There's a place downtown,
Where the freaks all come around
It's a hole in the wall
It's a dirty free for all.
Gakuto jugaba aburrido con su lapicero, haciendo extraños dibujos abstractos en su cuaderno, mientras que en el frente de la clase su tutor de salón tartamudeaba, un poco más y rojo de vergüenza. Clase de educación sexual. ¡Por favor! Como si el 95% de la preparatoria no hubiese tenido ya más de una vez sexo, incluso en el mismo campus escolar. ¿Y les vienen ahora con eso y para colmo solo heterosexual, cuando más de la mitad del alumnado era de la otra costa? Gakuto se surraba en los sicólogos escolares que no tenían idea de lo que sucedía en esa linda preparatoria llamada Hyotei. Y vaya que era linda, todo un lugar para pasar un buen rato. Se aguantó las ganas de romper a reír y interrumpir la charla de su maestro. Ahora que lo pensaba, ¿no se suponía que el curso de educación sexual se llevaba EN PRIMARIA? Idiotas, eso eran los de la dirección del colegio, pero era mejor que no se quejara o volverían a hacer matemáticas y perdería la oportunidad de ver las caras del cinco porciento que aún no sabía ni qué era un condon. Bueno, fácil sí sabían, pero seguro era que nunca habían tenido uno en las manos.
-No es que nosotros los usemos mucho –susurró el estudiante que se sentaba a su lado, quien se había inclinado hacia él por encima del pequeño espacio de aire que normalmente los separaba en horarios de clases.
-Deja de adivinar mis pensamientos, Yuushi –le espetó el pelicereza sin que el profesor se percatase de la pequeña plactica.
-Solo digo la verdad, ¿o es que ahora me los vas a exigir?
-¿Por qué no te callas?
¿Era eso un sonrojo? Yuushi sonrió vencedor y se volvió a sentar correctamente, es decir, con su pose de emperador de hielo. Porque Yuushi sabía que eso derretía a cualquiera. Pero más importante, le preocupaba la cara de Shishido. No es que él fuese de ese microscópico 5% que en su vida había tenido un orgasmo (al menos no con alguien más), después de todo tenía a su lindo novio, de quien tenía sospechas que era el seme en la relación y no Ryo, como había afirmado este cuando Gakuto le preguntó. Tenía la cara roja. El tensai sonrió divertido, pero dejó en paz el tema. Esa pareja ya era punto y aparte. Jiroh extrañamente no dormía. Extraño... Pero no le interesaba, su interés volvió a su cereza, a cual estaba ahora haciendo bolitas de papel que aterrizaban o en la cabeza de Jiroh o en la de Shishido. Y hablan do del rey de Roma, este alzó la mano.
-S-sí, ¿Mukahi?
-Necesito ir al baño –explicó el chico y desapareció sin esperar que se le diera permiso para salir. Lo gracioso era que no volvió nunca a la clase. Igual que el tensai que lo siguió cinco minutos después.
¿Clase de educación sexual? ¡Por favor! La práctica lo era todo.
There's a place I know
if you're looking for a show,
where they go hardcore
and there's glitter on the floor.