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Tease for Two por HeraBlack

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Notas del capitulo:

 

 

Hola, aquí de Nuevo Hera actualizando este fic después de casi un año. Espero que les guste el segundo capítulo de Tease for two, disfrútenlo. 


Dedicado a una de las personitas más importantes en mi vida, hoy en su cumpleaños. Mi perrito Ángel, quien hoy cumple siete años. ¡Te amo mi bebe!

 

 

 

SHOP-A-HOLIC GIRL?

 

 

 

—¡¡¡¡AAAAAAHHHH YA LLEGARON, YA LLEGARON, YA LLEGARON!!!!

 

 

Ese fue el grito que lo despertó esa mañana de sábado, de una emocionada Isabella. Acababa de llegar lo que había pedido el martes por internet. Así que resignado, porque era obvio que ya no podría seguir durmiendo más, se levantó y se dirigió al salón encontrando a una Isabella que daba saltitos emocionados todavía en pijama, mientras el mensajero quien no despegaba los ojos de ella, dejaba una gran caja a rayas de colores rojo y fucsia con el logo de Victoria’s Secret.

 

—Firma aquí, por favor —Le dijo el guapo mensajero, pasándole una libreta digital y un Stylus a la chica quien mirándolo coqueta procedió a firmar.

 

—Gracias guapo —Dijo la morena entregándole la libreta mientras le guiñaba un ojo al pobre chico que estaba a punto de hacer combustión, haciendo que Harry negara divertido con la cabeza, su prima nunca cambiaria, pero así la quería.

 

Finalmente cuando cerró la puerta, Harry ya tenía un café en mano. Mirando a la chica quien estaba más emocionada que si fuera navidad, emoción que demostró cuando con un —¡¡BUENOS DIAS MI PEQUEÑO!!— Casi gritado mientras la chica le saltaba encima y le daba uno de sus típicos abrazos de oso remolón haciéndolo reír.

 

—Buenos días pequeña, veo que ya llegaron tus cosas —Habló el pelinegro mientras sorbía otro trago de su taza de café.

 

—Sip, ya llegaron, pero no son MIS cosas, son NUESTRAS cosas, porque pedí algunas cositas para ti también. —Le dijo la morena sonriente mientras le estampaba  un sonoro beso en la mejilla y le arrebataba la taza de café para tomar un poco.

 

— ¡Hey que es mi café! —renegó el moreno a lo cual la chica solo le devolvió la taza, con una sonrisa, no había tomado mucho, pero igual era su café.

 

—Bueno, bueno, calma pequeño, calma y antes ayúdame que sola no puedo con esta caja —Jadeó la chica en un vano intento de cogerla entre sus brazos pero estaba bastante pesada.

 

— ¿Y que gano a cambio? —Preguntó el moreno medio en broma mientras se acercaba y levantaba la caja no sin un poco de dificultad, es que ¿Isabella se había comprado toda la tienda o qué?

 

—Te prepararé unos Waffles, de los que a ti te gustan con crema batida, cerezas y Nutella, ¿qué te parece? —Propuso la chica mientras abría la puerta de su habitación indicándole a Harry que dejase la caja en el suelo mientras ella iba por un bisturí para romper la cinta de seguridad.

 

—Me parece perfecto porque baje como diez kilos solo cargando esa caja —Resopló Harry preguntándose qué demonios había pedido además de una docena de bra’s y ciertos productos que habían visto que lo habían hecho sonrojar demasiado.

 

La respuesta no tardó en llegar, no solo habían productos de belleza y la tan codiciada ropa interior que Isabella pidió, habían más pendas de vestir y quien sabe que más debajo, a buen momento Ángel, el Beagle que ambos tenían en casa, decidió despertarse yendo directo a la caja a fisgonear que había.

 

—Ah, ah, ah no señorito usted ya me daño uno, ¡Estos son míos! —Dijo Bella inclinándose para acariciar la cabecita del perrito quien movía la cola travieso. Para después ir hacia el moreno a recibir más mimos mañaneros, mientras la morena seguía y seguía sacando artículos de la caja.

 

—Entonces muestra que más compraste —Comentó el moreno curioso viendo cajas, frascos botes y más, mientras se sentaba en la cama de la chica con Ángel a su lado sentado meneando la cola, esperando que algunas de las coloridas cosas que su dueña sacaba fuesen para él.

 

 

—Bueno sabes cómo ADORO los brillos, así que compre unas lociones talcos perfumados y cremas con brillos; unas con brillos plateados y las de edición especial navideña que son con brillos dorados. —Habló la chica mostrándole los productos, mientras sacaba otros más

 

—Aquí tengo unas lociones de Beauty Rush* de esas que sabes tanto adoro las de dos colores y me conseguí las de Love Addict, Wink Wink, Secret Tease y Sweet Crush, lastimosamente no había en stock la de Juiced Berry; pero me conseguí la crema y el Gel de ducha baño de espuma Shampoo de estas; adoro ese Shampoo. También te compre del que te gusta tanto el de Wild Kiss unas cuantas botellas —Explicaba la morena colocando al lado del moreno las botellas de color verde.

 

—También te conseguí las dos versiones de Very Sexy for Him  y una colección completa de cremas y gel de baño de Vanilla Lace que son la crema ultra humectante para manos y cuerpo, loción hidratante para el cuerpo, el gel de baño para uso diario y la mantequilla ultra suavizante para el cuerpo; no había en Vanilla Lace pero había en Mango Temptation*. ¡Ah sí, por poco y lo olvido!, que conseguí de una nueva línea que también vende de Vainilla pero con notas de praliné llamada Sweet Craving*, que vienen, la crema placentera para el cuerpo, loción nutritiva para el cuerpo y el gel de baño para uso diario, claro que todas son aparte, pero igual un gustito para mi primo favorito nunca hace daño —Se levantó Isabella sonriente con los brazos llenos de frascos en color amarillo claro, y dorado junto con una de las tan conocidas ya para él bolsas de Victoria’s Secret en las cuales colocó todo lo que era para el ojiverde, para después colocársela en sus manos mientras Ángel se levantaba y metía su  hocico, olfateando la bolsa.

 

—Gracias Bella, no debiste molestarte —Le agradeció Harry un poco incómodo mientras la morena bajaba a Ángel de la cama para que no hiciera algún desastre, como la última vez que se comió su preciado brillo labial de Beauty Rush, aquel que era de dos colores en espiral y que desafortunadamente había desaparecido del mercado.

 

—No hay de que —Respondió la chica sonriente —Por cierto ¿no quieres ver la ropa que conseguí? , habían unos hermosos vestidos, me compre dos Multidress  un montón de sweaters, cárdigans, chaquetas impermeables, ya sabes con este invierno como me pongo de friolenta —Comentó la chica divertida.

 

—Me gustaría pero más tarde Bella, ahora muero de hambre— Dijo el moreno sobándose la barriga la cual le estaba gruñendo.

 

— ¡Verdad el desayuno! —Exclamó la chica abriendo enormemente sus ojos cafés. Mientras volvía a meter las cosas en la caja… No quería que Harry supiera que al fondo estaban ciertos productos muy especiales, los cuales ella sabía que le podrían servir al moreno muy pronto… Eso, si seguían las cosas como iban hasta ahora.

 

 

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Habían pasado tanto el cómo la morena junto con el juguetón Ángel un fin de semana genial, era lunes y mientras él se terminaba de arreglar para salir a clases, Isabella estaba preparando el desayuno de ambos. Terminó de colocarse la chaqueta negra. Cortesía de Hermione en las navidades pasadas saliendo hacia la cocina donde una alegre Bella, jugueteaba con Ángel mientras le servía su cuido.

 

— ¡Hummm eso huele bien! —Dijo el moreno sentándose en la barra americana, cogiendo un par de tajadas de pan tostado y chocolate caliente con malvaviscos.

 

—Gracias —Respondió la chica sentándose del otro lado sirviéndose también un par de tostadas y les untaba mermelada de fresas. —Por cierto Harry ¿qué piensas que dirán hoy en la universidad cuando me vean así? — Preguntó la chica tirando hacia un lado su cabello ahora mitad violeta mitad negro.

 

— ¿Qué eres una loca? —Respondió Harry medio en broma, y es que sabía la fascinación que tenía la chica desde hacía años con el color violeta, pero siempre estuvo reticente a teñirse su bellísimo cabello negro. — ¿Estas segura que el estilista dijo que era Demipermanente*?

 

—Completamente segura Harry en  treinta lavadas el violeta se irá y volverá a ser negro, eso si yo no me vuelvo a echar violeta de nuevo… quien sabe, a mí me gusta como se ve- Comentó ella mirando hacia el reloj de la cocina— ¡Diablos!, Harry apúrate, tenemos que irnos o sino llegaremos tarde y la verdad no quiero hacer una aparición con este clima- Apuró la ahora peli violeta terminándose de comer solo una de las tostadas y bebiéndose en un abrir y cerrar de ojos su chocolate, para correr por las llaves del auto. — ¡Hoy manejas tú! — Gritó la chica desde la el estudio mientras Harry terminaba de apurarse su segunda tostada entre tragos grandes de chocolate.

 

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Llegaron a clase de Histología Humana II* a tiempo, esta era una de las pocas clases que compartía con Isabella en conjunto ya que, aunque iban en el mismo semestre y compartían la misma rama de medicina, el grupo era demasiado grande así que habían dividido a los setenta y cuatro estudiantes de Pediatría y obstetricia. Esta también era una de las pocas clases que compartía con Malfoy, quien por increíble que pareciera, estaba estudiando Psicología y Psiquiatría, ambas al tiempo, cosa realmente de admirar, decían muchos; pero era igual con Hermione quien estaba estudiando Derecho Mágico - Muggle y Ciencias Políticas, también al tiempo y ahora preparándose para hacer una especialización de Negocios Internacionales y Comercio Exterior para el próximo semestre. Típico de su castaña amiga.

 

Estaba en sus cavilaciones cuando Malfoy entró tranquilamente a la clase, faltaban cinco minutos para que llegase el profesor, tiempo que algunos de los estudiantes invertían en comentar que tal su fin de semana, como Isabella, quien tenía a un grupo considerable de gente a su alrededor por su nuevo look. Hasta que  divisó al rubio, despidiendo a todo el mundo y acercándose a él sentándose a su lado.

 

— ¡Hola rubito! —Saludó la ex morena mientras dejaba sus cosas en un asiento a su lado.

 

—Isabella, que te  he dicho de decirme Rubito, sabes cómo lo detesto— Gruñó el rubio quien estaba sacando en ese momento su cuaderno y pluma, y el cual no se había percatado del cambio en la morena, hasta que la encaró. — ¡Por Morgana! ¡Qué te hiciste en el cabello! — Exclamó sorprendido el platinado cogiendo un mechón de cabello ahora violáceo entre sus dedos.  Cosa inusual.

 

—Me lo teñí —Dijo con simpleza la chica sonriéndole ampliamente.

 

—Si de eso me doy cuenta —Ironizó el chico a su lado —Lo que quería decir es porque te hiciste esto. —Comentó el rubio quien al ver el leve puchero de la ex morena y sus ojos cafés brillantes se apresuró a explicarse —No es que no me guste, tu sabes que a los que tenemos sangre Black se nos ve todo fantástico, pero, me encanta más tu cabello negro.

 

— ¡Aww Draco eres un amor, gracias!—Exclamó la morena plantándole un beso en la mejilla, volviendo a su asiento al instante —Pero el tinte no es permanente, se irá con las lavadas, además que tú mismo sabes que adoro mi cabello negro —Susurró la chica guiñándole un ojo coqueta, antes de fijar su mirada al frente, ya que el profesor acababa de llegar.

 

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La hora pasó realmente rápido, el tema de la clase de hoy era realmente interesante para todos, por lo cual le fue muy amena.

 

Estaba terminando de arreglar sus cosas cuando Isabella pasó por su lado, diciéndole que se encontraran en la cafetería del campus a la hora del almuerzo, para después salir del aula; era increíble cómo tanto ella como él siempre terminaban siendo los últimos en salir de la clase.

 

Cerró bien su mochila y colocándosela en el hombro salió tranquilamente, eso hasta que un par de brazos lo apresaron sorpresivamente en el ahora desolado pasillo, para luego estamparlo contra la pared.

 

—Ahora que quieres Malfoy— Dijo el moreno aburrido, aunque por dentro le temblaban las piernas ante la cercanía del Ex Slytherin

 

—¿Yo?, nada Potter, lo mismo de siempre, saludarte— respondió el rubio pegando más su cuerpo al del moreno mientras su blancas manos paraban hacia los laterales de la cabeza de Potter, quien sentía que en cualquier momento se pondría a temblar como una hoja de papel, y no del frio precisamente, cuando sintió la nariz de Draco primero olfateando su cabello para después deslizarla por el rosto del moreno quien instintivamente había cerrado sus ojos verdes, hasta posar la misma en el cuello del Ex Gryffindor y es que el aroma que desprendía del moreno, aunque parecido al de Isabella, era realmente embriagador para él, afrodisiaco y erótico.

 

Su cabello negro siempre oliendo fresco a manzanas y peras en plena primavera y su cuerpo, ah, esa suave piel que ahora la punta de su nariz se estaba encargando de acariciar, siempre con un delicioso y dulce olor a vainilla, ese olor que lo volvía completamente loco por el imbécil más grande que Gryffindor ha tenido, aquel mismo imbécil que no era inmune a sus caricias ya que sentía los leves temblores que se apoderaban de ese menudo cuerpo, o de cómo mordía inconscientemente sus labios cuando intencionalmente acercaba sus rostros. ¡Cuánto deseaba poder cogérselo ahí mismo!, pero le valía más su orgullo, además, también quería que Potter cayera completamente a sus pies. El chico dorado era como un potro salvaje y él quería domarlo, subyugarlo y volverlo suyo, poseerlo, poseer ese cuerpo, con el cual ha estado teniendo fantasías desde hacía un año.

 

Decidió que ya había tenido demasiado por hoy, porque en primer lugar sentía como su miembro iba despertando, además de que hoy el aroma de Potter se había intensificado, y él estaba completamente seguro de que si seguía así, con el moreno acorralado entre su cuerpo por más tiempo no aguantaría más, ya no aguantaba más, un año solo pensando en Potter, en su cuerpo, en cómo se vería bajo su cuerpo, completamente desnudo y a merced de sus caricias, gimiendo ante sus embates, ¡Merlín que no podía ahora! y con una última mirada hacia ojiverde y no sin antes susurrarle en la comisura de los labios, un —Nos veremos luego Potter —Salió caminando satisfecho hacia su próxima clase mientras el moreno, a quien ya no le sostenían las piernas, se fue deslizando suavemente por la pared.

 

—Oh Dios, no sé cuánto más vaya a soportar esto —Suspiró el moreno tratando de calmar su respiración. 

Notas finales:

Sugerencias, críticas y demás, solo manden un review ;)


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