Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Test impuro por Limonchello

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Cortesía de Saso y Karla las preguntas~ XDD todo lo que siempre quisisteis saber sobre estos pj~ (?) O no

Notas del capitulo:

Hibari Kyoya

-¿Cuántas veces (eres capaz) lo haces en el día?

Entrecierra los ojos sentado en la silla de forma perezosa con los brazos cruzados, totalmente recostado en el respaldo de su cómodo sillón mirando a aquellas “locas” con gesto entre molesto e indiferente, ladeó un poco la cabeza consiguiendo que todos y cada uno de sus gestos se mostraran amenazantes, al fin y al cabo estaban en su territorio y todo allí era una trapa para cualquiera que se atreviera a entrar en este, al su lado Kusakabe permanecía quieto estático como una estatua inamovible, tanto que Kyoya tan siquiera había reparado en su presencia teniendo la mente más centrada en aquellas herbívoras.

- Nunca me canso de pelear –dijo simplemente creyendo con toda su casta y pura inocencia(¿?) que era de eso de lo que hablaban, Kusakabe a su lado carraspeó levemente y se inclinó hacia él susurrándole algo al oído que hizo que Hibari abriera los ojos con sorpresa y se sonrojara antes de fruncir el ceño enderezándose levemente habiéndole explicado este de qué iba realmente la pregunta, frunció el ceño estando en un dilema, si no contestaba –la opción más factible- estaba seguro de que sería tachado o bien como cobarde o bien como… Endeble (¿?) pero tampoco quería parecer… Un depravado como Cavavllone.

- Las suficientes –dijo desviando la mirada con un tono de voz que intentaba ser autosuficiente.

 

 

-¿Eres más masoquista o sádico?

Ladea la cabeza mirándolas interrogante, como si estuviera pensándoselo antes de esbozar una leve casi palpable sonrisa de socarronería y orgullo-

- Nadie puede herirme… -o al menos eso quiere creer por lo que se endereza un poco en su asiento.

- Yo soy quien impone dolor y sufrimiento a aquel que se atreva a desobedecer mis normas, y no suelo ser indulgente con nadie, así que quedáis advertidas, herbívoras – se vuelve a acomodar tranquilamente disfrutando de aquello con plenitud al fin y al cabo su “dictadura” trataba” sobe aquello,  no por nada era rey y señor de Namimori, a pesar de que su mente traicionera le hizo poner un gesto agrio al recordar lo humillante que era pelear con cierto ilusionista, pero eso era algo que no quería ni iba a mencionar

 

- Siempre te jactas de tu fuerza... ¿Has sentido alguna vez rencor y/o envidia de que Daemon Spade escoja a Mukuro como objetivo de posesión y no a ti designándolo como superior al resto de guardianes o es rabia porque trata de tomar LO QUE TE PERTENECE?

- Daemon… -dijo en apenas un murmuro antes de colocar un gesto de superioridad

-Es obvio que ese herbívoro no tiene dos dedos de frente, Tomar a Rokudo… Es algo sucio y rastrero, además, tomara a alguien tan insignificante como Rokudo demuestra lo muy desesperado que esta… -dijo con simpleza haciendo un además con la mano al oír el cántico de su pequeña ave la cual entró por l ventana aleteando hasta posarse en sus dedos, el moreno la acarició distraídamente

- Lo que no voy a permitir es que toque mi pertenencias… -afirmó la pregunta con esa simple frase mirando a  las jóvenes de forma fría con tono de voz amenazante y un brillo peligroso en sus ojos

- Rokudo Mukuro es mi presa, y de nadie más, todo aquel que intente.. Agenciárselo sin mi permiso… Será mordido hasta la muerte. En especial ese Daemon… -sus manos se tensan y su gesto muestra odio y rabia.

 

- ¿Sientes ansias de batirte en duelo con ambas piñas o de enredarte con ellas?

- Wao… -se queda mirando su ve uno segundos con gesto pensativo antes de que su sonrisa se ampliara en una sádica, hablar de pelea era lo suyo a pesar de que aquellas chicas tuvieran en mente otro tipo de pelea la mente de Hibari Kyoya era demasiado simple

- Sería un reto digno de aceptar… Aunque terminaran ambos mordidos hasta la muerte… -dijo hinchando el pecho orgullosamente, abrió la boca de nuevo para dar un nuevo apunte pero todo se desvaneció de pronto entre una nube de humo violáceo, la cual tardó varios segundos en desvanecerse dando lugar a un confundido Hibari que parecía tener una pluma en la mano, este frunció el ceño mirando a su alrededor inquisitivamente antes de resoplar maldiciendo.

 

- ¿Qué piensas de compartir las piñas con Byakuran?

Su ceja se alzó perfectamente mirando a las jóvenes frente a él y dejó la pluma con delicadeza sobre la mesa cruzándose brazos

- ¿De qué va esto?- dijo tranquilamente con gesto relajado e indiferente cerrando los ojos unos segundos antes de volver a abrirlos

- ¿Compartir a Rokudo con…?- pareció pensárselo durante uno segundos antes de contestar con simpleza y firme decisión

- Nunca. Rokudo es y siempre va a ser de mi propiedad

 

- ¿Nunca has pensado en enredarte también con el malvavisco?

Su gesto se frunce levemente ante la sola idea con una mueca de asco al pensar en aquello antes de relajarlo por simples momentos recapacitando mejor esa idea

-No niego que podría ser… Divertido –dijo alzando las cejas con gesto interesado al pensar en aquella opción detenidamente.

-Pero si lo hiciera sería solamente para ver cómo se retuerce y suplica que no le muerda hasta la muerte… -sí, aun y diez años después su orgullo y egolatría sigue intacto así como su mente intenta huir de temas que considera totalmente vergonzosos y herbívoros como el sexo(¿?)

 

 - ¿Alguna vez has fantaseado con enfrentarte a todos a la vez?

 -Podría vencerles sin problema alguno… -aseguró asintiendo descruzando los brazos para dejar las mano descansando en su regazo

- Sería algo divertido – ladeó la cabeza con la sola idea de poder enfrentarse a todos ellos

 

- ¿Alguna vez has pensado usar la bazooka del tiempo para regresar y vengarte hasta hartarte de Rokudo Mukuro?

Se quedó sorprendido por esa pregunta al no haberla pensado antes de que estas la pronunciaran, alzó su mano hacia sus labios recapacitando en aquella idea y antes de poder decir nada alzó la mirada con un leve brillo, se relamió con una pérfida sonrisa en los labios

-Esa… Es una idea que podría llevarse a cabo –dijo simplemente sin borrar ese gesto de excitación de su rostro ante la sola idea de imaginar a un Rokudo menor sometido ante él de la misma forma que este le humilló hace años y sin duda esa idea.. Le gustaba demasiado.

 

- ¿Consideras a Enma y a Tsunayoshi...Animales pequeños?

 Asintió con simpleza como si fuera lo más obvio del mundo

-Son los herbívoros más inútiles que he conocido –dijo cerrando los ojos apoyando el codo en el brazo del sillón y  la mano en este lanzando una bostezo que tan siquiera se molestó en reprimir con una pereza palpable al no tener el descanso suficiente(¿?)

- Terminad ya, herbívoras –dijo con tono molesto casi frunciendo levemente el ceño

 

- ¿Entonces te gustan? 

Abrió los ojos sorprendido y se quedó en silencio durante unos segundos recapacitando sobre eso antes de que su gestos e relajara notablemente

-Tal vez… Son unas presas fáciles y divertidas de cazar… Sus lloriqueos son… Excitantes –dijo como si ya lo hubiera comprobado de buena mano(¿?)

 

- ¿Vives en la escuela Nami?

- No, vivo bajo el templo –dijo como si fuera obvio antes de bufar mirando a las entrevistadoras con cara de pocos amigos , la cual relajó a los pocos segundos para adoptar la expresión de indiferencia que le caracterizaba a esa edad.

-En esta época tampoco viví en Namimori… -comentó como si fuera una locura aquella y no supiera de dónde lo han sacado(¿?)

- Tenía un apartamento no muy alejado de aquí.- indicó señalando por la ventana hacia el horizonte(¿)

 

- ¿Te gusta la "piña" (fruta)?

Ladea la cabeza pensándoselo-

-No me disgusta –sonríe de forma ladina recordando algo que hace que su gesto se vuelva a uno de picardía antes de disimularlo rápidamente al darse cuenta

-Pero prefiero otras frutas. La piña es algo solamente para acompañar –comentó como si nada volviendo a  sonreír discretamente.

 

- ¿Usas tus tonfas como consolador para metértela en el ass cuando sientes unas ganas insanas por tener algo dentro pero no hay ningún herbívoro cerca para que te la meta?

 Se sonroja levemente pero termina desviando el rostro con gesto tranquilo

- No necesito hacer cosas como tales, simplemente si quiero algo lo tomo, además se de alguien que preferiría tener la tonfa ahí metida en vez de yo… -dijo casi divertido y despreocupado recostándose una vez ms sobre el sillón aunque avergonzado disimulándolo, sin pensar admitir que solo hacía falta una llamada con voz sugerente para tener a Cavallone a su disposición en todos los aspectos, sintiéndose orgulloso por ello pero siendo algo demasiado…”personal” como para admitirlo abiertamente(¿?)

 

- ¿Quién la tiene más grande? ¿La piña o el poni?

 Sonrió de forma disimulada, viéndose un brillo de diversión en sus ojos ante esa pregunta, al tener la oportunidad de hundir la reputación de uno de los dos o… De los dos a la vez.

- ¿Quien la tiene más grande? ¿Acaso podría saberlo? Las dos son demasiado pequeñas… -dijo ladeando al cabeza divertido

- Aunque supongo que Cavallone… Bueno, hace honor a su apodo… De cierta forma –dijo despreocupadamente.

- Rokudo no puede compararse a él pero…-Su sonrisa se vuelve más orgullosa

- Sin duda yo les supero(¿?)

 

- ¿Por qué parte empezarías a morder hasta morir a: Mukuro/Dino/Tsunayoshi y por qué?

 Echa la cabeza hacia atrás como si estuviera pensando.

- A Tsunayoshi… Supongo que cualquier parte estaría bien, al menos mientras le mordiera hasta la muerte, es tan torpe que no se le puede destacar nada… -bufó con gesto casi hastiado ante la poca mano dura de su herbívoro “boss” odiándola de sobe manera al ser algo que simplemente no podía entender y le molestaba, sien él alguien violento por naturaleza con quien no cumplía las normas

- A Cavallone por la cabeza ¿Quién sabe si algún golpe fuerte le hace algo inteligente? –rueda los ojos porque otra cosa que le hastiaba era la poca inteligencia de dicho capo itálico y se gestos e volvió sádico y siniestro cuando llegó al tercer miembro.

- A Rokudo… Bueno se de una parte que no va a utilizar más en su vida cuando termine con él… –su gesto se vuelve zorruno y la mirada se entrecierra con un brillo peligroso.

 

- ¿Cual es mejor en la cama? ¿Mukuro o Cavallone?

- ¿Qué te hace pensar que lo he comprobado? –dijo casi hastiado aunque se dio cuenta que después de las preguntas anteriores no venía al caso negar lo obvio, bufó desviando la mirada pensativo.

- Ninguno es digno de destacar en dicho terreno… - comentó aun siendo difícil decidir

- Cavallone tiene más aguante –dijo como un dato a tener en cuenta dejando ahí la pregunta porque nunca iba a admitir que Rokudo podría llegar a ser más bueno en la cama, no, era algo que iba a guardar para sí mismo, miró a las entrevistadoras con el ceño fruncido dando a  entender que no daría una respuesta completa a esa pegunta.

 

- ¿Eres tan ególatra que has llegado alguna vez a plantearte que el único capaz de darte lo que necesitas (en todo sentido) y alcanzar tus elevadas exigencias serias tú mismo?

 Sonríe con suficiencia.

- No es algo que me plantee, es algo que sé. –confirmó con gesto sereno tanteando con sus dedos de forma impaciente en su propia rodilla no teniendo mucho que añadir a esa pegunta, sabiendo que si alguien podría complacerle totalmente podrí ser solamente él, si, era egocéntrico y no se preocupaba en disimular lo obvio ante esa pregunta.

 

- ¿Con qué imagen te masturbas?

-Ya he informado que no necesito masturbarme, soy demasiado capaz de encontrar gente que me sirva en esos momentos. –Alzó la cabeza con orgullo  antes de hacer un ademán con la mano de forma distraída tomando su pluma una vez más segundos antes de que la nube de humo le volviera a rodear  desapareciera para dar paso a un Kyoya notablemente más bajo que tenía el pelo algo alborotado y la ropa desordenada con un potente rubor en sus mejillas y gesto totalmente molesto que les echó de allí a patadas así literalmente antes de girarse a Kusakabe que había escuchado todo y ahora tenía más de un trauma(?)

-Llama a Cavallone –le exigió con un malhumor y un tono de voz que intimidó al engominado y salió de allí casi a trote, apurado mientras el disciplinario sacaba sus tonfas jurando castrar al capo(¿?)

Notas finales:

Rewiews?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).