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Manos de Amor por nikitashin

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Notas del fanfic:

Me inspiré revisanso la sección desafíos. Se que ya ha sido respondido, pero aqui doy mi aporte a este interesante desafío de 12tecpatl.

Notas del capitulo:

El primer capi es cortito, y agregé la descripción de los personajes principales, espero les guste.

-1: Infancia -

 

 

 

Presentación de los personajes principales:

 

 

 

Carlo Morelli: Pelo negro, un poco largo. Buen cuerpo, se entrena en casa, 1,80 de altura, hombros anchos, manos grandes, piel morena. Escultor de profesión y ciego, por lo que a conseguido gran fama. Actualmente tiene 19 años. Es muy inteligente, no fue a la escuela a causa de su ceguera, pero tuvo tutores en casa. Es de carácter sereno y muy optimista, nunca se ha quejado por no poder ver, es un buen hijo.

 

 

 

Luca Rossi: Pelo café claro, corto. Delgado pero con buen cuerpo, 1,72 de altura, manos pequeñas y frías, piel clara. Acaba de terminar la escuela y terminando las vacaciones, hará ingreso a la universidad, a estudiar Arquitectura. Actualmente tiene 18 años. Es un chico amable y algo impulsivo.

 

 

 

 

 

Sicilia, 12 años atrás.

 

 

 

La boda de Fabio Morelli a congregado a una gran cantidad de gente y el reencuentro de dos grandes amigas de infancia, Marcella Morelli y Daniele Rossi, ambas casadas y con dos pequeños de casi la misma edad, Carlo y Luca, de 7 y 6 años respectivamente. Estos eran los únicos niños permitidos en la fiesta de matrimonio, ya que Carlo era el sobrino favorito de Fabio y Luca le haría compañía, para que Carlo no esté solo toda la tarde y noche que duraría el festejo. 

 

 

 

Durante todo el tiempo que compartieron los niños, estos congeniaron muy bien, en ese momento ambos eran de la misma altura, pero Carlo era más delgado y delicado, principalmente por la inseguridad que tenían sus padres por dejarlo ser más independiente, lo más importante, la ceguera de Carlo no importunó al pequeño Luca, el hecho de estar en su casa, terreno muy conocido, le daba la facilidad de desplazarse sin ningún tipo de incomodidad, quien no supiera su condición y lo viera moverse tan bien, podría asegurar que Carlo no tenía discapacidad alguna.

 

 

 

Pasaron un par de semanas en la finca, Luca insistía en salir a recorrer los viñedos, ya que en Parma no era posible conocer un sitio así. Carlo, feliz de que no lo traten de forma especial, se dejaba llevar por su nuevo gran amigo, se tomaban de la mano y salían a recorrer los campos. Fue el mejor verano que habían vivido, Carlo se dio cuenta que no por ser ciego debía perderse el disfrutar la vida como alguien normal, Luca, sin darse cuenta, le animó a no dejarse vencer por nada y así comenzó a ser más independiente. Para Luca, la emoción de tener un nuevo amigo, le bastaba, además había conocido un hermoso lugar, al que esperaba poder volver.

 

 

 

Carlo avanzó rápidamente en sus estudios, los tutores estaban muy sorprendidos por la fuerte disposición que presentaba ahora. Para dejar de tener ese cuerpo tan delicado, comenzó a ejercitarse un poco más, como apoyo a su “libertad”, sus padres le regalaron un perro lazarillo, más bien un cachorro, que él mismo ayudaría a entrenar, así tendría mayor apego, la llamó Lúa, con ella era capaz de salir de casa sin la compañía de alguno de sus padres.

 

 

 

La primera vez que tuvo entre sus manos un trozo de piedra, le recordó a las manos de Luca, quiso acariciar y darle forma, así fue como comenzó a esculpir, ya a los 15 años, había conseguido ser reconocido como un gran escultor, sus obras, algunas abstractas y otras con hermosas formas, eran muy admiradas por turistas, y llevadas a otras ciudades de Italia.

 

 

 

Ángelo era su seudónimo como artista, quería seguir con una vida normal, no importunar a sus padres y resto de familia con el acoso de compradores y alguna que otra entrevista que quienes vendían sus obras, decía que pedían de las grandes ciudades. Quien era la cara visible de la venta de obras o recibir los pedidos, era su tío Fabio, estaba muy orgulloso de que su sobrino favorito, haya sido capaz de salir adelante y logrado tal éxito. Además, era el confidente de Carlo, el único que sabía que tanto le había marcado Luca hace ya algunos años, por ello, conseguía entender a la perfección las obras de su sobrino.

 

 

 

Luca nunca olvidó a Carlo, escuchaba muy seguido a su madre hablar con su amiga de Sicilia, le contaba que el pequeño niño Morelli, aquel delicado y sobreprotegido pequeño, se hacía cada día más independiente, lo que a todos alegraba mucho, porque así la madre del chico se sentía menos culpable por la discapacidad de su único hijo. Muchas veces estuvo a punto de volver a la finca donde vivían los Morelli, pero por una u otra razón, esa visita se veía postergada.

 

 

 

Si bien recordaba a Carlo, lo que más tenía arraigado en su mente, eran los hermosos paisajes y arquitectura que había visto en Sicilia, los que plasmaba en bosquejos, algo infantiles aún, pero de a poco los perfeccionaba. Por eso decidió estudiar arquitectura, logró ingresar en la Universidad IUAV de Venecia, donde estaba el instituto Universitario de Arquitectura, era la mejor opción para él. Durante el último año de escuela, se hizo novio de una de las chicas más lindas de su curso, Alice Bellini, una muchacha simpática, pero controladora y algo ambiciosa. Ambos estudiarían en Venecia, así que durante las vacaciones, antes de ingresar a la universidad, ella se fue a buscar departamento, ya que Luca y su familia, viajarían a Sicilia, a la finca Morelli, a la celebración de las bodas de oro de los abuelos de Carlo.

 

 

 

Luca estaba ansioso por volver al fin a Sicilia, sobre todo volver a ver a su amigo, con quien mantenía comunicación telefónica. Daniele se preocupó de hacer todos los arreglos para el viaje y hospedaje, que gracias a su amiga Marcella, sería en la misma finca y aprovecharían de pasar unos días de descanso. Llegaron un día antes de la ceremonia y posterior fiesta, los Rossi, se acomodaron en la casa de Marcella, Luca esperaba ver al fin a su amigo, pero no lo encontró, Carlo andaba en la ciudad, haciendo unas compras junto con su tío Fabio y primo Giovanni, hijo de Fabio, que con solo 12 años, aparentaba por lo menos 15.

 

 

 

Aburrido de esperar en el cuarto, Luca salió de la casa, recorrió los alrededores, hasta que vio una pequeña casa con grandes ventanales, era el taller de Carlo pero él no lo sabía, ya que nunca supo que su amigo era un gran artista, entró por curiosidad y las esculturas que estaban ahí, le llamaron la atención, las encontró muy hermosas, estuvo harto rato admirándolas. El resto de la familia estaba por llegar, así que su madre salió a llamarlo cuando escucharon el auto cerca, hecho una última mirada y volvió a casa, ya preguntaría después de quien eran los trabajos que estaba ahí.

Notas finales:

Como siempre, gracias por leer....


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