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Mi Historia por KakaIru

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Notas del fanfic:

Esta es una historia que empecé a publicar hace un buen en otra pagina, y la verdad es que me gusto mucho. Y viendo el poco material GaaLee/LeeGaa que hay por aqui, pues... quiero poner mi granito de arena :3

Notas del capitulo:

Y pues, este es el primer capítulo de esta historia. Espero que lo disfruten aunque sea un poco. He añadido un OC a la trama pero realmente es lo de menos ^^

Espero que les guste el fanfic, y sus opiniones (diciendo lo que les gusta y lo que no) asi como sus criticas y demas, seran bien recibidas ^^

 

Mi Historia

I






Silencio.

La chica se acomoda en su asiento y arregla parte de su vestimenta. Sonríe el joven frente a él, quien devuelve el saludo con un movimiento de su mano. Está nervioso.

La habitación en la que se encuentran es pequeña, sencilla, apenas posee dos cómodos asientos y una mesa de noche. Una de las puertas da un diminuto baño y la otra a una cocina. Una lámpara de techo ilumina la estancia que a duras penas posee una ventana que permanece semi-abierta, con las blancas cortinas corridas. El cielo se presenta claro a través del impecable vidrio.

La joven, que no debe pasar los veinticinco años, carraspea tratando de captar la atención del pelinegro frente a ella. Al mirarle no puede sino contemplar furtivamente las manos vendadas.

-Y bien, Lee- comienza ella encendiendo la pequeña grabadora que ha colocado sobre la mesita central-. ¿Por qué has decidido contar tu historia?

Él juega distraídamente con sus dedos y desvía la mirada hacia un costado.

-Yo...- hace una pequeña pausa y respira hondamente- Lo único que quiero es que toda la verdad se sepa.

Ella asiente, dándole la razón. Se apoya en uno de sus brazos y le mira de forma cuestionante.

-¿Y qué es exactamente lo que quieres aclarar?

-Todo- hace una nueva pausa-. Quiero que todos sepan cómo sucedieron las cosas en realidad. Quiero que dejen de juzgar a... a Gaara. Porque todo lo que hizo, lo hizo por una razón.

-Lo hizo por ti- inquiere la muchacha, pero obtiene una ligera negación.

-Lo hizo porque me amaba.

Nuevos momentos de silencio. El joven Lee respira una, dos, tres veces antes de seguir. Doloroso incluso el hecho de recordar.

-Todos piensan que Gaara estaba demente- ella reprime las ganas de apoyar tal pensamiento-, pero no era así. No estaba loco. Al menos... Al menos no al comienzo.

-Entiendo...- ella lanza un suspiro y vuelve a acomodarse la blusa- Entonces, ¿estás listo para empezar a contar?

Asentimiento.

-Hai...







"Todo empezó tras nuestra batalla en los exámenes a chuunin, aquella ocasión en la que nos enfrentamos. Al principio éramos rivales y tuvimos una pelea impresionante. En esa oportunidad él quebró mi brazo y pierna izquierdos, y yo tuve que lidiar con la posibilidad de que tal vez nunca más volvería a ser un ninja. Pero a pesar de eso, a pesar de todo, nunca odié a Gaara; al contrario. Yo estaba agradecido con él por haberme combatido tan fieramente. Él fue mi mejor rival. Nunca me hube emocionado tanto en una pelea hasta encontrarle a él."

"Sé que no todos pueden entender mi forma de pensar, pero yo estaba consciente de que ambos debíamos dar lo mejor de nosotros. Él tenía que asesinarme, era todo por lo que vivía. Entonces... entonces lo intentó, en más de una ocasión. La primera vez fue en el hospital, donde Naruto y Shikamaru le detuvieron. Yo ni siquiera me enteré de este incidente sino hasta tiempo después, cuando Naruto lo dijo por error."








-¿Por error?- interrumpe la chica, y Lee asiente tristemente.

-Nadie quería que lo supiera. Pensaban que tal vez buscaría vengarme- dice agachando el rostro y mostrando un semblante melancólico-. Realmente pensaban que yo podía llegar a hacer tal cosa.

-Comprendo cómo has de haberte sentido- dice la joven mirándole con compasión-. Por favor, continúa con tu relato. ¿Hubo otras ocasiones en las que Gaara intentara matarte?

-Sí.







"La segunda vez que Gaara apareció frente a mí no fue en la pelea contra Kimimaro, como muchos han de suponer. Antes de eso, antes de que Gaara comprendiera por completo lo necesarios que eran los sentimientos, él se acercó a mí durante mi entrenamiento. Aquella vez estaba realmente perturbado. Fue la única ocasión en que le vi de esa manera tan... sicótica. Hablaba consigo mismo y se halaba de los cabellos mientras contemplaba todo con una mirada llena de sed de sangre."

"Esa noche el equipo ya se había marchado, tan sólo yo entrenaba frente al árbol de mi infancia. Es irónico... Se suponía que aquel era mi lugar seguro, pero si mis situaciones involucraban a Gaara entonces supongo que no había sitio seguro para mí. Nada podía esconderme de él, porque no importa cuanto me escondiera él lograba dar conmigo. De algún modo horripilante y perturbador era como si me sintiera, como si me oliera. Claro que, en ese entonces, yo aún no había empezado a escapar de él; por eso cuando lo vi, me llevé una enorme sorpresa."

"-¿Gaara-san?- pregunté al notar su presencia, la cual había comenzado a hacerse demasiado evidente. Casi no podía creer que aquella persona era el asesino que había buscado ultimarme en dos ocasiones. La luz de la luna llena iluminaba fantasmalmente sus cabellos, los cuales sostenía con una de sus manos, como si le doliera la cabeza- ¿Estás bien?"

"-¿Por qué?- me preguntó a su vez, y yo no entendí nada de lo que pasaba. Entonces fue acercándose a mí más y más, Parecía querer acorralarme con su mirada, pero yo aún no había aprendido a temerle- ¿Por qué?"

"-¿Por qué, qué? Gaara-san, ¿te encuentras bien? ¿Necesitas que Tsunade-sama te revise?- no hube terminado de decir esto cuando sentí, de repente, toda una mole de arena lanzarse sobre mí. Apenas tuve tiempo de evadir el primer ataque cuando una de sus garras se cernió a mi alrededor, apresándome dolorosamente y dejándome sin salida- ¡Gaara-san! ¿¡Por qué me está atacando!?"

"Por toda respuesta, Gaara tan sólo se acercó a mí hasta dejar su rostro muy cerca del mío."

"-No comprendo- susurró contra mis labios. Aunque pareciera lo contrario (por lo que ocurrió después), Gaara no sentía ningún interés romántico por mí en ese momento. Él tan sólo estaba... confundido. Yo supe verlo de inmediato, pero también vi que su confusión era peligrosa. Gaara podía ser capaz de matarme tan sólo por no entender mi forma de ser, y creo que eso era lo que más lo perturbaba, aunque eso no lo dijo sino más adelante-. ¿Por qué aún estás con vida?"

"-¿Qué dices?- cuestioné en voz baja al tenerle tan cerca y, a pesar de todo, la arena no me retenía con demasiada fuerza, al menos no como para llegar a lastimarme seriamente. Al parecer, Gaara tan sólo quería mantenerme inmóvil."

"-Te quiero muerto...- murmuró mirándome fijamente, y sus pupilas parecían mutar entre un color aguamarina y un tono amarillo y negro- No puedo soportar saber que estás con vida pero... ¡pero no puedo matarte!- exclamó esto último tomando mi rostro entre sus manos, acercándonos mucho más. A esas alturas yo me encontraba prácticamente en shock. ¿A qué se refería Gaara con todo eso? ¿Y qué hacía él en nuestra aldea en primer lugar?- Quiero matarte pero no puedo, ¡no debo! ¡Pero lo 
necesito! ¡Y no lo hago! ¿Por qué?"

"Sólo hasta ese momento pude reaccionar lo suficiente como para darle una respuesta más o menos coherente."

"-Tal vez...- dije un tanto inseguro y tratando de camuflar el dolor en mis miembros lastimados- Tal vez es porque no me odias lo suficiente."

"Entonces vino la revelación de la noche que terminaría de condenarnos para siempre."

"-Yo no te odio- musitó en voz baja, de forma casi imperceptible-. No te odio pero cuando pienso en ti... Cuando alguien menciona tu nombre... ¡No puedo soportarlo!- nuevamente alzó la voz y, de nueva cuenta, volvió a apretarme el rostro mientras la arena afianzaba su agarre- Tú eres mi presa- dijo de forma ida-. No, no podemos matarlo- ahí volvía a hablar consigo mismo y, la verdad sea dicha, este hecho me aterraba-. Ya lo sé. No, no escapará. ¡Es nuestro!"

"-Gaara-san..."

"-¿Por qué no puedo matarte si es lo que más deseo?- me interrumpió acercando una vez más su cara a la mía. Dentro de él pude percibir entonces la presencia de alguien más. Había 'algo' dentro de Gaara, como un ser aparte o una presencia ajena a él. Cuando hablaba consigo mismo realmente se dirigía a 'la otra cosa'- Queremos matarte, de verdad. Pero no puedo permitirlo. No puedo dejar que él te mate. Si lo dejo libre te asesinará y yo..."

"-Calma, Gaara-san. Nadie va a matarme- solté imprudentemente, y él me miró con una extraña mezcla de preocupación, miedo y enojo."

"-¿Cómo puedes decir eso?- preguntó mientras temblaba- No lo conoces, no sabes de lo que es capaz, de lo que 
somos capaces."

"-Sé lo que puedes hacer- repliqué de inmediato, y mis siguientes palabras se encargaron de anular la amargura irónica con la que había dicho aquello-. Pero no tengo miedo."

"De verdad, no le temía..."

"-¿No tienes miedo?- dijo mientras yo negaba y sonreía- Pues deberías tenerlo- añadió sonriendo diabólicamente y esa era la primera vez que le veía hacerlo con tanta soltura; no, realmente fue la segunda-. Deberías temerme al saber todo lo que puedo llegar a hacerte, el dolor que puedo ocasionarte. También deberías odiarme por lo que te hice, y sin embargo... no me odias. No me odias y no entiendo porqué..."

"Entonces sonreí suavemente. En ese momento fue lo único que pude hacer pues aún me hallaba preso dentro de su peligroso Ataúd del Desierto y no quería hacer movimientos bruscos e iniciar una pelea contra el inestable pelirrojo. Además, yo aún estaba débil, apenas recuperándome de la operación que Tsunade-sama me había hecho tras el resultado de nuestra batalla."

"-Gaara-kun- le llamé de forma calmada, casi susurrante-, no te odio porque el Odio es un sentimiento innecesario. No te odio porque eres una persona sumamente fuerte que peleó contra mí de forma increíble. Realmente... realmente me preocupas, Gaara-kun."

"-¿Te preocupo?- asentí- ¿Por qué?"

"-Porque ya no eres un enemigo, Gaara-kun; y aún si lo fueras me preocuparía- y no estaba mintiendo, pero supongo que esperar comprensión por parte de Gaara en ese momento era exigir demasiado. Sonrió entonces muy macabramente, haciendo que mi piel se erizara mientras le veía alejarse de mí con pasos débiles y tambaleantes. Por un momento temí que me asesinara sin miramientos, pero la arena empezó a descender por mi cuerpo, abandonándome."

"-Dices...- susurró una vez hubo terminado de reír- Dices que el Odio es un sentimiento innecesario- entonces sus ojos brillaron demencialmente-. Pues te equivocas. El Odio es todo lo que tengo."

"Mencionó esto último antes de desaparecer en una pequeña tormenta de arena, dejándome completamente solo."

"Cualquiera que le hubiese visto en ese instante habría pensado que Gaara estaba completamente loco, pero su actitud tan sólo se debía a la falta de humanidad en la que había estado sumido a todo lo largo de su existencia. Con mi actitud y mis palabras, yo había destruido el eje que lo conducía. De buenas a primeras yo había desequilibrado todo su mundo, toda su existencia. Él se había visto entonces sin salida, sin ninguna otra escapatoria más que el cambio. Pero se negaba a cambiar, al menos aún."

"Pero al yo decirle que el Odio era innecesario, una serie de cambios fueron obrando en él aún sin darse cuenta. Él mismo me lo dijo en una ocasión: que yo había destruido todos sus balances y le había presentado nuevas desconocidas fronteras. Entonces comenzó a investigar, descubrir, hacer preguntas, plantear interrogantes. Se desarrolló en él una increíble ansia de conocimiento. A toda hora, en todo momento, buscaba hallar increíbles respuestas a temas demasiado trascendentales. Esta falta de sabiduría no hacía sino molestarlo, pero poco a poco aprendió a lidiar con esa molestia hasta habituarse a ella."

"Entonces ocurrió todo lo de Sasuke, cuando Gaara aún se encontraba en etapa de transición. Suna y Konoha eran aliados y la noticia no tardó en llegar hasta los habitantes de la arena. Cuando los equipos para devolver a Sasuke fueron hechos, no dudé en pedir a Tsunade que me enviara. Claro que ella se negó en un comienzo, pero no tenía demasiadas opciones. Tras el ataque del Sonido durante el examen a chuunin nuestras fuerzas se habían visto reducidas considerablemente, así que no tuvo más remedio que enviarme también a mí."








-Ahí fue cuando te enfrentaste al ninja de los huesos- recuerda la entrevistadora con una sonrisa.

-Kimimaro, sí- responde Lee perdido aún en sus memorias, con la vista nublada por los recuerdos-. Era realmente fuerte y tanto Naruto como yo e incluso Gaara tuvimos un difícil encuentro- al decir esto se le oye emocionado. Realmente es de los que disfrutan una buena pelea y, aún con el pasar de los años, su actitud sigue siendo la misma, a pesar de que ahora ya no es un ninja.

-Cuando Gaara te salvó...- dice la joven mientras afila la mirada- ya se había vuelto "bueno", ¿verdad?

Lee sonríe de medio lado. Es irónica la mención: "volverse bueno"; como si Gaara alguna vez lo hubiese sido. Claro que... tampoco era malo, al menos no todo el tiempo y no con todo el mundo. Con Lee nunca fue malo; tal vez un poco obsesivo pero no malo.

-Gaara era una persona compleja. No podías etiquetarlo de "bueno" o "malo"; pero sí, podría decirse que era de los buenos. Al menos en esa ocasión batallaba de nuestro lado.

La chica asiente débilmente.

-Entonces fue ahí cuando se declaró...

-¿Declararse?- pregunta Lee casi divertido. Se peina los cabellos y sonríe al recordarlo todo- No, no se declaró en ese momento. En realidad él sólo... sólo peleó.

-¿Quieres decir que pasaste desapercibido?- pregunta ella claramente sorprendida. No es eso lo que dice la gente, lo que los rumores sostienen.

-No, tampoco pasé desapercibido. Como dije: Gaara es una persona demasiado complicada.

-Ah... Ya veo. Pero entonces, ¿qué ocurrió en esa pelea?

-Pues, lo realmente importante no fue la pelea en sí sino lo que sucedió después.







"Cuando Gaara se enfrentó a Kimimaro realmente dio la impresión de que quería protegerme. Yo también me sorprendí por este hecho, pero no tenía tiempo para cuestionarme estos asuntos. Kimimaro era demasiado fuerte, yo aún no me recuperaba por completo y Gaara estaba al borde de sus reservas de chakra. Dentro de todo lo que pasó fue una suerte que Kimimaro tuviese esa extraña enfermedad."

"Estábamos a punto de perder, cosa que no podíamos permitirnos. Pero Gaara logró vencerle, dejándonos a ambos sobre un montón de estacas de hueso mientras flotábamos posados en nubes de arena."

"Al tocar tierra no pudimos sino respirar aliviados e incluso pude notar que Gaara había estado realmente tenso. Pero entonces hablamos todo aquello que todos saben. Le pregunté el por qué nos estaba ayudando y él respondió que debía una gran deuda a Konoha. Luego mencionó a Gai-sensei y el parecido entre Sasuke, Kimimaro y Naruto. Entonces... entonces tocamos el tema que no había quedado olvidado para nosotros, aquella única ocasión en que nos habíamos visto pero de la cual nadie más estaba enterado."

"Extrañamente nunca le conté a Gai-sensei acerca de la visita de Gaara. De hecho... esta es la primera vez que alguien más se entera. Por ese entonces ese era nuestro secreto, y ya llegaba el momento de discutirlo."

"-Por fin he comprendido, Rock Lee- dijo Gaara de pronto mientras su vista se perdía en el indefinido paisaje de enormes árboles, de espalda al pequeño desierto que su técnica había creado momentos atrás."

"-¿Qué cosas entendiste, Gaara-kun?- pregunté un tanto incómodo al notar la forma en que él me llamaba no sólo por mi nombre sino también por mi apellido. De algún modo resultaba demasiado formal como para resultarme cómodo. Además, yo realmente no quería ahondar en aquellos sucesos del pasado y esperaba francamente que Gaara los enterrara así como lo había hecho yo. Pero me equivocaba tanto..."

"-Lo que dijiste sobre el odio- respondió mirándome de forma demasiado intensa."

"En ese momento me puse nervioso, porque estaba casi seguro de que lo próximo que diría sería una de las complicadas lecciones de vida que Gaara trataba de entender. Y no me equivoqué."

"-No es lo único que tengo. Ahora poseo... otras cosas."

"-Ya veo. Entonces me alegro, Gaara-kun- dije animadamente mientras sonreía, sinceramente complacido al ver que mi amigo había encontrado una nueva forma de regir su vida."

"Sí. Por ese entonces yo había dejado de considerar a Gaara como una amenaza y había empezado a referirme a él como un amigo. De hecho resultaba extraño pero yo había empezado a pensar en él más a menudo. Por las noches recordaba nuestra pelea y no podía sino emocionarme. De algún modo u otro trataba de demostrar mi admiración y hacerme más fuerte con tal de volver a enfrentarnos y poder vencerle. Entonces llegué a la conclusión de que una persona que llamara tanto mi atención no podía ser un enemigo. Es una lógica un tanto extraña, lo sé, pero para mí tenía todo el sentido del mundo, así que no tardé en referirme a Gaara como un amigo, un camarada, un compañero..."

"Y él, al igual que yo, también había empezado a pensar en mí. Lo dijo en una oportunidad, que yo siempre aparecía en sus pensamientos aún cuando él trataba de olvidarme. Porque lo había intentado, olvidarse de mí, pero no había podido conseguirlo. Entonces se había enterado de lo de Sasuke y supo que yo estaba en peligro. No, no quiero decir que haya ido por mi causa, pero de alguna forma influyó a que hubiese decidido a irse contra Kimimaro. Pero, por supuesto, Gaara tenía una razón para todo, una excusa perfectamente creíble."

"-Tú eres mi presa, Rock Lee- dijo como si esto fuese la cosa más normal del mundo. Al escuchar sus palabras un escalofrío me recorrió, pero pude notar de inmediato que no lo decía como algo malo. Para Gaara, términos como 'presa', 'víctima' y 'alimento' eran de su uso diario, tan común como hablar sobre shurikens y jutsus. En todo caso, creo que era yo quien debía sentirme honrado de que él se refiriera a mí de esa forma."

"-¿Tu presa?"

"-Hai- respondió mientras pensaba seriamente, como si dentro de su cabeza se encontraran profundos pensamientos-. Tú eres... una persona diferente, una persona preciada."

"-¿S-Soy una p-persona preciada?- no pude evitar sonrojarme, de verdad, al escuchar esto. Realmente Gai-sensei era la única persona que me decía ese tipo de cosas, y de pronto ahí estaba Gaara... mi antiguo enemigo... a quien yo no podía sacar de mi cabeza... quien me había protegido..."

"-Sí, lo eres- dijo mientras se levantaba suavemente y me observaba desde arriba, con ese aire de superioridad que todos conocían y que nunca había podido abandonarlo-. Eres una persona importante y no dejaré que nadie te lastime."

"Ante esto no supe cómo reaccionar; si sentirme halagado u ofendido. Gaara no parecía del tipo de personas que decían esas cosas, especialmente a la primera persona que fue capaz de herirlo. Pero al mirar dentro de sus ojos se podía ver la determinación, como si hablara de un asunto de honor. Como si decir 'protegerme' fuese algo que 
debiera hacer."

"-Soy un ninja, Gaara. Puedo cuidarme a mí mismo- refuté mientras trataba de ponerme en pie pero batallando contra el dolor en mis extremidades. Fue entonces cuando sentí a la arena auxiliarme, y no pude sorprenderme más y mirarlo como si se tratara de una alucinación-. ¿Estás hablando en serio?"

"Asintió confiadamente."

"-No dejaré que nadie te mate- al decir esto pude notar cierto tono de posesividad que simplemente atribuí a mi imaginación."

"-¿Eso quiere decir que somos... somos amigos?- pregunté mientras me sostenía sobre mis propias piernas. Él dudó un poco en responder, pensando ciertamente en el calibre de mis palabras. Lo que yo decía era algo serio, al menos para él, y tenía total importancia. Pero, finalmente, respondió:"

"-¿Amigos?- como si no creyera en esa palabra- Sí. Amigos está bien."

"Y resultaba increíble la forma que tenía de decir cosas agradables sin mutar la expresión impasible de su rostro, pero supongo que esa era su forma de ser y no iba a cambiarla de la noche a la mañana."







-¿Entonces se hicieron amigos?- interrumpe la entrevistadora con aire incrédulo- ¿Así de fácil?

Lee suelta una pequeña risa amarga.

De forma descuidada acaricia su cabello, como si esa fuese una vía de escape. Observa detenidamente la mesita central, la pequeña grabadora gris con el botón rojo que parpadea. Por momentos desea perderse en el pasado, volver a aquellos primeros momentos, cuando las cosas aún iban bien. Pero claro, al final todo se había vuelto de cabeza y había sucedido "aquello".

-No, en ese momento no nos hicimos amigos- responde mientras escucha el leve parpadear del reloj colocado en la pared.

El segundero se mueve de forma hipnotizante, como si el tiempo no fuese más que una broma cruel. De forma ensimismada se acaricia ambas manos y recuerda cuando aún era capaz de pelear valientemente, cuando aún podía dar certeros puñetazos capaces de demoler montañas. En cambio ahora... ahora no es más que una ilusión, una sombra de sí mismo. La hermosa bestia verde no es más que una criatura indefensa. 

Suspira.

La vida es tan irónica a veces...

-¿Entonces que era lo que quería?- pregunta ella notoriamente interesada, porque resulta ser que la verdadera historia es más emocionante de lo que hubiese esperado en un comienzo.

Ah...

Pero esa es la pregunta acertada; saber esto no hace sino causarle a Lee una carcajada de asombro y conocimiento. No es tan difícil imaginar la respuesta, en realidad.

-Gaara era una persona extremadamente inteligente- relata con absoluta parsimonia, casi arrastrando las palabras. Al decir esto algo en su interior vibra y sabe que es la antigua chispa de amor que nunca ha terminado de extinguirse-. Gaara era un genio, a su manera. Un genio cruel.

-¿Entonces lo dijo para engañarte? ¿Para lastimarte?

-¿Lastimarme?- inquiere Lee, espantado de que alguien pueda llegar a pensar algo como eso. Sus ojos lucen desorbitados mientras su pecho escuece- No, no lo hizo para lastimarme. Como dije, Gaara es un ser muy inteligente. En ese momento, cuando me dijo aquellas palabras, él ya tenía un objetivo en mente.

Estas palabras captan inmediatamente la atención de la entrevistadora, quien se hace hacia adelante en su asiento y reprime las ansias de apresurar a Lee cuando éste hace una pausa, pero no lo hace porque es descortés y porque es capaz de ver el profundo dolor que invade al pelinegro al recordar todo eso. Así que sólo se muerde los labios y respira hondamente, con el corazón latiéndole a prisa y el pensamiento de que la publicación de esa entrevista será todo un éxito. La agencia estará más que complacida con su trabajo; casi puede ver un ascenso.

Pero vuelve a la realidad cuando la voz de Lee irrumpe, decorosa, contra sus oídos.

-Realmente nunca fuimos amigos pues Gaara se fue a Suna y no volví a tener noticias de él- continúa el pelinegro ahora con la mirada apagada y pesarosa-, pero sus palabras... sus palabras hicieron un eco interminable dentro de mi cabeza. Tras su partida no pude dejar de pensar en él, en las extrañas relaciones que nos unían. Soñaba con nuestra pelea, con nuestro encuentro durante la batalla contra Kimimaro, también aquella vez en el entrenamiento... No podía sacarlo de mi mente. De algún modo era como si me hubiese hechizado. Su presencia, su voz, sus técnicas, su fuerza, sus ojos...

-¿Entonces te enamoraste?- pregunta la joven mostrando una sonrisa esperanzada.

-No- la sonrisa de la chica se borra y ahora es él quien sonríe-. Yo me obsesioné con él. 

-¿Tú?- la sorpresa en su voz es genuina- Pensé que era él quien estaba obsesionado contigo...

Oh, por supuesto, eso es lo que han dicho siempre, que Gaara era el obsesivo, el peligroso. Pero las cosas no ocurrieron de esa forma, no como todos se han encargado de contar. Gaara no fue tan monstruoso como lo hacen parecer...

-Nada es como lo han hecho creer. Lo que dijeron después del Kazekage...- cierra los ojos y aprieta los puños.

-¿Quiere decir que todo era mentira?- pregunta la joven, más y más sorprendida con cada segundo que pasa. ¿Realmente todo lo que dijeron sobre el jinchuuriki del desierto era una farsa?- Lo del secuestro y los ataques...

-Eso fue... la verdad es que...- su voz se quiebra y se abraza a sí mismo.  Ella no debió haberlo dicho con tanta soltura. Enormes lágrimas trancan sus ojos negros al tiempo que su respiración se torna errática. Nonononono. No está bien. Las memorias se agolpan en su cerebro... Cuando estaba el amor, el deseo, las sonrisas y los abrazos, justo antes de que comenzaran los celos, los asesinatos, las lágrimas. Gaara no había querido hacerlo, de verdad. Gaara nunca lo lastimaría por voluntad propia. Pero él... él...

-Lee-san, por favor, cálmese- le auxilia la chica mientras se levanta y se acerca a él para palmearle la espalda-. Si quiere podemos descansar un poco, ¿le parece?

El pelinegro asiente de forma silenciosa.

Ella va a la cocina y busca un poco de agua.

Dentro del pequeño lugarcito, limpia el sudor que cae por su frente.

-Demonios- dice para sí misma-, algo 'grande' debió haber pasado.

Pero pasaron tantas cosas...



 

CONTINUARA...

 

Notas finales:

Gracias por leer!! ;D


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