Todas las tardes encerrados en una bodega ensayaba la banda, era un lugar viejo y lúgubre, las capas de polvo cubrían el piso y la luz del sol a penas si se filtraba por las pequeñas ventanas en lo más alto del lugar, pero sin embargo era bastante espacioso como para que ellos pudiesen tocar ahí, era de los padres de Julius, hace un tiempo la rentaban pero después simplemente quedó en el olvido hasta que el rockero la convirtió en su escenario y refugio para alejarse de todas las cosa que lo molestaban.
Julius Mizushima era un chico peculiar, era ligeramente más alto que Axel, delgado, ligeramente marcado, su piel era apiñonada mientras su cabello era de un castaño cobrizo, en ocasiones cuando era iluminado por la luz del sol se veía algo rojizo, lo tenía corito con un pequeño fleco que, como diríamos en México, vendría siendo al estilo Tizoc; sus ojos eran pequeños y rasgados, de tono aceitunado con una mirada fría y penetrante, tenía dos perforaciones una en la ceja izquierda y la otra en la parte media del labio inferior, y un tatuaje de un dragón en el lado derecho del cuello, su carácter era serio y un poco hostil, solo con personas muy cercanas se comportaba de una manera más cálida, era una persona muy directa y franca, odiaba a sobremanera la falsa modestia y a la gente hipócrita, defectos que por cierto veía en Jonay y por eso no dudaba en mostrarle su apatía. Él era el guitarrista y fundador de la banda, se encargaba de organizar todos los asuntos con respecto a ella, se podría decir que vivía por y para la banda, nada era más importante que su música.
Aquella tarde que Axel llegó con la increíble sugerencia de integrar a Jonay como vocal casi le da un ataque cardiaco, primero lo observó esperando el momento en que le dijera –“…hey era broma…”- pero cuando se dio cuenta de que iba en serio se deshizo en protestas y pretextos para ni siquiera escucharlo cantar
-Anda Julius, en serio que no te arrepentirás… él es muy bueno y puedo apostar que nos va ayudar con lo del Coliseo del Rock
-No- dijo tajante
-¡Solo escúchalo! De verdad, es increíble
-Si hermano, ese chico es la onda y yo igual creo que se va a rifar- decía Jordan, bajista y actual pareja de Axel
-Axel, ese junior jamás encajaría con la banda… solo vendría a darnos mala reputación
-Deja de llamarlo así, yo en serio creo que no vamos encontrar a nadie mejor- decía Axel
-Y con toda la gente que conoce quien quita y nos conecta a una disquera- apoyaba el otro
-¿Y ustedes creen que el riquillo va a querer meterse en una grupo de barrio y que toca rock? De seguro nos ve como basura
-Jonay no es así
-Todos los riquillos son así, a poco crees que le va a gustar la idea de venir aquí a la colonia a ensayar y mezclarse con gente como nosotros
-Julius, ya te he dicho que él no es así… Jonay es mi amigo, así como tú, él no es como tú piensas… por favor dale una oportunidad, si no te late cómo lo hace pues ya lo dejamos por la paz y seguimos buscando a alguien más, no habremos perdido más que una cuantas horas
-Tiene razón, nada perdemos con intentarlo
El ojiverde lo pensó unos momentos y terminó cediendo ante la insistencia de los otros –Está bien, pero si no la hace lo boto al instante… y más vale que no llegue con ínfulas de grandeza porque entonces ni siquiera lo dejo acercarse al micrófono
Axel sonrió triunfante mientras Jordan lo abrazaba por la cintura y también celebraba que Julius aceptara su propuesta. Después de su labor de convencimiento ambos salieron de la bodega y emprendieron su camino hacia la casa de Axel. Jordan y él se conocieron cuando el segundo entró a la banda y empezaron a salir después del problemilla con el baterista; Jordan era de la misma estatura que Axel pero un poco más delgado, su piel era blanca, no tanto como la de Jonay pero si muy pálida, su cabello era largo, le llegaba a la cintura y lo tenía un poco ondulado, era castaño claro, casi siempre se dejaba la barba a medio crecer, le daba un aire medio rudo, sus ojos eran grandes y cafés como los de su chico, siempre vestía de negro al igual que pintaba sus uñas de ese color, y usaba una muñequera de cuero que terminaba de darle el toque de rockero pesado. Su carácter era muy relajado, era bastante amigable tal vez por eso se entendía muy bien con Axel aunque cuando se trataba de este último se convertida en un depravado acosador.
-Qué bien que Julius aceptara escuchar a Ony
-Pues a ver cómo le va ¿No dices que le da pena cantar en público?
-Si, tiene pánico escenico pero lo conozco tan bien que si Julius comienza a fastidiarlo, que es lo más seguro, va a cantar solo para callarlo- con una risilla maléfica y un frote de manos
-Así que ya tienes todo calculado ¿eh?
-Si, esto es a prueba de fallas
De improviso el pelilargo lo acorrala en un callejón apresándolo contra la pared –Por eso me encantas- hundiendo sus labios en el cuello de Axel
-¡Ah! Es…espera…alguien puede vernos
-¿Y? ¿No te gustaría hacerlo con público?- lamiendo con intensidad su cuello hasta llegar a sus labios y agarrándole las manos a los costados
-Jordan…espera…
Pero Jordan no hizo caso, siguió besando hasta encontrarse enlazado a su lengua explorando cada rincón en la boca del otro chico. En segundos la temperatura se les elevó lo suficiente para sonrojarles la piel, el de cabellos largos comenzó a frotar su cuerpo contra el del otro, con una pierna se dedicó a friccionar la intimidad de Axel consiguiendo arrebatarle pequeños jadeos que eran acallados en su boca, con certeza de haber excitado a su compañero le soltó las manos para llevar las suyas a indagar por su anatomía, llevó una mano hasta sus caderas para después deslizarla a sus glúteos y presionarlos con fuerza, y la otra mano la filtró por debajo de la playera para torturar a pequeños pellizcos uno de los pezones, Axel gemía ansioso, rodeó por el cuello a su amante y entrelazó sus dedos entre los finos cabellos; Jordan delineó con sus dedos el detallado abdomen del moreno hasta bajar a la altura de su pantalón, con la palma de la mano se posicionó sobre su sexo sintiéndolo ya algo endurecido
-No que no querías, ya estas duro- le susurró al oído
-Cállate tonto…mejor… ¡ah!...sigue
El pelilargo sonrió perverso y continuó frotando para seguir escuchando los gemidos de su presa. Axel apretaba el cabello entre sus manos y lamía su rostro perdiendo su lengua en la cavidad de la oreja, esto prendió más a Jordan que con ganas de más desabrochó el pantalón del moreno para liberar su rígido miembro, lo masajeo con fuerza sintiéndolo palpitar y crecer entre su mano, con la sangre hirviéndole por dentro Axel llevó una mano hasta la entrepierna de Jordan para obsequiarle las mismas caricias, cuando abrió el pantalón se encontró con una gran excitación como la suya que ya había humedecido los bóxers de su compañero, no lo hizo esperar y comenzó a manipularlo con la misma intensidad que el otro hiciera en su cuerpo, ahora ambos se deshacían en jadeos y gemidos, volvieron a unir su bocas en un beso más desesperado y demandante sin bajar en ningún momento el ritmo de las fricciones, finalmente ambos se corrieron llenando sus manos con la esencia del otro. Agitados se dieron un último beso y se separaron con los ojos entrecerrados, una sonrisa de satisfacción y respirando con dificultad. Se acomodaron sus ropas y salieron del callejón, ahora si, con dirección a la casa de Axel.
Al estar en casa antes de ir a dormir, Axel mando un mensaje de texto a Jonay para informarle cuándo sería su audición, el pelinegro casi se va de espaldas, no creyó que su némesis aceptaría probarlo para dejarlo entrar en su banda, los nervios lo invadieron y el sueño lo abandonó esa noche. Pasó en vela girando sobre la cama pensando en lo que haría, probablemente el odioso de Julius acepto para verlo humillado ante él, si que lo odiaba, desde aquella vez que había ido por primera vez a casa de Axel y que por casualidad se encontraron; el moreno los presentó, Jonay lo saludó amable pero el otro al darse cuenta que aquel chico no era cualquier hijo de vecina se sintió amenazado por él, no supo porque pero desde entonces su rivalidad empezó, Julius no lo bajaba de junior presumido y Jonay no lo veía más que como un grosero sin educación y engreído. Las veces que se habían llegado a ver habían terminado dedicándose miradas asesinas y en ocasiones indirectas muy directas.
En la tarde del día siguiente llegó junto con Axel y Jordan a la bodega, cuando Julius los vio entrar saludo a sus compañeros como siempre y a él le obsequió una mirada de pocos amigos
-Bien, pues el escenario es todo tuyo junior, no me hagas perder mi tiempo- en tono seco
Jonay se molestó ante el modo de trato que le brindó el otro, con enojo de dirigió hasta donde estaba el micrófono y se posicionó ante él, vio como al frente se paraban los otros tres para escucharle, una gota de sudor frío le recorrió la espina y tuvo que tragar en seco al sentir la penetrante mirada de Julius sobre él, tomó con una mano el micrófono y con la otra el pedestal, sintió cómo le sudaban las manos y cómo se le aceleraba el corazón… quedó en shock
-¿Y bien? Estoy esperando- con una ceja levantada y los brazos cruzados.