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REMEMORARI - moment rare dance por Manabuu

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Notas del capitulo:

Las personalidades pertenecen a Promesas inevitables, así que un fico por el cumpleaños de Aoi-shi, o una manera de darle una mano a Uruha, jaja.

REMEMORARI - moment rare dance

 

 

Hoy, como sea, te haré mío.

Miro alrededor impaciente, cojo el control que yace sobre el sillón de cuero negro que por fin pude ubicar en tu sala y enciendo el equipo de sonido. El tic de una campanita me hace girar el cuerpo al LCD colgado en la pared. Al parecer has estado haciendo conexiones sin decirme nada. Me quedo viendo las imágenes: la pantalla en negro, los cuerpos en movimientos estáticos, las figuras extrañas, sin querer mi pie empieza a moverse rítmicamente al son de la canción.

Desde cuando a Yuu le gusta este...  ¿grupo?

Me acerco para distinguirlos mejor y mis dedos chasquean en la madera del aparador.

Entrecierro los ojos entonces.  

No están mal... Volteo y no pudiéndome resistir a lo que veo simulo bailar igual que ellos: brazos a la izquierda, brazos a la derecha, caderas adentro, caderas afuera... entrar y salir...  salto a un lado, salto a otro y voy acercándome a la cocina...  entrar y salir. Muerdo mis labios, así quiero estar contigo, poco importa el modo. 

Mi cabeza parece tener un tic parecido a los dos riffs distintivos de la canción.

Sin dejar de moverme deshago el paquete que traje conmigo del supermercado. Sonrío a la vez que maltrecho a mí manera las palabras cantadas por el vocalista, giro una vez más para ver la pantalla, mi ojo se centra en la guitarra con destellos plateados, ¿acaso la he visto en algún lugar? Subo los hombros y apegando mi cadera a la mesa observo mi gran compra.

Dos six packs de cerveza para aclararnos la garganta. 

Un Suntory vodka ice  para empezar a crear el ambiente.

Un whisky Premium, combinar es bueno en ciertas ocasiones y...

Una botella de sake, para cuando puedas aceptarme todo.

Suspiro cansadamente pasando el dedo por las etiquetas de las botellas. Todo lo que tengo que hacer para obtener un beneficio que tú me niegas.  Niego lentamente con la cabeza a la vez que recuerdo que desde que me dieron de alta, sí aquella vez que tuve el accidente hace seis meses, no has vuelto a permitir que te acaricie si quiere el brazo. Vuelo atontado volviéndonos a ver tirados junto al freezer entreabierto, tu boca sobre la mía y mis manos multiplicándose como las del dios Vishnu, sin embargo aquel parpadeo de desconcierto en ti solo duró una noche. Al día siguiente volvías a ser el mismo de antes o aún mucho peor, cualquier roce aunque fuera sin intencional provocaba chispas e histeria el resto del día.

Pero la bebida me ayudará hoy. Tiene que suceder, como sea tiene que pasar. Mi plan es perfecto y ni siquiera los demás protagonistas lo saben. Sonrío de oreja a oreja y llevo en brazos una parte de lo comprado directo al freezer. Verifico que haya la cantidad suficiente de hielo, corro al microondas y coloco el congelado, aprieto el botón de inicio y me voy a cortar los panecitos recién horneados, aquellos de la MiNi Neko, para acomodarlos en las dos bandejas de plástico rojo. Agotado me lavo las manos luego y suelto el pote de mayonesa en un recipiente pequeño, los combino con los tomates y las hierbas aromáticas, un poco de almendras...  sé que te gustará y si no te gusta al final te lo comerás.  Saco el pollo y lo corto en pequeños trozos, los arrimó entorno al recipiente que está sobre la bandeja y me buscó un par de tenedores pequeños, de esos que usamos para picar fruta cuando se te da la gana de comprar.  Corro a la sala y quito el florero de la mesa central, vuelvo a la cocina y me traigo los aperitivos, me fijo en la hora entonces, media hora y regresas, apago el reproductor y me quedo en silencio con los brazos cruzados. No obstante una llamada me hace temblar.

Veo el remitente y lo dejo sonar.

Recuerdo que debo tener un aspecto horrible y me voy directo a la ducha. Al terminar, aún desnudo, me dedico a limpiar y sacar los restos de cabello, sonrío maliciosamente, no vaya a ser que se nos ocurra hacerlo en la ducha como aquella antiquísima vez, relamo mis labios, pero me detengo de inmediato, ¡sería un problema si me pongo duro antes que llegue el cumpleañero! Me amarró bien la toalla a la cintura y me colocó loción facial dándome pequeñas palmaditas, está es la que le gusta a Yuu y aunque él no lo diga, sé que le gusta acercárseme cuando me la hecho encima. Peino mi cabello y luego cojo la máquina secadora, veo mi cabello alborotado en el espejo levemente ahumado. La dejo a un lado y me voy a la habitación. Abro el armario y busco un bóxer negro, me miro en el espejo de una pieza entera con ellos puestos y elijo unos jeans oscuros un tanto apretados, busco una camiseta sencilla, pero luego decido que una sudadera blanca se vería mejor. Después de todo, las cosas sencillas son las que tienen que hacer que Yuu se impresione. Vuelvo a darme una mirada y escucho la puerta abrirse. Antes de ir a su encuentro alcanzo el desodorante y lo rocío en mis axilas sin depilar, lo tiro en el armario y voy a su encuentro lo más normal que se me da.

Ahí está quitándose las gafas oscuras y soltando sobre el sillón su bolso gris.

 

¿Y eso?

 

Señala sin entusiasmo los panecillos.

Me encojo de hombros ignorándolo.

 

Me apeteció simplemente.

 

Veo su cara extrañada, suelta un soplido de molestia y me da la espalda. Va directo al freezer, sonrío sin que se de cuenta y me siento en el sillón junto a su bolso, lo muevo y lo abro para ver que trae.  Apago su móvil para impedir molestias y lo dejo como si nada, tal cual estaba.

 

¿Y lo de acá?

 

Volteo un poco y le miro sin contestar.

 

¿Qué sucede?

Te digo y lo de acá, para qué... 

No sé, me apetece beber hoy.

 

Y vuelvo a mi posición inicial, entonces tomo un panecillo, lo unto con la crema y me lo como moviendo mucho la boca, no está mal.  Escucho sus pasos aproximarse.

 

Voy a darme un baño.

Bien.

 

Me inclino por uno más.

 

¿Ellos van a venir?

¿Eh?

 

Limpio la comisura de mis labios con el dorso de mi mano, acto seguido subo los pies en el mueble, masajeo mi cabello sin querer hacerlo. Y por supuesto no le miro.

 

Digo si alguien más va a venir.

No.

Mmm.

 

Te encierras en el baño y por fin puedo respirar en paz. Me lanzo al sofá y simulo gritar contra un cojín que atrapo, pataleó sin cesar y alcanzo otro panecillo, de verdad que robarle las recetas a Kai me ha traído suerte hoy. 

Yuu está desconcertado y eso es perfecto.

La indiferencia siempre causa ese efecto en él. Sin embargo, él jamás manifestará preocupación por una acción como esa, le molestará, le mortificará, le causará preguntas existenciales pero de su boca no se saldrá ninguna queja... por lo menos no directamente. Agudizo el oído y cuando escucho el sonido del agua chocando contra las losetas voy al freezer y sacó el primer paquete de cervezas, las dejó junto a las bandejas y abro una de ellas, vuelvo a sentarme en el sofá y espero pacientemente. 

Al cabo de una media hora Yuu sale del baño envuelto, de seguro, con su bata y como es lógico debe estar mirándome sin entender qué diablos me pasa, doy un sorbo largo a la tercera lata y la dejo sobre la mesa al sentir el sonido de la puerta cerrarse. Al abrir la quinta lata él sale de la habitación, quiero verlo, mas me aguanto. Lo escucho ir hasta la ventana que está en la lavandería, mueve no sé qué cosas por ahí y el silencio sigue.

¿Desconcertante?

Sí. ¿Y eso te molesta?

Mucho. ¿Harás algo al respecto?

No le doy importancia al ver tus piernas pasar delante de mí. Estoy a punto de servirme la sexta lata cuando tú la coges para ti. Levanto el rostro para ver la cerveza, mas no a él.

 

¿De verdad no va a venir nadie hoy?

 

Me yergo y camino a la cocina.

 

¡Oye!

Que no Yuu.

 

Abro el freezer y coloco la siguiente ronda sobre la mesa, rasgo el plástico y saco una lata, tomo el resto con la otra mano y regreso a la sala. Yuu me mira de hito en hito totalmente enmudecido, aún permanece en pie sosteniendo fuertemente la lata. Mientras, yo ya yazco en el sofá más cómodo que nunca. Escucho un bostezo de su parte y parte a la habitación.

Veo que pronto se acabaran mis panecillos, por lo que voy a la cocina a cortar más, así de paso me pongo un pote de Pringles de queso. Luego de unos minutos con todo mi cargamento a cuestas observo que Yuu vuelve a salir con la lata estrujada, va a la cocina y la tira al cesto de basura. Mientras yo coloco todo en su lugar siento su peso a mi lado.

 

¡Eh Yuu!

¿Qué?

Siéntate en otro mueble.

¿Ah?

 

Evito reírme por su tono de voz.

 

Voy a echarme, así que...

 

Él se levanta, me roba dos cervezas y se larga al cuarto una vez más. Río en silencio por su enojo. Me meto un par de papas a la boca y me siento feliz, bebo de tirón luego el resto de la lata y me dispongo a vaciarme las tres que quedan.

¿Qué pensará en este momento Yuu?

¿Qué estoy loco?, ¿enfadado con él? Tal vez sí, tal vez no...

Aguardará que alguno de los chicos o alguien del staff venga. Ni hablar, aún no saben que vivimos juntos, río al recordar aquella vez en que casi fuimos pillados por Sakai-chan, Yuu haciendo alboroto para que él no ingresara al cuarto en donde yo dormía en bóxer y con mi ropa tirada por todo el lugar.

Coloco las botellas en el plástico que vinieron y voy a tirarlas al cesto cuando oigo que vuelve a salir. Lo veo parado en medio de la sala, por mi parte yo abro el freezer y saco el vodka, abro la congeladora y saco el portahielo, voy a la alacena y en un bote presentable coloco los hielos, alcanzo las pinzas y vuelvo feliz.

 

¿Vas a beber eso también?

Sí.

 

Giro la tapa rosca, y la dejo a un lado, cojo el vaso que traje y hecho tres hielos, luego el vodka, recuerdo haber comprado cerezas  y corro a la alacena nuevamente, saco el frasquito y regreso. Me sirvo una...

 

¿El enano va a venir?

 

Doy un sorbo y relamo mis labios, como una papa.

Y lo veo sentarse finalmente frente a mí, no en el mueble, sino en la alfombra.

 

¿Takanori viene?

No.

 

Doy un sorbo y vuelvo a servirme más.

Yuu me mira impaciente, ¿pensará que voy a ir a traerle un vaso y servirle como siempre? Bah, ni que se haga ilusiones, hoy no lo haré... por el momento.

 

¿Te lo vas a acabar todo tú?

No lo sé. Supongo.

 

Observó que mira los panecillos sin decidirse a ir por ellos. Cojo uno y me lo como sin más. Bebo un poco más...  y vuelvo a servirme.

 

¿Por qué no bebes calmadamente?

Mmm...

 

Yuu alcanza un panecillo y lo unta, lo come y se va a la cocina. Escucho el correr del vidrio, está tomando un vaso él también.

¡Anotación!

Yuu beberá también y sin que yo le ruegue.

Al volver él mismo se sirve pero sin la cereza. Da un sorbo largo y se trae para sí las papas, las come con gusto y sin decirme nada. Lo ignoro y me engullo los panecillos, pero al rato él empieza a hacer carrera conmigo.

 

¿Uke los hizo?

No.

Mmm.

 

Cuando la botella está a la mitad voy por el whisky, es hora de empezar a combinar. De ahora en adelante, beberé poco y lento, ya que será Yuu quién se precipite en su desesperación de no sacarme nada.

 

¿Por qué has comprado tanto hoy? ¿Es una fiesta?

¿Por qué lo dices?

 

Yuu lleva una polera amplia que le deja la mayor parte del pecho visible, se ha arremangado las mangas y su pulsera cae hasta el antebrazo. Miro por fin sus ojos acuosos. Cojo su vaso y le sirvo yo mismo un poco de whisky. 

 

Bebe.

¿Combinar?

Solo bebe, o no quieres, bueno vete a dormir si gustas, pareces cansado.

 

Pico su orgullo.

Y la respuesta es la que espero.

 

¿Qué me crees? Obvio que me lo bebo. ¡Sirve más!

Bien.

 

Al cabo de un buen tiempo ha sido Yuu solito quién se zampo el vodka restante y más de la mitad del whisky, lo veo apoyado contra el mueble, la mano moviendo el vaso. Yo estoy sobre el sofá boca abajo sin dejar de mirarlo. Nuestros ojos de vez en cuando se encuentran y él los rehulle sin más. Miro su rodilla descubierta por la tela desgarrada, adoro esos jeans rotos, siempre se lo he dicho y siempre me mandó a la mierda cuando se lo repetía como imbecil. Me acomodo y miro al techo, ah...   sin querer imágenes vienen a mi cabeza... sí, esa clase de imágenes. Froto mi pie contra la textura del mueble, un leve cosquilleo en mi estómago hace que acaricie el cojín suavemente.

Tomo asiento de improviso y veo como el pobre derrama un poco de whisky sobre la bandeja. Finalmente me pongo en pie y tambaleando un poco rodeo la mesa y me coloco a su lado sin decir nada, le quito el vaso y lo pongo sobre la mesa. Sostengo su mano y con la libre la limpio, el olor se impregna en mi piel...  No lo soporto más y la acerco a mi boca.

 

¿Esta aburrido no? Pon algo... pon la tele.

 

Aún si hacer algo la sigo sosteniendo. Miro a Yuu, tiene la cabeza apoyada en el mueble y no se percata de lo ansioso que estoy, suspiro y voy por el control para prender la tele.  Automáticamente el sonido de las guitarras inicia, miro la pantalla y veo a Yuu con los ojos cerrados.

 

¿Qué es eso?

Es tuyo.

 

Yuu me mira finalmente.

 

¿Te lo compraste tú?

¿Yo?

Pues claro Yuu.

 

Se incorpora y se sirve hasta el borde del vaso.

 

No me acuerdo...

 

Yuu se gira y sus ojos observan directamente a los cuatro integrantes.

 

Ahh... creo que sí. Me lo regalaron.

 

Las palabras de Yuu se pierden por los restos de hielo esparcidos, por pequeñas lagunas amontonadas en torno a la madera. Me fijo en su piel blanca, y cuando él regresa a su anterior posición mis ojos apuntan a los lunares impresos en su cuello. Apego mi cuerpo al de él.

 

Ne, Yuu... 

¿Qué?

 

Yuu mantiene el ritmo con la punta de su pie...  sonrío de lado.

 

Tienes algo en el cuello... 

¿Ah?

Sí...

 

Apoyo mi cabeza en su hombro...  y poso mis labios en el primer lunar, cerca a su mentón, lo beso lentamente y después lo humedezco con mi lengua. Pongo mi mejilla en el mueble y espero... 

 

Ne Yuu... 

¿Qué?

Tienes algo...

 

Chupo el segundo lunar, aquel que tiene en su garganta, con mis dedos firmes acaricio su omoplato.

 

¿Qué es?

Un bicho.

¿Lo has matado?

Aún no... 

 

Repito la acción una vez más... casi con miedo, casi con las ganas locas de apresarlo al suelo y hacerlo mío, solamente mío. Meter y sacar...  sacar y meter... la canción ensordece mis oídos.

 

¿Estás imbecil?

 

La mirada de Yuu divaga por mi cara y luego se quiebra en un deje extraño. Solo puedo quedarme estático, noto que el coge el control en su mano y se dispone a levantarse, pero soy más rápido que él y lo detengo. Lo empujo al suelo y caigo encima de él...   el volumen se eleva y solo puedo ahora  pensar en que quiero tenerlo desnudo bajo de mí. Meto mis manos por debajo de su polera y me encuentro con su piel entumecida, atrapo su oreja entre mis dientes... 

 

Quítate... ya quítate, ¡Takashima!

No quiero, no quiero...  tú tampoco lo quieres... 

 

Bajo mis dedos hasta el borde del jeans. Aprieto la espalda contra la suya y suspirando remarco sus glúteos...

 

¡Oye!

 

Soy empujado violentamente.

 

Yuu... 

Solo bebamos, qué mierda haces...

Ok..

 

Me levanté como un resorte y fui directo a traer el sake...  Sí, hoy te tendría para mí, hoy como sea, no soy de palo, ¡no lo soy! Seis meses, seis meses sin sacar o meter, seis putos meses... 

Abrí la gran botella y le di un sorbo de pico, gire a verlo y me sorprendió encontrarlo de pie, corrí asustado cuando lo vi sujetarse a la pared muy agitado.

No sé si mis reflejos me fallaron, pero lo que sentí debajo de mis pies fue algo húmedo. Yo sostenía a Yuu de la cintura, su espalda respiraba hondamente y sus brazos se abrazaron a mí hundiéndome sus uñas.

La música sonaba sin cesar, sin querer de seguro le habíamos dado repeat cuando yo caí encima de Yuu.

Hundí mi cara en su cabello algo mojado, respiré el aroma que desprendía, entallé su espalda levemente y...  moví mi cuerpo despacito, muy despacito, un leve empujón...  mi pecho estalló en el suyo como la caída de una pluma contra el suelo. Luego un movimiento circular se prendió en mi cintura... 

¿Bailaba?

Eso quería, bailar a mí manera.

El hueso de mi cadera se apegó al de Yuu...  y aunque aún él permanecía inmóvil... un empujón contra mi miembro hizo que emitiera un gemido que no fue escuchado por ninguno de los dos ya que el sonido era en verdad alto.

No sé cómo, pero en un momento nuestros movimientos se tornaron acompasados...  de vez en cuando elevaba los ojos a la pantalla e imaginaba a Yuu en medio de la oscuridad esperándome ansioso...   sí, tenía la mente sucia ahora, piernas abiertas y sudantes...  quería entrar, solo entrar.  Intensifiqué los movimientos y no pasó mucho para que Yuu se acoplara a mi ritmo. Nuestros pies avanzaban y retrocedían, su vientre se oprimía al mío... 

Hasta que sentí que no era el único duro.

 

Yo no sé...

 

Lo besé sin responder nada.

Como siempre se resistió al principio, mas luego nuestras lenguas juguetearon entre sí.

Teníamos la cabeza volando y girando... no dude más tiempo y lo elevé.  Para mi sorpresa Yuu entrelazó sus piernas entorno a mi cintura...  Canturreando entre sus labios lo lleve a la habitación y explotó.

Lo dejé en la cama y me quité la sudadera, giré aún de pie y las cosas se movieron y hasta parecieron hablarme, mi ojo captó la cámara de video...   salté hasta llegar a ella y la encendí.

¿Qué hacía?

 

¿Qué haces?

Yuu te amo.

¿A sí?

 

Apreté todos los botones y caí encima de él moviéndome al ritmo de la canción, me sobaba a su miembro...  él con las manos aferradas al cubrecama no me miraba, pero sus mejillas sí. Ellas me decían.... 

 

Sigue, sigue Takashima, porque yo también lo quiero dentro...

¿A si?

 

Desaparecí mis jeans como los segundos que se evaporan cuando se hierve agua.  Y el resto fue el curso de la corriente, arrastrados por la corriente auditiva y mojada. Gemía en torno a su cara, a su garganta, a sus lunares ocultos, como ese debajo de la tetilla rosada y erguida...  aquel que se volvió rojo como mi boca de tanto succionar. Y los suspiros queditos de Yuu que cerraba los ojos para no verme...  porque le da vergüenza que una vez más sea yo el que...   

 

Me lo comeré...

¡No!

 

Sentía como pellizcaba mis piernas, pero aquello solo me instaba a engullirlo más y más profundo...   hasta que te callaste y yo no pude seguir...  Me aferré a tus caderas y grité al sentir el roce de tu aliento en mi entrepierna. Mi saliva se escurrió por el camino de vellos delgados, casi transparentes de tu vientre bajo... 

 

Ahora tú te los estás ¡co-comiendo...!

 

Fui arrastrado hacia tu cara, sus dedos abrazaron mi cintura y su boca empezó esa sesión que me volvía loco y desesperado. Un regalo de a meses, un regalo cuando las neuronas en su cerebro dejaban de conectarse entre sí y solo tenían en la cabeza lo que yo quería que tuvieran. Intenté contenerme pero iba a ser inútil, ya lo sabía yo, apreté su miembro fuertemente para que se detuviera cuando la descarga salió disparada de mí.  Me quedé inmóvil, casi llorando por lo bien que me sentía, cuando entonces Yuu me dejó de lado. Le miré en silencio, estaba mudo y con los ojos inyectados en la puerta entreabierta, levantó su cuerpo...  

 

Yuu...

¡Deja!

¡Yuu!

 

Lo abracé aún en el suelo.

Por qué tenía que luchar tanto... ya era un hecho, el sexo oral le salía de maravilla, y eso que tenía una fijación por mis testículos, pero... 

 

Solo déjame...

¡Que no!

¡Lo quieres Yuu y yo ya me estoy hartando!

 

Él me miró asustado...  

 

Vete a la mierda Takashima, puedo estar ebrio pero...

¿Estás molesto?

No.

Sé que día es hoy, porque ya deben ser la una y tanto, así que no me he olvidado de tu cumpleaños y por supuesto que esta era mi sorpresa para ti.

Vete a la mierda.

 

No pude contener la risa al ver sus mejillas infladas y los labios fruncidos, jajaja, estaba enfadado porque no noté interés en él.

 

Si me lo permites te puedo compensar.

No jodas.  Y quítate, que seguro ya vienen esos imbeciles igual que el año pasado, aparecerse en la madrugada...  tarados.

Me encargué de todo.

 

Lo senté en la cama. Y acaricié con mi nariz su mejilla, sabía que le gustaba que lo hiciera aunque me diera manotazos cuando me iba de la raya. 

 

No te puedes quedar así de durito Yuu querido...  o vas a andarte así por la casa hasta mañana y por supuesto no vale pajearse en el baño a escondidas eh... 

¡Yo no me pajeo a escondidas! Tú eres el que se pajea todo el tiempo en el baño, como...

Jajaja, ¡me has pillado! ¡Sucio!

No soy sucio, tú lo eres.

Tú lo eres Yuu, no soy yo quien espía... 

¡No es cierto...!

 

No paré de reírme, estaba duro y dolía pero no podía contenerme, la cara de Yuu no podía expresar más vergüenza y eso que estaba ebrio por lo que no podía huir, me destornillé en pocas palabras, abracé mi estómago con intensidad... 

 

¡Puta madre, cállate yaaaa!

 

La boca de Yuu apresaba la mía, sonreí en el beso...   los días contados en que teníamos sexo siempre se tornaban tan extraños y divertidos gracias a las negativas, miedos, cambios de humor y personalidad que Yuu podía adquirir. Lo hice echarse sobre mí, los oídos ya me dolían por la misma canción, pero no quería y tampoco podía ir a apagar el reproductor.

Con sumo cuidado tanteé la entrada de Yuu...  la acaricié hasta el punto en que él se quejó...   cambiamos de lugares  y recordé la cámara, la tomé entre mis manos y filmé un tanto.

 

¡Dime que me amas Yuu!

Muérete.

¡Yuu!

Que te mueras.

 

Me froté contra él y capturé la cara indecente de Yuu, reí como loco y la volví a dejar al lado. Lo que siguió fue lo que tenía que suceder...  se lo hice hasta que me pidió entre sueños que me detuviera, incluso cuando él calló rendido yo no dejé de aprovecharme de su cuerpo, y no es que fuera un guarro, pero tenía que guardar mis reservas para una nueva temporada de sequía.

A la mañana los sucesos fueron casi los mismos de siempre o eso quise creer.

 

¡Animal, sácate de mí, sácaloooo, degenerado, como se te ocurre quedarte pegado a mí! Sácalo, o te lo cortaré marica, hijo de puta, ¡sácamelooo!

Ah Yuu... ayer no querías que lo sacara pues.

¡No hables mierda!

¿Ne, otra ronda?

Vete al infierno.

 

Me quedé riendo en la cama mientras lo veía caminar cogiéndose a las paredes.  Me levanté yo también, ya me habían entrado ganas de nuevo.  Molestaría a Yuu en el baño.  Estuve a punto de alcanzarlo cuando nos paralizamos al escuchar la puerta abrirse.

 

No hagas ruido Taka... 

¡Ruki!

¡FELIZ CUMPLEAÑOS...!

¡Taka!

 

Yuu me miró pálido, pensé que le daría un colapso...  

 

¡SI DAS UN PASO MÁS, MALDITO TAKANORI SE BUSCAN OTRO GUITARRISTA!

¡AOI-SAN!

¡LO JURO, QUE ME SALGO DE GAZETTE!

 

Me apoyé en el mueble y vi su trasero blanco ir corriendo al baño. Un fuerte portazo hizo que respirara al fin.

 

¡¿Shima estás?!

Sí.

 

Reí cuando los vi ingresar asustados, Ruki tenía los ojos llorosos y una caja enorme en sus manos, Aki venía con un cargamento de bolsas y unas nuevas gafas, Kai traumado a un lado jalándoles y diciendo no ha sido una buena idea...  Me adelanté a ellos para ayudarles.

 

¡Waaaa, Uru-chan muestra a Uru-chan junior!

¡Carajo Shima tápate, degenerado! ¡Cierra los ojos Takaaa!

¡Waaa!

Akira, ¡pero sí soy hombre y ustedes también!

¡¡Igual!!

Ya sabes como es él, así que Uruha ponte unos bóxer, tampoco es agradable ver tu pájaro libre por el viento.

¡Kaiiii!

¡ANDA!

 

Fui por unos blancos y me puse una camiseta de Yuu. Al regresar los vi no sabiendo qué hacer.

 

¿Tuvieron una pelea campal aquí Uru-chan?

Algo así.

Para mí que tuvieron sexo y punto.

¡Kaiiiii-kun!

¿Pero qué? Les dije que no era buena idea venir a ver los escombros, pero ustedes son un par de pervertidos, bien, voy a poner orden la cocina, ven Reita.

¡Y por qué yo!

Por qué tú querías venir.

 

Me quedé frente a frente a Taka, cuando recordé a Yuu en el baño.

 

Oye Ruki-chan, te importa que vaya a ver a Yuu.

Oh no, debe estar molesto, ¿dónde está?

En el baño, le llevaré toallas y ropa, seguro que quiere convertirse en papel sanitario y no sabe cómo hacerlo.

Jajaja, vale, yo les ayudaré a ellos.

 

Esperé hasta que Ruki estuviera con los demás, cuando me fugué al baño, no iba a quitarme el deseo de joderlo un poco, además, no podía hacer escándalo porque ellos sospecharían, jeje... qué terrible persona era yo, jajaa.  Tuve suerte en tener copias de todas las puertas, ingresé y lo vi sentado un tanto preocupado en la tapa del inodoro.

 

Ni te atrevas a acercarte.

Vamos Yuu, hay que darnos una ducha rápida.

Lárgate, todo es tu culpa.

¿Culpa de qué?

 

Vi su cara roja, las piernas juntas.

 

¿Te sientes mal?

No te interesa.

¿Te hice daño?

¡Qué te calles la maldita boca, hijo de puta!

 

¡Entonces era eso! Es tan sencillo sacarle las cosas a veces, solo a veces, contadas veces, poquitas veces, sonrío de lado y me arrodillo hasta apoyar mi cara en sus rodillas.

 

Lo sient... 

¿Lo siento? ¡Una mierda! Vete... 

Vamos Yuu, ¿traigo una pomada? ¿Te ayudo a bañarte?

 

Un fuerte manotazo golpea mi cabeza.

 

Vamos Yuu, ya no seas renegón, ya tienes treinta dos añitos, sabes que si reniegas mucho tu edad se triplica, vamos, ya, ya...

¡Suéltame!

 

Lo abracé fuertemente a la vez que revolvía su cabello y aunque el buscó salirse de mi agarre en un principio, lo que siguió me dejó sorprendido: Yuu dejó que lo abrazara al final. Los treinta dos añitos lo estaban haciendo cambiar, tal vez el madurar, jaja el hacerse viejo, pero ni loco lo diría, sería muerte fija para mí.

 

¿Ne Yuu?

...

¿Les digo que se vayan?

¿Ah?

 

La cara interrogante de Yuu... no pude evitar besarlo en la mejilla.

 

Feliz cumpleaños...

Mmm...

Feliz cum...

¡¡WAAAAAA!!

¡ESTO ES UNA GUARRADA, UNA PENDEJADA!

¡SACA ESOOO!

 

Me quedé helado...  ¿qué pasaba ahora?

 

Yuu...

Por qué gritan tanto, yo mismo los echaré, malditos imbeciles...

 

Sonreí de oreja a oreja, feliz...  ¡por fin Yuu!

Lo vi taparse con una toalla y salir, decidí seguirlo también, total tampoco quería que matara a mis amigos, apuesto a que se metieron en su ordenador, él siempre les dice que no toquen nada, pero Ruki siempre dale y dale que lo hace...

 

¡No sé cómo se apaga!

¡Desconectaloooo!

¡Qué mierda hacen!

Oigan chicos, porque mejor no se van y...

¡Ahh, sí, sííí.... más, más, Takashimaaa!  

¿Sí?

¿Eh?

Todo dentro, ¡me corrooo otra vez!

¡Ahhhh!

 

Ruki estaba con la cámara de video en las manos...  

Kai apretando todos los botones del control remoto... 

Aki intentando descolgar la pantalla... 

Oh dios...  ¡no esa parte!

 

Qué mierda es eso...

¡Aoi-san, es Aoi-saaaan!

¡Yuu, Yuu, ahh, ahh!

¡Cállate Ruki!

¡Más, más, más!

 

Era Jason, ¡sí Jason vendría por mí ahora con su sierra eléctrica!

¡Intenté correr cuando Jason volteó y me vio a través de la máscara horrenda que tenía!

 

¡Shimaaaa!

¡Aoi-san va a matar a Uru-chaaan!

¡Aoiii, Yuuuu!

¡¡Muere, cucaracha del demonio!!

 

Jason estaba sobre mí y no del modo en que me gustaría, los gritos de mis amigos, mi cabello revuelto... ¡sentí sangre en mis encías!

 

Shiroyama, ¡yaaaa!

Aoi déjalo ya, basta, fue un malentendido, no vimos nada, nada, no vimos, solo se ven sombras, solo eso, suéltale el cuello, ¡está poniéndose azul!

 

Aún tenía las garras de Jason sobre mí...  pero la tos que emitía le impedía ajustar más mi cuello...   silencio sepulcral, hasta los gritos...  hasta los... 

 

¿Qué es eso?

Taka... 

Eso... 

¿Qué es eso en serio?

¿Es una mano?

¡¡Kaiiiii!!

Acaso no es la mano de Uru-chan... 

 

Jason se levantó...

Fijé mis ojos en la pantalla...  ¡carajo no lo digas!

 

¡¡Waaaa, es Aoi-san junior, Uru-chan está pajeando a Aoi-san junior!!

¡¡LARGATEEE!!

¡¡Ahh, sí, sí, siguee Yuu!!!                  ¡¡AOI-SAAN!!               ¡¡Apriétalo, nooo, sí, sí!!!

¡VETE DE MI CASAAA!   

¡Suéltalo Shiroyamaa!

 

 

Continuará...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Detrás de la escena, unas tres horas después en la entrada del departamento de Aoi-san, cuatro personajes sacan las conclusiones del ataque sicótico del segundo guitarra.

Uruha: ¡Todo fue tu culpa!

Ruki: ¡Mentira, mentira!

Kai: Está vez, Uruha tiene razón, porqué tenías que decirlo Ruki, yo ya tenía casi convencido a Aoi.

Reita: de todos modos se iba a dar cuenta, estaba al máximo volumen, además Taka no tiene la culpa que seas un guarro y degenerado, como vas a grabar mientras le jodias, ¡eres un enfermo!

Uruha: ¿Enfermo yo? Te recuerdo que tú lo haces con Ruki en los baños públicos. Así que no me vengas como tu falsa moralidad, ¡pervertido!

Reita: ¡Qué mes has dichooo! Eso fue hace años, y además no tenías otro lugar, enfermo, pobre Shiroyama, te lo tienes merecido de estar ahora en bóxer, ¡promiscuo!

Kai: Ya, ya, bajenle la voz, esto es una calamidad, ya me quiero ir, ¿por qué estamos de todos modos aquí? Aoi no nos va a abrir la puerta, dudo que se aparezca unos días por la compañía, así que yo no pienso ni decirle nada, tendrá que venir el manager.

Ruki: ¡Pero Kai! Hacemos apoyo moral a Uru-chan.

Uruha: No te metas enano, todo es tu culpa, quien te llama a ver lo que no te incumbe.

Ruki: No es mi culpa, ahí decía bien claro en el reproductor que estaba un Cd y yo lo quería ver... además, Aoi-san no me lo quiso pasar y eso que se lo regaló ese tío...

Uruha: ¿de qué hablas?

Reita: ¿Taka?

Ruki: Eso, el ex vocal de Cali=gari se lo dio a Yuu, jaja, fue tan chistoso, nosotros salíamos de la entrevista y nos los cruzamos, jajaja.

Uruha: ¿Qué?

Kai: Es cierto, incluso invitaron a beber a Yuu, jajaa, debimos haber ido. Suerte y les dimos nuestro móviles.

Ruki: Seee.

Reita: de qué hablas Taka, con quién has estado ahora, te dije qué...

Kai: Hombre, que no todos los que se acercan a Ruki se lo quieren tirar, por favor Reita, contrólate y antes que digas algo, tú también Uruha.

Uruha: Yo no iba a decir nada ya... mierda, porque le acepto eso a ese tío, mierda, mierda! ¡Y yo como idiota bailando!

Ruki: Ya se está demorando mucho no?? Ya me dio frío...  tengo frío... 

El ascensor se abre, el bajito vocalista se pone de pie con una sonrisa, seguido de su novio.

Ruki: ¡SAKAIII!

Todos: SAKAI-CHAN EL SALVADOR.

Sakai: Vale, vale muchachooos.

Uruha: ¡dime que lo tenías!

 

El gordito ex manager enmarca una sonrisa gigante mientras balancea entre sus dedos la llave mágica, su cara luce cansada, pero esa sonrisa de siempre está ahí como en esos apenas lejanos días en donde... 

Sakai: Obvio que sí, beber en el depa de Aoi-san tiene sus privilegios, jo jojojoo.

Todos: ¡¡te amamos Sakaiiiiiii!!

Reita: jejeje... pero por esta vez, entra tu primero, jeje... 

Sakai: O.o

 


 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado y se hayan reído.

Un beso para todas y tengan cuidado cuando beben!

Me dejan reviews???

actu de promesas la proxima semana-

 

Manabuu


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