Abyss-
Obscuridad, me he acostumbrado a la silenciosa y abrumadora obscuridad, desde aquel día no he podido ver nada mas, ¿Dónde estoy?, no recuerdo todo a la perfección mas no he olvidado por completo el sueño que tuve ayer, esa noche de primavera bajo la carmesí luz de la luna donde el calor escapó de mi cuerpo y la esencia de la vida resbaló por mis manos.
Donde deje de sentir dolor, frío y desesperación, ya no hay más miedo ni terror únicamente soledad, obscuridad y el recuerdo de esos profundos ojos negros...
Por lo que puedo recordar estuve en un lugar frío, la temperatura jamás pasó de los 2º, veía mi débil aliento contrastando con la obscuridad, sentía como me entumía por completo, mi piel se estremecía continuamente, mas aun porque estuve desnudo, recostado sobre un lugar frío, por lo que pude ver, era algo parecido a una mesa bastante alta, probablemente de metal, localizada en medio de la sombría habitación...
Recuerdo cadenas, un par de oxidadas cadenas ataban mis manos a la mesa, aun escucho el insoportable chirrido que producían cuando intentaba moverme y recuerdo el ardor de mis muñecas, cortadas en carne viva, ligeramente amoretoneadas a causa de mis incontables intentos de escape...
Recuerdo lo débil que era mi cuerpo, la fragilidad de mis huesos, el cómo cada vez podía moverme menos, mi respiración desigual, mis ojos sumergidos en lagrimas, la vista cada vez mas borrosa. esa sensación de terror que oprimió mi pecho, mezclada con el tenebroso ambiente y el asqueroso olor que llegaba a mi nariz, el olor de carne podrida, carne muerta...
El, se que fue él, Jamás olvidare esos ojos, negros como la noche, esa mirada tan profunda, el semblante pálido, el cabello largo y obscuro.
Su desesperado tacto, soy capas de recordar la helada sensación que producían sus dedos sobre mi piel, el me tocó. Aun recuerdo el salado sabor de mis interminables lagrimas mezclado con el de la sangre que corría por todos lados y el sudor frio de mi espalda... una barra de metal, una completamente sucia y oxidada barra de metal, siento su impacto contra mi espalda, mi piel despedazándose, sangrando y el crujido de mis huesos al romperse. escucho mis propios gritos, suplicantes, veo a mi cuerpo retorcerse por la sensación de ese gran trozo de carne en mi interior, el dolor a causa de fuertes estocadas y los hilos de sangre corriendo por mis piernas a causa de la rudeza del acto, si, el lo hizo, el me hizo esto a mi... me violo, me mutilo, y cuando mi garganta estuvo rota y yo era incapaz de gritar, cuando mis ojos estuvieron secos y mi respiración se volvió casi nula, me mato ...
Me descuartizo, lentamente desprendió cada parte de mi, se que para ese momento yo ya estaba muerto, pero puedo jurar que escuché el cierre de la bolsa de plástico negra en la cual deposito mi desmembrado cuerpo. Recuerdo su sonrisa de satisfacción, cuando arrojó mis restos a una pila de basura sin ninguna consideración, donde lentamente mi carne se podría y era comida por los hambrientos gusanos...
Los colores se desvanecieron, no puedo sentir el cambio de estación, ni la briza sobre mi piel, el sabor de la comida o escuchar el canto de las aves, simplemente no soy capaz de hacer nada, solo mi conciencia existe, atormentándome en la profunda obscuridad, ¿Seré capaz de perdonar a alguien así? Tal vez en vida lo hubiese hecho, pero en este vacío, que no es el cielo ni el infierno, solo un obscuro, profundo e interminable abismo no lo se...
Lucy-
"Belleza", el adjetivo perfecto para describir a aquel chico, era lo que yo buscaba, la belleza, pura, natural y virgen. La encontré en el, en su pálida piel, su largo cabello castaño, sus ojos color miel, esos ojos con una profunda y agonizante mirada, libres de odio e impurezas, dispuestos a perdonar.
Suplicantes, lloraban por libertad pero no se la di, una persona como el no debía malgastarse así, yo lo mate, lo admito y sin ningún remordimiento...
Las imágenes de sus últimos días pasan por mi cabeza una y otra vez, su debilitado cuerpo y su mutilada voz, continuo conservando el imborrable recuerdo de la última mirada que me dedico, una mirada suplicante y llena de terror. ¿soy inhumano?, ¿el pensara que lo soy?, tal vez, pero lo piense o no ya no importa, está muerto y su piel, la que alguna vez fue la mas hermosa está podrida y se deteriora poco a poco.
Cuando cierro los ojos, puedo sentir sus últimos suspiros y saborear sus sangrantes heridas, puedo ver como la luz escapa de su mirada, cuando su cuerpo se vuelve frío y el cómo se detiene su anteriormente apresurado corazón, era excitante el ver como se retorcía ante mis ojos, el cómo suplicaba humillantemente piedad, me hacía sentir completo y vivo.
Su mirada no reflejaba más que dolor, terror y angustia, pero era hermoso, aunque el no pudiera notarlo, cuando lloraba era hermoso, su cuerpo deteriorado y sus incontables heridas, los moretones a su alrededor, todo era perfecto, era belleza pura, era arte, mi arte, un arte aclamado únicamente por aquellos con una sádica e insaciable sed, el arte de un cadáver, el arte de la purificación, el arte de matar...
Lo había hecho antes, una y otra vez mi amada navaja había danzado gustosamente sobre piel ajena, bajo la luz de la luna, en donde todas las luces se apagan y los gritos no pueden ser escuchados... pero este chico fue diferente, tenía que sentirlo...
Finalmente sucumbí ante el deseo y lo asesine, sin embargo fue lo mejor que pude haber hecho, la belleza no es eterna, se desvanece con el paso del tiempo, la pureza también desaparece, lentamente la inocencia humana se va pudriendo, y lo único que queda es una cascara vacía únicamente repleta por la vanidad. la codicia se apodera del hombre y pudre su mente, esto pasa y pasara con todos, aunque en un principio intenten cambiarlo, la cruda realidad llegara a ellos tarde o temprano, y con el paso de los años los arrastrara por el camino de la corrupción y la deshonestidad, algunos caen rápidamente, otros, como este chico, se conservan y engañan al tiempo, pero siempre terminan sucumbiendo ante la tentación, porque no tienen otra opción, equivocarse una y otra vez y arrepentirse cuando es muy tarde, no es otra cosa más que el camino humano, un camino que todos tenemos que seguir...
Rio ante la ironía de la situación, cuando la gente se da cuenta de lo que ha estado haciendo y quiere tomar conciencia, es demasiado tarde es en esos momentos en que la vida está por acabarse en los cuales la gente reacciona e intenta cambiar algo, pero ya es imposible... su tiempo ha terminado y es hora de suplicar, postrarse y pedir perdón, para que su asquerosa alma no sea lanzada al infierno...
Yo no deseaba que eso le sucediera al chico que conocí en aquella noche de primavera, ese chico que aun en sus 20 años de edad derrochaba inocencia y felicidad, que aun tenía una llama en sus ojos, y la luz en su alma continuaba destellando. ..
Soy un pecador, lo admito, ya no hay salvación para mí, además siendo honesto yo creo en dios, y es precisamente porque creo en él, el motivo por el que al mismo tiempo lo odio con todo mí ser...
Soy una persona enferma, enferma por conservar la belleza en los cuerpos inocentes, enferma por intentar corregir a otros mientras yo cargo con la más grande mascara de hipocresía y arrastro el tormento de escuchar cada noche los gritos de mis propias víctimas...
Pero como dije antes, ese chico era especial, abuse de él, lo admito, le quite yo mismo una de las cosas que al mismo tiempo intentaba mantener, la pureza de la castidad. Takashima, me pregunto si donde quiera que estés aun sabiendo que lo hice con placer, y que no me arrepiento podrías perdonarme...
Perdón sin arrepentimiento, es también algo muy común ¿no?, lo siento, soy humano y es todo lo que se hacer, equivocarme... pero tal vez deberías agradecer lo que te hice, porque te hice especial, te hice único ... "salve tu alma"
Creo que en esos ojos, en esos inocentes y brillantes ojos color miel, encontré algo que racionalmente me hizo pensarlo todo, algo que tal vez pudo haber hecho un cambio de haberlo descubierto antes en vez de haberme dejado llevar por la lujuria... el amor, me enamore de esos ojos color miel...