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Nada es imposible por Aphrodita

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Hipocresía griega:


 


Aphrodita


 


 


El titulo del capitulo es un juego de palabras entre lo que sucede en la historia y la derivación de la palabra hipocresía: Hipócrito (Grecia).


No me doy por vencida, es mi 7º fic y aun tengo fe que algo bueno saldrá alguna vez.


 


 


Shun estaba por casarse, todos estaban muy contentos con la novedad. Emocionado, Ikki se encargo de todos los preparativos, y Saori en muestra de agradecimiento por su sacrificio como Caballero de Athena, decidió pagarle ese favor, encargándose ella de los gastos de la boda. La mujer elegida no era nada menos que June, su compañera de entrenamiento.


 


  Iban 4 años de noviazgo, y Shun creía que ya era el momento de proponérselo, sabía que eso pondría muy feliz a su niisan. La relación había sido buena, ambos eran muy cariñosos entre ellos. Shun podía afirmar que nunca habían tenido peleas... ¿ raro no? Casi ni siquiera discusiones; todos creían que hacían una pareja perfecta, sobre todo Seiya que insistía en que si se llevaban tan bien como para no pelearse nunca, debían unir aun mas ese lazo. Estaban hechos el uno para el otro. Sin embargo Shun, creía que las peleas hacían divertida la relación con una persona, las hacia madurar, crecer como individuos y fortalecían las relaciones. Así que ya saben cual era la opinión de Shun. Mas allá de ello, Andrómeda creía que su novia, futura esposa, era una mujer maravillosa, increíble, encantadora. Se preguntaba una y otra vez que había sido lo que le conquisto de ella: su simpatía, claro. Siempre había sido buena compañera, no solo en los entrenamientos sino también en la vida, sus palabras y consejos siempre bien dados, siempre alegre y divertida... eso era, se divertía mucho con ella; reían y complementaban muy bien; siempre tan generosa para con todos, y su sentido de justicia era similar al que tenia el. Y por ultimo, su figura también lo había conquistado: su picara mirada, su cuerpo contorneado, sus caderas. Una bella mujer sin duda alguna.


  Shun sentía poder confiar en ella, y él estaba seguro de que ella depositaba toda la confianza en él. Las ganas de vivir de June le llamaba intensamente la atención a Andrómeda, su espíritu de aventura contagiaba a su novio. Siempre dispuesta al juego y a la diversión, insistía en escaparle a la rutina. Eran siempre tan unidos, tan compañeros... todos lo decían, “aunque sean novios no se ve la diferencia entre amistad y noviazgo”. Eran libres, Shun se sentía cómodo con ella, no era una de esas relaciones sofocantes... aunque a decir verdad, a el le hubiese gustado un poco mas de “sofocación” ¿se entiende?.


  June siempre encontraba la solución a un problema, y tal vez eso era lo que evitaba las peleas típicas de una pareja. Siempre era solidaria para con todos y era muy franca a la hora de la verdad. Así era June... a simple vista era perfecta... y pronto seria su esposa... pero había algo... por alguna extraña razón... Shun no estaba feliz. Pero tampoco triste... era raro, no se sentía como él creía se iría  a sentir el día de su boda: feliz, nervioso... analizaba todo esto observando, sentado en la húmeda hierba, las estrellas. Podía escuchar a lo lejos, en la mansión, el festejo de su hermano, sus amigos y su Diosa por la noticia de su casamiento, En eso, una voz lo izo volver en sí:


--¿En que piensas Shun?-- Le pregunta, acercándose a el, un “serio” Hyoga... siempre serio, ausente.


 Shun, sorprendido le responde:


--¿Hee?... en mucho, no importa-- Dedicándole una dulce sonrisa, de esas que solo Andrómeda sabe regalar tan bien.


  Hyoga se sentó junto a el en el césped húmedo. Shun siguió observando las estrellas pensando en como era su amistad con Hyoga, lo extraña que era.... Hyoga siempre con su carácter irrascible que lo hacia exasperar por momentos. A veces lo que hacia enojar a Andrómeda (si es que Shun se enojó alguna vez) era su incapacidad de flexibilizarse frente a puntos de vista distintos al suyo, largas discusiones tenian a veces, al punto de Shun darle la victoria a su amigo por cansancio. Siempre tan rebelde... eso le hacia recordar a su niisan, quien se llevaba tan mal con el Cisne, y al mismo tiempo eran tan parecidos... tal vez, eso explicaba un poco la relación tormentosa que tenían ambos.


  Hyoga era incapaz de aceptar que es imposible ir en contra del mundo... eso, por momentos, hacia reir a Shun cuando veía a su amigo luchando contra necedades. Pero su desapego lo volvía loco, su falta de entrega emocional. Andrómeda intentaba que el Cisne recordase su pasado con una sonrisa y no con una lagrima... muy cierto: era difícil recordar el pasado y sonreír, eso él lo sabia muy bien. Pero era cuestión de aceptar lo que ya paso y vivir lo que estaba por venir... Shun siempre le decía: “Si estamos pendientes del pasado, no podremos aprovechar el futuro...tan ocupados estamos por lo que ya paso que nos perdemos de un montón de cosas”.... Creía Andrómeda que tal ves, por eso el Cisne era incapaz de establecerse en un lugar fijo... Su alma errante, le llamaba profundamente la atención.


  A pesar de todo esto, sin duda, Hyoga era el mejor amigo de Shun.


--Y... ¿qué se siente? estas por casarte.


  Shun no podía ser sincero consigo mismo, menos con su amigo; por lo que le contesto:


--He... es raro... no sé...


_ Perooo... supongo... estarás feliz.


 Andrómeda tratando de ser realmente sincero con su mejor amigo le contesto:


--Ese es el problema... no lo sé, y eso me asusta... Supuestamente tendría que estar súper contento... ¿no es así?


 Hyoga se quedó realmente sorprendido frente a semejante confesión... y un tanto alegre...


--Pero ¿qué quieres decir Shun?—Pregunto el rubio con mucho interes.


--Mira... June es una chica fantástica, vale oro... pero no sé que me pasa-- Queriendo tranquilizar la situación, al ver la cara de asombro de su amigo, afirmó:--¡Seguro son nervios por la boda!-- Mirando hacia el interior de la mansión a todos reunidos continuo hablando-- Mira a mi niisan... esta muy contento _


 Shun agacho la cabeza con un dejo de tristeza, que no paso desapercibido para el Cisne... por un momento la idea se le vino a la mente... Sin embargo no estaba seguro, seria aprovecharse de la situación... ¿era correcto, decirle ahora a Shun, lo que sentía desde hacia muchísimo tiempo?. Prefirió callar... por lo menos ese noche.


 


  Shun notaba a Hyoga muy distante a medida que se acercaba la fecha de la boda; estaba como enojado con el... no sabia, que lo que el Cisne trataba, era de evitar confesarle lo que sentía; no quería arruinar la amistad, ni amargarlo por hacerle saber que su mejor amigo estaba enamorado de el. No, no quería arruinar la felicidad de Andrómeda por su casamiento; aun mas allá de notar que su amigo no era precisamente feliz como se esperaba. Ese y otros detalles a Hyoga no se les escapaban.


  Shun creía estar perdiendo a su mejor amigo, y eso lo hacia sentir aun mas triste... ¿aun mas triste?... “¿Qué... acaso no estoy feliz?”... se preguntaba. Intentaba acercársele por todos los medios, pero de una manera u otra el Cisne siempre lograba escaparse. A Andrómeda le pareció ver en su amigo... ¿celos?... si... ¿Pero que tipos de celos?... seguro que era por miedo a que luego de la boda la amistad cambie, como suele ocurrir inevitablemente. Uno como marido tiene otras obligaciones, y mas si luego llegan los hijos, ya no es como antes cuando se era soltero y podía salir a divertirse con sus amigos.          Creyendo que era por eso, decidió hablar con Hyoga, aunque fuese a la fuerza, para tranquilizarlo y decirle que nunca lo perdería como amigo... aunque para el Cisne era mucho mas serio el asunto, por que pronto tendría que olvidarse de el por completo, pues la boda cada ves estaba mas cerca. Aun así Hyoga seguía firme con su postura: jamás le confesaría su amor... tal vez, sí, luego de la boda... pero se juró no arruinarle la vida. Creía que expresarle su amor seria algo devastador para Shun, quien de seguro se lamentaría horrores por la situación, preocupándose por todos y por todo, como siempre lo hacia. Conocía perfectamente a su amor... se preocuparía por demás. Hyoga estaba seguro de eso... siempre y cuando, pudiese evitar, la dichosa conversación que hacia tanto tiempo Andrómeda estaba buscando.


 


  En el comedor, luego de desayunar; Shun, harto de la situación, “secuestra” a  Hyoga, tomándolo del brazo y casi por la fuerza lo llevó a un lugar apartado, lejos de los oídos de todos:


--Hyoga... ¿qué ocurre?


--Nada Shun ¿qué va a pasar?—Hyoga trataba de disimular, aparentando tranquilidad. En realidad su expresión y su tono de voz, habían sido duras.


--No tengas miedo...—Shun trato de tranquilizarlo--... No me vas a perder nunca.


 Sin embargo, pese a su asombro, la expresión del Cisne seguía siendo la misma. Shun comenzaba a fastidiarse con el comportamiento de su amigo; lo único que faltaba, era que con todos los problemas que ya tenia en su cabeza, se le sumara el hecho de pelearse con su mejor amigo. A los ojos de Andrómeda, su amigo estaba comportándose de manera incomprensible e infantil.


--Hyoga no se por que estas tan celoso... nunca dejaremos de ser amigos, mas allá de que me case o no.


  Hyoga seguía con la misma postura. Si supiese Shun que lo que menos quería su amigo era... justamente eso, seguir siendo su amigo; mientras le dedica todo su amor a otra persona. Ya de por si, bastante difícil había sido tener que soportar el noviazgo de ellos dos, como para ahora, tener que hacerse la idea de verlos casados.


  Andrómeda se había enojado, y se lo demostró a su amigo, quien ante la idea de imaginar verse peleado con Shun, prefirió hablar:


--¡¡¡NO SE TRATA SOLO DE CELOS, SHUN!!!-- Dijo casi gritando de una forma que llamo la atención de todos. Mientras se agarraba la cabeza trataba de tranquilizarse y bajar la voz.


Andrómeda quedo asombrado frente al comportamiento de su amigo.


--N-n-no... no entiendo, Hyoga... ¿qué sucede entonces?.


--¡¡¡ Hay, por todos los Dioses... como podes ser tan ciego!!!.


--¡No te entiendo. Puedes ser mas claro!-- Shun comenzaba a incomodarse.


--¡¡ MAS CLARO!!— Nuevamente, el Cisne elevaba el tono de su voz; por suerte ya no había nadie cerca. De todos modos trataba de tranquilizarse, no quería gritarle a Andrómeda--¡¡ No te hagas el desentendido, sabes muy bien a lo que me refiero!!


  Shun cada ves se sentía mas incomodo.


--Hyoga... voy a casarme...-- Dijo bajando la cabeza--... Eso no significa que vas a perderme como amigo—Susurró, pero el rubio alcanzo a oírlo.


--¿¡COMO AMIGO!?—


Realmente Andrómeda estaba muy nervioso e incomodo con el rumbo que había tomado la conversación, por lo que prefirió alejarse, dándola por terminada... pero Hyoga no se lo permitiría tan fácil; por lo que, tomo a Shun del brazo impidiendo su huida.


--¡No olvido lo que sucedió aquella vez, Shun... Es mas, se que tu tampoco... Así que no te hagas el desentendido, sabes perfectamente lo que siento por ti... no es solamente amistad!


  Shun comenzó a llorar, y mirándolo a los ojos le dijo con la voz quebrada:


--Hyoga... voy a casarme en menos de dos semanas... solo puedo ser tu amigo.


Al escuchar la palabra: “amigo”, el Cisne explotó:


--¡NO PUEDO FINGIR Y SER TU AMIGO... COMO PUEDO SER TAN FALSO... COMO PUEDES SER TAN FALSO, SHUN!-- Dijo refiriéndose a los sentimientos de ambos.


--L-l-lo... lo siento, Hyoga—Andrómeda estaba muy apenado por decir eso y de esa manera, herir los sentimientos de su amigo.


  Hyoga comprendió, en ese instante, que lo perdía... perdía a su amor para siempre... y tenia que decírselo, pues era la ultima vez que se verían, la ultima vez que se hablarían:


--Te amo, Shun.


   Destrozándole el corazón al Cisne, Shun en respuesta, salió casi corriendo de la mansión. Tomo las llaves del coche desesperadamente, y se alejo manejando a toda prisa.


 


  La noticia llego a los oídos de Hyoga rápidamente... Shun había tenido un accidente con el auto, se había salido de la carretera. A pesar de haberse convencido de no volverlo a ver, tenia la necesidad de hacerlo... de saber como estaba, de hablar aunque sea por ultima vez... pero como amigos, por supuesto... eso Andrómeda, lo había dejado muy en claro en la ultima conversación... El Cisne había comprendido perfectamente que su amigo no tenia interés en dejar de serlo.


  Esperó un tiempo prudencial, pues no quería verlo en el hospital, sino personalmente. Una llamada telefónica bastó para concretar el encuentro en una plaza situada cerca de la mansión Kido pasada la medianoche. Al llegar reconoció a Shun sentado en una hamaca, con un brazo entablillado, y una venda en el otro brazo.


   Andrómeda no entendía muy bien, el por que había aceptado ir; mas allá de ser mejores amigos, aun no podía lidiar con todo lo que sucedía en su entorno y en su interior... pero sin embargo ahí estaba.


  Acercándose, el Cisne le habla burlonamente sin mirarlo a los ojos:


--Veo que estas vivo


--Ja...Si a esto le puedes llamar vida


  Situándose a un costado de el, apoyado en uno de los caños soporte de la hamaca, Hyoga le pregunta:


--Una semana ¿no?.


--Asi es...—Suspirando--...Solo falta una semana.


  El Cisne, colocándose nerviosamente una mano en el bolsillo, comienza a balbucear. Shun comprendia que intentaba decirle algo, por lo que, mira a su amigo a los ojos por primera vez. Eso incomodo aun mas a Hyoga, sin embargo comenzó a hablar con firmeza:


--¿Sabes Shun?...


  Andrómeda lo observaba expectante


--Mas allá de lo que siento... que por cierto, tu ya lo sabes... quiero... decirte... bueno... pues-- Trataba de buscar las palabras correctas --Todos tienen a alguien a su lado... tu tienes a Ikki, Ikki te tiene a ti... Seiya tiene a Seika... Shiryu a Sunrey... y yo... yo siempre me sentí un poco... solo... Pero cuando estas tu conmigo, todo cambia. Aunque parezca una tontería, el que hayas compartido tu amistad con migo, me ayudo como no te das idea; no solo para no sentirme abandonado tantas veces, sino para ser mejor persona. La palabra amistad para mi cobra sentido si pienso en ti.... Es cierto, los chicos también son mis amigos, y valoro muchas cosas que hicieron por mi en su momento, me ayudaron un sin fin de veces, pero... contigo es todo distinto... podría decir que... como dicen algunos... eres mi mejor amigo-- El Cisne se quedo callado, como analizando lo que acababa de decir.


  Shun comprendió lo mucho que le había costado a su amigo decir aquellas palabras, y entendió su significado: Que mas allá del amor que sentía por él... lo quería como amigo por quien era, y no por quien podría llegar a ser o a hacer. Quiso expresar lo mismo pero se había quedado sin palabras frente a semejante declaración sincera de amistad.


--G-gra-gracias, Hyoga... Siempre fuiste un gran amigo para mi... mi mejor amigo-- Quería seguir hablando, expresarle lo mucho que lo queria, lo agradecido que estaba por su amistad y su apoyo incondicional a pesar de su dolor; pero sus lagrimas le impedían formar palabra alguna.


  Hyoga comprendió que era hora de despedirse. Antes de alejarse por completo, le dice, dejando muy asombrado a su amigo:


--Por eso, por que... te quiero, y eres mi mejor amigo (o lo eras)... no cometas locuras, no seas tonto... nadie podría soportar semejante perdida... nadie que te conozca y, por ende, te quiera, podría soportar perderte Shun... Cuidate... ¿Si?.-- El Cisne se retiro de la plaza caminando lentamente.


  Andrómeda se quedo sentado en la misma hamaca hasta el amanecer, analizando las ultimas palabras de su amigo... “¿Cómo lo supo?”... pensaba. Decidió terminar de una vez con toda la hipocresía.


 


  Al llegar a la mansión, todos se encontraban despiertos. Al entrar a la sala principal, las miradas recayeron en el, quien se encontraba todo demacrado, por haber estado llorando toda la noche, sin dormir, despeinado y desaliñado. Ikki dejo de leer el periódico y asombrado frente a semejante vista, indago:


--¿Dónde estuviste toda la noche?


  Shun no respondía. Se había quedado parado en la puerta entre medio de la escalera y la entrada.


  Ikki, ignorando el silencio de su hermano menor, siguió hablando:


 --Dentro de poco vas a casarte... ¿qué diría June si se enterara que estuviste toda la noche afuera?


Con la voz dura, Andrómeda respondió sin mirarlo a los ojos:


--No voy a casarme...


 --Ya mande las tarjetas de invitación para la boda...-- Ikki seguía ignorándolo-- ...Ya que tu no lo has hecho, lo hice por ti.


--No voy a casarme.


--Ve a descansar a tu cuarto, necesitas dormir... ya estas delirando del cansancio... (¿dónde has estado?)


--¡¡¡NO VOY A CASARME!!!-- El grito se hizo escuchar en toda la mansión.


  Todos repararon en Shun


--¡¡¿¿¿NO ME OISTE???!!... ¡NO VOY A CASARME!


 Parándose abruptamente del sillón, Ikki lo mira extrañado:


--¡¡¡¿¿¿PERO QUE DICES???!!!... ¡¡YA MANDE LAS INVITACIONES!!


--¡¡¡ No me importa, cancélalo si es necesario!!!


--¡¿¿COMO LE PUEDES HACER SEMEJANTE COSA A JUNE??!... ¡¡¡Es una excelente mujer!!!.


--¡¡El problema no es June!!.


--¡¡¿Cuál es entonces el maldito problema?!!... Acaso... ¿No habrás conocido a otra mujer?...


--No la amo... no a ella.


--¡Por todos los Dioses, Shun... vas a casarte igual!.


--¡No puedes obligarme niisan!.


 Era cierto, Ikki no podía obligarlo. Quedo reflexionando un instante:


--No entiendo, no entiendo...-- Decía Ikki, tomándose la frente con ambas manos en señal de cansancio --No te entiendo...


--¡¡¡NO TE HAGAS EL DESENTENDIDO!!!-- Dijo Andrómeda a punto de explotar... algo raro en el.


--No te entiendo Otouto... falta menos de una semana-- Balbuceaba el Phoenix.


--¡¡ NOS VISTES...!!.


--No quiero escucharte Shun, no voy a escucharte—Dijo el hermano mayor, que se disponía a irse.


Todos observaban intrigados la escena.


--¡HO SI... VAS A ESCUCHARME, IKKI!-- Andrómeda se mostraba molesto como jamás nadie lo había conocido.


--No, no, no, no...


--Si niisan, nos vistes...¡¡¡hace mucho mas de un año... en mi cuarto...¿lo recuerdas?!!!.


--No, no, no, no-- Ikki seguía negando.


  Shun lo miraba fijamente; por el contrario, el Phoenix mantenía la vista baja.


--¡¡Nos vistes a mi y a Hyoga acostados en mi cama!!... teniendo relaciones!!... y sabes perfectamente también, que esto...-- Dijo Andrómeda señalando su brazo accidentado --¡No fue un accidente!.


--NO-- Negaba el Phoenix con la cabeza —No.


--¡No lo niegues mas!... sabes que nos vistes... no sirve de nada ocultarlo... lo sabes, sabes que me gustan los hombres... y... ¡¡¡y tenia tanta vergüenza de decirtelo que preferi salirme del camino y morir antes de tener que enfrentarte con la verdad!!!... ¡NO FUE UN ACCIDENTE!.


  Ikki se disponía a irse, cuando Shun le grita subiendo las escaleras:


--¡¡¡ACEPTALO... ACEPTA QUE TU “HERMANITO” ESTA ENAMORADO DE UN HOMBRE!!!.


  Como entrando en razón, el Phoenix trata de seguirlo... pero Shiryu lo frena:


--Déjalo Ikki... por una vez en la vida déjalo en paz.


 


  Ikki necesitaba pensar, aclarar su mente; se encerró en su cuarto, un tiempo prudencial. Por su lado Shun lloraba solo en su cuarto. Bajó a la madrugada, a la cocina por un vaso de agua, cuando repara que en el sillón estaba sentado su hermano:


--Niisan...


--Hola... ¿no puedes dormir Shun?-- Su voz, a diferencia de antes, era dulce y paternal.


--Parece que tu tampoco.


--Ven, siéntate... Me gustaría charlar un rato... si tienes tiempo, claro.


  Dubitativo, Shun se acerco al sillón.


--Quería preguntarte... bueno... esteeee...— El hermano mayor trataba de encontrar las palabras correctas. --Tus decisiones, Shun... si me importan... Todo lo que decidas es de mi incumbencia, por que tu me importas. Y creo que vale la pena que sepas, que no es fácil llevar a adelante una relación de ese tipo frente a la sociedad... Pero si es tu decisión, por mi... esta bien... No quisiera verte triste... si quisiera verte... enamorado. No me gustaría perderte... no quiero que hagas locuras por mi culpa... ¿Se entiende?... Si crees que puedes con todo lo que te espera... pues bueno: tienes mi apoyo... No temas-- Se paro del sillón, comenzó a caminar hacia la ventana y continuo hablando –Personalmente, no me hace feliz todo esto, pero... ¿Sabias que los “antiguos” griegos eran en su mayoría bisexuales y homosexuales?.


 Shun negó con la cabeza.


--Una estupidez...— Siguió hablando el Phoenix --...Pero ellos no veían a las mujeres como se ven hoy en dia. Creian que ellas estaban por debajo de los hombres, tanto físicamente como culturalmente; que eran las culpables de hacerlos trabajar...-- Ambos esbozaron una pequeña sonrisa --Y que solo servian para procrear. Asi que, por lo tanto, era algo bajo acostarse con mujeres, por eso... lo hacian entre... ellos. Y si te fijas bien Shun...hay algunos griegos admirables en la historia... quiero decir que...-- Pero es interrumpido.


--Niisan, no hace falta...


--No, no, espera... dejame terminar.


  Andrómeda guardo silencio, esperando pacientemente a que su hermano mayor continuara hablando.


--Quiero decir que... estoy orgulloso de ti... Orgulloso por llevar adelante algo tan complicado como es este tema... y todo por amor. Lograstes vencer los miedos... que a mi en su momento me ataron a la hipocresía—El Phoenix, al decir esto se fue, como escapando.


  Andrómeda quedo muy asombrado y feliz, en parte... Solo faltaba para completar su felicidad... alguien... y ese alguien era Hyoga.


 


  Shun salió a la calle, en pijama como estaba, cubierto con un piloto por que habia comenzado a llover. Caminó y una ves frente a la cabina telefónica, coloco las monedas y marco el numero de Hyoga:


  


Una vos dormida le contesto:


--¿Hola?.


--Disculpa la hora, se que dormias.


--¿¡Shun!?, ¿Sucede algo malo?.


--No, no. Todo esta bien—Tranquilizo Andrómeda a su amigo.


--¿Entonces?... a que se debe...


  Shun comenzaba a incomodarse, a sentirse muy estupido.


--Ya que te desperte... ¿puedo pasar?.


--¿Heee?-- Hyoga no entendia absolutamente nada. --¿Dónde estas?.


--Debajo de tu departamento, en un telefono publico. Agradeceria que bajaras a buscarme, hace frio, esta lloviendo y encima estoy en pijama...


Ambos rieron.


--Enseguida bajo...¿ Seguro esta todo bien?.


--¡Siiii!... tan solo...


--¿¡Que!?, dime— El Cisne se moria de curiosidad.


--¿Te acuerdas de todo lo que hablamos?.


--¿Todo?... pueeeessss... se mas especifico Shun...


--La hipocresía...


--¿Siiii?-- Hyoga se estaba poniendo algo nervioso por el rumbo que habia tomado la conversacion.


--Bueno, pues... te amo Hyoga...


 Andrómeda siguio hablando sin reparar en que, en el telefono, del otro lado, ya no habia nadie que le contestase:


--No voy a casarme... pero en fin. Baja y te lo dire personalmente... me estoy congelando.           En cuanto terminó de hablar, a la velocidad de la luz, el Cisne habia llegado a su lado, situandoce a espaldas de el... Shun al voltear descubrió, de los labios de Hyoga, la mas hermosa de las sonrisas dedicada solo a el.


 


FIN!!!!!. ¿Continuara?... quien sabe... preguntenlen a Shun.


 


Exclamaciondeathena@hotmail.com    Gracias por leer...


 


  Agradecimientos a tod@s en general por la buena onda.... y por agregarme en el msn!!!!!!!!!!!... pido perdon a Varda Elentari... es que cuando me conecte justo estaba en “esos” dias de histeria...¡¡te juro que no soy tan amargada!!... ha por cierto ando corta de plata asi que solo me conecto a internet no mas de 30 minutos... si ven que huyo es por que no me queda mas dinerillo (ya estoy hablando como Ned Flanders)...


 


.Dedicado a tod@ aquel que le haya gustado... y a los que no... diganme el por que...


 


En este fic no incluyo a Seiya... ¿Cómo hice para evitar eso?... ni yo lo se... en fin, me estoy encariñando con Seiya... tiene sentimientos el pobre... el tambien tiene derecho de aparecer en cuanta situación lemoniana surja... Hablando de inventar palabras... es una estupidez pero aca van dos de mi diccionario personal (Me la paso inventando palabras...¡si me escucharan!):


 


Yaoismo: Culto al Yaoi. Religión.


Yaoista: Practicante del Yaoismo


 


Mis amigos me dicen: “Yaoista”.... Ha!!! Hablando de que invento palabras... ¿”Quedamente”: existe o es otra de las tantas palabras inventadas por mi?... no la encontre en el diccionario, pero yo estoy segura de que en algun lugar la escuche como valida.


 


¡¡Besitos!!


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