+Servus Sanguine+
-~El mundo ya ha cambiado bastante, a veces me pregunto que fue de aquella época, donde se vivía salvajemente, quizá se debía a la ignorancia, pero me fascinaba, me agradaba el salvajismo de la gente, ahora, en esta época, resulta que está de moda ser un “intelectual”, un sabiondo, y aquello va de la mano de los buenos modales, ética moral…etc. Pero a mí no me engañan, yo puedo ver claramente sus instintos más salvajes, ellos aun desean actuar así, como salvajes.
La verdad, el salvajismo es mi forma natural de ser, soy un indomable, es mi naturaleza, como suele decirme mi padre y creador y ocasionalmente mi amante, ¿Por qué no?, ya he perdido todo resquicio de moral humana, no sé de pecados, pues mi sola existencia la maldicen, y con mi padre, simplemente doy rienda suelta a mis más bajos instintos, el deseo que su cuerpo despierta en mí, lo que eh disfrutado de su cuerpo, me he extasiado de su voz, de sus caricias, y por supuesto de su sangre, sí, soy un vampiro, y ¡Por los mil demonios!, la de su amante, ¡Que noches hemos pasado los tres!, realmente algo como para volverse loco de puro placer, ambos me llevan al clímax, ambos compañeros ocasionales de mi vida inmortal, compañeros de la eternidad y la muerte, pero, llega un momento en el que junto a ellos me siento incomodo, como si estuviese fuera de lugar, y mi creador me lo ha explicado muchas veces…~
“Es por tu falta de amante…cuando sientas la necesidad delirante de beber solo su sangre… cuando sientas arder tu cuerpo con su sola presencia, y que todo tu ser vibre con el olor de su sangre, entonces no estarás mas solo, tu compañero habrá llegado y debes rogar a nuestro padre, por que el te corresponda, como Kakashi y yo, búscalo…”
-~Y si soy sincero, aquello me pareció tan absurdo, como el famoso cuento de Alicia en el país de las maravillas, totalmente desquiciado, el estaba con Kakashi por el simple deseo de su sangre y su cuerpo, casi por una hora reí a carcajadas, después que me recupere me fui, no les he visto en un año, he estado vagando, solo, como en otras ocasiones, a veces encuentro otros vampiros e intentan seducirme, pues según mi padre soy un adonis, pero me fastidia que me consideren así, lo único que me gusta de todo mi ser, son mi ojos, los cuales suelen tomar un tono rojizo cuando bebo sangre, cosa que extraña a todos, pues a mi padre y su amante se vuelven de un tono dorado, y a otros vampiros los he visto volverse violeta, pero a nadie más se los he visto rojos.
Y ahora, aquí estoy, en un antro clandestino, en busca de mi presa, y también por la música, Electro Dark, me eriza los bellos de mi cuerpo, y una corriente eléctrica me invade, como cuando me excito, ¡Oh si!, me gusta mucho esta sensación.~
El rubio caminaba por entre la gente, parecía que los cuerpos extraños buscaban mas contacto con su cuerpo, pero el se alejaba, aun estaba en busca de su cena, de un momento a otro choco con otro, cosa extraña en el, pues sin mirar a la gente les esquivaba pero a este no lo había sentido, escucho un bufido de protesta, y cuando se hubo recuperado fue empujado nuevamente por esa persona, haciéndolo a un lado, se quedo petrificado en ese lugar, ¿Qué había dicho su creador sobre esa sensación que lo embargaba ahora?
“…cuando sientas la necesidad delirante de beber solo su sangre… y que todo tu ser vibre con el olor de su sangre…”
-Maldición- dijo el rubio entre dientes al sentir la constante vibración de su cuerpo, su nariz estaba impregnada del olor de su sangre, fresca, llena de vida, giro para ver por donde se había ido aquella persona, y se sobresalto al ver lo que estaba frente a el, como si se tratase de algún hechizo, podía divisar un hilo delgado de color rojo, como guiándolo hasta aquella persona, pero fue sacado de su asombro, unas manos le rodearon de la cadera, y unos labios se pegaron a su nuca.
-¿Por qué tan tenso cariño?- se escucho una voz grave detrás, se soltó del agarre en un movimiento ágil, y como si fuese una bestia salvaje corrió detrás de aquella pista, sentía ansiedad de beber sangre, hasta saciarse por completo, aquel hilillo lo guio hasta un callejón justo alado del antro, y escucho la risa de una mujer, se adentro de manera velos y ansiosa, y ahí le olio de nuevo, era un hombre, de cabellos negros, de unos 22 años, tenía agarrada a la mujer de la cintura, y la mujer le tocaba incitándolo, y el solo sonreía siguiéndole el juego.
“… cuando sientas arder tu cuerpo con su sola presencia… no estarás mas solo, tu compañero habrá llegado…”
-¿Qué quieres?- la voz de la mujer lo saco de sus pensamientos, el azabache y la mujer lo veían extrañados, sintió después de muchos siglos de ser inmortal, un nerviosismo horrible- te he hecho una pregunta niñato
-¿Niñato?- miro incrédulo a la mujer por la forma de hablarle, aunque con dificultad tuvo que aceptar que se veía de no más de 20 años, ante los ojos humanos no era más que un chiquillo, pero proviniendo de la boca de esa mujer le causaba escozor en las entrañas- ¡lárgate!- su voz era grave y sobrenatural, había salido casi como un gruñido de algún animal, resonó en el callejón, la mujer tembló pero el azabache solo frunció el ceño confundido- ¿No me escuchaste?- la mujer salió corriendo y empujando al azabache sin cuidado alguno despareció entre las sombras.
El azabache le miro, le recorrió de pies a cabeza, saco de sus pantalones un cajetilla de cigarros encendió uno y saco el humo por la boca, una ligera llovizna empezó a caer, dejando pequeños diamantes de agua sobre sus cabelleras.
-¿Qué es lo que quieres?, me has espantado a la rubia, tendré que buscar otra- el rubio se mantuvo callado, sentía que el solo hecho de escuchar aquella voz había quedado hipnotizado-¡Contéstame maldita sea!- el rubio se sobresalto ante aquel grito, dio con algo de ¿miedo?, un paso atrás, el otro soltó un bufido de molestia arrojo el cigarrillo al piso y lo apago con su bota- Dobe…- se echo las manos a los bolsillos y empezó a caminar hacia la salida, cuando pasaba junto al rubio este lo sujeto fuertemente del brazo, se tenso y sintió la furia recorrerle el cuerpo, se medio giro hacia aquel extraño- ¡suéltame, no soy homosexual busca…te…!- no termino de hablar, cuando noto el rojizo inusual que irradiaban de los ojos del joven rubio, sintió una fuerza sobrehumana empujarlo hasta que choco dolorosamente contra la pared- ¡¿pero que…?!- estaba acorralado entre un muro de ladrillos y el cuerpo del rubio, intento apartarlo, pero lo sentía casi tan duro como aquella pared, se tenso al verlo inclinarse sobre el y sentir el roce de aquellos labios sobre su cuello, de pronto su mente fue golpeada por una pregunta horrible, ¿planeaba violarlo?, volvió a la realidad al sentir un dolor punzante sobre su cuello, era como si algo filoso fuese clavado lentamente, como si extrajeran algo, y por su mente paso la palabra “sangre”- ¡VAMPIRO!- su propio grito le lastimo los oídos, y la garganta le ardió por la fuerza con la que había gritado- ~es…imposible, ¿un vampiro?, no lo puedo creer pero…esta aquí…alimentándose de mi…¿voy a morir?
-¡mmhh!- sus pensamientos fueron interrumpidos por aquel gemido-¡nnh!-si, eran los gemidos de alguien que estaba recibiendo un placer infinito, al fin dejo de sentir el sobrepeso y el dolor constante de ser vaciado, en cambio se sentía cansado, alzo la vista con dificultad, vio como el chico se alejaba y se pegaba por completo a la otra pared y le miraba asustado
-¿Por qué…?- y en un abrir y cerrar de ojos el rubio ya no estaba, ya solo escuchaba como el agua golpeaba las laminas, ¿Cuándo la lluvia incremento?, se sujeto de un bote de basura, intentando buscar fuerza para poder salir de ahí- ~ ¿Por qué me miro así?... ¿Por qué ese miedo?...no sé por qué, de alguna manera…me molesta ~ Dobe…-mascullo al salir y parar un taxi
+Servus Sanguine+
Llego exhausto hasta el cementerio donde estaba durmiendo, sentía la fuerza y la vitalidad de la sangre, la oscura mirada, atrayente e himpnotizante, el ardor de la piel, el deseo de probar su sangre, no podía creerlo, había sentido todo aquello de lo que se había burlado, se adentró en un mausoleo que llevaba su nombre, bajo unos escalones donde la luz iba muriendo poco a poco hasta que no se vio nada mas, se tiro en el piso, absorto en la oscuridad, no quería aceptar que había sentido el deseo por otro ser, suspiro tratando de tranquilizar el huracán de emociones que lo golpeaban, no quería aquello, se obligo a creer que había sido otra cosa, y así con engaños pudo conciliar el sueño.
+Servus Sanguine+
-¡¿PERO QUE DIABLOS TE PASO EN EL CUELLO SASUKE?!- preguntaba un chico medio vestido, solo llevaba unos bóxers, de piel clara ojos azules y cabellera larga y rubia
-seguro a una de sus amantes se le paso la mano, bueno…la boca-dijo el –Uchiha mayor con burla
-imbécil-Sasuke lo fulmino con la mirada- solo date prisa y haz algo- el rubio corrió al cuarto por el botiquín que tenia, como todo buen doctor que era, se apresuro al regresar a desinfectar la mordida
-ya en serio-dijo Itachi- ¿Cómo te hiciste eso?, ¿te peleaste?
-no…-dudo si contar la verdad, podrían considerarlo un loco- ustedes…-el rubio y el azabache mayor lo miraron atentos- ¿creen en los vampiros?- ambos chicos semi-desnudos lo miraron y se miraron entre si- ¡Vamos!¡que no estoy loco para que me miren así!, ¡yo vi uno!, ¡el me hizo esto!-dijo señalando la mordida, se levanto bruscamente y golpeo furioso la mesa al ver como lo seguían mirando- ¡Es verdad!- se sintió mareado, la habitación dio un giro que lo hizo querer vomitar, se dejo caer al piso, su vista empezaba a nublarse instantes después ya estaba inconsciente.
Al despertar todo estaba oscuro, intento incorporarse, pero el mareo y el punzante dolor del cuello lo obligaron a recostarse de nuevo, recordó al vampiro cuando se acerco a beber de el, su mirada, aquella que tanto le molesto
-idiota…el que debería tener miedo soy yo…
+Servus Sanguine+
Paso una semana, una muy larga y pesada semana para el rubio, pues cada que bebía sangre de alguna persona este le ponía enfermo, y su cuerpo la expulsaba después de unas horas debilitándolo aun mas, llevaba una semana sin poder retener sangre alguna, se dejo caer al piso, no tenia las fuerzas para llegar al cementerio, y el sol estaba por salir, los parpados le pesaban, el cuerpo lo sentía dormido, solo quería dormir, para intentar reunir fuerzas.
+Servus Sanguine+
Salió del bar, ni siquiera podía concentrarse en buscar a alguien para revolcarse, se paro justo enfrente donde había sido atacado, echo un vistazo como hacia todos los días, y noto una mano sobresalir entre las bolsas de basura, al acercarse se sorprendió de verlo ahí, se inclino y noto que estaba inconsciente, miro al cielo que ya aclaraba, faltaban minutos para que el sol saliera, y si era verdad que era un vampiro, el sol no le caería muy bien, lo levanto sintiéndolo realmente liviano, no como aquella vez que no pudo ni moverlo un centímetro, se lo echo a la espalda y camino con paso rápido hacia su departamento que no estaba muy lejos de ahí, entro con algo de dificultad y lo dejo sobre el sofá, corrió a cerrar las persianas dejando en penumbras la estancia, se acerco paso decidido hacia el, quería comprobar que era un vampiro, se inclino y acaricio casi con ternura la despeinada cabellera, supuso que era porque estaba ahí tirado, después fue delineando con un dedo su rostro, las cejas, las pestañas, la nariz, hasta llegar a los labios, los toco con interés hasta llegar a la comisura, lo levanto y ahí encontró ese par de colmillos que sobresalían de los de una persona normal, dos enormes y filosos colmillos.
-no…no me toques- el azabache reacciono alejándose con el corazón al mil por escuchar aquella voz que le pareció demasiado dulce y sutil, insinuante y sensual, el rubio se removió un poco mirándolo con un sonrojo en sus mejillas
+Continuara...+