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Wolfram in Wonderland por Ciel Phantom

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Notas del capitulo:

bien este es el ultimo capitulo,ayer lo termine y si, lo estoy subiendo todo junto como castigo, se que de esta forma casi me estoy condenado, bueno no a mi, sino a los otros dos cap a no tener comentarios, pero creo que es un buen escarmiento y castigo debido a mi falta de dedicacion y al tiempo que los tuve en vilo.

Por ende, aqui les dejo este fic terminado, esperando que les haya agradado leerlo tanto como a mi me encanto escribirlo.

Atte: Ciel Phantomhive

mil gracias por su paciencia y por seguirlo hasta el fin, nos vemos en otro fic.

el cual esperosea uno de los atrazados y sea para darle fin

 

 

Wolfram in Wonderlan.

 

Cuando abrió los ojos se encontró tendido en una habitación. Por ¡Dios! Se miro las piernas, dando gracias a que sus extremidades hubieran vuelto.

 

—¡Oh! Es bueno verte de nuevo con piernas, te quedan mejor.

 

—Yosak. —Wolfram se puso de pie. —¿En donde estoy, que fue lo que paso?

 

—Bueno, en primer lugar los locos te tacharon de loco. —Rio divertido el gato naranja. —Luego como remedio eficaz, Conrad te dio con un mazo en la cabeza. Aunque yo no me preocuparía por eso. —Comenzó a caminar hasta estar pendido del techo. —Más bien porque tu juicio empieza en unos minutos.

 

—Mi juicio, ¿¡pero si no he hecho nada!?

 

—Pues ambos soberanos reclaman tu cabeza por infiel. —Sonrió divertido dejando caer su cuerpo para solo levitar unos centímetros del suelo.

 

—Pero si yo no he  hecho nada, nunca he estado comprometido y…

 

—¿Seguro? ¿Estás completamente seguro de que no tienes ningún compromiso con nadie? —Wolfram tembló, dentro de su cabeza una dulce sonrisa le llego como un flashazo de memoria para inmediatamente perderse entre sus pensamientos.

 

—Completamente. Yosak, debes ayudarme a salir.

 

—Me temo que es demasiado tarde, ¿no los oyes? ya vienen por ti. —Carcajeó divertido. —Te veré en el estrado. — y desapareció.

 

La sala estaba completamente llena de… de una sola persona, todos ahí eran iguales, la cara, los gestos, hasta la ropa, todos eran un soldado de rango bajo. Y el jurado estaba integrado por varios a los que no conocía.

 

Greta entro portando un gran pergamino, sus orejitas blancas se movían en direcciones opuestas, denotando hasta cierto punto su excitación por su papel dentro de la corte.

 

—La conejita. —Dijo Wolfram, mas para calmarse que por el gusto que le diera haberla encontrado.

 

—Su real majestad, los ammm…  —Miro pensativa  a los dos soberanos, bueno total si no podía diferenciar en rangos los mencionaría juntos.  —Los dos reyes aquí presentes, acusan de alta traición por infidelidad al joven noble, quien presuntamente ostentaba el nombramiento de consorte real en ambos reinos.

 

Una exclamación general de todos los Dorcas de la sala no se hizo esperar.

 

—El jurado compuesto por las personas seleccionadas por ambos monarcas son: Lady Elizabeth,  Shori-sama, Miko-chan, Souma-san y Bob-sama. Ellos impartirán un veredicto justo contra el adultero. Quien en un juego de beisbol a dejado en claro y sin pudor alguno su traición. Por ende…

 

—¡Es suficiente! Vamos a la sentencia. —Shinou casi aplaudía del gusto.

 

—¡Sentencia! —Exclamo Wolfram. —¿Sentencia? Pero si todavía no me han juzgado.

 

—La sentencia es primero. Así sabrás lo que te espera cuando seas declarado culpable. No es increíblemente malévolo. —Yuuri lo miraba con júbilo real  por sus palabras.

 

—Pero antes los testigos. ¡Que vengan los testigos! —Shinou con gesto elocuente hizo que abrieran las puertas de la estancia.

 

—¿Pero cuáles testigos? —esto era insoportable.

 

Su pregunta fue rápidamente contestada. Gwenldal entraba en la sala sosteniendo su vaso de té helado. Mirando a los reyes grito fuerte y claro.

 

—Yo no sé nada de nada de la infidelidad de ese joven, porque hasta donde yo vi, el rey negro y el estaban muy enamorados.

 

—Cierto, cierto. —Aseguro Gisela entrando con solo un bikini de dos piezas.

 

—Esto sí es un juicio. —Murata acomodo sus lentes para mirar mejor a la chica.

 

—¡Que no estoy comprometido con nadie! nunca obligaría a una persona a permanecer a mi lado si no fuera por voluntad propia. —Espeto furioso. —Cuanto menos lo apodaría de infiel

 

—Me estás diciendo que, ¿no te basarías en la ignorancia de las costumbres para atar a alguien? —Yuuri lo escudriñaba con sus orbes negras.

 

—No, jamás me rebajaría a tal grado. —El sonido de una bofetada taladro sus oídos, ¿de donde había venido ese sonido?

 

—¿No llamarías infiel a quien no desea ser tu prometido? —Shinou se miraba las uñas con maniaco detalle.

 

—No. —Respondió enseguida el acusado. Su propia voz gritando: infiel, lo asusto hasta los huesos.

 

—Por ultimo. ¿Tu nunca negarías a quien dices amar? — Yosak se desternilló.

 

¿Quién le había dado autoridad a ese gato para cuestionarlo?

 

—No. Sin importar que, si amara a alguien no lo negaría, aun a costa de mi propia vida. —Respondió aun sin proponérselo.

 

—Entonces la sentencia está clara. —Shinou clavo sus azules ojos en los verdes de Wolfram.

 

—Culpable. — gritaron al unisonó todos los de la sala. —Culpable. Culpable. Culpable. Culpable. Culpable. —repetían una y otra vez. —Culpable. Culpable. Culpable. Culpable. Culpable.

 

—¡Pero yo no he hecho nada!

 

—¡Oh! Si que eres descarado. —Yuuri le increpo. —¿Ya lo olvidaste? ¿Me olvidaste?

 

—No, yo…

 

Y la película comenzó a correr dentro de su cabeza, una bofetada. No eso no era cierto, se dijo. Una pelea. Yo no pude aferrarme así a alguien que no me quería, intento convencerse. Un grito de infiel, de traidor, miles de escenas de celos. Yo no lastimaría a nadie. Sus ojos lloraban.

 

—Pero lo hiciste Wolf. Me lastimaste. Me humillaste.

 

—No, eso no es cierto, yo te quiero, y solo…

 

—¿Tú me amas? pero si todo este tiempo no has hecho otra cosa más que negar que estas comprometido. Tú no me amas. Solo soy un escudo contra el mundo, para librarte de muchas cosas que no te gustan.

 

—Nunca has sido eso, yo…

 

—¿Tú qué? acabas de declarar que si amaras a alguien no lo negarías. A mí me has negado.

 

—Yuuri yo… —se sujeto la cabeza, todo le daba vueltas y cada vez podía distinguir menos al rey negro. —Yuuri, Yuuri, Yuuri, por favor, regresa, no te vayas,  por favor…—Las lagrimas ahora ya no paraban corrían cual caudales salados y dolorosos.

 

—Wolf… Wolf… Vamos Wolfram, despierta. Despierta. —Con poca delicadeza sujeto el brazo del soldado para zarandearlo.

 

—Yuuri.

 

—¿Si? Wolfram es hora de la cena. Despierta, Gunter se molestara si llegamos tarde. —Uso un poco más de fuerza.

 

—¡Yuuri! — Wolfram se lanzo a los brazos del pelinegro apenas abrir los ojos. —Yuuri, perdóname, por favor perdóname.

 

—Pero de que hablas, Wolfram, tranquilo. ¿Qué debo perdonarte?

 

—Por todo, por hacer que cumplieras con ese compromiso que tu nunca has querido y que no sabías que adquirías, por meterme a tu cama a la fuerza, por decir que soy el otro padre de Greta sin atender a tu opinión. Por los gritos de infiel y… por todo. Te prometo que de ahora en adelante seré diferente, no voy a darte más problemas, yo…

 

—Wolfram, calma, calma. No sé de qué estás hablando.

 

—¿Como que de qué? Pues por todo lo anterior y más, de lo arrepentido que estoy y…

 

—Wolfram. —Rio divertido. —Creo que tuviste un sueño extraño. —con delicadeza lo envolvió entre sus brazos. —Pero sobre eso, hace años que dejo de importarme el que me consideren tu prometido, por si no te has dado cuenta, estoy a gusto con eso, es más, nunca estuve del todo en contra. Lo de la cama, pues eso sí que lo tomare en cuenta, aunque ya he pasado la etapa de mira pero no toques. —Rio de nuevo. —y lo de Greta, nuestra hija, es quien es gracias a ti, eres un buen padre y ella al igual que yo, te ama. No sé cual fue ese sueño tuyo, pero mira. — su dedo recogió una lagrima. —Hasta te hizo llorar. Ya luego me lo contaras con detalles. Ahora vamos a cenar, saltarte las comidas no te hace bien, en especial ahora que estoy planeando darte más ocupaciones.

 

—¿Mas ocupaciones?

 

—Bueno, siempre dijiste que te gustaría que creciera nuestra familia.

 

—¡Ah, eso! ¿Por cierto, que día es hoy?

 

—Sí que te dejo mal ese sueño.

 

Sus pasos se perdieron en el castillo del Pacto de Sangre.

 

Solo fue una siesta de media tarde, pero Wolfram se prometía no volver a dormir cuando tuviera entre sus manos el reporte de finanzas, los balances y cierres de cuentas le daban pesadillas.

 

Fin.

Notas finales:

una vez mas gracias a todos por su paciencia y aprecio por mis fic y los vere, almenos eso espero en otro.

Atte: Ciel Phantomhive


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