5 años después de la muerte de Voldemort Harry caminaba rápidamente por las calles de Londres Muggle, se sobo un poco la mejilla derecha pero ignorando el dolor siguió caminando, supo que lo que había echo era un error, nunca debió ocultárselo a Ginny, pero quizás pensó que negándoselo a si mismo acabaría por pasársele, vio un parque totalmente oscuro donde los columpios rechinaban empujados por una leve brisa, se encamino hacia ellos y se sentó en uno como solía hacer cuando era joven miro al cielo lleno de estrellas recordando los últimos momentos al lado de la familia de Ron.
El estaba listo para pedirle matrimonio a Ginny, había sacado todas sus cosas antiguas de Hogwarts para tirar las que ya no usaría, salio un momento del cuarto para bañarse y al volver a entrar la había visto leyendo un cuadernito que tenia unas cuantas anotaciones, pero sabia perfectamente lo que decía, ahí estaba escrito su mayor secreto, en un momento de frustración lo había escrito para desahogarse, pero ahora se había arrepentido tanto, paso un mes mas o menos después de la derrota de Voldemort, todos celebraban y Harry podía volver a estar con Ginny sin temor a que la secuestrasen o la matasen, todos volvieron a repetir el año, aun recordaba el día que todo cambio de ser rosa a ser de un gris oscuro, el estaba en la misión especial de robar wiskey de fuego a Slugorn pues todos querían sufrir la primera borrachera de su vida, Hermione había pegado el grito en el cielo, pero al final dejo de darle importancia Harry feliz y jovial había salido bajo la capa de invisibilidad en dirección hacia el despacho del profesor de pociones, pero de pronto escucho un ruido y se detuvo a oír.
-¡Draco! Aquí no… podrían vernos
-Shh, todos están ocupados celebrando la derrota del señor Oscuro, nadie nos vera
-me alegro de que Potter lo haya derrotado
-eso no importa ahora Blaise, la sala común de Slytherin esta muy agitada para esta intimidad y yo no puedo resistirlo mas
-ah… Draco – oculto por la capa Harry se animo a caminar despacio sin hacer ruido y observo a los dos jóvenes que estaban contra una pared, el rubio lo apresaba y mordía su cuello quitándole rápidamente la túnica
-he esperado esto desde que te conocí Blaise, no puedo esperar mas – ambos se desnudaron rápidamente y comenzaron a acariciarse como posesos, Harry hizo una mueca de asco y pensó en irse pero algo lo distrajo, Draco metió un dedo en al cavidad de Blaise sacándole un gritito, no pudo apartar la mirada por mas que quiso mientras el rubio metía otro dedo meciéndolo Blaise movía sus caderas gimiendo
-Draco hazlo ya por favor, métemela – gimió el moreno Slytherin con la voz nublada de placer, Draco no se hizo del rogar y fue introduciéndose poco a poco, hasta estar totalmente dentro, Harry se fijo en la cara de placer que ponía el rubio, y se dio cuenta que tenia una erección muy abultada entre las piernas, se la acaricio suavemente por encima de su túnica, sin dejar de verlos, la cara de Draco nublada de placer lo estaba hipnotizando
-Blaise estas tan estrecho – gemía el rubio – me voy a venir
-yo… yo también Draco hazlo mas fuerte ah… - Harry solo tuvo que escuchar los gemidos ahogados de Draco para venirse sin haberse tocado apenas
Desde esa vez siempre que tomaba una ducha le venia el recuerdo de Draco, su cara, todo y acababa masturbándose como un poseído y viniéndose varias veces en sus manos, la primera vez que tuvo sexo con Ginny fue en la madriguera, le costo un rato hacerlo levantar, pero al final resulto, la pelirroja gemía con sus embestidas mientras decía su nombre, pero el solo pensaba en Draco, en que lo tenia debajo de el llamándolo así y gimiendo como lo había echo ese día así que se corrió rápidamente, y siempre que tenia sexo con ella pasaba lo mismo, se venia demasiado rápido al pensar en Draco.
Un día cinco años después Ginny había estado insoportable reclamando sobre todo y enojándose de todo, Harry solo había echo un pequeño comentario sobre su carácter y esta había roto a llorar, cosa que no era común en ella, corrió a su habitación para evitar hechizarla de la rabia y saco ese pequeño cuadernito y sin poder soportarlo mas, escribió todo lo que sentía desde que había visto a Draco y Blaise teniendo relaciones, escribió como veía a Draco en Ginny cada vez que la poseía con placer y que esa era la razón por la que se venia tan rápido, después de escribir paginas y paginas de todo lo que sentía parecía calmarse internamente, también escribió que ni un solo día había dejado de pensar en el rubio en esos cinco años, tuvo que escribir que lo amaba con locura por que otra cosa no podía ser mas que amor, no había día en que no soñara con el llamándolo y quedándose a su lado para siempre, había amado a Ginny hasta que mato a Voldemort y había dejado de amarla tomando Draco su lugar en su corazón, pero se lo había callado, después de escribir todo eso pensó en quemar el cuadernito pero la señora Weasley irrumpió en la habitación llorando de felicidad, acompañada por casi toda la familia Weasley
-Harry soy tan feliz vas a hacerme abuela cariño – se había abrazado a Harry
-¿voy a ser papa? – pregunto este confuso
-Si, amor – contesto Ginny abrazándose a el – vamos a ser padres
Olvido el maldito cuaderno y se lleno de la felicidad de saber que seria padre, decidió volver a ocultar sus sentimientos por Draco, y se obligo a amar a su futura esposa, aun que sabia bien que todo el amor que le tenia era solo por estar esperando un hijo suyo, y que por ella ya no sentía nada mas que un cariño fraternal, y cuando Ginny había cumplido el tercer mes de embarazo había tenido que encontrar el maldito cuaderno con todo lo que una vez había escrito hace tres meses, que justamente era ese mismo día que el se encontraba ahí solo y sintiéndose una mierda.
Ginny le había lanzado todo lo que tenia al alcance para después salir corriendo y llorando, bajo a la cocina sin soltar el cuaderno, y se deshizo en un mar de lagrimas y había comenzado a gritar para que todos los Weasleys lo escucharan, y en menos de dos minutos todo el mundo estaba ahí incluso Hermione mirando a Ginny asustada
-¡MALDITO PUTO! – Gritaba la pelirroja – ERES UN ASQUEROSO ME DAS TANTO ASCO TE ODIO HARRY POTTER
-Ginny cálmate – tranquilizo la señora Weasley
-¡no me pidas que me calme madre!
-Ginny el bebe – Decía Harry preocupado por la salud de su hijo mas que por la de ella
-óyeme bien NUNCA, NUNCA EN TU VIDA VAS A VER A ESTE HIJO, ESTE HIJO NO ES TUYO VETE, VETE AHORA LARGATE CON TU ASQUEROSO NOVIO Y DÉJAME
-¿Qué novio? – preguntaba Ron desde un rincón, para horror de Harry, Ginny tomo el cuaderno y comenzó a leer
-¡la primera vez que hice amor con Ginny, creí que no iba a funcionar pero solo al imaginarme a Draco en su piel en sus caricias en su voz hizo que me viniera como un pendejo! – Todos miraron a Harry como a un escreguto de cola explosiva - y es que no puedo dejar de pensar en Draco desde que lo vi teniendo sexo con Blaise Zabini ese día en el colegio, lo he extrañado tanto estos cinco años no hay un solo día que no me lo quite de la cabeza, aun que no lo haya vuelto a ver…
-Ginny basta… - suplico Harry pero ella le ignoro y siguió leyendo
-como me gustaría estar con Draco en vez de Ginny, creo que es amor lo que siento por el no puede ser otra cosa mas que amor – acabo de leer y le arrojo el cuadernito a los pies, el llanto había desaparecido pero una ira inundaba su mirada saco la varita y lo apunto amenazante – vete de mi vista Harry nunca veras a mi hijo, puedes olvidarte de que tendrás un hijo ¿me oíste?
-Ginny no puedes obligarme a hacer eso – En dos zancadas Ginny había cruzado el comedor y le había estampado una cachetada en la cara que lo hizo tambalearse, Ron se acerco a su hermana y la abrazo con fuerza
-Harry… vete por favor, eres mi mejor amigo y no quiero lastimarte… pero no se si podré controlarme mucho tiempo
Harry no lo dudo un segundo mas y salio de la madriguera para aparecerse en el Londres muggle, y ahora estaba ahí sentado en un columpio pensando en que no le dejarían acercarse a su hijo, y que ahora todos los Weasleys lo odiaban, y todo por ese maldito cuaderno, pero en cierta parte de su mente supo que estaría mejor sin Ginny y ya vería la forma de que le dejase ver a su hijo.