Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimito-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión
Parejas: SasuxNaru, y las que se me ocurran
Aclaraciones y Advertencia: Contiene Yaoi, muerte de personaje, Spoiler del manga, entre otros
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Capitulo 03.- En el Pasado....
Sasuke iba en compañía de los tres sentimientos había dejado a Juugo, Suigetsu y Karin con las claras intenciones de regresar a la villa, con una sola idea en mente: recuperar a Naruto, en ese momento le asaltó una pregunta, si estaba en el pasado ¿Dónde estaba el Sasuke de ese tiempo?
—¿Sucede algo Sasuke? —le preguntó la esperanza al notar la mirada de éste.
—¿Dónde está el Sasuke de este tiempo? —Esperanza le miró parpadeando varias veces.
—No hay tal —le respondió el Amor —. El Tiempo fue quien te envió al pasado, lo que significa que sólo eres el Sasuke de este tiempo con los recuerdos del Sasuke del futuro.
Después de esas últimas palabras, se formo un gran silencio alrededor del grupo, hasta que Amor lo rompió nuevamente.
—Uchiha, hay algo que desde hace un tiempo he querido preguntarte —habló en tono serio, el aludido detuvo su andar para prestarle atención al sentimiento.
—¿Qué cosa? —lo cuestionó con entre serio y enojado.
—Pureza no es de los que huyen, pocas cosas pueden hacerlo huir...
—Ve al grano —lo reprendió comenzando a perder la poca paciencia que tenía.
—¿Qué fue lo que le hiciste a pureza para que este huyera de ti? —Buena pregunta, era lo que los tres sentimientos deseaban saber y que sólo Amor se había atrevido a preguntar.
—¿Acaso no lo saben? —los cuestionó incrédulo. No era posible que ellos le estuvieran ayudando sin saber la verdad. Ellos negaron con la cabeza.
Sasuke se quedo callado, cuestionándose si debía o no decirles; por un lado tenía miedo que los tres lo regresaran al futuro al enterarse de la verdad, pero por el otro ellos tenía derecho de saber, después de todo lo estaban ayudando, al final opto por decirles, después de todo se los debía y a él no le gustaba deber favores.
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Naruto y la pequeña inocencia se encontraban en un enorme comedor bastante lujoso pero un tanto aterrador. En la cabecera de la enorme mesa, se encontraba un hombre de cabello largo y negro al igual que sus ojos, su piel era de un pálido casi enfermizo, el, era Hades, el rey de los muertos y al otro extremo, se encontraba su esposa Perséfone.
La mesa estaba repleta de platos y platos de diferentes comidas, pero había una en especial que había hecho extremadamente feliz al rubio, así es, su tan preciado Ramen, el cual, devoraba su alimento como si no hubiera probado bocado en su vida.
En cambio, la inocencia sólo se dedicaba a mirar como su "hermano" comía como verdadero poseso.
—Es bueno ver que la comida sea de tu agrado, hijo —le dijo Hades —. Le diré a mis espectros que lo traigan todos los días, si lo deseas.
—¡¿Enserio?! —cuestionó mirando al Dios con ojitos soñadores. Hades le sonrió asintiendo con la cabeza.
—¡Gracias! —exclamó tan alegre que contagiaba a todos los presentes.
—No tienes nada que agradecer mi pequeño —le dijo Perséfone —Al contrario, somos nosotros los que tenemos que agradecerte por permitirnos gozar de tu presencia.
Ante esto, el rubio se sonrojo, era la primera vez que le decían algo como eso y lo hacía sentir muy bien y cálido.
—¿Deseas un poco más? —le preguntó la castaña con la voz cargada de ternura y cariño materno.
—Si —respondió el kitsune —. Inocencia, ¿No piensas comer Dattebayo? —la aludida asintió con la cabeza.
—Pureza, ¿Cómo se come esto?
El Amor y La Bondad se habían adelantado, pues ambos tenían un gran interés en unos jóvenes que pasaban por ahí.
—¿Por qué aun continúan con migo a pesar de lo que les dije? —le pregunto Sasuke a la esperanza
—No está en nuestra naturaleza el odiar... aun cuando lo deseemos —le respondió mirándolo de reojo —. Si bien somos capaces de sentir algún sentimiento diferente a lo que cada uno de nosotros representa, no podemos sentirlo del todo —explico al darse cuenta de la confusión del azabache —.Yo como la esperanza, debo dar a los humanos la fortaleza de seguir adelante, el deber de Bondad es perdonar y tratar de ayudar a que no cometan el mismo error y el de Amor es hacer que las personas estén unidas, aunque algunos de nuestros hermanos no nos hacen nada fácil nuestra labor —suspiró —, ¿Sabes? Los humanos que se dicen no tener emociones o no quererlas por ser una debilidad, son los que más expuestos están a nosotros, especialmente a Lujuria, Arrogancia, Orgullo, Avaricia, entre otros.
Sasuke la miró de reojo e iba a decir algo, fue interrumpido por Bondad.
—¡Esperanza, Sasuke! —los llamó la pequeña.
—¿Qué sucede? —le preguntó la rubia.
—Adelante hay un pequeño poblado —dijo la niña con una sonrisa —¿Podemos ir? —Bondad estaba emocionada pues no muy seguido podía visitar los mundos mortales con libertad.
—No, tengo que regresar a Konoha cuanto antes —cortó tajante.
—¿Cómo hiciste la primera vez para que te aceptaran? —lo cuestionó Esperanza cambiando radicalmente de tema.
—Mate a mi aniki, les di información que Orochimaru tenía de Akatsuki y me sometí a las exigencias de la vieja borracha que tienen como Hokage.
—En ese caso hay que buscar a tu hermano —dijo Esperanza.
—¿Es necesario que lo mates? —le preguntó Bondad que, como siempre, mostraba preocupación por los demás, aunque en este caso no lo mereciera.
—Es necesario para que pueda regresar a Konoha —a él tampoco le gustaba la idea de pasar por lo mismo pero no tenía otra alternativa.
—Ahora tienes el don de saber lo que sucederá cinco años en el futuro, —le dijo la Bondad —Por ende, el poder de cambiar los acontecimientos que en ese lapso de tiempo se llevaran a cabo.
—En pocas palabras, tienes el poder de cambiar lo que el destino ha predispuesto.
En una enorme habitación, repleta de colchones y suaves almohadas, se encontraba una mujer de largos cabellos negros, piel clara, estaba vistiendo un camisón de dormir y se encontraba cómodamente acostada entre los mullidas almohadas.
—Pereza —la llamo Envidia —, despierta.
—Mmmm, Envidia —dijo al ver a la peliverde con voz cansada mientras se tallaba un ojo— ¿Qué sucede? —le preguntó —¿No ves que estoy descansando?
—Tú siempre estas descansando —la regañó —; anda levántate que necesitamos de tu ayuda.
—¿Mi ayuda? —Bostezó
—¿Para evitar que un estúpido mortal nos quite a nuestro hermano la pureza.
—Y porque… —bostezo —nos lo quieren quitar —bostezo
—Eso no importa, anda levántate que Orgullo y Celos ya nos están esperando.
—Ya voy.... —bostezo —Ya voy... ZzZzZzZzZzZ.
Como era de esperarse en la representación de la pereza, ésta se quedó completamente dormida.
—¡QUE DESPIERTES DE UNA PUÑETERA VEZ! —le grito tan fuerte que seguramente le había roto los tímpanos a la pobre Pereza.
La Bondad logró convencer a Sasuke de ir al poblado, donde Amor ya se encontraba.
—¿Qué está haciendo? —les preguntó Sasuke mientras miraba al amor unir a una pareja con un hilo.
—Está haciendo que el amor que sienten sea más fuerte —le respondió la bondad.
—Los está uniendo como uno —agregó la rubia.
Algo llamó la atención de Sasuke, una mujer vestida con un manto negro, en su mano derecha traía un vela encendida, su cabello era largo y negro, su piel aun más pálida que la del Uchiha.
—Es la muerte —dijo la esperanza un tanto temerosa.
—Es la hermana de Hades —agregó Amor quien al darse cuenta de la presencia de ésta, se acerco a los otros tres —Existe desde que en la tierra habitan mortales, se dice que la vela que lleva es la vida del mundo y que, una vez la vela se apague, el tiempo de todo se acabara.
—¿Y es cierto? —los cuestionó Sasuke sin poder ocultar su curiosidad.
—No lo sabemos —le respondió Esperanza mientras miraba a la muerte entrar a una de las casas —Por lo regular cuando ella aparece yo me retiro.
—¿Le temes? —Esperanza negó ligeramente con la cabeza.
—Los mortales le temen y son ellos los que me alejan y pierdo fuerza y tengo que regresar a casa.
—¿Por qué es que puedo verla? —les preguntó el Uchiha.
—Al entrar a nuestro te hiciste capaz de vernos —explicó Amor con parsimonia.
—Eso te ayudara en caso que alguno de nuestros hermanos intente algo contra ti
—Ahora es mejor que nos vayamos —dijo Bondad —No es prudente permanecer aquí si la muerte o alguno de sus enviados se encuentra cerca.
Tiempo y Destino se encontraban observando a Sasuke y a los tres sentimientos a través de aquellos murares.
—Quien lo diría —dijo la voz de Seth quien venía acompañado de Orgullo —. Cronos, y Destino espiando a un simple mortal
—¿Qué es lo que quieren? —habló con molestia Destino quien en ese momento tenía la forma de una mujer.
—Pero que carácter tienes, querida —dijo con burla el dios. Destinó apretó los puños, como le gustaría matar a esa serpiente viperina.
—Seth, Orgullo —habló el Tiempo para tratar de calmar los ímpetus del destino —¿Qué es lo que quieren?
—¿Por qué permitió a ese humano viajar al pasado? —lo cuestionó Orgullo mirando con recele al Tiempo, pero al mismo tiempo con respeto.
—No tengo por qué dar explicaciones a nade de lo que haga o deje de hacer —dijo el anciano molesto —, y mucho menos a ti Orgullo.
—Ahora lárguense y dejen de molestar —habló Destino con furia mal contenida.
—Cronos... —lo llamó Seth ignorando a Destino —tú más que ningún otro dios odia a los mortales —aseguró —. Entonces, ¿Por qué ayudar a uno de ellos?
—No es a él a quien ayudo Seth, es a Pureza
—¿Y cómo podría ayudarle que ese mortal este en el pasado? —preguntó como el que no quiere la cosa.
—Es algo que nunca llegaras a comprender Seth —le dijo el Destino para luego mirar a Orgullo —Algo que tú, Orgullo deberías saber por ser un sentimiento.
—Tú mismo lo has dicho Destino —le dijo Orgullo —Soy un sentimiento, el orgullo y como tal sólo puedo experimentar emociones parecidas, arrogancia, odio, crueldad, envidia, más no bondad, amor o cosas parecidas.
—No se acerquen al mortal —les dijo amenazante el Destino —, a menos que quieren enfrentarme.
—Orgullo será mejor que nos retiremos —le dijo Seth —Este lugar se está poniendo.... tenso —dijo —. Además, recuerda que tenemos cosas que hacer.
—Lo que digas Seth —Orgullo asintió siguiendo al Dios. Ambos desaparecieron, dejando al tiempo y destino, solos nuevamente.
—Seth tiene algo entre manos —dijo Destino.
—No es un secreto para nadie que Seth desea tener a Pureza para el —dijo el Tiempo —Desde que pureza tenía su apariencia original a querido poseerlo.
—¿Es por eso que me pidió enviarla con los mortales? —le preguntó Destino
—Sí, de esa forma aprendería de los mortales y cuando regresara, no sería tan vulnerable a Seth y tendría armas para defenderse.
Destino suspiró pesadamente.
—Será mejor que mantengamos vigilado a ese dios de pacotilla.
—No sólo a él, Destino, no sólo a él…
La mujer lo miró sin entender, pero sabía que por el momento no era prudente preguntar, esperaría hasta que Cronos lo dijera por sí sólo, aunque deseaba que eso no tardara demasiado.
Continuara....