Ya habían pasado 5 días desde que llegue a la capital y aunque no quisiera admitirlo, mi madre no daba ni rastros de mejora… pero aun no había querido despertar mi lado preocupado. Decían los doctores que estaba Muy cansada… pero por más estudios que le hacían… No aparecía nada… Ni siquiera nos dejaban entrar… solo salían, decían los resultados entre ellos y desaparecían. Por alguna extraña razón Yo no estaba triste… Llámenme como quieran, Pero algo me decía, que no debía preocuparme. A pesar de todas las malas noticias que tenían los doctores, Yo estaba más que tranquilo.
Incluso una noche estando sentado fuera de la sala donde se encontraba, me quede dormido… pero desperté cuando la luz intensa de su habitación salió por entre la puerta abierta... vi salir a una enfermera empujando un carrito, con una cajita de cristal bastante grande… lo primero que pensé es que dentro iba algún órgano de mi madre. Lo que uno alcanzaba a escuchar y malinterpretar era todo lo que teníamos,
-Debes de ser Fuerte Shima chan- Me dijo Mi tía… la madre de Yutaka. Yo asentí- Bueno debemos irnos… Yukkun se quedara contigo ¿Ne?
- ¡Adiós Hijo!- me dijo el señor Uke, antes de salir por la puerta. Yo no pude más que sonreír agradecido… me habían tratado como un hijo más.
- ¡Toma Kou!- Yutaka me tendió una bolsa, se veía que fue una compra demasiado cara, pues era de esas bolsas especiales de las tiendas para gente de dinero. Tome la bolsa indagando en su contenido- ¡No preguntes, cuanto ni porque! Solo tómala y da gracias
-Jaja Gracias. Iré a bañarme- logre relajarme… en momentos así es cuando a mi mente se viene una sola imagen… AKIRA. Pienso en si el sabe que mi madre esta enferma, ¿Por qué no viene, a preguntar por ella? O tan siquiera, que me llame, se que no se tiene dinero en exceso para viajes a la capital.
¿No es esto lo que querías?
Estúpida Conciencia, ya empezaste a Joder otra vez
Ya, ya… perdóname ¿si? Solo contéstame algo Genio… ¿Akira tiene tu numero de celular?
… Oh…
Exacto grandísimo idiota.
-Joven Takashima…- la voz de una de las enfermeras me llamo- lo siento, es hora de… bueno- su voz se trabo. Y yo sonreí burlonamente…
-No se preocupe señorita, saldré enseguida. Gracias por todo- sus suaves pisadas sonaban cada vez más lejos… Me dispuse vestirme rápidamente. Pero al ver la ropa que me compro Kai chan… un Tic apareció en mi ojo derecho… Juro que lo matare. Eran un pantalón negro que llegaba hasta un poco mas debajo de las rodillas… una playera naranja con manchas… parecía como de leopardo… un chaleco negro largo pero sin botones… y unos tenis de bota, igual negros. – Me tengo que poner eso. (?) Que poco sentido de la moda tienes Kai. Me vestí rápido y salí… deje mi cabello suelto para que se secara naturalmente, busque los lentes de sol de Kai en su maleta y me acerque a donde estaba el sentado…
-Wow en realidad se te ve bien- soltó con una sonrisilla burlona- yo que te quería dejar en vergüenza ante tu mama- por primera vez levante la vista, encontrándome con su sonrisa tranquila
-¿hablas enserio?-asintió- pero… ¿Cómo conseguiste que e dieran el pase? Yo lo e estado tratando de conseguir toda la semana.- Yukkun bajo la vista por un momento… me mentiría, es tan obvio.
-Me acosté con el doctor- su sonrisa se acrecentó, por un momento me quede trabado… ¿sería verdad?
-¡¡¡Queeeeee!!!- la nada confundible voz de Yuu resonó, llevándose varios “Shh” de enfermeras que se encontraban en espera de alguna orden de los doctores. - ¿Cómo quiere que yo me “Shh” si mi novio acaba de decir que me engaño con un anciano decrepito? ¿Eh? ¿Estaría usted tranquila!? – las enfermeras lo veían espantadas – CONTESTEMEE CON UN CARAJO!- tomo a una de los hombros y la zarandeo hasta que la pobre mujer termino en el suelo. Haciendo a Yutaka partir en risas. Yo buscaba con la mirada algún indicio de mi otro amigo, pero parecía que no había venido.
-Ya te extrañaba Shiroyama
-Tú te callas- nos miro con desprecio, cosa que cambio cuando sus ojos me observaron- Hola Uruha… ¿Cómo estás?- tomo mis manos y le sonreí tristemente… tal vez Kai no encontró otra manera de decirme que mi madre moriría. Tal vez… y solo tal vez… quería que despidiera a mi madre. Me encontraba tan perdido en mis propios pensamientos que no me fije cuando unas manos taparon suavemente mis ojos, intentando mantener su imagen en secreto… Sin embargo su perfume corporal natural, lo delato
-¿A. Akira?- estoy seguro que el pudo sentir como mi cuerpo temblaba. Luego de soltar un pequeño bufido, señal de una sonrisa, sus brazos bajaron hasta mi cintura abrazándome posesivamente.
-¿Cómo estas Uruha?- yo no podía dejar de mirar hacia el frente… si no fuera por los grandes lentes hubiera sido mas que obvia la lucha que dentro de mi se llevaba acabo… la de mi corazón *que pedía a gritos sentir mas de Akira* contra mi cerebro *que me demandaba alejarme de el, y cortar su contacto*
Me sentí protegido… me sentí tranquilo… sentí lo que solo el me puede hacer sentir. En sus brazos, siento que puedo llorar, y el estará siempre allí para acariciarme el cabello. Y una vez descubierto esto… mi corazón se apretó. Le iba a contestar cuando, algo llamo mi atención… era un chico… algo bajito y rellenito, tenia una carita muy tierna y simpática.
-Yutaka- si no lo estuviera viendo jamás creería que ese joven muchacho vestido de bata blanca de laboratorio, fuera un doctor
-Naoyuki- como si nos volviéramos invisibles Yutaka se le fue en sima, abrazando con sus piernas las caderas del muchacho- Tengo muchísimo sin verte… Estas igualito.
-tu también... eres la misma cara que tu mama... por eso no te extraño tanto- ambos rieron. Ambos gritaron y empezaron a dar vueltas en el aire. Yutaka pareció recordar algo y se bajo.
-Uruha chan! El es Naoyuki, el esta trabajando el caso de tu mamá- me sorprendí muchísimo… es demasiado joven. El chico al saber quien era me sonrió y se reverencio ante mí.
-Takashima san… es un placer. ¿Estas listo? Debemos hacer esto con mucho cuidado, no esta permitido que los menores pasen a la sala de quimioterapia- sentí mi corazón helarse ¿ah dicho Qui-mio- terapia?- creo que no es buena idea Yuta… debe de ser demasiado fuerte ver a su madre en esas condiciones.
-Pero… - La mirada de Yutaka se volvió triste.- ¿puede pasar alguien con el?- sus ojos brillaron- el muchacho le sonrío y acaricio ligeramente la barbilla de mi primo… mire un poco mas detrás de ellos viendo a Yuu… que se retorcía en su interior, pero no dijo ninguna palabra a mi primo.
-Si... me parece bien- sentencio el doctor haciéndome señas de que fuera con el… inconscientemente tome la mano de Akira, el cual lentamente y sin chistar me siguió. Antes de desaparecer completamente de la sala de estar… Akira y yo miramos a Yutaka y Yuu… los encontramos devorándose a besos.
Finalmente nos detuvimos ante una pesada puerta de cristal… ligeramente pintada de blanco. Me asome un poco hacia dentro de la habitación, encontrando a mi mama dormida, o al menos eso parecía. Con las manos temblorosas me vestí con la bata de hospital azul, que salen en las películas americanas… Akira también se puso una, y juntos entramos. Yo me quede petrificado… el gorrito que cubría la cabeza de mi mama dejaba observar a simple vista, la falta de cabello en la parte delantera. Sentí como las lagrimas se deslizaron en mis mejillas y como mi cuerpo se relajo demasiado, cayendo ligeramente entre los brazos de Akira.
-¿Estas bien?- asentí sin muchos ánimos, era una imagen desoladora- Si no puedes hacer esto… estaría bien irnos. Volveremos luego.
-No soy idiota Akira… La leucemia no se vence tan fácil. Ella se dejo vencer mucho antes- mi voz se quebró- ella… dejo de vivir su vida desde mucho antes de tener esta enfermedad- ahora lo entiendo.
-entonces vamos- a paso lento Akira se acerco asta la cama… justo cuando mi madre abría los ojos para mirarlo- ¡Hola! Buenas tardes.
-Ho… la- su sonrisa era muy débil- ¿Eres… novio de mi Shima?- un momento… “¿Shima?” ella… me ah dicho ¿Shima? Y le pregunto sin verme a mí, Akira sonrío y asintió.- me alegro… cuídense muchísimo, mutuamente ¿ne?- Akira volvió a asentir y estiro su mano hacia mi… la tome ligeramente acercándome a mi madre- Hola mi amor.
-Hola mami- era oficial, ya no podría detener mis lagrimas.- Te extrañe muchísimo- sonrío y tomo mi mano… besándola, apenas pudiendo, también pude sentir mi mano mojada… estaba llorando… le dolía y eso no me podía ¿Qué demonios me esta pasando?
-Yo también te extrañe mi amor. Me alegro que hayas conseguido un novio tan lindo como él… miro de reojo a Akira- te pareces demasiado a una de mis amigas de infancia. ¿Eres de Kanagawa?- Akira asintió rápidamente. Mama suspiro profundamente… y cerró los ojos- que bueno. Yo estaba muy triste por que no me dejaban ver a nadie… decían que era peligroso para mi salud- sonrío tristemente- ¿Qué puede ser peor que esto? Si ya estoy muriendo… solo quiero verte amor.
-todos estamos muriendo- hablo rápidamente Akira, llamando la atención de mi madre… que luego de verlo, sonrió animadamente y asintió- es solo que… nuestro destino es ser fuertes… el tiempo que vivimos y como no conocemos la muerte, tememos de lo que pueda ocurrir.
-Es verdad- hablo mamá -¿Cuál es tu nombre?
-Akira
-bueno. Akira, eres un chico muy inteligente… gracias por acompañar a mi amor- algo andaba mal aquí… sentí su mano apretando la mía suavemente.- Akira… me dejarías sola…con…- alzo mi mano y Akira asintió
-por supuesto... fue un placer Sra. Takashima… si me permite decirlo, es usted la mujer mas hermosa que eh visto en mi vida entera. De tal palo… tal astilla- mi madre sonrío hasta que nos encontramos solos en ese frio cuarto.
-¿Qué pasa mama?
-Perdóname… - empezó a llorar, Jamás había visto a mi mama llorar, por eso me quede de piedra- perdóname por favor hijo- la sangre se me congelo… ¿Qué dijo?- lo siento mucho.
-M…ma… ¿mama? Mi voz también se quebró y empecé a llorar.
-¡Perdóname Kouyou! – poder explicar todas las emociones que atravesaban mi corazón, es imposible… sentía rabia, alivio, dolor, amor, odio.- Yo… Nunca me di cuenta de nada… yo… yo te amo… te amo como eres… como tu eres… siendo quien eres. Siento mucho en lo que te convertiste por mí. Yo no merezco tenerte como mi hijo… yo… lamento que Uruha viva tu vida.- me levante de un brinco. Y le di la espalda
-¿Cómo? ¿Cómo te diste cuenta de tu problema?
-Yo…- tras un minuto de estar esperando me gire, encontrándome con su mirada perdida en la pared de la derecha. En eso la puerta se abrió y era Akira…
-Señora Takashima… Muchas felicidades… es una hermosa bebe- sin entender las palabras de Akira me voltee hacia ella.
-Yo… tuve un hijo... mi amor… yo… estaba embarazada, de 6 meses, yo, no lo sabía- sentí enserio que el corazón se me bajaba asta el estomago. Ahora entendía lo de la cajita de cristal… allí iba mi pequeña hermana… tal vez esa es la razón de que haya vuelto a la realidad… tener una verdadera hija entre sus manos, le hizo pensar en mi.
-Entonces… no tienes cáncer- pregunte ilusionado.
-Si… si tengo es por eso que, aun faltando tres meses… la bebe debía de nacer, pero… estamos luchando para salir adelante. Se que… tengo que pelear mucho todavía… pero no me dejare vencer.
-¿Cómo es posible que no supieras?
-No lo se… yo en realidad estoy muy preocupada por su salud- se giro para no verme a los ojos- sí mi enfermedad le hizo algo… me muero. No me puedo permitir fallar como madre otra vez
-Mama... estoy tan feliz de que estés bien... pensé que te perdía. Pero jamás deje de creer que algo estaba mal… yo tenia el presentimiento de que… todo estaría bien al final. Yo te necesito mucho todavía- me solté llorando, sentí como una mano me jalo hacia atrás, mi cuerpo choco con el de Akira. Me aferre fuertemente a su camisa e inmediatamente mi semblante cambio… a uno de rencor. Deje de sentir… mama ¿puedes entenderme? ¿Puedes siquiera imaginarte cómo se siente no ser aceptado por tu propia madre? Fui quien deseaste que fuera… y ¿Así acabara todo? Así de fácil. Un “Lo siento” no basta, si lo pensamos mejor
Tú no tienes la culpa Kouyou… No tenemos la culpa de que ella allá enloquecido… No debemos derramar más lágrimas. Ella es la culpable de Todo lo que lloramos… Ella destruyo nuestra vida. Ella…. No es nuestra madre ¿lo entiendes verdad?
No, pero… ella no es la culpable… ¿Cómo puedo siquiera pensarlo? Está enferma… pero ya recapacito
Y que hemos logrado… ¿Cómo podremos dejar de ser “Uruha” de n momento a otro?… ¿has pensado en eso? Como… lo tomaran nuestros amigos más cercanos… nuestros maestros… Akira. ¿Cómo lo tomara él?
-¿Amor? Shima… ¿estás bien?- sin querer… esa mirada de ensueño que planeaba regalarle tras su preocupación, se transformo en una mirada fría y escrupulosa… llena de rencor… algo que, sin lugar a dudas, era todo menos lo que quería transmitirle- Tardaras en perdonarme ¿cierto?
-¡Uruha San! – la llamada del doctor hizo recorrer en mi cuerpo una fría corriente eléctrica, no quería ser llamado nunca así… Ya no valía la pena seguir fingiendo ser algo que odiaba ser. Odiaba a Uruha… Pero, mi mirada se desvió hacia mi rubio amigo, Tampoco quiero perderlo tan rápido…
Odiar a Uruha es odiarte a ti mismo y todo lo que haz logrado
-Uruha san, Akira san… se acabo el tiempo de su visita, debemos salir rápido de aquí- ambos asentimos, por ultima vez mire a mi madre, en su rostro se reflejaban todas las penas que sufría, el arrepentimiento.
-Cuídate ¿Sí?- acaricio mi rostro y seco el húmedo rastro de mis lagrimas que antes habían recorrido mis mejillas- y… aunque no me lo merezca… reza por mi.
-Por supuesto, cada dia rezare por tu salud- le dedique una sonrisa forzada y Salí casi huyendo, dejando a Akira atrás.- Gracias Doctor.
-De nada Kouyou kun- mis ojos se abrieron de la sorpresa, mire rápidamente detrás mío para asegurarme que Akira no estaba- descuida, se que es un secreto- guiño un ojo y me sonrío, trate de regresarle la sonrisa, pero no pude corresponderle del todo sincero, debido a la preocupación por mi madre, algo que entendió al instante- Ella estará bien.- levante el rostro- puedo prometértelo.
-Gracias
-Si señora Takashima, Yo daré mi vida si es necesario, por favor no se preocupe- Lejos de nosotros Akira se encontraba con la mitad del cuerpo fuera de la habitación- espero verla muy pronto- se reverencio y cerro la puerta con una tímida sonrisa.
-¿De que tanto hablaban?- le sonreí y se sonrojo un poco
-Cosas- me dijo como restándole importancia y paradójicamente incrementando mi duda- ¿Doctor… podríamos ir a las incubadoras?
-Bien… Yo debo irme… pero si caminan todo derecho y giran hacia la derecha en el arco Rosa, encontraran las incubadoras- asentimos- bien, me retiro, por favor no se preocupen por Takashima san… ella se pondrá bien, se los prometo, are todo lo que este a mi alcance.- hizo una reverencia y nosotros le imitamos, quedándonos viendo su espalda mientras desaparecía.
-¿Quieres conocer a la pequeña Uruha?- Akira sonrío ampliamente, La verdad es que no quiero saber nada de esa nena ahora, pero como negarse a una sonrisa tan hermosa como esa. Además, de que no podía negar la curiosidad que sentía en ese momento.
-Me parece buena idea- Tímidamente Akira beso mi mano y sonrío, desee internamente, con todas mis fuerzas, que Akira me dejara en paz. Preferiría que se enamorara de otra persona, pero al mismo tiempo tengo miedo… yo… ¿realmente estoy enamorado de el?
-Vamos entonces- Con una sonrisa nerviosa, comenzamos nuestro pausado caminar… como si nunca quisiéramos llegar a un destino y tener que soltar nuestras manos. Firme, sujete con más fuerza su cálida mano, haciendo que mis dedos largos y finos s abrieran paso entre los suyos, y finalmente quedaran perfectamente unidos, como si se complementaran.
¿No seria maravilloso si ambos supieran toda la verdad del otro?
-Ne… mira Uruha… Los están moviendo- la enfermera dentro del cuarto de incubación nos miro con mucha atención y Akira le miro nervioso.
-¿Hay algo en que les pueda ayudar?
-Ah… - ambos alargamos nuestra respuesta, intercambiamos miradas confundidas, dejando en duda para ella nuestras verdaderas intenciones. La enfermera sonrió maternalmente.
-¿Son padres primerizos?- pregunto revisando su registro, nos había dejado estupefactos, blancos de la sorpresa que nos causo esa pregunta- parece que si- rio quedito- No se avergüencen aunque sean jóvenes. No se preocupen por su bebe, todos los niños están sanos.- Akira y yo caíamos de piso en piso sin amortiguador, parecía que nos había dejado en otro mundo. Finalmente sentí como abría lentamente la puerta y caminaba asta mi tomando mi muñeca… revisando algo, entraba de nuevo. Saliendo un poco de Shock revise mi muñeca también, Solo se podía leer el nombre de mi madre.- Jóvenes…- cuando giramos la señorita sostenía en sus brazos a una pequeña criatura color morado… pero no cualquier morado, era uno brillante… un poderoso aura envolvía su diminuto cuerpo.
-Wo- sin pensarlo me pegue al vidrio, en un desesperado intento de estar mas cerca del pequeño bebe que movía sus pies desesperado, mientras lloraba y gritaba algo que se podía definir como ‘mamá’- es… hermosa- suspire un poco mas para mi pero Akira rio suavemente y paso un brazo por mis hombros.
-Bueno… algo debió haber sacado de ti- por segunda vez desde que nos conocemos y de nuevo tomándome por sorpresa, Akira me beso. Pero a diferencia de la vez anterior, correspondí, Al tiempo que la bebe estallo en una carcajada contagiosa y no paraba de reír.
-Wow… estas feliz por que tus papis se aman ¿eh preciosa? Yo también me alegro- Mi iguana y yo nos quedamos viendo y sonreímos “Tus papis se aman”
-Eso sonó demasiado cursi jajaja
Comencé a caminar a paso firme hacia la recepción el hospital, sentí que Akira no me seguía, por eso me detuve y me gire hasta quedar frente a frente, al tiempo que el sonreía pícaramente
-¿Que pasa?
-Nada- Camino lentamente y se detuvo un poco junto a mi, con las manos en los bolsillos del pantalón- Me gustas mas en Jeans- dicho esto se adelanto, Yo estaba prácticamente volando con los ángeles, para que luego mis labios se curvearan en una sonrisa. La felicidad me hizo correr a el abrazando su brazo haciéndolo reír y tambalear un poco.
Caminamos por el largo pasillo abrazados de esta forma, llegamos hasta donde Estaban Yuu y Yutaka, el último se encontraba sutilmente dormido sobre el hombro del primero.
-pobrecito, debe estar muy cansado- Susurro Yuu antes de besar la frente de Yutaka.- tú también debes estar cansada. -asentí un poco incomodo- vallamos a almorzar- asentimos; con una ternura sobrehumana Yuu zarandeó el cuerpo de Yutaka- Uke despierta- pero este ni luces de atender- Yutaka- dijo un poco más alto pero suavemente, de nuevo mi primo ni se inmuto- ¡CON UN CARAJO YUTAKA! ¡Despiértate! – lo tomo por los hombros y lo estrujo sin consideración de nada mas, Como es lógico Yutaka despertó más que aturdido y asustado por el maltrato de Yuu, no pudimos evitar reírnos de su cara de espanto… pero tenía que sentar cabeza en algún tiempo
-Joder Yuu! ¿Estás mal de la cabeza o qué?- hubiera sido divertida su reacción pero no podíamos dar lugar a las lagrimas en sus ojos.- Me asustaste- Se oprimió el pecho y comenzó a llorar como si le doliera mucho.- Eres un idiota- se tapo el rostro con las manos y sollozo fuertemente, todos estábamos impresionados… ¿Qué habrá estado soñando Kai para ponerse de esa forma al despertar?
-Perdóname Kaichuu- lo abrazo y beso su cabeza- vamos a almorzar ne?- mi primo asintió y salieron tomados de la mano… sin ni siquiera esperarnos
-¡¡Malditos amores perros!!- Grito Akira a la pareja dispareja
- Que te Jodan Suzuki- Se defendió mi primo.
-Ja!- tomo mi mano- Andando si no nos perderemos en Tokio- salimos corriendo tras ellos para alcanzarlos… Nos fuimos caminando Guiados por Mama Kai. De vez en cuando las miradas de Akira y mía se cruzaban tímidamente… Desearía… ser inteligente para esto… Mi promedio es perfecto pero… No sé qué hacer para tomar fuerzas y decirle a Akira toda la verdad. Me gustaría… que la mitad de lo que él siente por Uruha, pueda dárselo al Kouyou que vive llorando su desgracia.
Es hora de agarrar un poco de coraje Kouyou… Hoy, por primera vez en 17 años, estamos solos en esto.