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leyendas del mar por tsubasa no hime

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Notas del capitulo:

bueno, espero que lo disfruten

¿Piensas estar allí todo el día?

Le pregunto desinteresadamente observándolo sentado en la playa , en la arena con las manos jugueteando adentrándose en ella y sus ojos bien puestos en el mar, era una tarde fría, cosa bastante extraña en aquel lugar, pero era más por el viento que llevaba consigo la frescuras de mar adentro

-aquí le vieron la ultima vez

Susurro suavemente sin posar la vista en el otro que estaba parado varios metros más allá, sobre una roca y con el ceño algo fruncido

-te he dicho que son cuentos de viejos ebrios

Se quedaron en silencio, al parecer al chico no le había gustado aquella respuesta tan escéptica  después de todo aquello había sido su fascinación desde muy pequeño, lo único que solía hacer era leer historias sobre monstruos marinos, animales prehistóricos, las imágenes de la tierra antes de nosotros, antes de este basurero, era agresiva, amenazante, explosiva, imponente y sin ningún sentido, el terror de aquellas imágenes, para algunos eran puras fantasías, en otro caso solo historia pero para él era su más grande fascinación, como también su temor, temía al mar, a la profundidad a la oscuridad a la sangre fría de los asesinos y al olvido, pero, hacia tanto tiempo que no sentía nada que temía haber perdido aquella sensación paralizante que helaba hasta los dedos y cortaba la respiración.

-¿Cómo puedes decir eso?, sabias que solo el océanos pacifico cubre prácticamente la mitad de la esfera terrestre además...

Fue interrumpido por el otro chico que se había lanzado de la piedra para taparle la boca

-tenemos menor conocimiento del mar y sus seres que del universo en sí, sí, ya lo sé, si vuelves a decir eso me volveré loco, ¿solo viniste aquí por eso?, por favor, es ridículo, aunque hubiera algo y no lo hay no podrías verlo desde aquí, tendrías que viajar cientos de kilómetros mar adentro, allá donde van los caza ballenas y no pondrás un pie en el agua, te conozco.

Lo libero y espero una respuesta

-me da miedo

Contesto con simplicidad

-¿el agua?, por favor, oí que nadas como un pez, según el chicanero de tu padre tienes medallas de oro por ello, aunque dudo que nades mejor que yo

Lo miro solo un momento, no sabía que su padre anduviera divulgando su vida es más, no sabía que su padre supiera siquiera algo sobre él, pero después de todo en aquel pueblo todo el mundo parecía conocer a todo el mundo, era realmente molesto pensar que todos sabían lo que hacías y a donde ibas, no como si hubieran muchos lugares a donde ir, la playa, el muelle y algún restaurante o bar de mala muerte, en efecto extrañaba la vida de la ciudad.

-eso era antes

-¿si no te gusta el mar, porque carajos te mudaste aquí?

Francisco podía ser increíblemente agresivo, el amaba el mar, amaba nadar y pescar y para el no había nada más molesto que una persona que se mostrara tan reacia a explorar las aguas y lo peor, les temiera cuando alardeaba tanto de estar fascinado por ellas

-eso no te importa, ¿no deberías estar sacando las tripas a las toneladas de pescado que mataron tu padre y tú?

-son para comerlos, la cadena alimenticia, ni se te ocurra juzgarme, es ridículo, aquí se desayuna pescado, se almuerza pescado y se cena pescado, es todo si no te gusta vuelve a la ciudad.

El chico apretó fuertemente sus labios, todos en aquel lugar lo trataban mal, pero incluso en la ciudad era maltratado así que daba lo mismo, las personas no parecían tener la mas mínima disposición en aceptarlo así que daba igual, se levanto después de suspirar y echo a caminar, podría seguir observando el mar en la noche cuando nadie lo molestara.

‘'nos vemos, bebe'' fue lo único que se escucho entre las risas de francisco y al parecer una media docena más de chicos y chicas que se escondían cerca de allí escuchando la conversación y ahora abucheando ofensivamente.

 

 

Sentado en su cuarto a media noche, con solo una lamparilla prendida, la ventana abierta dejando pasar el fresco aire de la noche viendo pasar ante sus ojos las letras de una vieja historia que creyó enterrada al regalar los libros en una galería.

 

El kraken, una especie de pulpo colosalmente gigante, perfectamente capaz de tragar una embarcación de un bocado y supuestamente de buena suerte para la pesca, cuentan los marineros que siempre después de una pesca increíblemente fortuita se alejan del lugar ya que como ellos dicen ‘'debes haber pescado sobre un kraken'', otros dicen del kraken que se confunde con las islas, los  balleneros exhaustos llegan a ellos pensando tocar tierra firme pero hallando la muerte, esta teoría explicaba el porqué de las islas fantasmas, que aparecían en el mapa y luego ya no estaban, por otra parte hay quienes creen en el kraken pero dudan que haya llegado a ser visto, pues este debe morar en la profundidad de los océanos rodeado por gigantescos y monstruosos gusanos de mar, durmiendo allí por siglos y lo seguirá hasta que el día del juicio final pueda ser visto una sola vez, tanto por los hombres como por los ángeles, rugiendo surgirá y morirá en la superficie, lo más parecido a un kraken que podemos estar seguros existe, es el calamar gigante, que si bien no puede confundirse con una isla, es capaz de volcar un barco sin ningún proble...

 

La luz de la lámpara le molesto un poco, probablemente no recordara del todo bien la historia, lo que mas podía ver ante sus ojos eran las imágenes de su libro de ciencias, color cascaron, no podía olvidarlo, las primeras hojas eran de color rojo y en la portada una cadena de elefantes de color plata en relieve, realmente era una enciclopedia, dividida en varios temas, ciencias, matemáticas, sociales, historia, literatura, en fin, la verdad no recordaba mucho, solo recordaba ciencias, que más parecía un libro de fantasía después de la pagina 200, fue regalada toda la enciclopedia cuando sus abuela decidió que era muy chico para libros de bachiller y pensando que alguien más los podría necesitar, según dijo, ella le compraría una nueva enciclopedia a su tiempo

Respiro profundamente y miro por la ventana, probablemente el matón de francisco tuviera razón, sería incapaz de ver algún día alguna increíble criatura de mar, puesto que no era capaz de sumergirse ni en una piscina, incluso había mandado a sacar la bañera del baño de su nueva habitación para usar solo la regadera, amo el agua y amo nadar, como toda su familia, venia de una familia de nadadores, increíblemente su abuela a pesar de su edad era la mejor de todos, pero eso no fue suficiente como para que en el ultimo paseo al lago mas gigantesco a las afueras de la ciudad fuera arrastrada por algas y se ahogara irremediablemente, el cuerpo, nunca lo hallaron, aquel lago era profundo pero eso no basto como explicación porque residentes de aquel lugar turístico insistían que la serpiente gigante que moraba en aquellas aguas había sido quien había acabado con la vida de la mujer. ‘'puras majaderías, para atraer turistas'', le dijo la policía días después del incidente, su hermana pequeña mauren también sufrió un cruel destino bajo las aguas, de vacaciones con su madre, fue vista una última vez antes de zambullirse en el mar.

Todo eso en tampoco tiempo, no pasaron dos días después del incidente con su abuela cuando la madre de la chiquilla alarmada y en llanto llamo para anunciar la siguiente tragedia, a penas había pasado de aquello un mes, los tramites fueron exhaustos no hubo tiempo para el dolor, el bienestar necesitaba de alguien que cuidara de él, tuvo que pasar un par de días en una casa hogar que era más bien una cárcel  hasta que al fin pudieron localizar a su padre, y esa era la historia, había llegado a sipriano completamente confundido sin saber ni siquiera como era la cara del hombre que ‘'cuidaría'' de él.

Era casi la primera vez que se ponía a pensar en ello, no tuvo tiempo de pensar en nada mientras estuvo en cuidado del bienestar pues todos en aquel lugar parecían querer hacerle daño, probablemente fue incapaz de dormir pero no recordaba con exactitud, no era capaz, el era, como una especie de ente que estaba en alerta cada instante sin ningún pensamiento cruzándole la cabeza, con los músculos tensionados y la mirada amenazante, eso no impidió que le dieran algunas palizas pues su físico no se prestaba para que los demás se cuidaran de él, era de baja estatura y supuestamente tenía cara de niñita, por supuesto que era torturado y humillado la mayor del tiempo, pero él no pensaba cambiar su apariencia, le  gustaba, mas bien, quería conservarla, la imagen que tuvo durante todo el tiempo compartido con las dos personas que más amo en su vida.

 

Bajo las escaleras a la 1 de la madrugada, todo estaba en silencio en la casa, lo único que lograba escuchar era el susurro de las olas chocando en las rocas y el silbido del viento, tomo las llaves sobre un mesan y salió de la casa mientras se colocaba una enorme chaqueta que encontró en su habitación y quien sabe de quién seria, para protegerse un poco del grito, camino firmemente por las desoladas calles, por supuesto que en un pueblito como aquel debían haber innumerables leyendas, pero nadie se había ofrecido a contárselas así que no estaba tan asustado como lo estaría si supiera lo que seguramente eran ‘'leyendas y mitos de sipriano''  y llegando a la playa se acerco al mar sin ser capaz de poner cerca del agua sus pies aun calzados.

Se quito los zapatos , luego las medias y se remango un poco la sudadera para caminar sobre la húmeda arena , con cada paso su corazón latía mas fuerte y su respiración se hacía pequeña casi inexistente, sentía que caería a un poso en cualquier momento, siguió caminando, debía saberlo, debía intentarlo, no se metería al agua, solo quería recordar, recordar el miedo, el terror, la desesperación que nunca sintió, debió ser él quien se ahogara, era él quien pasaba siete dos de la semana 8 horas diarias metido en la piscina de su barrio, era él quien se tiraba a cuanto lago hubiera , quien anhelaba sumergirse en el mar, debió ser él quien se ahogara, no había sido capaz de llorar en todo ese tiempo, no sentía dolor, no sentía nada, supuestamente.

Sus dedos chocaron con el agua y su cuerpo enero se helo, había echo malos cálculos y por culpa de la marea el agua ya le cubría el pie completamente, sin saber en qué momento empezó a llorar, no dejaba de imaginar la cara de su abuela desesperada por salir, con las manos alzadas tratando de alcanzar la superficie para que alguien la viera, el terror la angustia, aire, la necesidad de aire, el miedo la frustración, el color oscuro de aquel lago envolviéndola siendo incapaz de ver con claridad el nudo en su pantorrilla, entonces lo comprendió, nunca perdió el miedo, estuvo tan increíblemente aterrorizado todo el tiempo que se bloqueo, efectivamente todo lo que había vivido era como una pesadilla, no era capaz de sentir pero ahí estaba, y ahora que despertaba podía sentir ese dolor ese miedo esa angustia, dejo de sentir el agua que le hacia coquillas en el pie para sentirse completamente rodeado por ella, abrió sus ojos y vio el agua oscura de un lago, era de día, si, era el atardecer podía distinguir en la superficie rastros naranjas y algunas franjas de luz le permitían ver el lugar en el que se hallaba, algo sujetaba su pie o se había percatado de ellos, ¿era el agua del mar, no, el ya no se hallaba allí, ¿Qué era?, bajo su mirada y pudo distinguir las ondulantes algas en el fondo del lago, comprendió, y murió de miedo, debía, debía alcanzarlas y romperlas¡, debía salir de allí, debía hacer algo, alzo sus ojos nuevamente par ver que tan hondo estaba pero su vista se perdió en aquel par de ojos negros , la piel vino tinto con verde de su cabeza, con espinas en la parte superior de la cabeza, como un ¿dragón?, no, mas terrorífico, mas real, se quedo atónito incluso olvidando por un momento su situación, lo vio pasarle de largo, pudo ver su largo cuerpo al menos cuatro metros y un grueso escalofriante, con aletas de seguro de por lo menos un metro, ¿Qué pasaba?, ¿Qué era aquello?, tenía mucho miedo, una vez más, debía, debía liberarse ahora más que nunca, volvió su vista al fondo pero una pequeña corriente de agua helada le acaricio el brazo y lo hizo ondular junto con las algas, alzo su vista una vez más, venia de nuevo ante él, pero más imponente, más agresiva, más misteriosa aun venia, venia, no, lo...rodeaba, lo hundía, vio su rostro una última vez y un grito se escucho a lo lejos mientras su cuerpo muerto del miedo caía en la inconsciencia siendo llevado a la oscura profundidad de las aguas

 

 

Cálmate, cálmate niño, despierta de una vez, vamos no te paso nada, abre los ojos ya

Se movía irregularmente en agua tranquilas, posiblemente no estaban tan tranquila como él pensaba, y esa voz, esa voz, ¿Qué quería?

-que abras los ojos, te digo

¿Qué abra los ojos?, solo hay, oscuridad de todas formas, si tanto lo quieres, lo intentare

 

Choco con el cielo estrelladlo, el fresco del aire le caía en la cara y mirando a un lado encontró la criatura mas temible de las tierras, francisco, estaba muy mojado, con el cabello  escurriéndole y su fuerte pecho al descubierto

-¿Qué paso?

-al fin dejas de llorar

Le contesto el otro en tono despectivo

-¿llorar?

Se llevo las manos a las mejillas y comprobó que era cierto

-¿Qué paso? pregunto una vez mas

-dime tu, estaba dándome un tremendo chapuzón cuando escuche un grito espantoso... cuando Salí del agua estabas arrodillado y llorando como un bebe.

Un sueño, había sido todo un sueño, pero él no recordaba haber decidido tomar una siesta allí, ¿Cómo había llegado a quedarse dormido parado en la orilla del mar?, miro un momento al chico que se había dedicado a hacerle la vida imposible toda la semana, el era todo lo opuesto de su ser, no lo había notado antes, pero vaya que era alto y muy bien formado, tenía los ojos de color azul como el mar y las facciones eran agradables y muy varoniles, era joven posiblemente fuera tan solo uno o dos años mayor que él, por lo que había oído, no solía odiar a las personas, pero él, el era una de esas personas que por tener el privilegio de ser como era, se dedicaban a molestar a los demás, o al menos eso le parecía, se sentía increíblemente mal, increíblemente humillado de solo ver su físico y saber en qué situación se hallaba, lo peor de todo  fue que lo encontró llorando e inconsciente y por esa misma razón no quiso volver a saber nada de él, no quería volver a cruzárselo jamás, era demasiado para poder soportar, no quería, no quería, no sabía del todo muy bien la razón, era su humillante físico, era su insoportable manía de tratar de meterlo al mar, de amenazarlo con echarlo en un costal, montarlo en un barco y dejarlo tirado mar adentro, su maldita mirada de superioridad o la suerte que tenia para encontrárselo en cualquier hueco que se metiera

-así que ¿Qué te paso, llorica?

Escucho que le decía, el mientras tanto se levanto apoyándose en una piedra y cuando el mundo dejo de darle vueltas empezó a caminar alejándose del chico

-perdona

Dijo lo ultimo esperando no tener que estar cerca de él ni del mar nunca más.

 

 

Notas finales:

ojala y les haya gustado, espero sus comentarios, para saber que les parecio, bye bye


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