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Bajo los Efectos del Alcohol por Dark_Elric

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Notas del capitulo:

Hola!! Aquí de nuevo con la actualización~

Leanla y Disfrutenla!! xD

Me costó retomar con el Yaoi propiamente dicho pero lo hice. Junto con las miles de complicaciones y cosas que surgieron, lo logré :3

 

"Puedo repetir las veces que sea que no debí hacerlo pero sería en vano; ya causé el daño y la culpa me corroe por mis venas. Me dejé llevar por un pensamiento y sentimiento equivocado al cual creía sentir. ¿Por qué? ¿Por qué lo hice? No me puedo entender como logré dañarlo de esa manera sin tener ni un poco de consideración. Que hice... que hice... lo usé para mi beneficio y no me importó. Ahora que me arrepiento no soy capaz de verte, de dar mi cara y explicarte como me siento... y las razones de por qué sucedió lo que sucedió. No sé si quieres verme también..."

 

 

Con dolor, estrujó y se llevó a su pecho lo que sostenía lívidamente sobre sus manos. Una foto era. Traía un recuerdo de su infancia. Era un retrato de los dos, cuando aproximadamente tenían unos 10 años de edad. Se veían sonrientes y abrazados de lado. Esa sonrisa que tanto amaba, la extrañaría y mucho. Ahora, tan diferentes eran...

Un par de gotas cayeron sobre el pantalón de Edward formando un pequeño corazón, aunque no habían provenido de la lluvia. Eran sus lágrimas. Otra vez, todo lo que estaba sintiendo había sido más fuerte que él. Se estaba dejando vencer por no saber qué hacer. Se había alejado de él para no lastimarlo con su presencia. Se llamaba a si mismo estorbo, por eso había salido huyendo de donde vivían. Había corrido lo más que pudo hasta llegar a donde estaba: bajo la sombra de un árbol y un día gris. En cualquier momento, comenzaría a llover y él aún estaría ahí...

 

Ni su propio orgullo bien conservado con el paso de los años había sido lo suficientemente resistente como para mantenerlo estable. Se distorsionaba su propia personalidad de tantas formas posibles como a la vez de ninguna. Era difícil de explicar, ni él mismo se entendía.

 

"Si pretendo recordar su sonrisa, esa que siempre me animaba y me daba las ganas para seguir hacia adelante incluso en los momentos más difíciles, simplemente no puedo. Se deforma esa imagen en mi mente al igual que su voz. Su mirada cálida... Todo toma una forma diferente ahora. No puedo verlo igual, solo regreso a esos instantes donde... donde..."

 

-¿Por qué...? Debí ser más fuerte. ¡¡Pensar!! ¡¡Eso debí hacer!! -vociferó con todo lo que pudo de su voz. Logró desahogar parte de su pena y también, espantar a un par de campesinas que aún lo vigilaban desde lo lejos. Fácilmente, ahora si estaba completamente solo. La lluvia próximamente le haría compañía y no le importaba eso ni en lo más mínimo. Si el agua pudiera lavar su culpa, tal vez si estaría más interesado.

 

 

 

"Si esa noche no hubiera existido. Si hubiera podido controlarme... Si hubiera... No puedo regresar al pasado y cambiar los hechos porque sé que los volvería a cometer en un futuro peor. Mi propio ser cambió y no me puedo reconocer ni ante un espejo. Mis ojos se ven cansados y van seguidos de las ojeras junto con mi piel pálida. ¿En qué me convertí? Puedo preguntarme una y otra vez pero no hallo una respuesta concreta que pueda responder todas mis dudas. No la hay, en definitiva, soy lo que soy porque yo di el primer paso a ese infierno que te obligué a vivir junto conmigo.

 

Recuerdo bien que ese día había sido interminable para ambos. Estábamos tan cansados que habíamos logrado apenas llegar a nuestro cuarto dentro del edificio y cerrando la puerta, él cayó rendido al suelo. Escuché el golpe y al verlo sobre la cerámica, un susto seguido de una gran preocupación me sucumbió. No dudé en tomarlo entre mis brazos y abrazarlo como símbolo de protección. No podía despegarme de él. No quería. Su cabello rozaba mi nariz graciosamente y su característico aroma me atraía. Su cuerpo entre mis brazos se perdía, lo envolvía con tal delicadeza que parecía que abrazaba a una pluma. Su rostro se mostraba inexpresivo, no había alguna señal de molestia como ninguno de alegría. Estaba normalmente dormido.

Yo sabía que tenía su cariño pero no su amor. Pero ¿por qué me era tan difícil entenderlo? ¿Por qué? No sabía si seguir avanzando a lo que tenía enfrente mío. Podía seguir pero...

 

¿En qué estaba pensado? ¿Seguir?... Logré detenerme a escasos centímetros de su rostro. Su respiración chocaba contra mi piel. Esa sensación era extraña junto con algunas reacciones que estaba experimentando mi cuerpo. Estaba tan cerca de él que apenas me había percatado que ya había despertado. Me miró fijamente a los ojos con miedo. Titiritaba el reflejo que había en ellos, había mucha timidez e inseguridad; eso pensaba y sentía. Un pequeño comentario logré articular en esos momentos, "¿Estás bien?". Se tardó en responder que sí; supuse que la posición en la que nos encontrábamos le incomodaba. Sin tener otras intenciones, intenté levantarme y él también me siguió aunque nuestros movimientos no fueron los correctos y nuestro acercamiento fue mucho mayor de lo que había sido antes. Se puso nervioso, sus mejillas lo indicaban. Me alejé lo más rápido que pude. Si avanzaba hacia adelante podría haberlo besado pero era dejar salir eso que ocultaba.

 

Hubiera preferido mil veces eso a lo que le siguió después...

 

Luego de eso, se fue directo a descansar. Me había quedado solo durante minutos. No podía creer en lo que pensaba. Mi mente salió de mi control, mis pensamientos... mis manos temblaban por algo que no quería que ocurriera pero a la vez sí. Hasta ese punto había llegado. Era ceder o detenerme y ninguna de esas dos opciones podía ganar totalmente en medio de mi debate mental. En medio de esa habitación, no veía nada que me pudiera ayudar a salir de la crisis en la que me había metido yo solo. Nada... y eso creí hasta que recordé lo que tenía bien guardado.

 

No sé porque se me había ocurrido una idea tan fuera de lo normal, tan descabellada, tan idiota. Planeaba llevar a mi propio hermano a un mundo de vicios solo satisfechos por el propio alcohol. Un par de botellas tenía para ese momento... ¿Por qué quería que Al hiciera eso? Ya no lo sabía... Tal vez quería que me comprendiera desde mi punto de vista "borracho". Claro, así las cosas serían más fáciles de vivir... y olvidar también.

 

Otra vez perdía la cordura. Yo cuidaba de Al, no podía dejar que caiga en lo mismo que yo... No podía. Era dejar que se perdiera como persona. ¡Idiota!

 

Tomarme las dos botellas que conservaba junto con todas las que tenía en un pequeño mueble, no había sido la mejor idea. Era la causa que iniciaría todo. Habían sido copa tras cosa, casi sin espacio de respirar un poco. Recuerdos de por medio, palabras deseadas y momentos esperados. Me había sumido por completo a mi esfera emocional; a ese estado de inconsciencia relativa. La única persona que estaba en mi mente era Alphonse.

 

 

-Alphonse... Alphonse... yo... te... necesito...

 

 

No recuerdo como había hecho para llegar hasta su habitación sin caerme. Logré mantener el equilibrio a duras penas pero me sostenía de todo lo que veía y no se moviera como yo. Mi cuerpo estaba más liviano y mi mente solo pensaba en cosas sin sentido. Andaba tan borracho... (?) Su puerta estaba enfrente de mí. Solo era cuestión de golpear, esperar autorización y entrar. Mucha espera había sido para mí, así que me salteé todo y entré con un portazo muy estruendoso. Logré que solo él se removiera un poco de su cama; dormía, no me importó y seguí con lo mío... Con lo que el alcohol había liberado al fin.

Envuelto en sabanas y solo con el rostro fuera, se veía como algo frágil, algo parecido a una simple muñeca. Idea rara de esos instantes. Me acerqué hasta él con los pasos necesarios y me quedé a un costado de su cama viéndolo dormir como la tranquilidad se lo permitiera. Se veía tan tentador desde esa posición... No podía. Sentí más el momento cuando lo besé con torpeza en un principio pero la suavidad de sus labios era algo que no me imaginaba, logré controlarme durante solo segundos. Quería más. En mi interior, algo latía más rápido que lo normal... Profundicé rápidamente. No me importaba si se despertaba o no. Solo quería seguir. No había límites para mí. No estaban marcados y nadie parecía reclamarlos.

 

Seguí besándolo, saboreando ese sabor tan característico. Seguía... y sus manos me detuvieron.

 

 

-Nii-san... ¿Qué... haces? - oí que me dijo. Quiso levantarse como pudo pero no se lo permití. No iba a dejar pasar esa oportunidad. Esa pequeña posibilidad de que él me comprendiera estaba viva y ardiendo en mi interior. Lo sujeté de los brazos y volví a besarlo, se puede decir que con más pasión. Sus ojos se abrieron más y con asombro. No quería lastimarlo pero debía seguir, él no hacía mucho para que me detuviera y parecía que le gustaba al menos esa forma en que las cosas se estaban dando.

 

Estás borracho!! -gritó de repente cuando me tiró hacia un costado de la cama. Estaba muy nervioso y solo quería alejarse de mí. No lo entendía...

 

-No lo estoy... y si lo estoy... ¿Qué? Tengo que seguir... -le respondí ásperamente y sin esperar más me volví a donde estaba antes. Al no se movió, me vio y vi como estaba aún más confundido. Tomé de sus dos brazos y lo volví a besar pero suavemente. Lo obligué a recostarse y ahí fue cuando reaccionó, comenzó a moverse para todos los lados... hasta que le dije...

 

-Te amo... -susurré muy cerca de él. Su cuello me llamaba, su piel había tomado un poco de calor... estaba claramente nervioso. No reaccionó por un buen rato y eso fue suficiente como para poder lograr deshacerme de la parte de arriba que llevaba puesta, esa camisa que había pertenecido al otro Al.  Aún conservaba su aroma, esa calidez imperceptible de tiempos anteriores. Botón por botón... mi sonrisa se acrecentaba y mis ansias se superaban una por una.

 

 

Un llanto me detuvo. Alcé mi mirada y lo noté; estaba llorando. Reaccioné y confundido me fui para un costado. Solo podía oír sus quejas. ¿Qué hacía...? Pude haberme ido de esa habitación y dejar que todo solo se convirtiera en un mal recuerdo pero un mareo me impedía moverme. Más bien era lo que quería... mi deseo.

Esas lágrimas no serían el obstáculo, nada lo sería. Le quité totalmente la camisa y pude ver la parte de su pecho toda descubierta. Al había temblado por esa sensación rara, esa sensación escalofriante pude deducir. Me miraba con miedo. Siguió con sus golpes para librarse pero no era algo que me derribara tan fácilmente. Lujuria, malsana lujuria me controló... Mis dedos pasaban por esa suave piel, por la piel de mi hermano. Acaricié  con delicadeza su tal vez punto débil, esos dos botones rosados que se distinguían de toda esa zona. Podía sentir el palpitar de su corazón; era muy acelerado más que él mío. Tal vez era la emoción o la misma desesperación la que lo podía así.

En toda esa parte, Al no se había detenido en ningún momento hasta que logró golpearme en la boca del estómago muy certeramente. Logró quitarme de arriba de él pero no fue lo suficientemente rápido. Logré agarrarlo de sus cabellos. Fui violento y lo reconozco. Había sido la única idea que se me había cruzado por la cabeza y la más conveniente. Se quejó y siguió con su intento de escapar aunque no fue lo mejor porque ambos al final habíamos terminado cayendo al piso. Lo solté instintivamente... Otra vez me suplicaba pero esa vez había sido diferente, me había abrazado. Me pedía que no siguiera... Y yo solo lo ignoré.

 

Solo lo empujé y  lo acosté sobre la frialdad del piso ceramicado de su habitación. Lo desprendí de mí sin consideraciones. Tembló y más cuando vio hacia donde me dirigía...

 

Fue otra cuestión de segundos, bajé lentamente su pantalón mientras acariciaba su miembro latente ya... Era raro pensar en lo que hacía pero a la vez era lo que más quería... no importaba como...

 

-¿Por qué haces esto...?

 

Me preguntó como si yo supiera. Era un deseo, era ese sentimiento al que le había llamado amor lo que me mantenía en lo que hacía. No le pude responder lo que pensaba en esos momentos y creo que tampoco podría hacerlo ahora...

 

Pero ni cuenta me daba de lo que ya hacía; había ido tan tranquilamente que mi propio placer se estaba reprimiendo en mi interior, le estaba huyendo solo por tenerle respeto a Al. No sería así, pensé. Prácticamente también le saqué los pantalones a la fuerza, le quité todo al final... La desesperación era tal que creía que no duraría más.

Me miraba como pidiendo un último intento para que parara pero ya no podía. Mi mente me pedía que siguiera y así fue.  Verlo completamente sin nada, desnudo fue algo que pude apreciar totalmente. No lo había visto así desde hace tiempo pero ahora era diferente la situación. Esta vez, no nos tomaríamos un baño. Sería... un juego? No importaba ya. Solo había reacciones, de ambas partes. Lo veía... Mi cuerpo ardía en algo que desconocía, era una sensación que antes no había sentido.

Mis manos cayeron a sus partes bajas. Lo "toqué" vulgarmente, con gusto, satisfacción... con ganas diría ahora. Cada vez que avanzaba se estremecía, era difícil resistirse a esa tentación. De corromper con lo que eso mostraba. Ya no era yo mismo. Cuando simplemente mi vista dejó de ser la misma y cuando solo podía escuchar mi respiración agitada y a él llorando y gimiendo reprimida mente.

El momento exacto no lo puedo describir. Simplemente no lo puedo recordar. Mi cabeza daba vueltas pero había sido algo más inconsciente el lapso de tiempo en el que había comenzado con lo mío. Cuando mi propio miembro había llegado a su entrada, cuando ese momento me sostenía de mi propio vaivén. Podía entrar y salir de ahí, de esa cavidad estrecha que había sido al principio pero se sentía latente.... Como mi propio sexo endurecido se movía allí adentro para buscar llegar a ese punto sensible... ese lugar donde Al, al menos, no olvidara eso. Prácticamente no pensaba... estaba en medio del mismo placer que me embriagaba más los efectos del alcohol. Me movía más, cada vez más... También provocaba las reacciones en el cuerpo que tenía bajo mío. Acariciaba sus puntos débiles, aquellos que lo hacían suspirar en medio de su llanto.

Hubo un momento en que pensé que ya no podría más. En donde creía que enloquecería, fue donde un espasmo me detuvo totalmente seguido de un gemido ahogado. De repente pude sentir... como mi propia esencia se escurría por medio de mis piernas y llenaba esa cavidad placentera, caliente... deseosa de más. No pude negarme ante ello. Al también había terminado excitado. Su miembro lo estaba, sus mejillas sonrojadas y su respiración se notaba muy agitada en su pecho. No respondía.  Cuando logré ver su rostro lo veía intacto, aún sus lágrimas caían.

Volví a tomar el aire que me faltaba. Andaba agitado pero algo en mí me hacía seguir. Me acomodé mejor y me deshice de mi propia camisa, solo molestaba en un momento como ese. Atraje su cuerpo más cerca de mí, esa figura que se mostraba débil y apenas se notaba consciente. Lo volví a penetrar sin cuidado, solo lo hice. Otro ligero chillido logré oír, había sido más fuerte que antes. No lo tomaba en cuenta... claramente, no me importa lo que le sucediera o lo que sintiera. Solo quería dejar que mis deseos al final se cumplieran antes de que todo terminara... Y así había comenzado de nuevo. La noche no había terminado. Los efectos tampoco."

 

 

-No pensé en él... - musitó mientras se oscurecía más el cielo...

 

 

"Cuando salí del trance en donde me había metido, ya había amanecido. Estaba toda esa habitación iluminada. Habían muchas cosas desordenadas, creo que todo, y me dolía la cabeza. No me preocupé y no recordaba casi nada, hasta que oí como alguien desde lo lejos lloraba. Como aún seguía recostado sobre lo que era el piso, me alarmé y noté todo... Recordé. Fue como un relámpago que entró a mi mente; varias imágenes pasaron por mi mente y más sus palabras. Me di vuelta cuando me levanté y lo vi. Parecía un ovillo de lana que apenas temblaba. Me acerqué a él lo más rápido que pude. No podía creerlo, ¿Yo había hecho eso? ¿Había causado que esté así?

Por más que lo intenté, no me hizo caso. Solo me gritaba que me alejara de él. No quería que lo viera así... sin nada. Absolutamente, no tenía nada que pudiera defenderme de lo que hice. Lo curioso fue que también yo estaba en sus mismas condiciones y apenas lo había notado. Tampoco fue algo de lo más raro... pero el hecho que había cometido, ese pecado malsano que pensé que había controlado fue liberado con el fin y objetivo de acechar. ¿A dónde estaba mi amor, si solo había pensado en el sexo propiamente dicho?

 

Las palabras no eran la solución y no sabía cómo calmarlo. No tenía una manera que fuera buena, mi presencia quizás no era necesitada aún.

 

Recogí toda mi ropa con la mejor intención y me cubrí con mi camisa para luego salir de allí. No podía estar sin hacer nada... y me inquietaba el concepto que él tuviera de mi.

Recobrándome totalmente, logré reponerme y sentir como la culpa me hundía con cada paso que daba. No lo soporté y decidí salir huyendo de la casa. Si, huí como un cobarde que no sabe enfrentar las consecuencias. Ignorar para mí no era la solución pero no sabía qué hacer. Tenía miedo.

Corrí todo lo que pude hasta llegar a donde estoy. Puedo decir que permanecí aquí un par de días..."

 

 

-En un momento como este, ¿Qué se supone que debo hacer...? - se preguntó. Aún no era lluvia la que resbalaba por su rostro. Le afectaba esa situación y más no saber cómo hacerlo. Podía simplemente aparecerle y pedirle perdón las veces que fuera necesario. Aunque tal vez no sería suficiente. Se sentía perdido en medio de todo y nada. Bajó su vista hasta donde estaban sus manos y la foto que arrugaba con dolor.

 

-Saber qué es lo que quieres que suceda... -respondió el dueño de la sombra que se encontraba enfrente del rubio abatido. Había aparecido de repente junto con un paraguas negro y había causado que Edward se tomara un pequeño susto. Miraba fijamente y con determinación hacia quien había preguntado algo que ya había sido respondido. Una mirada ausente y fría era lo que se veía, no parecía ser Al pero lo era. Había algo diferente en él.

 

Edward alzó su cabeza y esperó ver cualquier mueca de enojo o parecida pero ver que estaba inexpresivo, le asustó. No sabía lo que le esperaba y menos lo que le diría Alphonse...

 

No lo sabía y le temía a las palabras que luego oiría... ¿Lo perdonaría o lo culparía por siempre?

 

Notas finales:

Quejas, dudas o lo que sea~

Las proximas actualizaciones... estarán tardando.. u.u


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