(Un mes después)
Había pasado exactamente un mes desde aquel encuentro con aoi, sabía que no podía seguir pensando que realmente el había estado ahí pero no quería creer nada de eso.
Por otra parte aquel chico que conocí “naoyuki” nos hicimos grandes amigos, incluso más que amigos… él se preocupaba por mí, estaba al pendiente de que nada me pasara, y cuando le conté lo de mi embarazo perfectamente lo acepto y dijo que con más razón se preocuparía por mí.
No quería ser una carga para él, pero el insistía en que no yo no podía estar solo así que al fin termine accediendo que me cuidara.
Aquel día en la mañana le vi entrar sonriéndome como solía hacerlo siempre cargando una cajita de leche y unas galletas.
-ten uruha, te traje esto-me sonríe amablemente.
-g-gracias nao… pero… no era necesario-le respondí algo nervioso.
Bien si… no está de más mencionar que nao me atraía en cierta forma, y como no si era amable con migo, me cuidaba y todas las mañanas me traía leche y galletas.
-siempre me dices eso-rio levemente- y yo siempre te digo que no es ninguna molestia.
Le devolví la sonrisa, dios como adoraba a este hombre!
-ahora come, ya sabes que es fin de semana verdad?-pregunto sentándose junto a a mi.
-claro… porque lo preguntas?-comencé a comerme las galletas.
-porque… quería invitarte a salir-me miro ansioso- no se… ir a algún parque, la playa-sonríe.
-me encantaría!-le respondí realmente animado.
Hacia tanto que deseaba volver a la playa y no desperdiciaría esta oportunidad para salir de aquí e irme con nao a algún lugar más tranquilo.
El me sonrió ampliamente, termine de comer y me ayudo a alistarme, salimos al medio día en dirección a la playa, no fue un viaje demasiado largo pero a mí se me iso infinito, hasta que al fin llegamos, era una casa ubicada a pasos de la playa, nao dijo que era de sus padres y que venían de vacaciones ahí así que en esta ocasión la ocuparíamos, dejamos todo ordenado y nos fuimos a la playa hasta entrada la noche.
Comenzaba a hacer frio y estábamos ambos sentados en la arena, el frio crecía cada vez mas y yo comenzaba a temblar ligeramente, nao lo noto y me dio su chaqueta, me abrazo y acurruco entre sus brazos.
-gracias por todo nao-le susurre.
-no me des las gracias uru-me hablo amablemente-aria esto y mucho mas por ti, te quiero-hablo claro y decidido-
Esperen, había escuchado Bien?, dijo lo que creí que había dicho
-uruha.
Me separo levemente de su cuerpo y levanto mi rostro para que lo mirara, se le notaba algo nervioso y yo estaba hasta sonrojado.
-quieres ser mi novio?
(En algún lugar lejano)
-AKIIRAAA!
Ahí estaba nuevamente ruki gritando desde la habitación y nuevamente tenía que correr donde él, a veces era por cosas tan insignificantes, pero tenía que ir o simplemente se echaba a llorar, así que me levante de mi cómodo sillón y subí escaleras arriba, entre a la habitación y lo encontré tirado en la cama llorando.
-ruki estas bien?-me acerque preocupado.
-a-aki…ra-estaba llorando- me duele
Estaba convertido en un bollito abrazando su pancita.
-cálmate taka, el doctor dijo que era natural que te doliera la pancita-le dije sentándolo en mis piernas.
El solo lloraba abrazándose a mí, comencé a acariciarle suavemente el estomago, me encantaba hacerlo, lentamente fue calmándose, su agarre también disminuyo en fuerza, se estaba quedando dormido, siempre me decía que haciendo eso se relajaba y terminaba durmiéndose, lo recosté y tape para que no pasara frio, baje a la cocina y le prepare un gran vaso de leche con chocolate sin azúcar como a él le gustaba y aquel pastel que últimamente era habitual que comiera, unas cuantas galletitas para que no quedara con hambre y puse todo en una bandeja subí a la habitación nuevamente, continuaba dormido, deje todo sobre el velador junto a la cama, observaba el humo salir de la taza con leche caliente, ruki odiaba tomarse la leche muy caliente siempre se quemaba la lengua, pero la preparaba así para que cuando despertara estuviera tibia.
Finalmente el sueño me gano, estaba cansado, dormía muy poco por las noches producto de los antojos que le daban a ruki y en el día corría de un lado para otro buscándole lo que me pidiera, quería mantenerme despierto pero ver a taka durmiendo tan calmadamente no me ayudaba en mucho, me recosté a su lado y el sueño finalmente me gano.
(ruki)
Desperté calmadamente seducido por aquel olor a chocolate que siempre estaba ahí cada vez que despertaba, me senté en la cama refregando suavemente mis ojos, mire al velador y ahí estaba como siempre, una taza con leche de chocolate sin azúcar, ese delicioso pastel de piña y algunas galletitas, jamás me las comía todas pero akira siempre ponía la misma cantidad ni una mas ni una menos, me sonreí para mi mismo voltee la mirada y ahí estaba el durmiendo con unas aparentes ojeras, dormía calmadamente, lo abrigue y bese en la mejilla.
-que aria sin ti iguana fea-rei juguetonamente-te amo-le susurre cerca del oído.
Me acomode bien y tome la bandeja poniéndola sobre mis piernas, agarre la taza y comencé a tomarla, perfecta, como siempre akira no sabia cocinar pero se había vuelto experto preparándome mi leche, nuevamente rei mirando a reita, termine la leche y me comí el pastel, miraba como aquella galletas me decían “cómenos, cómenos” me acomode mejor y comencé a comerlas una por una lentamente, ahí estaba la razón por la cual jamás me las comía todas, me quedaba dormido.
Me acurruque cerca de reita tapándome bien y me quede dormido cerca de él.