una botella de cerveza, y en las conversaciones fortuitas con extraños en un bar. No pasó mucho tiempo para que se diera cuenta de que ahí tampoco encontraría nada, y aun así siguió bebiendo, porque le quedaba la mísera idea de que, quizás, olvidaría todos sus malditos problemas con ayuda de aquel líquido con sabor extraño y que le quemaba la garganta.

 

 

Y tiempo después, cuando su cartera disminuía considerablemente de tamaño, decidió abandonar aquel bar de segunda y caminar en medio de silenciosos refunfuños que salían de su boca con parsimonia. Bajo el manto resplandeciente de la noche, que lo acogía con sus helados brazos, se dedico a buscar quien sabe que en quien sabe donde, dispuesto a dar con aquello que creía arrebatado por la injusta vida.

 

 

Se detuvo a lado de un poste de luz, donde también estaban los nombres de las calles en cuya esquina se encontraba. “¿La primera que?” se pregunto a si mismo con mal humor, como si alguien hubiera puesto esa incoherencia a propósito para molestarlo, precisamente a él. Luego el otro letrero “Amistad mis huevos”, se dijo con más mala leche, pero antes de que pudiera pensar en otro comentario hiriente para los carteles, algo subió con premura por su esófago, algo viscoso y que le provoco arcadas. Con una mano en el poste de luz, el cual ilumino su crimen, y con la otra apoyada en la rodilla derecha descargo gran parte del contenido de su estomago sobre la acera, sintiendo que los ojos se le salían debido al esfuerzo. Alzo el rostro, con parte del vomito escurriendo por la comisura de sus labios, con los ojos anegados de lagrimas y mocos cayendo desde su nariz. Se limpio lo mejor que pudo con la manga de su camisa, y se autoimpuso la meta de llegar a casa…aunque ahora que lo pensaba, no tenia la mas minima idea de donde estaba.

 

 

Miro a su alrededor, buscando algo que le pareciera familiar, y luego, como si el alcohol le hubiera solucionado la vida, encontró a su tan anhelado Dios. Ahí estaba él, ese joven de cabello oscuro y piel blanquecía, de pie al otro lado de la calle, recargado en la fría pared de un edificio y fumando un cigarrillo, sin prestarle atención…sin prestarle atención a ese que lo veneraba.

 

 

Y tenia que gritar, tenía que gritarle todos y cada uno de sus males, tenia que hacerlo consiente de todo lo que había causado con esa partida tan inesperada y confusa, que lleno su alma con un vacío. Tenia que decirle algo, tenia que desahogar su frustración aunque fuera con palabras hirientes cargadas de veneno, un veneno que esperaba prevaleciera para siempre en la memoria de ese cruel Dios.

 

 

Sin saber como, logro cruzar la calle, dando tumbos a cada paso. Se quedo de pie mirando con los ojos entrecerrados al hombre recargado en la pared, y que exhalaba con aparente placer el humo del cigarrillo entre sus labios. El otro no se inmuto ante su presencia, no se alejo ni se puso alerta, tampoco mostró desprecio hacia su persona, solo se quedo de pie, mirando el cielo salpicado de estrellas y suspirando lentamente el humo del pitillo.

 

 

—¡¿Dond…donde has estado…hijo de puta?! —gritó de repente, pero el hombre que fumaba siguió tan impasible como antes, y solo le echo una pequeña mirada, que retiro rápidamente.

 

 

Se quedo de pie, mirando desafiante al maldito Dios que se atrevía a ignorarlo aun después de tanto tiempo, aun teniéndolo frente a frente, aun viendo su sufrimiento tirado en la banqueta en forma de vomito.

 

 

Se acerco más, poco a poco se acerco, lo suficiente como para que pudiera sentir su aliento, ese que le picaba la nariz y olía a tabaco. El otro hombre tiro el cigarrillo, que se había consumido con una velocidad pasmosa tan pronto él llego. Dejo escapar de su boca grandes bocanadas de aire que golpearon en la cara al otro, quien permaneció tan inmutable como siempre, sin mostrar desagrado ante el olor a alcohol y a lo que fuera hubiera comido esa tarde.

 

 

—Hazte aun lado, idiota —dijo aquel ser omnipotente a quien había entregado su vida, mientras lo empujaba con un brazo y dejaba de recargarse en la pared para alejarse un par de pasos.

 

 

Se quedaron de pie, mirándose. El hombre lo miraba con aparente inexpresividad, pero le pareció ver el fantasma de una triste sonrisa en sus labios. Y él, él miraba con resentimiento, con angustia y con algo parecido al odio, pero también alejado de este: amor. Lo miraba con pesar, con dolor, con ganas de llorar y arrojarse a sus brazos.

 

 

Le dijo algo, algo que tenia que ver con preguntar algo, algo que tenia que ver con que respondería, con que respondería cualquier cosa, cualquiera que se le ocurriera preguntar…pero él solo tenia una cosa que deseaba saber:

 

 

—Sasuke… ¿Donde has estado?

 

 

—Naruto…

 

 

Pero él, ese Dios que le había dado todo para luego quitárselo, no respondió a su pregunta.                                                                         

 

 

Where were you?
When everything was falling apart
All my days
Were spent by the telephone
It never rang
And all I needed was a call
It never came
To the corner of First and Amistad

 

¿Donde estabas?

Cuando todo se estaba derrumbando

Todos mis días

Eran gastados junto al teléfono

Que nunca sonó

Todo lo que necesitaba era una llamada

Que nunca llego

A la esquina de la Primera y Amistad

 

 

 

Hacia varios años ya de aquello. Se conocieron en algún lugar cuyo nombre había perdido significado incluso antes de que ellos vinieran al mundo. Ambos solos, ambos afligidos, ambos en búsqueda de eso que no encontraban ni en Dios, ni en su familia, ni en cualquier cosa que existiera en ese mundo. Pero se encontraron, los dos con las penas de un pasado que nunca revelaron, con los gemidos atorados en la garganta y sin otra compañía que no fuera su propia sombra durante el día, y el sonido de sus pasos por la noche.

 

 

Y cuando se conocieron, ninguno vio inconveniente en hablar, después de todo, ya habían contado la historia de sus vidas a diversos cantineros, así que el chico a lado suyo no seria gran cosa, no debía ser nada por lo cual preocuparse. Sin embargo, con la clara convicción de que el muchacho a lado suyo no les podría brindar consuelo, cuando ambos se encontraron mirándose a los ojos, unos centellando en azul y otros cual obsidiana brillante, se sorprendieron tanto de hallarlo…de al fin encontrar lo que tanto buscaban, eso que les ayudaría a aligerar la carga de sus complicadas vidas, aquello que los sacaría del limbo donde sus almas se negaban a despertar a la vida. Y no pudieron hacer más que entrelazar sus manos, y agradecer con la mirada, una cargada de esperanza y la otra más profunda y hermosa que antes.

 

 

Y como desearon haberse encontrado antes, que sus manos se hubieran rozado por accidente en la calle, que sus miradas se posaron casualmente sobre el otro, para así haberse tenido como apoyo cuando sus vidas parecían solo el despojo del mundo. Pero ya no importaba, porque si podían compartir lo que les quedaba de existencia mutuamente, si podían hacer un poco más tolerante su subsistir, entonces estaba bien. Y ya ninguno se sintió afligido por no recibir nada de nadie mas, por no escuchar a su familia llamando por teléfono, para al menos preguntar si estaban bien, porque se tenían uno al otro…y juntos, se decían, la vida  —por mas penosa que fuera— valía la pena.

 

 

Lost and insecure
You found me, you found me
Lying on the floor
Surrounded, surrounded
Why’d you have to wait?
Where were you? Where were you?
Just a little late
You found me, you found me

 

Perdido e inseguro

Me encontraste, me encontraste

Tumbado en le piso

Rodeado, rodeado

¿Por qué tenias que esperar?

¿Dónde estabas? ¿Dónde estabas?

Solo un poco tarde

Me encontraste, me encontraste

                                 

 

 

Se habían encontrado, y ninguno tenía intención de dejar ir al otro, aunque muchas veces se preguntaban si estaban haciendo lo correcto.

 

 

Puede que fuera porque estaban muy acostumbrados a su vida de soledad errante, a ese ir y venir cuyo comienzo se veía difuso y cuyo final no parecía tener intención de surgir. Talvez fuera porque simplemente no lo creían, ninguno de los dos creía posible tanta felicidad concentrada en ellos, en otra persona…mucho menos que esa persona fuera quien le proporcionara calidos y despreocupados besos en los labios. Y seguramente era también porque creían que su redención era como una mentira, que se decían a si mismos en un desesperado intento de no rendirse.

 

 

Dudaban de estar haciendo lo correcto porque, a veces, parecía que se habían encontrado un poco tarde, que su época para buscar la felicidad se les había ido de las manos. Pero muchas otras veces, en especial en las ocasiones en que lo único que los cubría del frío era el cuerpo del otro, creían que si, talvez era un poco tarde, pero no demasiado tarde, no lo suficiente como para no intentar no hundirse de nuevo. Les gustaba creer que aun había tiempo para ser felices juntos.

 

 

In the end
Everyone ends up alone
Losing her
The only one who has ever known
Who I am, who I’m not, who I want to be
No way to know how long she will be next to me

 

Al final

Todo el mundo termina solo

Perderla

La única que supo

Quien soy, quien no soy,  quien quiero ser

No hay forma de saber por cuanto tiempo estará a mi lado

 

 

 

Y paso mucho tiempo en el que se sintieron en puerto seguro, en el que creyeron que las cosas no iban a cambiar, un tiempo en que les pareció que toda aquella búsqueda de años anteriores había valido la pena.

 

 

Se convirtieron en uno solo, y se conocieron como nunca nadie había llegado a conocerlos…pero no se conocieron lo suficiente.

 

 

Naruto no conoció a Sasuke como le hubiera gustado. Porque el de ojos negros, en aquellas noches sin luna y sin estrellas, en esas noches donde parecía pedir apremiantemente un cigarrillo, en esas donde descasaban a lado del otro en silenciosa espera, en esas noches el de ojos negros parecía preocupado…o quizás culpable, o quizás triste o quizás invadido por la aprensión de un futuro incierto, pero el de ojos azules y cabello rubio nunca supo descifrar sus gestos, esa mirada tan negra como la noche, y esos suspiros que morían antes de nacer en sus labios de porcelana rota.

 

 

Pero aun con saberlo, supo que no le hubiera servido de nada.

 

 

Y ese día, uno con resplandecientes rayos asomándose por la ventana, y uno cuya fecha ya no importaba, ese día se dio cuenta de que prefería haberse quedado hundido en aquel oscuro pozo en el que años atrás se encontraba: El bastardo se había ido, y no tuvo la decencia de decírselo a la cara.

 

 

Muchas veces se pregunto el porque, el porque lo había abandonado después de tanto tiempo, y sin decir nada. Pero llego a la conclusión de que, talvez, ese era su destino,  al igual que el de muchos otros más —incluyendo al desgraciado que se había ido—: Quedarse solo.

 

 

Y esa conclusión tenia sentido, pues si toda su vida había estado solo, no tenia nada de extraño morirse solo. Pero aun así…aun así dolió en el alma, como un puñal sintió su partida y el peso de su ausencia le destrozo la espalda. Y así volvió a sumergirse en su letargo, ese del que creía haber huido para siempre.  

 

 

 

Lost and insecure
You found me, you found me
Lying on the floor
Surrounded, surrounded
Why’d you have to wait?
Where were you? Where were you?
Just a little late
You found me, you found me

 

Perdido e inseguro

Me encontraste, me encontraste

Tumbado en le piso

Rodeado, rodeado

¿Por qué tenias que esperar?

¿Dónde estabas? ¿Dónde estabas?

Solo un poco tarde

Me encontraste, me encontraste

 

 

 

 

“¿Donde estas?” se pregunto de manera constante, y la respuesta que su cabeza daba siempre era la misma: “No lo busques” Pero ¿Cómo no hacerlo? ¿Cómo no buscar a la única persona que le había brindado felicidad? También se lo pregunto en muchas ocasiones, sin embargo, a esas preguntas nadie respondía, pero tampoco la necesitaba.

 

 

Se empeño en buscarlo, al menos para que el bastardo le contestara a su porque. Parte de si, ardía en deseos de encontrarlo y tirarse al suelo rogando porque volviera, la otra deseaba hallar respuesta y luego alejarse de él para siempre, para no sufrir mas…y no se creía capaz de ninguna. Empero, siguió buscando, mas con el objetivo de tener una verdadera razón para seguir con su existencia, pues cada que se atrevía a cuestionarse el que haría después de encontrarlo se daba cuenta de que no lo sabia, y de que su vida prácticamente dependía del otro.

 

 

Pero eso, se decía, estaba bien…después de todo, su vida estaba en las manos de Dios.

 

 

Early morning
The city breaks
I’ve been calling
For years and years and years and years
And you never left me no messages
And never sent me no letters
You’ve got some kind of nerve
Taking all I want

 

Temprano en la mañana

La ciudad despierta

H estado llamando

Por años y años, y años, y años

Y tú nunca me dejaste mensaje

Tú nunca me enviaste cartas

Debes tener algún tipo de nervio

Tomando todo lo que quiero

 

 

 

 

Había salido de aquel lugar que, solo a falta de mejores palabras, llamaba casa con la intención de embarcarse, como muchas otras veces, en su búsqueda. Despertó con la convicción de no regresar con las manos vacías y sintió como un látigo el brillante sol de la mañana en el rostro, el cual parecía recordarle que, tanto como si él estaba o no bien, la vida del mundo seguirá igual que siempre, tan monótona como de costumbre, sin importarle si él estaba o no buscando a alguien, si él tenia o no consuelo.

 

 

Mientras caminaba, con las manos hundidas en el fondo de su raído pantalón, hizo remembranza de la vida que había llevado a lado del otro, y no se sorprendió al encontrase con una relación llena de altibajos, donde sus muchas discusiones sin sentido tenían mas peso del que realmente ameritaban. Pero también recordó lo mucho que ambos se querían, lo mucho que se necesitaban…y por esto ultimo se pregunto porque, si ambos se necesitaban tan desesperadamente, Sasuke no le había hecho saber que estaba bien, al menos hubiera llamado para decirle que no se preocupara, con eso su alma hubiera tenido algo de paz. Sin embargo, creía que el de ojos negros no era capaz de algo así. A veces su Dios le parecía tan imperfecto, que le asustaba la idea de adorarlo.

 

 

 

 

Lost and insecure
You found me, you found me
Lying on the floor
Where were you? Where were you?

 

Perdido e inseguro

Me encontraste, me encontraste

Tumbado en el piso

¿Donde estabas? ¿Donde estabas?

 

 

 

 

Y aquella noche, después de vagar por la ciudad, preguntándose con horror si Sasuke, quizás, había abandonado el país para irse a un lugar donde jamás lo encontrara. Con esa idea, y muchas otras, una más descabellada y paranoica que la anterior, se había refugiado en el calido interior de un local, donde el licor barato fue su mejor amigo por unas horas. Cansado de su búsqueda que parecía no tener fin, y más cansado aun de temer por no tenerlo a su lado, se había dedicado a beber por mucho tiempo, y su cuerpo resistió más alcohol del que creía posible.

 

 

Salio a la calle y camino por mucho rato hasta llegar a aquella esquina, a ese poste que parecía señalarlo burlonamente con su brillante luz, y que le hacia extrañas jugarretas con aquellos nombres tan raros e incoherente. Y ahí, en aquel lugar dejado de la mano de Dios, ahí, con el desagradable sabor del vomito en su boca, con alcohol en sus venas a mas no poder, y con el dolor oculto bajo su mascara de borracho empedernido, ahí y en tal estado lo había encontrado.

 

 

Aquel que lo hacia reír y lo hacia llorar, ese que con solo una mirada sincera le devolvía las ganas de vivir, ese hombre a quien adoraba como a un ser divino, ese de quien su vida dependía. Y se le acerco, se le acerco con la intención de gritarle lo que sentía, de mostrar como sangraba su ignorado corazón.

 

 

Lo había encontrado, completamente sólo, tanto como solo ellos podían estarlo 

 

 

 

 

Lost an insecure

You found me, you found me
Lying on the floor
Surrounded, surrounded
Why’d you have to wait?
Where were you? Where were you?
Just a little late

You found me, you found me

 

Perdido e inseguro

Me encontraste, me encontraste

Tumbado en el piso

Rodeado, rodeado

¿Por qué tenias que esperar?

¿Dónde estabas? ¿Dónde estabas?

Solo un poco tarde

Me encontraste, me encontraste

 

 

 

Y el de ojos negros pronuncio su nombre, pero no respondió a la única pregunta de la que deseaba respuesta. Sasuke no le dio una respuesta a Naruto, pero Naruto no la exigió de nuevo, pues, aun ebrio y con olor a vomito, sus ojos mostraron el gozo que aquel recuentro le provocaba, esa felicidad que solo se podían brindar mutuamente.

 

 

El de cabello rubio se volvió a acercar al de ojos negros, y estaba vez su Dios no retrocedió asustado ante su presencia. Por un momento Sasuke creyó que el otro lo besaría, y se aferraría a él como un chiquillo a su madre, pero en lugar de eso, los centellantes ojos de Naruto se posaron sobre los propios, taladrándolo con la mirada. El de ojos celestes esperaba algo.

 

 

A lo lejos, el sepulcral silencio fue roto por los aullidos lastimeros de un perro, seguidos por las malévolas risas de un grupo de jóvenes que disfrutaban su fechoría. El perro volvió a emitir sus doloridos aullidos, y Sasuke pensó que deseaba estar en el lugar del perro, todo con tal de no aguantar esa mirada que le hacia sentir el apremiante deseo de caer de rodillas y pedir disculpas.

 

 

En la otra calle, un poste de luz parpadeo tres veces, las misma que Naruto cerro los ojos, únicamente porque le fue imposible mantenerlos abiertos. Más lejos aun, se escucharon unas sirenas, y el de cabello rubio, como si la policía viniera por él, bajo la mirada con pesar y la posó en el suelo.

 

 

Ambos relajaron el gesto, y Sasuke se dio el lujo de dar un paso más hacia atrás. El silencio que se instalo junto a ellos les cortaba el aire, como si tuvieran una bolsa de plástico sobre la boca y la nariz. Ninguno dijo nada por un rato, pero el de ojos negros mantuvo la vista sobre Naruto, quien no dejaba de ver el piso con sumo interés.

 

 

—¿Por qué…? —se escuchó en voz baja de parte del de cabello rubio— ¿Por qué hasta ahora?

 

 

Sasuke trago saliva, y deseo con todas sus fuerzas tener otro cigarrillo, para tener una excusa por la cual no abrir la boca. Sus labios, esos que Naruto anhelaba, se despegaron lentamente, y el aire que inhalo su dueño pareció atorarse en su garganta. Abrió mas la boca, y una palabra salio de esta cual mariposa lastimada, medio cayéndose y medio arrastrada por el viento.

 

 

—Perdóname

 

 

Y si Sasuke se hubiera quedado callado después de decir eso, Naruto se hubiera arrojado a sus brazos.

 

 

— Yo… —comenzó de nueva cuenta el de ojos negros, mostrando clara dificultad para respirar—  Yo no sé si…si esto…te…tengo miedo, yo no…yo no sé si esta bien que estemos juntos porque…porque no sé…si vaya a durar lo suficiente…si vaya a ser como… —y calló, incapaz de decir otra palabra.

 

 

Naruto, que había contenido el aliento mientras Sasuke hablaba, dejo salir en un pesado y triste suspiro el contenido de sus pulmones. Miro, con los ojos inyectados de sangre y un poco humedecidos, a aquel que había estado buscando. Tanto tiempo…tanto…

 

 

— ¡¿Por eso te fuiste?! —grito Naruto de repente, logrando un pequeño respingo de parte del de ojos negros— ¡¿Por tu puta cobardía?! —Sasuke se mantuvo en silencio, y el de ojos azules se paso ambas manos por entre el cabello, desesperado— ¿Solo por eso? Pero si…¡Hemos vivido como la escoria del mundo y le tienes miedo a eso! Eres un…eres un… —y Naruto comenzó a llorar, por rabia, por impotencia, dejando salir todas las lagrimas que se había guardado a lo largo de los años— ¿Y crees que yo no tengo miedo? ¿Crees que no lo tuve? ¡¿Crees que eres el único que tiene miedo?!

 

 

El de cabello rubio se quedo callado después de eso, conteniendo sus sollozos y sin limpiarse las lagrimas de sus mejillas. Sasuke no dijo nada, trago saliva, preocupado, asustado, nervioso.

 

 

—Ya…ya veo —dijo Naruto ante el silencio de su compañero, y asintió con la cabeza para mostrar su entendimiento— Si no ha valido la pena buscarte por tanto tiempo…lo entiendo.

 

 

Se dio media vuelta, dispuesto a alejarse de ahí, a hundir su dolor en la primera botella que encontrara, dispuesto a no mirar a tras, pero traiciono su convicción mas pronto de lo que hubiera creído. Escucho a Sasuke pronunciando su nombre, y como un reflejo se volvió para posar de nuevo su azulada y acuosa vista en él.

 

 

El de ojos negros fue esta vez quien se acerco. Las sirenas que se habían escuchado hacia un rato se oyeron de nueva cuenta, acercándose hacia su posición, pero ninguno reparo en ello.

 

 

Sasuke posó una mano sobre la húmeda mejilla de Naruto, y este no rechazo ni acepto el contacto. Como pidiendo permiso, el de ojos negros se acerco mas, lo suficiente para que sus labios se rozaran levemente.

 

 

—Naruto… —le dijo, sin separar sus rostro— Te amo —y se si hubiera quedado callado, el de cabello rubio lo hubiera besado como si no hubiera un mañana— Pero…no sé si podré…

 

 

Sin dejar que terminara de hablar, Naruto retrocedió un paso y marco de nueva cuenta su distancia. No había dejado de llorar, pero ahora perecía más decidido que nunca:

 

 

—Sasuke —dijo, manteniendo una postura rígida— Por ti, yo estoy dispuesto a ir al infierno y regresar…búscame cuando puedas hacer lo mismo —se volteo de nuevo, y la luz de las sirenas llego calle abajo, las patrullas se acercaban.

 

 

Sasuke miro la espalda de Naruto, que se quedo inmóvil por un rato, como meditando si realmente debería irse, o buscando la mejor ruta de escape. Con los ojos vidriosos, el de cabello negro se debatió en una lucha interna: Hacer a un lado su miedo o quedarse en la seguridad de su coraza protectora. Se mordió el labio con fuerza, pero se detuvo antes de hacerse sangrar. Bajo la vista y miro sus manos, sus palmas blancas y frías. Cerró con fuerza los puños.

 

 

—Hasta luego, Sasuke —dijo Naruto, y dio un paso para bajar de la acera.

 

 

Viendo esa como su última oportunidad, Sasuke posó una mano sobre el hombro del de cabello rubio.

 

 

Naruto, harto de seguir a lado de aquel que lo lastimaba, sintió el contacto de su piel y hecho a correr.

 

 

Las sirenas ya estaban ahí.

 

 

 


Why'd you have to wait
To find me, to find me?
 

 

 

¿Por qué tenias que esperar

Para encontrarme, para encontrarme?

 

 

 

 

Y cuando Naruto corrio hacia la otra esquina, una de las patrullas lo arrollo.

 

 

Sasuke se escucho gritando su nombre, y se vio corriendo hacia el cuerpo inerte del de cabello rubio, el cual estaba manchado de carmesí.

 

 

Si tan solo…si tan solo lo hubiera encontrado un poco antes.

 

 

 

Notas finales:

 

El fin, como dije en un principio, este fue un songfic dificil. La idea no estaba muy clara en mi cabeza, pero queria hacer un fic con esta cancion, y ahí esta. Al final, me ha gustado el resultado, y espero quea ustedes tambien.

Entre otras cosas, siempre he creido, en especial cuando me comenzo a gusta el SasuNaruSasu, que la vida de Naruto no tiene mucho sentido sin Sasuke...a saber, talvez el yaoi me efecta. A demas, me he preguntado que pasaria si ambos, Sasuke y Naruto, estuvieran solos, si no tuvieran a nadie mas que ellos. Desde mi punto de vista, y como lo he reflejado (o intenado) en este fic, no pueden vivir el uno sin el otro.

El Sasuke inseguro que muestro aqui es porque...la verdad, yo creo que las decisiones que ha tomado Sasuke, son muy cobardes, es como si no quiesiera enfrenterse a la realidad que le ha sido concedia, es como si tuviera miedo de ser feliz.

Y Naruto...ahh, talvez no es mi personaje favorito, ni protagonisa mi anime preferido, pero tengo que reconocer que el chico tiene mucho valor.

Espero les haya gustado, si es así dejen review y si no, tambien.

Gracias por leer!

 


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