Cap. 1
Se podía notar en aquella oficina un casi perfecto orden, cada cosa en su lugar y con un fresco aroma a lavanda con flores silvestres, una silla estaba desacomodada porque el propietario de esa oficina había salido de improviso a arreglar unos asuntos, en cuanto llegó se acomodó en su asiento y siguió tecleando su computadora, miró toda la oficina con su mirada oscura y profunda para luego decir—Karin, trae los papeles que te pedí desde hace una hora.
Una chica de cabello pelirrojo se asomó por la puerta—en un momento señor Uchiha…
En efecto, el joven, si, porque era aún joven el muchacho. El joven de 21 años de nombre Sasuke y de apellido Uchiha, que tantas descripciones se han dicho de él que no sería necesaria agregar otra, pero aun así lo haré. Ya que sus oscuros ojos reflejaban su actitud y no por nada estaban así de profundos, ya que contrastaban a la perfección con su nívea piel y su cabello el cual era un negro, bueno, simplemente era negro.
Ahora el muchacho era el jefe temporal, en lo que su padre se mejoraba d una operación que hace no mucho le habían practicado.
A simple vista podía decirse que el chico era calmado, pero cuando no estaba en la oficina o con los negocios de la familia y viniendo de una familia de dinero y ya que el dinero no le faltaba se daba a la tarea de hacer viajes a donde la compañía de su padre “Uchiha.inc” lo mandaban y en cuanto al nombre el cual no era muy rebuscado pero tampoco casi nada pensado, bueno el dicha empresa se ocupaba de los tratos con lugares en donde la civilización no se había hecho presente en su totalidad y pues lo hiciese. Así como ya habían hecho con varios lugares conocidos como las pequeñas villas o aldeas o como le quieran mencionar de los alrededores. Tenían un solido contrato con otros países, y con una aldea en especial, la de la Arena, la cual por las condiciones de su geografía eran un tanto difíciles de manejar, sin embargo no imposible.
Poco después su secretaria entró con los papeles—Sasuke…
-ya te dije que no soy Sasuke para ti en horas de trabajo…
-bueno —sonrió ella—entonces en la hora de comida? O no me digas que tu noviecita vendrá por ti…
-pues si, si lo hará…-dijo de lo mas indiferente y comenzó a leer, luego la miró—que haces aquí?
-y así quieres casarte…-dijo ella haciendo un mohín y saliendo.
El de ojos oscuros miró la foto que descansaba sobre su mesa, si, ahí estaba la foto de su ahora prometida, con la cual llevaba ya casi 2 años y medio saliendo, y cuando supo que cerraron unos tratos con otras compañías farmacéuticas su padre casi lo obligó a que serializara esa relación. Y pues así lo hizo.
El no era el único en esa familia, tenia un hermano mayor, pero parecía que las palabras de su padre nunca llegaban a oídos de su hermano Itachi, el solía tener el trabajo como psicólogo y algunas veces iba y ayudaba con las cosas que se presentaban, el si era un aventurero y cada que tenia la oportunidad se escapaba y desaparecía por horas, días, semanas e incluso meses. Su vida si que era un misterio.
Sasuke ya casi era hombre casado, pero y aun sabiendo que tenia novia de vez en cuando o mas bien cuando la hormona se le alborotaba terminaba teniendo fiesta en vez de reunión con su secretaria.
Estaba firmando y terminando otros asuntos cuando su teléfono sonó, y en efecto, era su ahora prometida.
-holaa—se escuchó del otro lado.
-hola—dijo tan desanimadamente, apenas le había hablado esa mañana, ni que se fuera para un lugar en donde ya no lo pudiera ver mas.—que pasa?
-no nada, solo llamaba para saber de ti…-se oyó una risa suave.
-pero…ya me habías hablado…en la mañana no?
-bueno… nada mas hablaba pero si te incomoda…
-no, Sakura, ya…anda dime, que pasó?—trató de modular su voz para hacerla mas suave.
-gracias amor… oye…
-si dime?
-escuché que no ibas a estar este fin de semana en la capital por que?
-eh?—revisó la última hoja que decía mas o menos así.
“Salida a la aldea de la hoja, o mejor conocida como Konoha.
Hora: 6:00 a.m
Lugar de salida: Aeropuerto de de la ciudad del Fuego
Anden: 3 Puerta: 5
Día: Sábado”
-amor… aun estas ahí?—preguntó la chica del otro lado.
-si—dijo con desgano—y ya lei la hoja…
-pensé que saldríamos mañana…
-yo también…-dijo Sasuke un poco decepcionado.
-pero…-agregó ella—el trabajo es mas importante… te veré el lunes sin falta vale?
-sí, está bien, lo mejor será que ya me vaya a preparar mis cosas…cuidate
-si, igualmente. Te amo.
-si yo igual—colgó—tsk, Karin!
-sip?—se asomó por la puerta.
-me largo… nos vemos el lunes, temprano sin falta—se paró y recogió todo.
-que? Tan temprano?—se acercó a el despacio.
El azabache a volteó a ver—si, mañana salgo… asi que dame permiso, y cual temprano, son las 8
-ahh—se oyó un gesto de decepción por parte de la pelirroja.
-me voy, terminas de juntar—y así sin mas salió. Los demás de la empresa lo despidieron con un “Que tenga un buen fin de semana”.
Al salir se dirigió al estacionamiento, sacó su coche, que era un convertible negro, limpio, y no solo por fuera, por dentro era lo mismo, de todas formas vivía solo.
Se subió y se dirigió a su casa. Una vez en su casa.
Lo único que faltaba era que su casa estuviese impecable, y por desgracia era la misma historia, al vivir solo, solo ocupaba lo necesario, aun no había ninguna pertenencia por parte de su novia, entró dejando las llaves en la mesa, se sacó la corbata y el saco dejándolos en el sillón, aun no tenia hambre y por lo regular no cenaba, asi que subió directamente a su cuarto donde sacó una valija en donde acomodaría un poco de ropa y cosas que sirviesen en un lugar como Konoha.
Se decía que era un lugar en el que no había edificios y que la gente siempre andaba a pie, y con lo que amaba Sasuke el caminar. Exacto, el joven prefería el evitar ser un peatón.
Metió ropa camisas blancas y playeras blancas, bermudas oscuras y pantalones oscuros, ninguna chamarra, el clima por allá era un tanto caluroso, y mas porque había arboles alrededor. Ahí era fresco, pero en la aldea…
Guardó cepillo, pasta, bloqueador solar, y pequeñas cosas como cuchillos y navajas, ah, y sus tarjetas de crédito, y un poco de efectivo.
Al terminar de juntar se fué a bañar, ya después de eso se fué a la cama, tendría que irse temprano.
Ya al día siguiente se fué en un taxi. Al llegar al aeropuerto se dio cuenta de que Suigetsu lo estaba esperando, un amigo suyo, ese chico de dientes afilados y cabello azuláceo, ahí estaba parado sonriendo.—hola llegaste.
-cállate que me quitaron mi cita con Sakura.
-bueno, pero regresando podrás desquitarte—le guiñó el ojo, mas que obvio a que se referían.
-me voy—dijo sin mas.
-si, dice tu padre que con cuidado.
Poco después abordó el avión y se recargó en su asiento y se colocó los audífonos, bueno y es que un chico como él de dinero no viajaba en clase comercial, sino en la clase privada. Eso implicaba que solo era un avión para el solo. Lo que era ser el.
Sin mas el avión despegó.
Unas horas mas tarde…
Una aeromoza despertó al joven—joven Sasuke, joven Sasuke.
-eh?—despertó pesadamente.
-llegamos, lo malo es que es… hasta aquí llegamos porque mas para allá los árboles y el poco espacio que hay en la aldea nos impiden el poder descender.
El joven entrecerró la mirada—eso significa que…
Unos instantes después se veía a Sasuke jalando su maleta por todo el camino.—maldita sea…
Un rato después se paró en seco.—y para donde demonios es?—casi se azotaba en el árbol mas cercano—nada puede ser peor…
Y antes de decir mas se escuchó el crujir de unas hojas y el gruñido de algo.
-no…-como pudo agarró su maleta y caminó lo mas rápido que pudo, pero esa cosa lo estaba ya siguiendo.
Cuando volvió la vista tenía al animal en su cara. Era un tigre.*
*Digamos que aunque no es un animal de la zona, pues en esta zona si había.