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Arrebato por Limonchello

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Notas del fanfic:

Autor: Maka
Pareja: {DeanxCastiel}
Serie/manga/anime: Sobrenatural/Supernatural
Spoilers: capítulo 4x20
Warnings:  - - 

Notas del capitulo:

- -

Joder nada nunca antes le había dolido tanto como le dolía el pecho en esos momentos.

Nada, ninguna herida, ninguna palabra hiriente de su hermano, ni aun cuando la sirena le hizo decir aquellas cosas sobre él, no.

Sin duda al ver a ese tal... Jimmy se sentía impotente, Sam le negaba regresar con su familia y Dean... Dean estaba deseando perderle de vista, él no era Castiel, a pesar de que poseyera aquella forma física, era tan solo un recipiente, un simple recipiente, Sam desapareció, ¿Quién sabe dónde? Últimamente sus secretitos con aquel bastardo demonio el traían sin cuidado, sus ojos se fijaron en aquel hombre que parecía dormir, apretó los puños conteniéndose de acercarse a aquella cama.

No era Castiel

Le costaba admitir eso, le costaba demasiado y en esos momentos más que nunca estaba preocupado por el ángel, le había dicho que tenía algo que comunicarle y al ir al lugar acordado... Se encontró con que Castiel había sido arrastrado de nuevo allá arriba, probablemente metido en un buen lío, y él... No podía hacer nada por salvarlo, Cas siempre había estado allí en el último momento, salvándole el culo pero cuando él necesitaba ayuda Dean se veía impotente para otorgársela, Aquello dolía, le hacía sentir impotente.

 

Se giró molesto totalmente aun apretando los puños y suspiró.
¿Cuánto hacía desde que el ángel y el... Compartieron la primera noche?
Fue aquella vez que entre pesadillas Dean se levantó alarmado y allí estaba él con su gesto ausente esos ojos que parecían atravesarle y ver todo lo que Dean se empeñaba en ocultarle al mundo.

 

Mas de una vez en aquella aventura estuvo tentado de abordarle, lanzarse a sus labios, no podía soportar ver como aquella que era la “mujer” de aquel hombre le abrazaba de esa manera, él podría ser su marido pero para Dean el cuerpo de Jimmy había sido el cuerpo de su amante por esos últimos meses, era inevitable estar celoso de esa mujer, era inevitable alzar la vista al cielo como si de esa forma esperara alguna señal del ángel, lo que fuera...

¡Joder! ¡¿Dónde coño estabas, Castiel?!

Aun así protegería ese cuerpo con su vida, fuera como fuera daría todo por protegerlo aun y si no era Castiel el que lo habitaba, las cosas empeoraron considerablemente y su “gran plan maestro” fue sin duda un fracaso que Sam se encargó de recordarle en esos momentos, rodeados de demonios.

El mundo pareció detenerse en el momento en el que aquella bala atravesó el cuerpo de Jimmy, su corazón se detuvo por unos segundos su mente aun pensaba en él como su amante, recordaba de nuevo la impotencia de sentir que él no podía hacer nada por Cas el cual ¿Quién sabe lo que estaría sufriendo siendo castigado en el cielo por esos bastardos?

 

Todo su cuerpo reaccionó en el momento justo, un brillo y... allí estaba, sus ojos se cruzaron momentáneamente con los de aquella niña, esa mirada que parecía traspasarle hizo que todas sus dudas, todos sus miedos desaparecieran, Castiel había regresado con él, su cuerpo se movió de forma automática agarrando a aquel demonio con odio, perdió el equilibrio momentáneamente cayendo con el otro encima, protegiéndose malamente de los golpes de este, intentó asestarle una patada escupiendo un poco de sangre a un lado entre golpe y golpe y, como siempre allí estaba, una pequeña mano de una niña de apenas 14 años de edad se colocó sobre la cabeza del demonio, el cual convulsionó para ser destruido en apenas unos minutos, mas cerca, Dean se enderezó un poco y esbozó una leve sonrisa de gratitud pero... Todo lo que recibió fue esa mirada gélida, fría que le hizo detener todos sus latidos... ¿Castiel?

Este pasó de largo, disfrazado de aquella muchacha hacia Jimmy, le observó, girándose entonces al oír un grito, Sam... Sam estaba chupando la sangre de un... ¿Demonio? Sin duda aquello le dejó congelado, no podía asimilarlo ¿Qué era su hermano ahora? ¿¡Qué cojones le pasaba a todo el mundo hoy?!

Sin duda en esos momentos, herido, desvió la mirada no quería, ni se atrevía a ver a su propio hermano a los ojos, destrozado por saber que su pequeño Sammy estaba convirtiéndose en... Un monstruo.

 

Se acercó a su última vía de escape, Jimmy en el suelo, herido de gravedad suplicaba a Castiel que le tomara en lugar de su hija, vio el gesto de Castiel, esa frialdad se abrió levemente para dejar mostrar compasión, una frialdad que él había penetrado noche si y noche también pero que ahora era.. Diferente, más espesas, más densa y dura de lo que alguna vez fue, una vez mas estaba allí frente a sus ojos, con aquella desgastada gabardina hortera y su mirada azul zafiro caminó ahcia él, en su fuero interno deseaba lo que fuera, un roce una simple mirada de complicidad, la esperaba con ansia pero este.. Pasód e largo, le llamó, ambos se giraron, le miró directamente a los ojos pero... Esos no eran sus ojos, no era su mirada ¿Dónde estaba la compasión? ¿Dónde estaba ese brillo?
- ¿Qué era lo que tenías que decirme? –preguntó Dean con voz suave, casi aterciopelada, Castiel negó con gesto frío, casi inhumano.
- He aprendido mi lección, Dean, sirvo al cielo, no sirvo a los hombres y... Desde luego no te sirvo a ti. –palabras certeras, firmes y directas a dañar, los ojos de Dean se abrieron el verde se mostró totalmente desconcertado ¡¿Qué le habían hecho a Castiel?! A su... Castiel.

El ángel dio la vuelta y de nuevo desapareció, huyó una vez mas antes de enfrentarse a lo que debería, Dean se quedó allí, quieto mirando la nada durante unos segundos, era irónico y casi le hacía sentirse culpable, su hermano era un monstruo, se dejaba arrastrar al lado oscuro, el Apocalipsis estaba cada vez más y más cerca, él había iniciado todo aquello y... lo único que le dolía era solamente las palabras de Castiel.

“Desde luego no te sirvo a ti.”

Sin duda en toda su vida había recibido heridas de las cuales a veces pensó no sobrevivir, había muerto, sido torturado hasta reducirle a la nada día si y día también allí abajo en el Infierno, el dolor había sido indescriptible, había sido cortado, pinchado, quemado, ahogado, lapidado, enterrado...

 

Pero todo aquello no era comparable. El dolor no era comparable al que sentía en esos momentos.
“Desde luego no te sirvo a ti.” Esa voz repitiendo una y otra vez esas mismas palabras seguía resonando en su cabeza.

Y fue entonces cuando se dio cuenta de todo
Se había enamorado de un ángel, se había enamorado de Castiel.

Notas finales:

Rewiews? =3


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