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¡un nuevo compañero! por okamiyuki

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UN NUEVO COMPAÑERO

Todo aparentemente era normal en la prestigiosa Academia Cecile Von Spitzberg, una escuela para jóvenes talentos de familias acaudaladas. Sin embargo, cada año la directora y creadora de la escuela regalaba 50 becas para los estudiantes no tan afortunados pero de buenas notas. Mas que una academia parecía una mansión; lo primero que se veía en la entrada era el edificio principal, luego a la derecha estaba el dormitorio de los maestros y al lado izquierdo el de alumnos, todos estos eran en si una mansión cada uno y tenían tres pisos; ya el fondo se encontraba el establo y, a pesar de la grandeza de todos los edificios, todavía había espacio para un gran jardín y patio trasero aparte del área de equitación.

Hoy era un día muy especial según los rumores que un moreno despistado había escuchado, ya que ocurriría la llegada de uno de los más grandes herederos de una compañía, pero eso a él no le importaba. Lo único que deseaba era ir a su dormitorio y descansar después del partido de béisbol. Para su suerte no tenia compañero, cosa que le agradaba mucho, pues no es que fuera antisocial pero no quería a un extraño en su habitación.

Habiendo llegado a su cuarto, entró a éste. La habitación era grande. Al entrar se podían observar dos camas una al lado derecho y la otra al izquierdo pegadas a la pared en el rincón. Luego de ellas unos escritorios para los estudiantes y un closet. El moreno, al ingresar, vio algo que lo sorprendió.

Eran la directora Cheri-sama (así le gusta que la llamen), el subdirector Gwendal von Voltaire, uno de los maestros el mas respetado Conrad Weller, y un joven que no había visto antes. La directora se le acercó y dijo:

— Éste es tu nuevo compañero de clases Wolfram von Bielefeld; tienen el mismo horario, así que espero que se lleven bien. —Después se dirigió al otro chico— él es tu compañero Yuuri Shibuya— dijo señalando al pelinegro.

El chico que se encontraba mirando por la ventana se voltio dejando ver su hermosura. Los ojos semejaban dos esmeraldas, sus cabellos rubios parecían oro y su piel blanca era como porcelana. Era definitivamente un ángel. Al ver a su nuevo compañero, lo único que dijo fue:

— Tengo que compartir la habitación con él— dicho esto, examino al chico que se encontraba frente a él. Su cabello negro, ojos del mismo color, piel morena, definitivamente era una persona que había ganado una de las becas de su madre. Entonces el subdirector hablo:

— Sí, ¿o es que acaso te crees superior a los demás? Aquí eres igual a todos— dijo serio.

— Ambos sabemos la verdad, soy incluso mejor que tú – dijo en tono desafiante.

— Ya veo, entonces podrías decirme qué haces aquí.

— Me expulsaron de la escuela por empezar una pelea. Algo sin importancia.

— Pues ese algo sin importancia te ha traído aquí así que te aguantas.

— Lo que digas, solo déjenme descansar. Retírense de mi nueva habitación.

Esto molestó un poco a Gwendal, pero el profesor Conrad calmó la situación con una de sus sonrisas rompe tensión. Todos los profesores salieron, no sin que antes Cheri-sama abrazara al muchacho hasta casi matarlo, cosa que el de ojos negros jamás había visto por parte de su directora. Lo mas increíble fue que el joven no le dijo nada, solo esperó a que lo soltara. También se había enfrentado al subdirector, a quien hasta los maestros le temían, en definitiva era algo digno de ver.

El joven rubio vio la cama desocupada y empezó a acomodar sus cosas; luego de eso preguntó al moreno que se quedó parado sin decir nada:

— ¿Tienes pensado quedarte allí?

— No, es solo que no sabia que tendría un compañero, espero que nos llevemos bien.

— Espero que sea eso y que no sea por los beneficios que puedes tener llevándote con migo.

— ¿A qué te refieres?

— No finjas, sabes de que familia vengo no es así, creo que todos lo saben.

— Pues no, no se a que te refieres – dijo ingenuo.

— Veo que lo han ocultado— dijo para sí— mejor así. Oye me puedes prestar tu libreta de apuntes quiero estar al día.

El chico moreno se acerco a su escritorio y sacó su libreta para dársela al otro. Éste rápidamente la ojeo y dijo:

— Toma, ya he visto todo. Están atrasados por dos temas así que no me hace falta.

— ¡¿Que?— preguntó sorprendido.

— Que están atrasados.

— Pero somos los más adelantados de Japón.

— Pero no de Alemania –decía orgulloso

— ¿Allí estudiabas?

— Sí. Por cierto, ¿se puede saber que hacen aquí para divertirse?

— Pues, no mucho. Hay clases de equitación, deportes…

— ¿Qué? ¿No hay fiestas?

— No, está prohibido. Primero tienes que avisarle a la directora y es muy poco probable, puesto que el subdirector es muy estricto. Lo que me recuerda, me sorprendió la manera en la que te enfrentaste a él, nadie lo había hecho jamás.

— Ah eso, es algo muy común. Siempre digo lo que pienso y ya me había cansado. Me fastidió desde mi llegada, que las normas del colegio, que por aquí y por allá.

— Ya veo, ¿y que vas a hacer?

— Dormir, pero primero me daré un baño.

— Voy contigo, lo necesito.

— Que te dirija la palabra no quiere decir que seamos amigos.

— Yo solo quería ser amable— dijo bajando la mirada— además si iba a bañarme.

— Pues ya que, vamos HENACHOCO.

— Hena… que –dijo confundido.

— He-na-cho-co.

— ¿Y qué es eso?

— Vendría siendo enclenque en tu idioma.

— No soy un enclenque, y me llamo Yuuri.

— Como si me importara.

— Eres un arrogante— dijo molesto.

— Y tu un henachoco.

Luego de su primera pelea se fueron a bañar. El sujeto no parecía de la realeza ya que se comportaba como un chico normal, de mal humor, pero normal. Qué tenía de especial y por qué tanto alboroto por su llegada, pensaba nuestro amigo de cabellos negros.

La cena paso rápido en el comedor, sin mucha importancia. Sin embargo, nuestro personaje llamaba mucho la atención. Es verdad, era una escuela solo de hombres, pero había quienes se morían por acercársele, mientras él quería estar lo más lejos posible. Al voltear a verlo notó que su compañero ya era amigo de los más populares del colegio pero no le tomó importancia. Terminó su cena y fue a su habitación. Poco después entró su compañero quejándose:

— Todos son iguales. Todo depende del dinero que tengas –dijo tirándose en la cama.

— ¿Qué te pasa?— preguntó Yuuri por curiosidad mientras hacía su tarea en el escritorio. El rubio parecía molesto.

— Pues que más ¿No te ha pasado que la gente te quiere solo por que eres inteligente y te hablan o se llevan contigo por que quieren algo tuyo?

— Sí, quieren que les pase la tarea y por eso todos son amables. Por eso prefiero estar alejado de ellos—dijo triste.

— ¿De verdad? Pensé que era el único—dijo incrédulo

— Sí, yo tengo que trabajar mucho por que tengo una beca y digamos que mi promedio tiene que ser alto.

— Ya veo has ganado una beca.

— Si, y estoy muy orgulloso de ello.

— Pues que bien –dijo cambiando se de ropa el moreno no pudo evitar sonrojarse. Que ese chico no tenia pena. Se sentó en el borde de la cama y dijo:

— ¿No te da pena cambiarte ante un desconocido?

— Que mas vas a ver que no tengas-dijo serio.

— Pues…

— Ves, no tiene nada de malo que me cambie aquí, es muy molesto tener que ir al baño solo para eso.

— Tenemos un baño en la habitación aparte de los grupales.

— Lo se, pero ya te dije, no veo en que te molesta. Además debes de estar acostumbrado tu juegas béisbol ¿verdad? Tienes que cambiarte con muchas personas y no tiene nada de malo- dicho esto saco una bata rosa de su closet.

— ¿Que es eso? – dijo Yuuri con curiosidad

— Mi pijama, me considero poco acto para dormir con pantalones.

— ¿Por que le dices esto a un extraño?

— Por que veo que me comprendes. Buenas noches enclenque

Dicho esto se metió en la cama y se que quedó dormido.

AL DÍA SIGUIENTE

Un pelinegro trataba de despertar a su compañero que escucho el despertador pero lo aventó muy lejos.

— Oye, despierta vamos a llagar tarde.

— No, quiero le pediré permiso a mi mamá para faltar hoy— decía medio dormido.

— Tu mamá, no esta aquí.

-¿Qué hora es?-dijo levantándose rápido. Yuuri, que estaba apoyado en el borde de la cama, cayó enzima suyo. Ante esto ambos se sonrojaron pero recordaron la hora y salieron. Wolf se vistió lo mas rápido posible con el uniforme que era un pantalón café y un saco color rojo con una corbata negra. No cambia duda era una de las combinaciones de cheri-sama. Por suerte habían llegado antes que el maestro de historia, que era Günter von Christ. A los pocos minutos entró y vio a su nuevo alumno.

— ¿Por qué tu?-dijo con cara de lamento.

— ¿Me extrañaste verdad?- dijo sarcástico.

— ¡Engendro del demonio! –dijo indignado.

— Creo que la directora se va a enterar de cómo tratas a tus alumnos, diciendo casas tan despectivas de su persona.

— Pobre de tu madre.

— Ponte a dar tu clase que llevas atrasado dos temas.

— No es verdad, engreído.

— Claro que si, yo ya se me tu clase.

— Bien vamos a empezar.

Él maestro hacia las preguntas y el rubio las respondía todas, sin la necesidad de abrir su libro para consultarlo. El realidad el favorito en esa clase era Yuuri, pero ni tiempo de le dio de responder. Una vez terminada la clase el profesor esperó que todos salieran y detuvo a Wolfram. Yuuri lo esperó afuera, y una vez que el rubio salió, se percato de la presencia de su amigo y dijo:

— No te preocupes, todo esta bien – como si hubiera leído su mente.

Los meses pasaron y dos muchachos se llevaban de maravilla, cosa que a los superiores les pareció extraño. El joven Wolfram nunca había congeniado con nadie hasta tal punto de invitarlo a salir los fines de semana que tenían libre. Se la pasaban todo el día juntos hablando de cosas sin sentido. Cierto día, en el colegio, se propagó el rumor de una fiesta, la cual seria dada en honor al hijo menor de la directora por su cumpleaños el fin de semana en dicha institución. Pero lo que más asombro a todos fue que él hijo de la directora estudiara allí sin que nadie supiera cuándo llegó y cómo era. No tenia el apellido de la directora y nadie lo conocía. Todos querían saber quién era, hasta que un muchacho de cabello castaños y ojos del mismo color dijo que el era él hijo de la directora. Los estudiantes buscaban su atención y que querían hablar con él. Pero antes de que la fiesta se llevara acabo, el chico confesó la verdad, no era el hijo de la directora.

Un día después de eso, Wolfram fue llamado a la dirección. Yuuri no lo vio desde el desayuno, hasta ya muy noche. Cuando el oji-verde regreso a su habitación, su amigo no pudo evitar preguntar:

— ¿Dónde te metiste? ¿Que hacías?

El otro lo ignoró olímpicamente y sin mas se cambió, poniéndose la bata rosa, para acostarse a dormir. Era verdad, había pasado tiempo desde que se conocían y habían aprendido a comprenderse con tan solo una mirada. Yuuri guardó silencio esperando que su acompañante hablara. Este se encontraba boca abajo, giro y vio a Yuuri a los ojos diciendo:

— Tú no sabes quien soy y nunca te importo solo eres mi amigo por gusto.

— Si, ya sabes que no me importa si tienes una compañía o eres de una familia de dinero.

— Hay algo que no sabes y creo que debes saber. Parto hacia Alemania la semana que viene, después de mi cumpleaños.

— ¿Qué? ¿Por que?

— Es una decisión que ya fue tomada. Pasare mi cumpleaños con mi madre y mis hermanos, así que discúlpame con tu madre por no poder asistir ésta vez a visitarla.

— ¿Cuándo es tu cumpleaños?

— El domingo.

— ¿Qué? ¿El mismo día que el hijo de la directora?— decía sorprendido.

— No el mismo día…la misma persona— dijo serio

— ¿Qué ?—preguntó si entender.

— Soy el hijo menor de la directora. Hermano del subdirector y Conrad el mejor maestro.

— ¿Qué?

— ¡Ya te lo dije!

—…Perdona pero no puedo créelo, no actúas diferente a mi. Hasta se podría decir que eres de una familia humilde si no fuera por lo orgulloso que eres.

— Enclenque, quieres morir, yo no soy orgulloso— dijo con una mirada fulminante.

— ¿Y? ¿Que haremos nuestros últimos días juntos?- dijo triste.

— Vamos a la feria – dijo emocionado

— A la feria…

— Si, recuerda que es el primer lugar a donde me llevaste.

Recuerdos

Era un fin de semana ese día. La gran mayoría iba a ver a su familia pero Wolf por el contrario se tenía que quedar. No tenía por que ir a ver a su familia ya que la veía a diario así que no tenía nada que hacer, aunque Yuuri pensó que era por que vivían en Alemania, a si que esa ves:

— Oye Wolf ¿te quedarás solo otra ves verdad? – dijo serio.

— Si, sabes que no tengo a donde ir— dijo serio, apoyado en el marco de la ventana contemplando el cielo. Yuuri se acercó y le dijo:

— ¿Por qué no vamos a mi casa? Se que no es una mansión pero por lo menos nos podremos divertir, mi mamá me dijo que hay una feria, podemos pasarla bien— dijo tomando la mano de Wolf, este aceptó y aviso a su hermano que salían, pero para Yuuri solo era un maestro mas al cual tenían que avisar que se ausentarían y no le dio importancia. Ya en casa de Yuuri, la mamá de éste estaba muy contenta que su hijo por fin trajera un amigo a casa ya que según ella su pequeño Yuu-chan esta muy solo en esa escuela. Al escuchar la palabra Yuu-chan, Wolf no pudo evitar morir de risa, hasta que la mujer le dijo Wolf-chan.

Eso invirtió los papeles, ahora era Yuuri, el que rió, ante el comentario de su madre.

Ya en la noche fueron a la feria.

— Yuuri vamos a ese juego- decía señalando uno.

— Si, esta bien.

— Para la próxima vamos a Disneylandia.

— No tengo tanto dinero.

— No importa yo invito, podemos llevar a tus padres.

— Eso seria abusar de ti…

— Tú me invitaste a tu casa, yo te invito a dar un paseo. Es lo mismo enclenque.

Y así el siguiente fin de semana se fueron de paseo con el heredero. Al llegar fueron a confirmar sus reservaciones al hotel y resultó que solo separaron dos habitaciones eran matrimoniales. Para su mala suerte, no tenían a donde ir, porque todos los hoteles del área estaban llenos, así que después de divertirse en el parque de diversiones, los señores Shibuya se fueron a su habitación y Yuuri y Wolfram a la suya. Al llegar el primero dijo:

— Creo que lo más justo es que tu duermas en la cama.

— No duerme tú.

— Ya te he dicho que tú dormirás allí.

— Y yo te he dicho que no.

— Pero, no creo que sea justo, tú estás pagando.

— Ya se, por que no dormimos los dos juntos.

— ¿Qué?

— Yo estoy acostumbrado a dormir con alguien, por que de pequeño dormía con mis hermanos.

— Ya veo, pero no quiero dormir contigo.

— Solo lo decía por que así nadie dormirá en el sofá y dejaremos la pelea, además a mi no me gustan los enclenques.

— Yo no soy un enclenque y a mi no me gustan los orgullosos.

— Ves no hay problema.

Y así fue como pasaron su primera noche juntos en la misma cama.

Ya era otro día y por asares del destino la clase de química paso a ser la clase de cocina. La maestra era la misma de química, Annisina Von Khrenikov, y esto no era bueno. Si hacia volar el laboratorio, qué le haría a la cocina. Nuestros queridos amigos, temían por su vida hasta que la maestra les comunico que serian pareja. Les dio la receta que prepararían y, para gran sorpresa de todos, el chico tímido y el orgulloso fueron el mejor par. Tenían lo que parecía un sistema, Yuuri acercaba y medía las cantidades y el otro preparaba todo. A final de cuentas, ellos ayudaban a Miko-san a cocinar, así que estaban preparados. Su comida tenía buen aspecto y no solo eso, también buen sabor comparado con las de los demás y con la de la de la maestra, que se quemó.

Las clases ya habían terminado y un chico rubio estaba sobre la cama aburrido.

— Oye vamos, a dar una vuelta.

— Sabes que no podemos salir.

— Si, pero podemos escaparnos.

— No, ese si que no.

— Por una vez en tu vida has algo que valga la pena contarles a tus nietos.

— Nada de lo que digas me hará cambiar de opinión.

— Ni que esta es la ultima aventura que viviremos antes que me vaya.

— Está bien vamos.

Yuuri no sabia como el rubio lo había convencido de algo así. Estaban en la ciudad, y su querido amigo vio la feria que no pudo resistir. En estos momentos se encontraban en la rueda de la fortuna y su compañero, momento que el oji-verde aprovechó para despedirse.

— Te voy a extrañar.

— Yo igual Wolf.

No se veían a la cara. Yuuri fue el primero en levantar lo vista para encontrar una linda imagen del rubio. Sin darse cuenta se fue pegando mas a su cuerpo cosa que el otro no paso desapercibida, tratando de hacerse hacia atrás, aunque ya no tenia más espacio. Repentinamente levantó la mirada, encontrándola con la de su amigo, que en estos momentos había cambiado.

— No, crees que estas muy cerca— dijo algo nervioso.

— No, estoy muy bien.

— Te das cuenta que estas casi sobre mí— qe quejó con un leve sonrojo.

— No sabia que pudieras verte tan lindo sonrojado y menos si soy yo él que lo provoca.

— Yuuri ¿estas bien?

— Sabes, desde que me diste la noticia de que te vas no he dejado de pensar en que conocerás personas nuevas y no quiero. Desde aquel día en que dormimos juntos, yo sin darme cuenta… hasta estos días… yo…tú….tú me gustas.

— ¿Qué tomaste?

— No puedo decirte que sea amor por el momento pero si que me gustas y no tengo pensado dejarte ir sin besarte.

— Aléjate, me quiero bajar.

En ese instante, para desgracia de Yuuri se les acabo el tiempo.

Ya de regreso a la escuela nadie notó la ausencia de ambos chicos, quienes se fueron a su habitación. Wolf desde hacía rato no le dirigía la palabra a Yuuri. Éste estaba molesto, se le había declarado a su mejor amigo. Tal vez él si lo veía como un amigo después de todo.

— Oye Wolf siento lo que pasó.

— ¿Era verdad… lo que dijiste?

— Si, no se como pasó.

— Yo tampoco, pero creo que siento lo mismo que tú. No sabia si tu sentías algo, no quería no ser correspondido después de todo somos dos chicos.

— Al principio también me cuestioné eso pero lo que me importa eres tú.

— Pero sabes que esto esta mal, yo parto para Alemania y…

— Pero no te irás sin que yo te bese.

En se momento Yuuri se prácticamente había tirado sobre Wolf, quien cayó en la cama con un moreno sobre él. Sin pensarlo dos veces, éste buscó sus labios uniéndolos en un beso tierno que al terminar, pasó a otro más salvaje. Wolf tenía sus brazos por el cuello de Yuuri. Éste ya le había quitado la mayoría de la ropa al rubio, hasta que el chico de abajo se quejó, terminando el beso.

— Estamos yendo muy rápido.

— Pero, tú también quieres.

— Pero no de esta forma.

— ¿Quieres ir arriba?

— ¡No! Tenemos que esperar y no ir directo…bueno tu sabes.

Estos seguían en la misma posición. Yuuri arriba entre las piernas de Wolf.

— Entonces serás mi novio.

— Si— dijo sonrojado.

Y empezó un nuevo beso. Primero fueron roses y luego Wolf le permitió a yuuri entra en, según el moreno, la deliciosa cavidad y así la batalla de sus lenguas se detuvo hasta que les falto el oxigeno.

Los días pasaron y la fiesta se llevo a cabo. La última noche que Wolf estuvo en su habitación los dos durmieron en la misma cama, aunque Yuuri fue tirado muchas veces. La mañana llegó y el día del adiós también.

— Nos vemos enclenque.

— Nos vemos arrogante.

Se dieron su último beso y Wolf partió.

Ya había pasado una semana desde la partida de Wolf. Yuuri estaba triste, tanto que ni hacia caso a los maestro y él rubio estaba en la misma situación.

Así que la directora mando a llamar a Yuuri, quien le contó todo a la mamá de su novio y sus hermanos. Éstos se dieron cuenta del por que de su comportamiento.

Desde esa plática pasaron dos días durante los cuales Wolf no había escrito. Era raro puesto que siempre escribía. Interrumpiendo sus pensamientos, alguien tocó la puerta de la habitación. Yuuri, que estaba acostado en su cama, se paró para abrirla. Sorprendentemente, un chico rubio con una maleta estaba frente a él.

— No, otra alucinación –dijo triste y se movió, dejando entrar a la "alucinación".

— No ves que si soy yo enclenque.

— Como digas –cerró la puerta.

Él otro chico viendo que no le hacia caso, lo jaló y con esto cayeron en la cama. Yuuri estaba arriba, entre las piernas de Wolf, quien comenzó un beso correspondido por el moreno. Cuando se detuvieron para respirar, Wolf dijo:

— He regresado.

— Ya lo vi –dijo volviendo a besarlo.

— Te amo henachoco.

— Te amo arrogante…¿pero como regresaste?

— Fue muy fácil conseguir que me expulsaran. Las clases de la maestra de química funcionan, volé el laboratorio

— Me alegro de eso

¿Fin?

Pues hasta aquí

¿les gusto?

Pues como abran notado este no es el primer fic con esta trama pero aunque no lo crean es una idea mi y de selene17 ya que como no había muchos así decidimos hacer varios, cortos pero ella se emociono demasiado y eso me recuerda que me debe el cap dos de su fic….esa es otra historia adiós.


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