-para que lo amarro de manos y pies? ni que se fuera a escapar- murmuro para si, dejando la vela junto a mi, y saliendo de la habitacion, cerrando la puerta tras de si, dejandome ahi, completamente confundido, y con la cruda mas fea de toda mi vida...y aparte de todo... amarrado de manos y pies a los barrotes de una cama.
¿Qué diablos estaba pasando?
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Desperte despues de varias horas....diablos, ni siquiera me habia dado cuenta del momento en el que me habia quedado dormido!!! sin embargo, lo que si notaba era el hambre que hacia gruñir mi estomago...y la sed que consumia y quemaba mi garganta... por lo que parecia llevar cerca de un dia sin consumir alimentos ni liquidos. A la luz de la unica vela en la habitacion, pude observar esta por primera vez. Trate de distraerme observandola detenidamente....dirigi mi vista por la pared tratando de encontrar ventanas, para por lo menos hacerme una idea de la hora que era... sin embargo, lo unico que alcanze a ver, fueron cortinas de terciopelo negro, cubriendo los lugares donde supuse debian ventanas. Suspire, y observe las paredes. Estaban cubiertas de una fina capa de polvo, como si hace mucho tiempo que nadie viviera ahi. Senti un escalofrio recorrer todo mi cuerpo. Me encontraba recostado sobre la cama, atado a los barrotes de ella, me costaba mucho trabajo levantar la cabeza, asi que decidi dejar de hacer esfuerzos y conformarme con observar el techo.
De repente, me dio un ataque de risa ante mi propia estupidez. Estaba en un lugar desconocido, crudo, amarrado a una cama, a la luz de una vela, en un cuarto aislado del exterior, y me encontraba simplemente mirando el techo, esperando lo que tuviera que pasar. Definitivamente algo estaba mal en mi... bastante mal
Trate de detenerme pero no podia. Mi risa tenia ese tono de nerviosismo que tanto detestaba, y de repente sonaba como si estuviera a punto de llorar...pero, ¿que mas podia hacer?
la idea de llorar no me desagradaba del todo...
La puerta se abrio de repente. Nisiquiera intente levantar la cabeza para ver quien habia entrado. Tampoco lo necesite. De pronto, tenia encima a mi angel rubio, que me observaba de un modo extraño.
Un escalofrío recorrio mi cuerpo al sentir sus manos recorrer mi torso por debajo de la camisa...estaba completamente helado...solté un quejido... en verdad estaba demasiado frío... El me miro, pero de inmediato comenzo de nuevo, metiendo sus manos por debajo de mi camisa, recorriendo con las yemas de sus dedos todo mi torso...y yo...yo...lo estaba...¿disfrutando? despues, senti un poco mas el peso de su cuerpo sobre el mio...
Su rostro estaba cada vez mas cerca del mio. Incluso podia escuchar el compás de su respiracion...pronto, al respirar, su aroma invadio cada rincon de mi ser...era un aroma delicioso...simplemente adictivo.
podria quedarme asi por siempre, con el asi de cerca.
Sus labios hicieron contacto con los mios... eran suaves... senti presion sobre mis labios, asi que los abri un poco, a lo cual el entro en mi cavidad bucal, jugando con mi lengua. Respondi aquel beso con toda la intensidad de la que fui capaz.
Un momento...me estaba besando... con otro hombre?...yo?...Shinya Sano estaba besandose con otro hombre???
bahh...que importa... definitivamente es el mejor beso que me han dado en toda mi vida (como si hubieran sido muchos xD)
pero bueno...la falta de oxigeno llego, asi que a regañadientes me aparte de el, tratando de normalizar mi respiracion.
Sus labios bajaban, hacia mi barbilla... y luego hacia mi cuello. Sentir su respiracion ahi me hacia cosquillas...senti su lengua sobre mi cuello... y luego, algo cortante...
De repente, se oyo el sonido de la puerta al abrirse, y el angel rubio se separo de mi, sin levantar la vista.
-¿Que hacen ustedes aqui?¡larguense!- la voz del chico no sonaba para nada agradable..a mi me hubiera dado miedo de ser a quien le habia gritado, sin embargo se escucharon unas carcajadas desde la puerta...
-Ohhh vamos Haru... no te pongas asi...o te estropeamos la cena?-
El aludido los miro con odio, a lo que ellos respondieron estallando en sonoras carcajadas.
se acercaron a la cama y pude ver bien sus rostros, mirandome con curiosidad, y porsupuesto...carcajeandose aun.
Uno era un chico de cabello castaño, algo largo, tremendamente atractivo,vestido con una camisa negra, con un par de botones abiertos, era el que estaba mas cerca de mi, dejo de reirse lentamente.
-es eso Haru??? te estropeamos la cena?- pregunto. Por su tono de voz, supe que no era el el primero que habia hablado. Su tono de voz era un poco...¿infantil? no lo se....
-Eso es obvio...- intervino el otro chico, acercandose a mi campo de vision. Era alto...muy muy delgado, si Haru era blanco... este chico le superaba con creces... la blancura de su piel contrastaba con la negrura de sus cabellos, que caían cuan largos eran sobre sus hombros, llegandole a la altura de media espalda.Vestia con una camisa blanca completamente abierta, dejando al descubierto su pálido pero bien formado pecho. los tres muchachos en aquella habitacion eran la imagen de la perfeccion....-Aunque no parecía eso pequeño Aki...acaso tan malos gustos tienes?- la voz del pelinegro me saco de mis pensamientos...era el quien habia hablado primero...un momento...¿malos gustos? ¿a que demonios se referia? digo...esta claro para mi que ellos son la perfeccion y yo...¿yo que?...mejor me calllo...puede que tenga razon...¿puede?...no...de hecho, la tiene.
-¿Eso a ti que te importa?- La voz de Akiharu me saco de mis pensamientos... de nuevo...
voltee a verlo..su mirada daba miedo.. un destello rojo se despedia de sus iris....
al verlo, ambos chicos empezaron a reir de nuevo, pero esta vez mas tranquilos. El castaño se acerco a Akiharu, rodeandole la espalda con sus brazos
-oohhh vamos hermanito, no te pongas asi... estamos bromeando...¿verdad?- volteo a ver al pelinegro, que asintio sonriendo y acercandose al otro par, abrazandolos amistosamente.La expresion de Akiharu se suavizo, sin embargo seguia observandolos con recelo.
-¿puedo saber a que han venido?-pregunto soltandose del abrazo.El castaño lo miro fijamente
-Parece que a los Mayores no les ha gusta do que lo tengas aqui, Aki....-dijo señalandome con un movimiento de la cabeza.
-¡que?-
-No es exactamente eso... parece que a Haido-san no le ha parecido la FORMA en que lo tienes...(n/a: gomenn, no pude evitar meterlo al fik xDD)-intervino el pelinegro - por lo menos podrias soltarle las manos, ¿no crees? - una sonrisa burlona hizo aparicion en sus labios...(n/a: pero qu labios..*¬*)- al menos, mientras no esten enmedio de una de tus sesiones de sadomaquismo pequeño principe- finalizo echandose a reir con ganas, a lo que le suguio el castaño.
-no soy sadomasoquista- el rubio puso cara de pocos amigos, y ambos dejaron de reir.
-como sea...no sabia que ahora tu pasatiempo era pasear por Akihabara...-murmuro el pelinegro con una sonrisa burlona
-eso no es de tu incumbencia Aoi- le espeto con una sonrisa -Tu nuevo pasatiempo es pasearte por Harajuku, ¿no?- la expresion de burla en el rostro del pelinegro se esfumo -¿Ha pasado algo con ese castaño que tanto te dedicas a espiar?- la sonrisa burlona del rubio se hizo mas grande, dandole paso a una expresion de molestia en el rostro de Aoi, a lo que el castaño miraba a ambos con una expresion cansada
-ohh vamos chicos, no de nuevo porfavor...- ambos voltearon a verlo, y el mayor salio de la habitacion, no sin antes dirigirle una mirada desafiante a MI rubio...¿dije mi? ok ignoren eso...
El castaño se acerco aun mas a MI Angel
-Lo has hecho enojar de nuevo Aki- dijo suspirando -¿esque ustedes no se pueden estar sin pelear ni un solo dia?- dijo revolviendole el cabello con una sonrisa...tenia una linda sonrisa a proposito...yo no dije eso, ¿ok? -Aki... bastaria con que le desates las manos, para que nadie te moleste...y a proposito, Haido-sama dice que a estas alturas, el pobre chico debe estar muriendose de hambre y sed- dijo volteando hacia mi...claro, que no lo habia notado hasta que el lo menciono... quiensabe cuantas horas..o dias llevaba sin comer ni tomar agua, mi estomago empezaba a gruñir y sentia algo extraño en la garganta.
-bueno...entonces me lo llevare de aqui un rato, ¿estas feliz?- pregunto al castaño.
-yo no deberia ser quien este feliz...sino el, ¿no crees?- pregunto el castaño sonriendo, el rubio lo miro con una expresion extraña.
-Si, tienes razon Teruki...- dijo acercandose a mi, y de un jalon rompio las Cadenas que sujetaban mis muñecas a los barrotes de la cama. Empeze a sobarme las muñecas, que aun tenian las marcas de las cadenas...¿cadenas?. Voltee a ver las cadenas rotas que se encontraban por encima de mi cabeza. Definitivamente eran cadenas... sin embargo, el las habia roto como si de un simple y delgado hilo se tratase...no, debo estar loco... definitivamente el hambre causa estragos en mi mente...romper cadenas asi era imposible...¿verdad?
Me ayudo a incorporarme sobre la cama. Mis piernas y brazos estaban completamente entumidos, y la espalda me dolia mucho. Dirigi la vista hacia mis tobillos, los cuales ya estaban libres, Aki habia roto las cadenas sin yo darme cuenta...¿romper? ahm..digamos...¿abrir..? como sea, me ayudo a ponerme de pie, me tomo de la mano, y salio del cuarto arrastrandome tras de si. El resto de la casa estaba mas oscuro, en verdad no podia ver nada. Sin embargo, el pequeño angel rubio caminaba como si pudiera ver perfectamente todo, me guiaba a traves de pasillos y escaleras, mientras yo trataba de no tropezarme con nada, sin embargo, me fue imposible y avanzaba a trompicones tras de el.
Se detuvo de repente, y estuve a punto de chocar contra el, pero me detuvo a su lado, y abrio una puerta, por la cual entro un poco de luz, me jalo hacia afuera. nisiquiera habia mucha luz, pero debido a como habia estado las ultimas hora, me deslumbro, y fueron necesarios unos momentos para poder abrir los ojos. Cuando por fin los pude abrir, me di cuenta de que era de noche. El cielo no estaba completamente oscuro, tal vez acabara de anochecer, eran como las 6 o 7 de la tarde. Tambien pude apreciar que no nos encontrabamos en Tokio. Al menos, no en el centro, debian ser las afueras, ya que estaba todo ytranquilo, y no habia ruido. La casa de la cual acababa de salir, era enorme. Una mansion de estilo completamente occidental. Senti un jalon en mi brazo y me vi de nuevo tras Akiharu, rodeando la mansion
-¿A donde me llevas?- no pude evitar hacer la pregunta, el se detuvo en seco, y volteo lentamente su rostro hacia mi, sus perfectas facciones tenian algo extraño...algo que no terminaba de gustarme... sus iris resplandecian en un tono rojizo...
-¿tienes miedo?- pregunto sonriendo
No pude mas que mirarlo levemente atontado por la repenrina pregunta