John Cena se encontraba sometido por el Guerrero Celta, Cena tenía todo el cuerpo adolorido al mismo tiempo que estaba bajo una llave del pelirrojo. Sheamus, al igual que Cena tenía el cuerpo muy adolorido, y en algunas secciones de color rojo, pero se esforzaba por vencer a su contrincante.
Cena sabía que podía liberarse de la llave que le aplicaba el pelirrojo, le costaría un poco de trabajo pero podría hacerlo, John comenzó a agitar bruscamente su cuerpo para liberarse, estaba a punto de lograrlo cuando quedo rostro a rostro con Sheamus, en los grises ojos del Guerrero Celta se reflejaba el reflejo del esfuerzo que hacía por mantenerlo dominado, El Marine, miro directamente al pelirrojo a los ojos, al mismo tiempo dejo de luchar para liberarse, se quedo quieto y se olvido absolutamente de todo incluso también había olvidado el dolor que sentía en su cuerpo. El réferi había comenzado a contar pero a Cena no le importo en lo más mínimo. “Nunca había visto unos ojos tan hermosos”. Pensó Cena mirándolos fijamente. El tiempo parecía haberse detenido, John pudo apreciar entonces el prefecto rostro del Guerrero Celta, admiro su cabello que era tan rojo como el fuego, su piel tan blanca como la luna y los ojos grises más bellos que nunca pensó que existían, todo en el era, a falta de palabra en ese momento para Cena, perfecto.
El réferi termino de contar, Sheamus había resultado victorioso, John Cena solo miro como el réferi levantaba el brazo del pelirrojo en señal de victoria, el público aplaudía, algunos abucheaban y otros vitoreaban a Sheamus quien miro a Cena como si estuviera formulándole una pregunta incomoda, John también lo miro, después solo se levanto del sitio en donde lo había dejado su contrincante y se retiro saludando a varios de sus fans, estaba derrotado y con una serie de sensaciones y sentimientos nuevos para el y que nunca había sentido por alguna otra persona.
-¿Qué mierda me ocurre?-. Se preguntaba El Marine.- Soy hombre maldita sea, el no puede estar atrayéndome.
-¡Cena!-. Alguien grito su nombre.
John dio media vuelta y vio a Sheamus que se dirigía rápidamente hacia el.
-¿Qué quieres?-. Pregunto John.
-Quiero saber ¿Por qué me dejaste ganar?
-¿De qué hablas?
-Sabes a que me refiero-. Continúo Sheamus mirando fijamente a Cena.- Yo no te estaba sujetando correctamente y pudiste haberte liberado.
-Es solo que…me distraje-. Se limito a decir John.
Hubo un pequeño momento de silencio, Sheamus continuaba mirando fijamente a John Cena quien intentaba a esquivar la profunda mirada del pelirrojo, no quería volver a perderse en sus grises ojos.
-Fue por mi ¿Verdad?-. Pregunto Sheamus fríamente.
John Cena no pudo decir nada, los nervios que sentía lo habían traicionado, lo único que pudo hacer fue mover la cabeza en forma negativa, pero esto no fue nada convincente.
-No trates de mentirme, lo note por cómo me mirabas-. Continúo Sheamus.- Solo te diré que yo no soy gay, así que no te hagas ilusiones conmigo.
Sheamus, después de terminar de hablar se alejo de John sin siquiera mirarlo, Cena se quedo sin habla y sorprendido por que el pelirrojo lo había descubierto, pero a pesar de esto, El Marine no podía apartar la mirada del pelirrojo que se alejaba, a su parecer caminaba de una forma muy sensual.
-No te preocupes, no lo hago-. Dijo John respondiendo a quien ya no estaba.- No entiendo estos nuevos sentimientos.
Los días pasaron y Sheamus no había visto a John, salvo en algunas portadas de revistas y entre las páginas de los periódicos, pero fuera de eso, no quería verlo ni saber de el, su descubrimiento acerca de John lo ponía nervioso y lo incomodaba, la forma en la que lo había mirado en el ring para el no era nada normal.
El Guerrero Celta se dirigía a un gimnasio, pasaría ahí las siguientes dos horas ejercitándose, al estar ahí, inicio haciendo abdominales, gotas de sudor comenzaron a aparecer y a recorrer la blanca piel de su torso desnudo, el pelirrojo no se había dado cuenta de que alguien lo miraba fijamente.
John Cena se ejercitaba con unas mancuernas cuando se percato de que Sheamus había entrado en el gimnasio y había comenzado a hacer abdominales, la escena era demasiado excitante.
Sheamus, en el instante en que sintió que alguien lo observaba ceso su ejercicio y comenzó a buscar a quien lo miraba, descubrió a Cena, quien al darse cuenta de que el pelirrojo lo había descubierto soltó la pesada mancuerna por la sorpresa, esta cayo directamente al pie derecho del Marine quien al instante sintió un agudo y martirizante dolor, Cena no pudo soportarlo más y se dejo caer al piso para tratar de disminuir un poco el infernal sufrimiento. Sheamus se dirigió rápidamente a Cena quien ya se encontraba en una situación fetal y tomándose la espinilla del pie en que había caído la mancuerna.
-¿Ves lo que te ocurre por estar mirándome?-. Dijo el pelirrojo a Cena.- ¿Quieres que te ayude?
-No, estoy bien, solo fue un pequeño golpe-. Dijo John intentando sonreír para ocultar el dolor que sentía.
El Marine intento levantarse, pero le resulto imposible, en el instante en que se recargo un poco en el pie lastimado, el dolor se multiplico haciendo que John volviera a colapsarse y a quejarse de dolor.
-Creo que se rompió el pie-. Dijo un hombre rubio que se había acercado a los luchadores-. Sería mejor llevarlo a un hospital.
-Yo lo llevare-. Repuso Sheamus, después se acerco a levantarse y a apoyarse en sus hombros, lo llevo a la salida despacio.
-Ni creas que esto significa algo John.
-No creo en nada de eso, es solo que estos nuevos sentimientos, no los entiendo Sheamus, son nuevos para mi.
-Entonces ¿De verdad te gusto?-. Dijo el pelirrojo mirando directamente a los ojos de John Cena.- Me siento muy incomodo al saberlo.
Las dos estrellas de la WWE se quedaron en silencio mientras caminaban a la salida del gimnasio, una vez fuera, Sheamus llamo un taxi, después de abordarlo dieron indicaciones al chofer para ir al hospital más cercano.
-Sé que es incomodo Sheamus, pero no puedo evitarlo, esto es muy extraño para mi.- Dijo John rompiendo el silencio.
-No quiero seguir hablando de esto Cena, por favor solo olvídalo, y no me digas Sheamus, llámame Stephen.
Ya en el hospital, John paso a una revisión, el Guerrero Celta se quedo en la sala de espera, aguardaba a que el médico le diera alguna noticia, mientras esperaba, el pelirrojo pensaba en lo que Cena pensaba y sentía sobre el.
-El es un idiota, no puedo creer que el sienta atracción por mí, pero. ¿Por qué no puedo dejar de pensar en esto ni en el? ¿Qué son estas sensaciones tan extrañas?-. Se decía a si mismo Sheamus.- Pensándolo bien, solo los tengo cuando estoy cerca de el o cuando pienso en el, ¿Sera que el también me está atrayendo? No puede ser posible, yo no soy gay…
-¿Es usted familiar de John Cena?-. Pregunto un medico, el pelirrojo no se dio cuenta de cuando llego junto a el.
-No lo soy, ¿Acaso no ve televisión?-. Respondió Sheamus molesto.
-No la veo, pero, vengo a decirle que el señor Cena se encuentra bien, no sufrió ningún daño grave, salvo y hinchazón y el moretón, pero podrá irse esta miasma tarde.
-Entonces, ¿Ya puedo irme?
-No, tiene que esperarlo, el aun no puede caminar, le pediré el favor de que lo acompañe a su casa-. Dijo seriamente el doctor, después solo se fue sin siquiera escuchar a Sheamus.
El pelirrojo se quedo de mala gana, lo que quería era irse y olvidarse de John Cena por ese día, ¿Pero en que estaba pensando? Sheamus podía hacer lo que quería, y podía irse cuando quisiera, pero eso no era lo que quería, o lo que algo dentro de el no quería irse, ese algo era un sentimiento nuevo que acababa de nacer en el Guerrero Celta, este sentimiento crecía a cada segundo mas y mas.
John Cena había salido muy tarde del hospital por una pequeña confusión de uno de los médicos, caminaba apoyado por unas muletas, pero aun así necesitaba ayuda para caminar. Faltaban solo unos minutos para que dieran las once de la noche al momento de llegar al departamento de John.
-Bien, ya estamos aquí, entonces yo me retiro-. Dijo Sheamus después de dejar dentro al Marine.
-Espera, por favor-. Suplico John al pelirrojo, al mismo tiempo que tomaba el brazo del Guerrero para detenerlo-. Ya es algo tarde, mejor quédate a dormir.
En el momento en que John Cena tomo el brazo de Sheamus, el sintió un agradable calor que emanaba de la mano de John, este calor que desato dentro una serie de extrañas sensaciones dentro del pelirrojo, sensaciones que lo hicieron sentirse jodidamente bien.
-Gracias John, pero no quiero causarte molestia alguna.
-No lo haces, por favor, quédate Stephen.
Sheamus no pudo resistirse a lo que El Marine le pedía, así que acepto, ambos luchadores tomaron asiento frente a el sofá y miraron una película para pasar el rato. John había notado que el pelirrojo tenía una rara expresión en su rostro, parecía que estaba librando una batalla dentro de el, por supuesto, Cena no estaba muy alejado de la realidad.
El Guerrero Celta, dentro de el peleaba en contra de una serie de nuevos sentimientos y sensaciones provocados por Cena, estos eran tan confusos y tan extraños a diferencia de lo que antes hubiese sentido por alguien más, pero por una extraña razón no lo molestaban ya, más bien todo lo contrario, comenzaban a agradarle, se sentía bien estar junto a el, tanto que Sheamus comenzaba a preocuparse, esto no era normal, por lo menos no para el, no para alguien que sobre el ring demostraba fiereza fuerza y poder. “Yo no puedo estar sintiendo esto”. Pensaba el pelirrojo, pero ya era tarde, no se había dado cuenta de que ya no podría hacer nada.
En ese instante, el pelirrojo sintió un peso sobre su hombro derecho, John Cena se había quedado dormido, se había deslizado lentamente por el respaldo del sofá hasta quedar recargado en Sheamus. La tibia respiración del Cena se sentía muy bien, tanto que el pelirrojo no podía resistir el deseo de abrazar a Cena, el solo pensar en esto, hacia que Sheamus se sonrojara fuertemente. El Guerrero Celta deslizo cuidadosamente su brazo alrededor del cuello de Cena, haciendo esto delicadamente para no despertar al Marin, cuando al fin lo tuvo rodeado, Sheamus se sintió bien consigo mismo, a pesar de todos los enfrentamientos que ambos luchadores habían tenido entre si, John Cena, en ese momento, parecía un niño inofensivo que necesitaba a alguien que lo protegiera.
-Creí que no harías nada de nada conmigo-. Dijo Cena, el se había despertado en el instante en que sintió el musculoso brazo del pelirrojo abrazándolo.
-¡Disculpa! No entiendo lo que paso, solo olvídalo ¿Quieres?-. Replico Sheamus levantándose del sofá y alejándose un poco de Cena.- No quiero que menciones esto, no sabía lo que estaba…
John Cena también se había levantado del sofá, y con mucho esfuerzo logro llegar a donde se encontraba Sheamus, y antes de que el pudiera terminar lo que estaba diciendo Cena beso los labios del Guerreo, Sheamus quiso separarse de Cena, pero los sentimientos que habían nacido en el se lo impedían. El beso que recibía de John provocaba que su sangre hirviera de excitación, Sheamus deseo que ese beso durara para siempre, no quería separarse de los dulces y suaves labios de John, pero el recordar que tenían que respirar los obligo a apartarse, solo se quedaron en silencio contemplándose el rostro, ambos notaron que estaban sonrojados.
-¿Y qué opinas ahora?-. Pregunto Cena para romper el silencio.- ¿Aun piensas que no podemos tener algo entre nosotros?
-John, yo no… quizá…-. El pelirrojo no sabía que decir, el beso que había recibido le había gustado, demasiado a decir verdad, pero sus pensamientos no estaban muy definidos en este momento, pero aquel intenso sentimiento que había nacido desde lo más profundo de su ser se hacía más fuerte a cada minuto.- Tal vez…si podamos tener algo, digo, no tengo nada que perder si lo intentamos.
Una gran felicidad se había apoderado de Cena, el pelirrojo había aceptado a ser su pareja, aunque todo esto se sentía muy extraño, le gustaba. Sheamus también se sentía extraño, asimilarlo le había tomado un par de segundos, después solo abrazo a Cena, el calor que le proporcionaba el cuerpo del Marine lo relajaba, lo hacía sentirse bien, seguro, tranquilo y querido, todo lo que había pensado anteriormente de Cena comenzaba a olvidarlo, ahora solo quería estar con el.
-Ya es hora de dormir-. Dijo Sheamus a John susurrándole en el oído.- Yo dormiré en el sofá.
-Anda, duerme conmigo, por favor.
Sheamus accedió a dormir con el, una vez en la habitación el pelirrojo se despojo de su camiseta y de sus pantalones, en ese instante sintió que Cena lo tomaba por la espalda y comenzó a acariciar su pecho y a besar su espalda, Sheamus comenzó a dar pequeños jadeos producidos por el placer que le proporcionaban los cálidos labios del Marine sobre su piel, el pelirrojo se dio vuelta para quedar cara a cara con Cena, lo cargo cuidadosamente por las piernas y lo llevo a la cama, en los ojos de Sheamus se reflejaba el deseo de hacer suyo a John Cena, era algo que no podía ocultar.
El pelirrojo recostó a Cena sobre la cama y se coloco sobre el, tímidamente, Sheamus beso al Marine en los labios, y como acto seguido paso a su cuello dándole pequeños mordiscos, Cena recorrió el suave abdomen de Sheamus hasta llegar a su entrepierna comenzando a acariciar la erección del Guerrero Celta sobre los bóxers de color negro.
De repente, Sheamus se exalto y se hecho a un lado para levantarse de la cama.
-Espera John, aun es muy pronto para esto, perdona-. Dijo Sheamus muy arrepentido.
-No, tú perdóname a mi, no debí iniciar esto-. Se disculpo el Marine sorprendido por el cambio de actitud que había tenido Sheamus.
El Guerrero Celta y El Marine se acostaron entrelazando sus dedos y besándose tiernamente en los labios. Sheamus observo como Cena se había quedado dormido. “Y ahora ¿Qué sigue?” Se pregunto el pelirrojo, aun contemplaba el tranquilo rostro de John, solo lo abrazo, después se quedo dormido vencido por el cansancio.