Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimito-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión
Parejas: SasuxNaru, y las que se me ocurran
Aclaraciones y Advertencia: Contiene Yaoi, muerte de personaje, Spoiler del manga, entre otros
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Tu última oportunidad
Capitulo 1.- Destino
Una figura difusa a causa de las fuertes ráfagas de viento y arena. Caminaba por ese enorme desierto; estaba totalmente cubierto por gruesas telas que lo protegían de las inclemencias del clima. Finalmente la tormenta de arena terminó, permitiendo al cansado viajero, divisar la entrada de una cueva. Entró en ella para descansar, pues la noche estaba a punto de caer y con ella la temperatura.
Se descubrió el rostro, revelando un hermoso joven, como de 22 años, cabello negro como la noche, ojos de igual color, piel clara.
—Estoy cerca... —se dijo a sí mismo —lo presiento. Suspiró pesadamente. Se acomodó en el suelo húmedo y frió con claras intenciones de dormir y recuperar fuerzas, pero...
—Nyu, Nyu —aquel extraño sonido proveniente del interior de la cueva, lo alertó. Se levanto para ir a investigar.
Al llegar a donde aquel sonido provenía, Sasuke se quedo impresionado, al ver una extraña criatura. Era redonda, sus piernas y brazos eran cortos, tan cortos como los de un pingüino, su piel era de una tonalidad de rosa, tenía enormes orejas como de conejo y unas pequeñas alas de un rosa más fuerte que su piel.
—Nyu —escuchó el pelinegro de la criatura –Nyu, Nyu, Nyu —aquel ser parecía estar cantando, de pronto, la cueva se ilumino, cegando al Uchiha por unos segundos, hasta que la luz desapareció y con ella la cueva, ahora el Uchiha se encontraba flotando en la nada.
—Felicidades mortal –dijo una voz proveniente de todos lados.
—¿Quién eres? –preguntó Sasuke activando su sharingan pero ni así fue capaz de descubrir a quien le hablaba.
—¿Quién soy? —repitió al tiempo que el lugar cambiaba nuevamente, está vez, transformándose en un gran salón, que parecía haber salido de algún cuento de hadas o fantasía. Había velas suspendidas en la nada que iluminaban el lugar, el techo tenía diferentes paisajes que se movían con propia vida; toda la habitación estaba adornada con diferentes clases de piedras y metales preciosos, el piso mismo estaba hecho de oro solidó.
Finalmente, ante sus ojos, apareció un majestuoso trono, digno de un faraón y ahí, sentada en el imponente sitial, se encontraba una mujer; su cabello era largo y extraño pues daba la sensación de estar viendo pasar estrellas, vestía una túnica larga con aberturas a cada lado de las piernas, mostrando la perfección de estas, tenía un escote algo revelador, su ojos eran de un color azul neon, su piel era clara, casi pálida, sus brazos estaban adornados con brazaletes con extraños grabados, en su frente tenía una tiara con un rubí en el centro.
—Bienvenido Uchiha Sasuke –dijo la mujer sonriendo de forma cruel.
—¿Quién demonios eres? –le preguntó nuevamente sin inmutarse por la forma en que la fémina le miraba —¿Cómo sabes mi nombre?
—Los mortales son tan tontos —se burló la mujer —. Pasan toda su vida buscando algo, pero cuando al fin decido dárselas, simplemente la rechazan por no darse cuenta de que es su tan preciado tesoro, por el que sacrificaron tantas cosas.
Sasuke no le respondió, estaba demasiado confuso como para articular palabra alguna.
—¿Tú buscas eso, verdad? –le pregunto señalando un lugar oscuro de la habitación, el cual se ilumino mostrando a un hombre rubio de ojos azules, piel morena y marcas en las mejillas.
—¡Naruto! –Sasuke corrió hacía él y lo abrazó contra su pecho, pero el rubio no reacciono — ¿Naruto? ¡Reacciona! —le dijo desesperado.
—Es un simple cascaron sin vida. Ni siquiera es el verdadero —habló la mujer en tono neutro —. Sólo una de mis tantas creaciones —dijo al tiempo que el rubio desaparecía en brazos del pelinegro.
—¡¿Dónde está el verdadero? —le exigió saber. La mujer le dedicó una sonrisa de su prioridad y dijo:
—¿A dónde van los mortales cuando mueren? —Sasuke apretó los puños y dientes, esa mujer se estaba burlando de él —Pues al Hades –se respondió a sí misma con tal tono de satisfacción que hacía que la furia del azabache aumentara.
—No... Naruto no está muerto —dijo el Uchiha seguro de los engaños de esa criatura — ¡Estás mintiendo!
—Pues lo está, no miento... pero no te preocupes, su alma no fue juzgada —¿lo consoló? —. Fue de las pocas que han pasado directamente a los campos Elíseos –la mujer guardo silencio por unos segundos, su expresión cambió a una tierna, lo que confundió al azabache —. Alma más pura que él no he visto jamás, a pesar de todo lo que sufrió por culpa de esos aldeanos y por causa de aquel al que amo –esto lo dijo con furia contenida —. A pesar de eso, de que nadie le enseño lo que era el amor... la amistad... él por si solo lo aprendió...
—¡En eso te equivocas! –le gritó –Iruka, Kakashi, Sakura, Hinata, los otros y... yo... ¡Todos nosotros le dimos nuestro cariño y amistad!
—Sí, pero eso lo empezaron a hacer cuando él se convirtió en gennin, a los 12 años –dijo —¿Y qué hay de los primeros años de mi vida? –le interrogó. La mujer parecía más molesta que en un principió —. Para un mortal, sus primeros años de vida, son los más importantes, es por eso que Uzumaki Naruto es tan especial, es por eso que decidí traerlo para que dejara de sufrir.
—¡¿Con que derecho? –le gritó furioso, ¿Cómo se atrevía esa mujer a decidir por la vida del rubio?
—Con el derecho que me da ser lo que soy —dijo molesta —.Soy aquella que hila el telar de la vida, el pasado, presente y futuro, soy yo quien decide como se llevaran a cabo los eventos —dijo la mujer —. Los mortales y dioses me han dado muchos nombres a lo largo de los siglos, tú puedes llamarme Destino.
—¿Qué le sucedió a Naruto? —preguntó derrotado. Lo había perdido, ¿realmente perdió a su rubio?
—¿Deseas ver su muerte? —le preguntó con un toque de perversión en su voz —Murió con honor, un demonio con corazón y alma pura no se dan todos los siglos.
—¿De qué hablas? —preguntó confundido.
—Él se enteró que el Akatsuki planeaba atacar la villa, los combatió y mató a todos pero a cambio de su vida.
—Pero Kyuubi tiene poder ilimitado –Sasuke no se podía creer lo que aquella mujer le decía, seguramente estaba mintiendo.
—Su poder sí, pero el cuerpo mortal no fue capaz de soportar y eso lo llevo a su muerte.
—No, estás mintiendo –el cuerpo del Uchiha comenzó a temblar a causa de la desesperación que en ese momento sentía —. Ese dobe no puede estar muerto... no...
—¿Qué ganaría con mentirte? –le pregunto molesta —Tú mismo puedes comprobarlo si lo deseas, aunque claro, no esperes que el señor de los muertos y su esposa te dejen acercarte al rubio —habló con enojo —. Ellos le han tomado mucho cariño, al igual que los otros dioses, no me extrañaría que Naruto, con el tiempo se olvide que alguna vez fue mortal, que se olvide de ti Uchiha y que acepte las propuestas de alguna diosa o dios.
—¡Eso jamás! –le gritó molesto, los celos lo cegaron y la furia se apoderó de él con solo pensar en esa posibilidad.
—Tendría todo el derecho —cierto, Naruto tenía todo el derecho de amar a alguien, se lo merecía después de que él...
—Destino, es suficiente —habló una joven de cabello largo y rubio, ojos dorados, vestía una túnica larga de color blanco y unas hermosas alas sobresalían de su espalda.
—Ah, Esperanza — Destino hizo una mueca de molestia al vez al ángel, comprendiendo la presencia del humano frente a ella —. Ya se me hacia extraño que este mortal llegara aquí sin ayuda —La recién llegada tan solo sonrió.
—Por favor, permite que este mortal tenga una última oportunidad de recuperar el amor de Naruto.
—Muy bien —accedió Destino para sorpresa del ángel quien no esperaba que le resultara tan sencillo convencerle —, sin embargo, si vuelve a lastimarlo... si lo hace de nuevo, no sólo se tendrá que preocupar por mí, sino también de los dioses —con estas últimas palabras la mujer desapareció desvaneciéndose en el aire.
—Yo soy Esperanza –dijo la mujer sonriendo —. Te pido disculpas por la forma en que el Destino te trato, puede llegar a ser muy cruel a veces.
—¿Qué demonios es este lugar? ¿Es un sueño? ¿Oh que mierda es esto?
—No es ningún sueño Sasuke Uchiha —le aseguró la mujer sonriéndole —, este es el lazo que une las dimensiones, realidades o como desees llamarle —la chica se acerco a Sasuke —. Es aquí donde nosotros vivimos.
—¿Nosotros? –preguntó confundido. El ángel irradiaba una energía parecida a la de Naruto lo que le daba cierta calma y tranquilidad.
—Destino y nosotros, los sentimientos y virtudes –le respondió.
—¿Cómo llegue aquí? —quizás se estaba tomando las cosas muy a la ligera pero ya estaba cansado de buscar a ciegas; si esa mujer podía ayudarlo correría cualquier riesgo.
—Esperanza, Amor y yo te trajimos –dijo una pequeña de blancos cabellos, como sus ojos, vestía un lindo vestido blanco, a su lado se encontraba un joven de cabello largo y rojo, vestía un pantalón ajustado de color blanco y una camisa de manga larga de igual color, sus ojos eran de un rojo más claro que su cabello.
—Es un gusto Uchiha-san, soy Bondad y él es el Amor.
—Así que este es el responsable del sufrimiento de Naruto –dijo el Amor en tono serio, se notaba un poco re resentimiento que desapareció tan rápido como apareció —¿Destino lo ha permitido? —le preguntó a la rubia.
—Si –le respondió la esperanza –Sin embargo, no creo que este muy de acuerdo.
—Es entendible —habló Bondad sin prestarle atención al Uchiha que escuchaba la conversación en silencio —. Después de todo, fue quien decidió adelantar su llegada para evitarle más sufrimiento.
—¿Qué quieres decir con eso? –exigió saber el Uchiha.
—A nuestro querido Naruto, aún le quedaban algunos años entre los mortales —explicó la Esperanza —, pero Destino ya no quería que sufriera mas, por lo que decidió adelantar su muerte y así pudiera unir nuevamente con nosotros.
Sasuke la miró confundida, ¿Qué quería decir con eso?
—Él es Pureza –dijo la pequeña Bondad sonriendo.
—¿Dónde está ahora? —Sasuke no comprendió nada pero en esos momentos lo único que le interesaba era vez a su rubia obsesión.
—Seguramente con Perséfone —habló Amor —, esa diosa le ha tomado cariño maternal.
—¿Es feliz? –preguntó con melancolía.
—No del todo –le respondió la niña —. Él nunca podrá ser feliz del todo.
—Al menos no hasta que tu recuerdo desaparezca para siempre —agregó Esperanza con seriedad.
—Pero yo mejor que nadie se que eso jamás sucederá —aseguró Amor sintiéndose culpable del sufrimiento de su hermano —. Así viva la eternidad entera y reciba el cariño de alguien mas, Naruto no será del todo feliz.
—Es por eso que queremos ayudar —habló Bondad —. Te regresaremos al pasado para que arregles el desastre que ocasionaste.
—Pero ten cuidado –le advirtió Esperanza –Así como a vemos quienes te apoyamos…
—También hay quienes desean que Naruto se quede con nosotros —finalizó Bondad entre seria y preocupada.
—Así que ve con cuidado ya que no sólo te enfrentaras a seres como nosotros, también a Dioses.
—Y si llegaras a fallar... quedarías condenado al limbo y sufrirías eternamente el castigo de ver lo que pudiste tener pero que perdiste a causa de tu imprudencia —le advirtió el Amor.
—¿Estás dispuesto a correr el riesgo? –preguntaron los tres a la vez.
—Con tal de recuperar a Naruto sería capaz de cualquier cosa —aseguró decidido. Recuperaría a su zorrito. Los tres sonrieron.
—Entonces debemos ir a ver al padre tiempo —dijo Bondad después de unos segundos de silencio.
—Espero podamos convencerlo —comentó Amor un tanto preocupado.
—¿Acaso no sólo necesitaban la aprobación de esa mujer? —los cuestionó entre molesto y confundido.,
—El Destino es quien dicta los eventos —explicó Esperanza —, pero es el tiempo quien controla el pasado, presente y futuro, sin su aprobación no podemos hacer nada.
—Y es más fácil convencer al Destino que al Tiempo —habló Bondad preocupada. Los tres rogaban porque su empresa no terminara ahí.
—Ese será el primer paso que tendrás que dar para recuperar a Naruto —le dijo Amor posando una mano en el hombro del azabache quien le dedicó una mirada de odio que ni afectó al sentimiento.
—Entonces dejen de perder el tiempo y llévenme con él –les dijo el Uchiha en tono de orden, separándose bruscamente del tanto del pelirrojo.
Los tres asintieron felices de poder ayudar a Sasuke pero sobre todo, felices por que su nuevo "hermano" recuperaría esa bella sonrisa que lo caracterizaba cuando aun formaba parte de los mortales.
Continuara...
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Lizerg—chan: Hola! Espero les gustara el primer capitulo n—n
Youko Saiyo: Esta es la continuación de declaraciones, y ya saben, si no les gusta siempre pueden matar a Lyz nn
Lizerg—chan: ¬¬ Te odio
Youko Saiyo: El sentimiento es mutuo n—n
Próximo Capitulo... El tiempo