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La vida despues de ti... por haruhi28

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Cap 2


 


A partir de aquel encuentro ellos se volvieron muy unidos, bueno al menos pasaban mucho mas tiempo juntos. El tiempo corría lento y los ataques de pánico de Shun fueron disminuyendo gracias al apoyo incondicional de su familia y amigos, unido a una buena terapia y a cierto caballero que trataba de pasar el mayor tiempo posible junto al de cabellos verdes. Así que las cosas estaban mas o menos tranquilas. De todas formas Shun seguía yendo a su terapia la cual era muy importante para que terminase de curarse. El psicólogo era uno de los mejores profesionales con los que contara la fundación Kido y el mismo consideraba que la mayoría de los santos de Atenas tendrían que recibir algún tipo de tratamiento psicológico, por que le era irracional el tipo de vida que estos habían llevado durante años. Ya de por si era raro que ninguno, a excepción de Shun, tuviese problemas. Pero no insistió ya que noto que ellos no tenían problemas para continuar sus vidas, como en el caso del caballero de Andrómeda.


 


-          ¿Y bien como te sientes hoy? – pregunto el terapeuta, en medio de una de las tantas sesiones a las que Shun asistía.  Ya que este iba una vez a la semana.


-          Por suerte bien… al menos no me puedo quejar…-  Shun estudiaba a su interlocutor a medida que hablaban. Por que no importaba cuantas veces fuera a su cesión. Para el mas joven siempre seria interesante hablar con su doctor. Ya que desde el principio le había agradado y podía hablar con él de cualquier cosa sin tapujos. El doctor era un hombre mayor de unos cuarenta años, cabellos negros con unas cuantas canas del lado derecho de su cabeza; lentes pequeños ovalados sin marco y una mirada penetrante al igual que su voz. En esos momentos el profesional estaba sentado tras un escritorio de caoba, vestía algo informal con camisa de magas largas blanca y el último botón de la misma desabrocha junto con una corbata gris perla holgada, ósea con el nudo semi ajustado. En otras palabras estaban charlando como si estuvieran en un café en vez de en un consultorio, completamente cómodos salvo por la presencia de una grabadora portátil que el medico usaba como herramienta de trabajo. Pero era como estar con un amigo hablando de lo que quería.


-          ¿Ósea que no has tenido ningún ataque en el ultimo tiempo…ni pesadillas…?


-          No… la verdad que no…y eso que hace tres días que Ikki regreso a dormir a su habitación…- dijo feliz


-          ¿y ese milagro?


-          Bueno es que le pedí a Ikki si me dejaba solo esa noche…al principio como que dudo en dejarme solo pero luego lo convencí que si llegaba a sentirme mal lo llamaría… así que de esa forma lo convencí – el joven veía feliz al medico por su gran hazaña de lograr poder dormir nuevamente solo en su propia habitación. Ya que desde que tuvo los primeros ataques de pánico, por cuestiones de seguridad, Ikki decidió que dormiría en la misma habitación que Shun para que este no tuviese miedo. Desde ese entonces compartían el cuarto.


-          Ya veo que bueno… eso es un gran avance… pero puedes dormir bien…?


-          Bueno como dormir duermo… quizás me cuesta un poco mas que antes… pero al menos ya no dependo ni de Ikki ni de las pastillas…se sentía algo raro y también culpable ya que debido a su “enfermedad” había adquirido el mal habito de dormir gracias a las pastillas o sino abrazado a su hermano. Pero ahora podía desenvolverse mejor… aunque era todavía muy temprano para cantar victoria.


-          Eso es maravilloso Shun…- lo felicitaba con una gran sonrisa – ves poco a poco iras habituándote ha hacer lo que hacías antes sin la necesidad de medicamentos ni de la presencia de otros.


-          Si…- dijo algo tímido, detalle que nunca le pasaba por desapercibido al doctor Eduar  y que siempre considero que se le veía muy tierno pero que le jugaba en contra si quería seguir siendo un santo de Atenas.


-          Mmm ¿ha pasado algo?...te ves distinto…


-          ¿distinto?


-          Si… como mas feliz… ¿puede ser?


-          Quizás…no se…


-          ¿No sabes?... ¿que tal si me cuentas….?


-          Bueno es que he estado… últimamente… soñando cosas…


-          Y por tu cara parece que agradables ¿cierto?


-          Si… algo…


-          ¿algo?


-          Si… bueno es que… estoy teniendo sueños sobre uno de mis amigos…


-          Aja…¿entonces?


-          Es que en mi sueños….él…él…- y el rostro de Shun adquirió una tonalidad rojiza muy intensa.


-          ¿Él…? – preguntaba el doctor con una sonrisa picara en el rostro sabiendo cuanto a Shun le costaba hablar de sexo siendo tan tímido.


-          Él…bueno… él…- totalmente colorado y con las palabras atoradas en su boca


-          ¿Te toco?…¿te hizo el amor…? – y Shun asintió con la cabeza - ¿eso te desagrado? – el menor seguía sin hablar pero negaba moviendo la cabeza - ¿te gusta…él?


-          Si – dijo casi en un susurro


-          ¿Es Shura? – pregunta que fue mas una afirmación que otra cosa. Considerando que en otras oportunidades el peliverde le había hablado sobre el caballero de capricornio y lo bien que se llevaban. Así que no le era difícil deducir que aquel niño se estaba enamorando sin siquiera saberlo.


-          ¡¿Qué?!...¿como…? – perplejo


-          ¿Qué como lo supe?... jajaj… Shun pequeño…es simple… veras desde hace unos meses que cada vez que bienes hablas al menos unos quince minutos sobre lo bien que te llevas con él, y cuando lo haces tu cara se ilumina… bueno no exactamente se ilumina sino que hablas de él con mucha pasión… por eso creo que pude deducir  que se trataba de él.


-          Ya veo…- dijo apenado


-          Y que harás al respecto?


-          ¿Qué hare con que?...


-          No te me hagas el tonto… tu lo sabes…¿se lo dirás?


-          No…como crees… yo no puedo – y negaba con la cabeza al mismo tiempo que respondía.


-          ¿Por qué no Shun?... ¿a que le temes?...yo ya te dicho que no es bueno y que no te hace bien guardarte aquello que te hace mal… si lo haces tu cuerpo va a responder de formas incomprensibles… recuerda que por guárdate las cosas dentro tuyo fue que comenzaste con estos ataques…


-          Pero…pero…¿Cómo le digo que me gusta….?...¿y si..y sino le gusto?...- la mirada era suplicante


-          Shun… veras… siempre es mejor decir lo que uno siente…primero que nada, así uno se saca un peso de encima… ¿no crees que es mas angustiante estar pensando todo el tiempo en él? Que podrías quizás estar a su lado… la posibilidad de que te diga que si es del 50%....tendrías que intentarlo… no callarte que así estas perdiendo mucho tiempo… ¿sabes?... no importa que seas un santo de Atenas… sigues siendo un mortal al igual que Shura y por desgracia los humanos no somos eternos…hoy y ahora estamos vivos pero quizás en los próximos 5 minutos ya no… solo somos un segundo en el tiempo y por eso debemos disfrutarlo… hacer aquello que nos gusta para luego no arrepentirnos… solo tenemos una vida…nunca lo olvides…por que cada segundo cuenta mas de lo que crees…¿comprendes?


-          Si… pero aun así… no creo animarme a decirle nada…


-          Shun…- moviendo la cabeza hacia los lados – no digo que ni bien hallamos terminado la sesión salgas corriendo a gritarle que lo amas…tomate tu tiempo… piénsalo…coloca tus sentimientos en orden y poco a poco ve como se lo dices… nadie dijo que amar fuese fácil… es tan difícil como doloroso…pero también te puede hacer muy feliz…solo piénsalo ¿quieres?...


-          Es que yo nunca sentí algo así…por eso no se que hacer…


-          Es normal que no lo sepas… hasta ahora tu y tus amigos han sacrificado no solo sus cuerpos, sino también su infancia y adolescencia en pos de salvar el mundo… por eso es que no sabes como actuar ni que sentir…por eso es que te pido que lo pienses…¿si?...


 


Y desde que salio de aquel consultorio la cabeza del santo de Andrómeda giraba entorno a lo hablado. Pero aun seguía sin saber a ciencia cierta como haría para confesarle a Shura, eso que había nacido en él desde hace unos meses…


 


-          Todo es por su culpa – se dijo a si mismo mientras caminaba absorto por las calles de Grecia, rumbo a su casa


-          ¿Culpa de quien?...- una vos grave lo saco de sus pensamientos y como llamado por los pensamientos allí estaba él. El dueño de sus sueños, con una sonrisa amplia y los rayos del sol iluminando su bella figura.


-          ¿he?...no de nadie… no me hagas caso… son solo cosas mías…Shura…


-          Mmm… si tú lo dices…pero no olvides… si alguien te molesta solo dímelo – Shura estaba feliz de ver al pequeño. Ya le era una costumbre espiarlo cada vez que el más joven salía del santuario. Él simplemente estaba enamorado del de cabellos verdes. Le parecía tan dulce, frágil y realmente maravilloso que un ser tan puro brillara en un mundo tan cruel que él solo moría por protegerlo. Solo lo amaba…no sabia desde cuando, y la verdad no importaba. Así que simplemente lo seguía sin que el pequeño lo notase y siempre se encontraban “accidentalmente”…


-          ¡Claro!...- Shun sonrío ampliamente para agradecer el gesto que el otro tenia para con él. - ¡Oye!... ¿que hacías esta ves en el pueblo?


-          Nada en particular… solo estaba aburrido en el santuario y decidí salir a caminar…- cayo unos segundos, pues no le gustaba mentir…pero no podía decirle que en realidad lo seguía a escondía cada ves que salía del santuario. – supongo que hoy tenias turno con tu medico ¿no?


-          Si…


-          ¿Y como estuvo?


-          Tu sabes… bien… es un buen profesional…


-          Ya veo…- dijo mientras caminaba a un lado del peliverde, deseando en lo profundo de su corazón tomar su mano. - ¿quieres dar un paseo por la playa? – pregunto ansioso de que le dijese que si


-          Mmm ¿Por qué no?...vamos…- respondió feliz Shun de poder estar un rato mas a solas con aquel guerrero.


Ambos caminaron lentamente por las angostas calles del pueblo, al tiempo que reían y compraban algunos dulces para ir comiendo en su camino a la playa. Cuando llegaron a esta se sacaron el calzado y caminaron con sus pies descalzos dejando que la arena y el agua se escurrieran entre sus dedos.


 


-          ¡¡¡esta fría…!!!- se quejo Shun…


-          ¿te parece?... no exageres…


-          No lo hago…


-          Claro que si peque…el agua esta preciosa…- hizo una pausa y se animo a decir el morocho – al igual que tú


-          ¿Qué? – Shun creyó que escucho mal


-          Que tu estas hermoso – recobro valor y lo dijo sin tapujos mirando a los ojos al menor…


-          Shura…no entiendo…se que no es la primera ves que dices algo así… pero me confundes…- lo miro a los ojos mientras el viento mecía sus verdes cabellos y las olas rompían contra sus pies. No sabia que pensar, algo le decía que el mayor se le estaba confesando… pero no quería hacerse falsas ilusiones… por eso debía estar seguro


-          Digo que estoy enamorado de ti…


-          ¿tú me amas? – lo miro con mucha ternura y el morocho acercándose lo mas que podía al peliverde lo tomo de la cintura con un brazo y con la otra mano le obsequio una caricia en aquel rostro pálido como la nieve. Esperando que aquel joven entendiera que hablaba muy enserio


-          Si…¿y tu?...bueno si no quieres no me respondas…yo solo quería que supieras lo que me pasa contigo – el santo de capricornio aun lo mantenía carcelero entre sus brazos esperando algún tipo de respuesta…


-          Yo…también…te…amo - bajo la vista algo tímido por las palabras dichas y Shura de tanta felicidad que sintió puso ambas manos bajo las sisas de Shun elevando el cuerpo de este a metros de la arena, comenzando a dar vueltas con el pequeño en el aire. Reía a carcajadas feliz de la vida para luego volver a depositar a un mareado Shun en la arena. Lo abrazo fuertemente…


-          ¿puedo? – pregunto suavemente y el peliverde asintió con su cabeza. El pequeño levanto su rostro y casi al mismo tiempo cerro sus ojos mientras el morocho se inclinaba para besar aquellos labios. Fue un beso suave y muy dulce en un principio pero que luego se volvió algo demandante por parte del mayor, quien de apoco fue introduciendo su lengua dentro de la boca de Shun dejando extasiado y fascinado por aquel extraño contacto. Ese fue el primero de los muchos besos que ambos compartirían de ahora en adelante…


 


 


Continuara…


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