Salí de mi cuarto ya arreglado, el calendario dice que falta solo un día, ósea, hoy es noche buena
-Buenos días Sasuke-kun-Me saludo Madara, a lo que solo lo mire y levante la ceja -¡Que bien te ves! ¿A dónde vas?-Íbamos caminando por unos de los pasillos de la casa, por lo que me imagino, vamos a la cocina a desayunar.
-Buen día, Itachi.-Entramos los dos a la pieza, mi hermano nos volteo a ver y sonrió amablemente, o así lo vi.
-Buen día, hoy desayunaremos fuera… y no lo digo por que haya ollas quemadas ni nada por el estilo. Toma tú chamarra Sasuke y vámonos.-Me indicó, me levante de la silla y fui a mi habitación, antes de cerrar la puerta pude escuchar una conversación que me dejo pensativo.
“El traje ya no me va, tendrá que ser Sasuke… pero conociéndolo tendremos que perder demasiado para que lo haga”.
Equis, entre al cuarto y tome la primera chamarra que vi, una negra con blanco de doble vista, no calienta tanto pero con eso estoy bien. Tomé mi billetera y celular.
-¿Adonde vamos a ir?- Pregunté en el auto, Madara, que conducía me miro por el espejo.
-A una lonchería, a la pinturería y posiblemente a la barbería.-En ese momento pensé, “por el amor de Dios, que no sea Santa” eso sin duda, es lo que menos quiero.
Mientras andábamos en el auto por las calles, vi otra vez, a niños corriendo, casas adornadas y más gente de lo normal. Algunas llevaban bolsas del súper, otras del tianguis navideño que se pone cada año. Por suerte mi familia o lo que queda de ella, no deja nada para ultima hora.
De pronto entre la tanta gente, veo a mi grupo de amigos, Sakura, Naruto y los otros, todos están juntos. ¿Qué estarán haciendo? Igual, otro día sabré, nos estacionamos en un rincón de pueblo, enfrente de una lonchería de buena fama. Nos bajamos del auto, no dije nada, solo me limité a escuchar lo que platicaban.
-Sasuke lo que quieras comer, no te limites.-Me dijo Madara con una sonrisa de “con la condición de”. Sin tomarle importancia me adentre al establecimiento, me senté en una silla que daba a la calle.
Suspiré, me pregunto que se traerán en manos esos dos. Siento un miedo profundo a esta noche.
-¿Qué les traemos?- Preguntó una camarera, le sonreí enfadado y Madara contesto.
-Un café cargado para mi, un té helado para él (Itachi) y un chocomilk.- Obvio el chocomilk es para mi, aunque tenga mis 16 años de experiencia sigo tomando ese tipo de bebidas.
-Enseguida están, ¿Quiere algo para comer?-
-Un Omelette de huevo con queso, un sándwich y una orden de quesadillas con mucho queso.- Esta vez contesto mi hermano, pasaron los minutos y la camarera llegó con las órdenes las cuales coloco en la mesa para después retirarse.
Cada quien tomó lo que quería, y otra vez como si de un niño se tratara, el sándwich me toco. No me quejaré por que tengo hambre, a cada bocado pienso más en que odio la mayonesa y el jamón. ¿Quién lo diría? Hoy en la noche comeré jamón a morir.
-Sasuke, tu hermano y yo hemos estado hablando y creemos que deberías de ser tu quien interprete a Santa esta Navidad.-Me dijo Madara.
-Si Sasuke, el traje ya no me queda.-Completo Itachi, mi peor pesadilla acaba de comenzar cuando ellos juntos decían si, era ¡Si señor!
-¿Qué les hace pensar que voy a aceptar? El traje es rojo y yo no uso ese color, mi cabello es negro el de Santa es blanco y soy delgado no gordo.- La suerte estaba de mi lado, no podría haber un mal Santa Claus por ahí rondando las calles.
-Ya hemos pensado en eso. El traje lo lleve ayer a la pintoreria, va a ser negro esperas que seas feliz. Después de desayunar iremos que te hagan los implantes para una barba falsa. Todo esta planeado, nada puede salir mal.- Me sonrió el abuelo, le devolví el gesto pero obviamente con sarcasmo.
No quiero ser Santa, mis amigos me vera y se burlaran. ¿Qué va a pensar la gente del gran Sasuke Uchiha? Volví a suspirar, me habían derrotado.