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Corazón Indómito por sue

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Notas del capitulo:

 

Aquí estamos con el capi de regalo! :D Ojalá les guste n.n ¿Recuerdan que Daryl apareció en la boda con su pareja? Les relataremos cómo y cuando sucedió, así que el capi está dedicado entero a él n_n (inner: es el más merecía tener un final feliz ¬w¬) confieso que esto lo tenía ya medio escrito hacía un par de años tirado en algún pendrive, medité varias veces en si lo pondría como parte de la historia o no, pues no sabía en qué parte colocarlo :O me sorprende que ahora que llegamos al final, lo leí y me pareció  simplemente… perfecto! Ciertamente todo lo que pasa tiene un porqué n____n Bueno, a leer se ha dicho mis corazones!

 

 

 

 

Las personas que se entregan en cuerpo y alma al servicio de otras, muchas veces lo hacen porque temen hacerse cargo de ellas mismas.

 

Sólo cuando se apartan lo suficiente del marco delimitado por los demás, son capaces de darse cuenta de que ellos también son seres emocionales que necesitan cuidados, atenciones… amor.

 

Daryl lo entendió por fin y por esa razón, abandonó la hacienda Mink.

 

Ya no podía continuar dejándose a un lado.

 

Se fue a casa de una de sus hermanas, Alondra, quién estaba muy contenta de tener de nuevo a su pequeño hermanito.

 

Volver a su tierra le atrajo buenos recuerdos y permitió que se amoldara a la sencillez de una vida tranquila, sin tener que levantarse temprano pensando en que tenía que preparar la mesa para el patrón o encargarse de la limpieza de un extenso salón. 

 

Al poco de tiempo de asentarse, cuando regresaba luego de hacer unas compras en el pueblo, una presencia llamó su atención. Se trataba de un hombre sentado al borde de una colina.

 

Daryl se acomodó uno de los mechones de cabello, ubicándolo por detrás de la oreja. Era como si el ser lo llamara. Se aproximó hasta él y alzó un poco el brazo, buscando de tocarle, su oscura cabellera le recordaba tanto la de…

 

Se detuvo. El hombre desconocido se sintió observado y se giró. Daryl se cohibió, no era Riki el que estaba ante él, pero el hombre era muy apuesto.

 

- Hola – Le saludó el extraño junto a una preciosa sonrisa.

 

- Eh… hola – El pelicastaño bajó la mirada, sonrojado – Disculpa si te molesté.

 

- No te preocupes ¿Vives por aquí? – Preguntó buscando de extender la conversación.

 

- Si. Estoy quedándome en casa de mi hermana.

 

Daryl levantó la vista y al hacerlo, se encontró con unos preciosos ojos grises. Desvió el rostro de nuevo. Aquella mirada realmente era seductora.

 

- Al parecer eres bastante tímido – El hombre se río un poco – Mi nombre es Salvador ¿Y el tuyo?

 

- Soy Daryl – Se atrevió a mirarle, aunque fue por muy poco tiempo.

 

- Oh… así que Daryl. Es un nombre hermoso.

 

- … – Sus mejillas se ruborizaron al instante; sintió curiosidad por el enorme cuaderno de dibujo que el pelinegro mantenía en sus manos - ¿Dibujas?

 

Salvador le mostró su cuaderno. En la hoja que estaba doblada, se veía el hermoso dibujo realizado a carboncillo de unos pájaros.

 

- Pues, digamos que soy dibujante de aves.

 

- ¡Increíble! – Se avergonzó por haber respondido con tanto entusiasmo - …Eres muy bueno – Los trazos denotaban el profesionalismo de Salvador - ¿Eres de por aquí?

 

- No. Soy de Tanagura.

 

Era evidente. Su piel no era tostada como la de la mayoría de habitantes de esa región.

 

- Pero me gusta venir aquí. Todo comenzó como un pasatiempo que ahora se ha vuelto mi universo – Sonrió - Mi trabajo consiste en investigar aves, explorar su hábitat, conocer sus comportamientos… también suelo dibujar las especies nuevas de aves que encuentro, para luego catalogarlas. Es muy emocionante, no se sabe que podrás encontrar – Pasó varias hojas del cuaderno y se estacionó en el dibujo de un ave pequeña y de plumas con diseños atractivos – Ésta por ejemplo, nunca había sido documentada. Fui el primero en dar con ella, podría decirse que la descubrí.

 

- ¿En verdad?

 

- Si. Con decirte que me han otorgado el honor de darle nombre. Pero… no logro dar con el indicado – El pelinegro se oía inspirado – Simplemente… no he dado con el nombre perfecto para ella. Es un ave hermosa, fue lo que pensé cuando la vi. Luce tan pequeña e indefensa que podrías pensar que se trata de un pichón… y sus colores, a pesar de ser tenues, son bellos y agradables a la vista. Mira su pico – Delineó unas tres veces la parte del dibujo, para que la viera – Es uno de sus atractivos. Tan redondo que parece inofensivo, pero la he visto atacar, cuando se trata de defender su nido no se deja amedrentar por ningún animal, por más grande que éste sea. Pero no te creas que son hurañas, si colocas un poco de semilla en un lugar en donde sean visibles, podrán llegar sin problemas, y si eres lo suficientemente cuidadoso, puedes acercarte y no se espantaran… ¿Me creerás si te digo que logré tener una en mi mano? – Comentó junto a una sonrisa.

 

- Lo creo – Daryl también se animó a sonreír.

 

- Son unas aves muy dulces. No te picarán si sabes tratarlas con cuidado.

 

- ¿Te ha picado alguna vez un ave?

 

Salvador volvió a sonreír.

 

- Nunca en la vida – Aseguró.

 

Hubo un breve silencio entre ellos.

 

- Disculpa, tú de seguro quieres volver a casa y te he estado distrayendo con mis aburridas aficiones.

 

- Eh… no te preocupes – Se apresuró en decir Daryl - ¿Te gustaría venir a tomar el té? La casa en la que me hospedo no queda muy lejos de aquí – Se atrevió a invitar, su hermana llevaba semanas diciéndole que quería que conociera personas y las convidara.

 

- No me negaré tu invitación. Sólo con una condición: Yo prepararé el té – Anunció: - No es por desconfianza, además de ser un amante de las aves, soy yo adorador del té, así que siempre llevo en mi maleta lo mejor para las infusiones. Es más, ésta tarde he recogido mientras iba por el camino, unas cuantas hojas y hierbas que estoy seguro, harán un té exquisito. Me gustaría poder prepararlo para ti. Claro, si es de tu agrado.

 

- Está bien. Como quieras – Accedió el joven con un leve rubor.

 

Al llegar a la casa de su hermana, Daryl dejó al pelinegro en la cocina/comedor y dio acceso a todo lo que había en ella. Se sentó en la pequeña mesita que se hallaba en el medio del cuarto, desde allí, podía ver como Salvador preparaba todo. Tamborileaba con sus dedos en la mesa y en sus brazos, se mordía los labios… Daryl no estaba muy acostumbrado a mirar a otros hacer algo, mientras que él se quedaba simplemente sentado. Se sentía incómodo.

 

- ¿Te ayudo en algo? – Preguntó un poco ansioso.

 

- No te preocupes. Tengo todo bajo control – Sonrió con amabilidad.

 

Volvió a quedarse quieto, observando… Salvador se veía que era muy bueno en la preparación de tés. No pudo aguantar y finalmente se levantó y fue en busca de las tazas.

 

- Al menos déjame acomodar las tazas.

 

- Pruébalo. Te aseguro que no hallarás algo igual en la vida – Mencionó mientras le servía.

 

Al llevarse la taza a los labios y probar de aquello, Daryl no pudo evitar abrir por demás sus ojos claros.

 

- Es delicioso. Nunca había probado un té como éste.

 

- Te lo dije. Y eso que lo he preparado sólo para ti – Sonrió - ¿Quieres un poco más?

 

- Si, por favor.

 

Daryl se sintió extraño, por primera vez, una persona le preparaba algo – sin contar a sus hermanas claro está – que fuera exclusivamente para él.

 

- ¿Te quedarás por mucho tiempo en ésta región?

 

- Podría decirse que si.

 

- Excelente – Ante su propia emoción, el ex mayordomo buscó de hacerse entender – Podrías venir aquí de vez en cuando, para merendar… si lo deseas. Me gusta recibir visitas…

 

- Me parece estupendo.

 

Daryl se emocionó, tratando luego de ocultarlo.

 

- Prepararé algunos bocadillos y conservas para cuando vuelvas a visitarme.

 

- Mmm… mejor hagamos una cosa: Yo traigo los ingredientes y los preparamos juntos.

 

- Eh… pues…

 

Daryl no supo que contestar. Cocinaba conjunto cuando trabajaba o estaba con sus hermanas. Del resto, él solo se encargaba de todo.

 

- ¿Tú sabes cocinar Salvador? – Mencionó Daryl – No tendría problema alguno en prepararte algo.

 

- ¿Cuál es tu problema en dejarte atender? – Comentó, cautivado por el servicial muchacho.

 

- Perdona, no quise sonar grosero… es sólo que no estoy acostumbrado.

 

- Eso está mal. Tienes que permitirte el ser atendido, esa también es una forma de apreciar a los demás.

 

El pelicastaño sintió que el tiempo voló mientras que Salvador estuvo a su lado. Cuando llegó la hora de que se marchara, no pudo evitar sentir una pequeña incomodidad en su pecho, sin embargo, la promesa de volverse a ver al día siguiente le reconfortó enseguida.

 

Era agradable tener un amigo con quién charlar.

 

Cuando le comentó a su hermana sobre lo de Salvador, la chica se alegró por completo de la noticia.

 

- Y dime ¿Es guapo?

 

- Alondra – Mencionó, algo escandalizado.

 

- Vamos, es una pregunta inocente – Le guiñó un ojo - ¿Me dirás que no lo es?

 

- Pues… es algo atractivo, si – Y se sintió avergonzado de confesarlo.

 

- Oh – Sonrió con picardía - ¿Te gusta?

 

- No contestaré a eso – Sus mejillas lo evidenciaron.

 

- No tiene nada de malo si te gusta hermanito – Trató de darle ánimo.

 

- Acabo de conocerlo Alondra ¿Cómo me va a gustar?

 

- Existe el amor a primera vista. Como sea, me alegro de que por fin conocieras a alguien.

 

Salvador fue a visitarle al día siguiente y el día después de ese…

 

Daryl sin darse cuenta, empezó a anidar sentimientos por aquel hombre.

 

- ¿Daryl, estás en casa?

 

- Aquí estoy hermana.

 

- Ay Daryl. Mira que ponerte a limpiar la casa – La chica observaba lo ordenado y oloroso que estaba el recinto – Te dije que estás aquí como mi invitado. Ya no eres un criado… - Se detuvo al entrar al comedor y hallarse con los dos hombres – Vaya, si tenemos visitas – Sonrió, sabiendo de quién se trataba.

 

- Ella es mi hermana Lola – Presentó Daryl – Él es Salvador.

 

- Mucho gusto.

 

- Igual, por fin conozco al famoso amigo de mi hermano. Me llamo Alondra, pero me dicen Lola – La muchacha amplió su sonrisa.

 

- Oh, Alondra… Como el ave – Se maravilló.

 

- ¿Eh…?

 

- ¿No sabías qué hay un pájaro llamado Alondra?

 

- Eh, no… je je No sabía – Se encogió de hombros – Cuando éramos pequeñas mis hermanas no podían pronunciarlo y me llamaban como podían, crecí y me quedé como “Lola” ja ja.

 

Daryl tuvo un ligero dolor en el pecho, el encanto del hombre hacia su hermana le llegó al corazón como una piedra arrojada con fuerza con una honda.  

 

Las visitas de Salvador continuaron y Daryl sin saber la razón, sufría en silencio cuando el hombre y su hermana se llevaban tan bien.

 

- Salvador parece un hombre increíble… ¿Qué opinas de él hermano? – Preguntó una vez Alondra.

 

- Es… está bien.

 

- ¿Crees que esté casado?

 

- No le he preguntado…

 

- Deberías hacerlo, deberías preguntárselo – Insistió la chica.

 

 - Si tanto lo deseas saber… pregúntaselo tú misma – Mencionó con un tono que contenía enfado.

 

- Daryl… - Se impresionó de su reacción, su hermano no era de los que se enfadaban con tanta facilidad.

 

- Disculpa… voy a dormir – Se levantó de su asiento y se encerró en su habitación.

 

Pronto nació en él los celos. Eso lo deprimió, por lo que su dulce candor se vio opacado por su inseguridad. 

 

- ¿Por qué te gustan tanto las aves Salvador?

 

Ante la pregunta, el pelinegro sintió que su corazón se henchía de un agradable sentimiento, era como preguntarle a un pintor porque amaba la pintura, a un escritor las letras y a un músico la melodía. Te lo explicarán en palabras habladas, pero quedarán a medias, porque sólo puede expresarse el amor a través del objeto o la acción amada.

 

- Hace un tiempo, en uno de los festivales de un pueblo al que visitaba por mero ocio, una chica me leyó las cartas. Ella me dijo algo que hasta el día de hoy ha permanecido grabado en mi memoria:

 

“El nombre de tu amor, lo tendrá un ave”

 

- Quedé fascinado con su revelación. Empecé a investigar y a involucrarme tiempo completo con la vida de los pájaros. Gracias a mi trabajo conocí a muchas personas, pero ninguna tenía el nombre de un ave, ni siquiera la gracia de una. Adoro verlos volar. Su libertad… es mi pasión.

 

- …

 

- Debes de pensar que soy un ingenuo.

 

- Jamás.

 

- Eres un buen hombre Daryl – Le miró con dulzura.

 

- Hasta el hombre más bueno tiene un poco de oscuridad en su corazón – Mencionó con un deje tristeza.

 

- Wow… eso es tan cierto – Murmulló, atraído por su aire melancólico.

 

Fue inesperado cuando salvador se acercó hasta Daryl para capturar sus labios en un inocente beso. Al separarse, el pelicastaño se apresuró en cubrirse la boca con las manos, no se esperaba aquello.

 

- Disculpa… esto no debió pasar – Mencionó Salvador al ver la expresión de espanto del muchacho – Me he dejado llevar… espero que puedas perdonarme.

 

Daryl se levantó y salió corriendo, avergonzado.

 

- ¡Daryl espera!

 

Luego de aquel beso, Daryl entró en aquel estado de embobamiento en el que suelen entrar sólo las almas enamoradas.

 

Alondra se extrañó de verlo suspirando mirando hacia a la nada.

 

- ¿Ha ocurrido algo hermano? Vino Salvador y no quisiste atenderlo, incluso me mandaste a pedirle que se fuera…

 

- Me besó Alondra – Se le escapó, producto del propio enamoramiento.

 

- ¿Qué? – La mujer no guardó su expresión - ¿Cómo que te besó? ¿En la mejilla? ¿En la mano?

 

- En la boca.

 

- ¿Qué…?

 

Daryl pensó que tal vez su hermana se sentía molesta al saberlo, pero cuando empezó a saltar de júbilo en su sitio, el pelicastaño salió de su letargo, confundido.

 

- Sabía que ustedes dos se tenían algo – Sonrió ampliamente - ¡Me alegro tanto por ti hermano! – Le agarró las manos y las estrechó con fuerza.

 

- Pero ¿Qué él… no te gusta?

 

- ¡¿Ah?! – Alondra estalló en risas - ¿Gustarme? Ese hombre es muy remilgado para mí. Sin ofender – Aclaró – No es de mi tipo. Además estoy saliendo con alguien… no quería decírtelo porque no es nada serio.

 

Daryl se avergonzó de inmediato.

 

- Dime la verdad ¿Te ha pedido que formalicen? – Preguntó Alondra, emocionada. Pensó más allá – Hermano… ¿Sólo se besaron verdad? No le mientas a tu hermana.

 

- Alondra – Se sonrojó – Te digo la verdad. Sólo me besó…

 

- ¿Y qué hiciste luego? – Sin quitarle los ojos de encima.

 

- …Me fui.

 

- ¿Qué? ¿Por qué hiciste eso?

 

- Fue inesperado… no sabía cómo reaccionar.

 

- Bien… y si te pide que te vayas con él ¿Lo harás?

 

- ¿Qué? ¿Tan pronto…? ¿Por algo así…?

 

- Imagina que pasa, que dice que te quiere y te pide que te vayas con él ¿Lo harás?

 

- Oh no, no podría...

 

- ¿Y eso por qué? – Se veía sumamente seria.

 

- …No puedo dejarlas solas Alondra…

 

- ¡Basta Daryl!

 

- ¡!

 

- Por una vez en tu vida deja de escudarte en los demás para huir de tu felicidad– Hablaba en el tono de voz de regaño, propio de una hermana mayor – Ya has aguantado bastante. Es hora de que te dejes ser libre. Libre de ser querido y mimado por otro.

 

- Pero…

 

Alondra endulzó el tono de su voz.

 

- ¿Recuerdas cuando Paula se enamoró? Sé que lo recuerdas porque todos sufrimos cuando ella, que era la mayor, se fue. Nos dolió porque pensamos que nos había abandonado. Fuimos egoístas Daryl, no pensábamos en lo que sentía Paula, no pensábamos más que en nuestra propia felicidad – Le acariciaba con ternura - ¿Te acuerdas cuando Paula vino a visitarnos? Nosotros estábamos muy resentidos ¡Pero ella estaba muy feliz! Nunca había visto a Paula tan radiante, era como si mi hermana hubiese sido cambiada por otra persona, hasta su sonrisa era diferente… ¿Lo ves Daryl? Tanto Paula como nosotras elegimos lo que quisimos, ella escogió a favor de su felicidad y la obtuvo… ese día comprendí que ella siempre estuvo en lo correcto, pues nadie puede saber que es bueno para tu corazón más que tú mismo… Todas nuestras demás hermanas han hecho lo mismo - Tomó el rostro del pelicastaño entre sus manos – Eres mi dulce hermanito, como quisiera verte riendo de amor Daryl.

 

- Hermana… - Daryl sonrió, contagiado por la joven.

 

- Si Salvador es el hombre que te hará feliz, no debes dudar en irte con él. Y si resulta que no es y te hace daño, no bajes la cabeza, mantenla bien en alto y regresa, que nosotras tus hermanas, te recibiremos con los brazos abiertos – Mostró su puño – E iremos a darle una paliza al desgraciado – Sonrió - No pierdas una oportunidad o podrías lamentarte toda la vida.

 

Alondra sabía lo que decía, ella misma había perdido un amor en el pasado por su orgullo, pensando que las oportunidades eran pacientes y permanecían estacionadas hasta que la persona entrara en razón… más luego se dio cuenta, de qué, cuando se entra en razón, es en el momento en que la oportunidad ya pasó.

 

- Alondra…

 

Las palabras de su hermana lo hicieron pensar mucho aquella noche.

 

Pero aunque estaba seguro de que quería a Salvador, en el fondo de su corazón recordaba las veces en que había visto al hombre enclaustrado en su hermana ¿De qué valía una persona enamorada si para amarse se necesitan dos? Además nada le aseguraba que  Alondra no le estuviera mintiendo acerca de lo que sentía por el hombre para no hacerle daño…

 

- Daryl… ¿Qué ha ocurrido? He intentado hablar contigo pero no has hecho otra cosa que esquivarme. Lamento si te ofendí con mi comportamiento de la otra vez – Emitió, dolido ante la frialdad en que no evitaba demostrarle el muchacho – Por favor… no me niegues el venir a visitarte.

 

- No te preocupes. Puedes venir las veces que quieras. Después de todo, he decidido marcharme.

 

- ¿Qué dices? ¿A dónde? – Se alarmó ante su confesión.

 

- Eso no importa… -  La expresión en su rostro era de suma tristeza – No seguiré interfiriendo entre tú y mi hermana…

 

- Dayl… ¿Cómo has llegado a creer que a quién quiero es a ella? Con quien quiero estar es contigo ¿Qué acaso no sientes nada por mí?

 

- Pero… ¿No ves qué es el destino el que te aparta de mi lado? ¿Qué señal más fehaciente que el propio nombre de mi hermana?  Lleva el nombre de las aves que tanto adoras… – Agachó la cabeza.

 

- Eso no es así. El destino es el que quiere que estemos juntos… porque hay un ave que lleva el nombre de mi amor.

 

El joven se giró con cuidado y recibió el cuaderno de dibujo del investigador. Al abrirlo en la última hoja, se halló con el dibujo del ave pequeña, y en la parte inferior derecha, una leyenda:

 

“Daryl,

Ave de los campos de Ceres”

 

Sus ojos se tambalearon.

 

- …Le pusiste mi nombre a tu descubrimiento… - Sentía su corazón acelerarse. No podía creerlo.

 

- ¿Lo ves? El destino no estaba equivocado.

 

- Salvador… - Sus ojos se llenaron de lágrimas.

 

- Permítete el ser amado – Luego de acariciarle el mentón, el hombre procedió a besarlo en los labios y Daryl lo recibió gustoso.

 

Porque quién decide amar, puede tener la certeza de que ha vivido de verdad…  

 

 

“El destino está escrito con una tinta hecha a base de nuestras decisiones”

 

 

 

 

Corazón Indómito FIN

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

 

 

(inner: Muy emozo T//w//T)Ahora si… Finalmente!!! Hasta aquí llegamos con este fanfic mis corazones */////////////w///////////* espero que les haya gustado a pesar de todo lo que se tardó en terminar y todo lo que los hice sufrir! T////^/////T Muchísimas gracias a todos los que siguieron ésta historia desde que la inicié, así como también a los que se sumaron a la lectura más recientemente, también a los que por equis circunstancias no pudieron terminar de leerla, pero que igualmente en su época dedicaron su valioso tiempo en leer los capis (espero que en algún momentillo se acuerden que estaban leyendo esto y se animen a revisar, logrando por fin conocer como terminó la locura xD) Agradezco cada unos de los comentarios y opiniones, críticas constructivas y mensajes bombas, de verdad me animaron mucho en seguir con esto y en darme cuenta de que lo que escribía realmente era bien recibido y apreciado n//____//n Igualmente me disculpo por mis malas acostumbradas tardanzas u_u sé que por esa razón hubieron lectores que se marcharon y otros que quisieron tener el poder de teletransportarse hasta mi casa para estrangularme xD (inner: quien no? ¬¬#) Bueno, sin más que decir… espero de corazón que luego de haber leído ésta historia al menos una personita haya podido reflexionar un poco; descubrir algo de sí mismo que no conocía; que haya podido ver el mundo y las relaciones interpersonales de una manera un poco más abierta y desde la perspectiva de los otros; comprender el respeto verdadero hacia los demás; darse cuenta de que cada causa tiene su efecto… en fin, tanto temas que tratamos aquí y que no recuerdo y que ciertamente deberían de tenerse un poquito en consideración más allá de la mera lectura, para ser de éste, un planeta en dónde podamos convivir todos juntos amorosamente… ese es el ideal!!! 0*///w///*0 (inner: Disculpen su intensidad ¬¬Uuuu) Gracias inmensas por haber llegado hasta acá!!!! Son unos guerreros con todas las de la ley!! xD Mis mejores deseos del mundo y del universo! Son bienvenidos a leer mis próximos escritos n_n Besotes y abrazotes!! Hasta la siguiente oportunidad!! Bye Bye!!! <3 <3 <3

 

 

Sue Zoe

<3

 

 

 


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